Liam's POV
Todo a mí alrededor estaba en ruinas. El humo que había quemado parte de la Biblioteca aún seguía saliendo de cada pedazo de madera. Se escuchaban quejidos, entre tantos cuerpos sin vida aún había ángeles a los que aún no se les había pagado la llama. Seguían vivos, sufriendo, sin salida.
Apreté la mandíbula mientras contenía las lágrimas mirando todo a mí alrededor. Era una atrocidad. Quería ayudar, pero no podía hacer nada por las moribundas almas que se apagaban por segundos. Mi cabeza bombeaba mientras saltaba las ruinas del lugar buscando con desesperación al menos un signo de que ______ había salido de allí antes de todo. Pero no encontraba absolutamente nada. Cubrí mi rostro dejándome caer de rodillas.
Era un sitio seguro, estaba convencido de ello. La regla no escrita que se transmitió de generaciones en generaciones era clara: Las Guaridas eran santas.
Una regla inquebrantable que confirmaba la frase que los humanos habían formulado durante siglos: Un la guerra todo vale.
Limpié mis lágrimas quedándome estático por un momento al escuchar el llanto infantil de una niña. Me levanté del suelo aún parado para confirmar que lo que oía era verdad. Y de nuevo los llantos y sollozos volvieron a hacer eco por toda la arruinada Biblioteca.
Caminé con cautela siguiendo el sonido de los sollozos, que a cada paso se hacían más audibles. Entre las estanterías reduje la velocidad de mis pasos, mirando antes de dar uno más a mis alrededores. Podía ser una trampa y no podía permitirme en aquellos momentos caer en una. Asomé la cabeza por el final de un pasillo, pudiendo ver, al final del otro, una niña arrodillada en el suelo, la dueña de los sollozos, rodeada de un hombre y una mujer con túnica blanca.
- ¡Guardián! –grité corriendo hacia él y abriéndome paso para ver el porqué del llanto de la niña.
Mis ojos se inundaron de nuevo al ver el cuerpo sin vida de Leo tendido en el suelo. Pude reconocer que aquella niña era la sobrina del ángel y tenía poderes muy fuertes a pesar de su corta edad.
- Liam. –habló la mujer, la cuál había visto poco.
- ¿Qué ha ocurrido? –pregunté antes de pudiera continuar hablando. -¿Dónde está ___? ¿Quién le ha hecho esto a Leo? –continué mirando a la mujer de rostro pálido.
- La niña predijo que nos atacarían y ocurrió antes de lo previsto. –susurró mirándome a los ojos. –Los demonios han arrasado una por una cada parte de nuestra Guarida, asesinando a miles de ángeles. Buscaban a _____... –resopló mirando el cuerpo sin vida. –y la han encontrado. –murmuró.
Pasé las manos por mi rostro y me dejé caer al suelo. Seguiría luchando por se me estaba acabando la fuerza. Estaba cansado de que las personas que me rodeaban acabasen sufriendo, o en el caso de Leo, muertas.
- Linda ve el futuro de la niña incierto. –susurró El Guardián sin mirarme. –Tenemos una teoría sobre ello, pero no estamos seguros. –continuó agarrando a la pequeña por los hombros.
- ¿Dónde están? –pregunté con un nudo en mi garganta.
- Las tienen ellos. En La Cueva. Pero no hay manera de entrar. –informó la mujer con un tono severo en la voz. –Han cerrado todos los portales que conducen a su dimensión, hemos probado todo, pero no tenemos el poder suficiente para entrar, y menos ahora que han asesinado a la mayor parte de nuestro ejército. –concluyó mirándome a los ojos con tristeza. –Lo siento, Liam.
- Debe de haber otra manera. –me levanté del suelo y apreté los puños viendo como ambos negaban lentamente con la cabeza.
- Sólo nos queda esperar, Liam. Después de tanta lucha...el Final ha llegado. –El Guardián me miró con dolor en sus ojos.
Yo mismo encontraría la entrada a La Cueva para salvarlas. Cueste lo que cueste. Pero estaba totalmente en blanco. Después del derribo de tantas almas en la Guarida, no podían proporcionarme el poder necesario para entrar allí, pero si no podía acceder como medio ángel, lo haría como humano.
- Este no es El Final. –contesté mirando el cuerpo de Leo. –Haré lo que sea necesario, no voy a dejarlas. –miré al Guardián a los ojos, él sacudió la cabeza levemente.
- Ten cuidado, Liam. Esta no es una batalla como las demás. –susurró.
Asentí con la cabeza sabiendo la gravedad del momento, y de lo que ocurriría si los demonios consiguieran el poder del Universo, al igual que era consciente de las probabilidades que había de que saliese vivo de aquella lucha, pero no me rendiría, aún que me costase la vida, no lo haría.
Sabía que no podía enfrentarme a ellos sólo. Me conocían mejor de lo que yo mismo lo hacía, todo lo que pudiera hacer para traer de vuelta a ______, sabían cómo lo haría, cuál serían mis movimientos. Ellos me habían enseñado a ser así. Era demasiado previsible a sus ojos y sin duda necesitaba a alguien que me ayudara.
Y sabía quién podía hacerlo.
(...)
Narrador externo
El moreno restregó el trapo por la barra bostezando, faltaban menos de cinco minutos para cerrar y el borracho del final de la barra ya comenzaba a levantarse mientras se tambaleaba. Daba gracias al cielo por que aquel día se fuera antes de que él tuviera que echarle. Se despidió levantando la mano mientras empujaba con el hombro la puerta.
Suspiró. Estaba demasiado cansado y no era suficiente el dinero para compensar las horas atrasadas de sueño que tenía. Tiró el trapo contra el fregadero y caminó despacio hasta la puerta, cambiando el letrero de Abierto por Cerrado.
Odiaba ese trabajo y el sueldo era una basura, pero lo suficiente como para poder pagarse sus gastos. Caminó hasta la parte de atrás del bar, tirando la basura que se había acumulado del suelo, previamente barrido por él. Eran unos auténticos asquerosos.
Se desabrochó el delantal y ojeó su móvil mientras lanzaba la sucia prenda hacia la percha de la puerta de la sala para trabajadores.
'Te estamos esperando en casa de Niall, te echo de menos mi vida. Te quiero,
Brooke'
Eso era lo único que le hacía sonreír después del trabajo. A pesar del cansancio, aquella noche había quedado en ir a casa de Niall a tomar unas cervezas ya que al día siguiente era su compañero el que abría el bar, así que podría disfrutar de la buena compañía de sus amigos aún que sólo fuera por un rato, y sobre todo de su novia.
Rascó su nuca mientras ojeaba que todo estaba en orden. Era increíble donde había acabado trabajando.
De nuevo el sonido de un mensaje más hizo que el moreno saliera corriendo hacia su móvil.
Sabía que podía ser cualquiera de sus amigos, pero aún después de tanto tiempo de relación, cada vez que pensaba que podría ser Brooke la que le había mandado el mensaje, su estómago se convertía en un zoológico.
Pero no era de ella. Ni de Niall, Ni si quiera era de Harry o Eva. Era un mensaje raro. Nunca se había encontrado con uno que no tuviera número. Sólo una frase brillaba en la pantalla.
'Necesito tu ayuda...
Su cuerpo se congelo al leer la siguiente parte del mensaje.
... ____ está en peligro'
Tomó aire y lo soltó poco a poco. Era imposible. O quizá poco probable. Pero era una broma de mal gusto, sin duda. Hacía demasiado tiempo que no sabía nada de ella, un tiempo en el que todo fue sobre ruedas para él, y no quería que esa paz se perturbase por un mensaje absurdo e infantil.
Su mente se había querido olvidar de todo lo pasado con ella, con Liam y con...aquello seres. Pero no lo había conseguido. Liam formaba parte del grupo de sus amigos, y hacía demasiados meses que nadie sabía nada de él, excepto aquel moreno, pero no podía contar nada.
Toda la normalidad que emanaba el grupo de jóvenes se esfumó con la llegada de aquella chica, _____, quien había desaparecido, junto a Liam.
El sonido de la puerta abrirse le sobresaltó, sacudió la cabeza y alejó aquellos pensamientos de él.
- Está cerrado, hermano. Vuelve mañana. –gritó él colocando la ropa de trabajar colocada en la percha.
No hubo respuesta.
La respiración del chico comenzó a acelerarse, sabía que algo no iba bien, lo presentía. Salió del cuarto privado para trabajadores y miró por todo el bar. Nadie.
Respiró hondo e intentó relajarse, pero no pudo.
- Necesito tu ayuda, Zayn.
Y supo que aquel mensaje, pertenecía a la misma persona que acababa de agarrarle del cuello de la camisa: Liam.
------------------------------------------------------------------------------- ---------------------------------
CHAN CHAAN CHAAAAAAAAN
¡Sé que lo que os voy a comunicar puede que os haga tener ganas de matarme pero....SOLO QUEDAN CINCO CAPITULOS MÁS EL EPÍLOGO PARA FINALIZAR LA NOVELA!
Estoy muy triste por eso, esta novela para mí ha sido muy importante y espero que estéis disfrutando de ella tanto como yo escribiéndola
-¿Qué pasará con el futuro del bebé?
- ¿Esperábais que fuese Zayn quien podría ayudar a Liam?
- ¿Qué contestará él?
- ¿Cómo podría ayudar Zayn a _____?
¡HASTA AQUÍ EL CAPITULO 35! ¡SUBIRÉ EL 36 DENTRO DE MUY POQUITO, ESTAR ATENTAS PORQUE EL FINAL SE ACERCA Y LOS DETALLES SON CONFUSOS PERO IMPORTANTES!
¡Un besazo!
Att: Marta