Cicatrices I: Marcas en la pi...

By MERO05

213K 9.8K 946

Nicholas Vaan de Saar es el vampiro mas despiadado de los últimos siglos. Por venganza conocerá a Meily Becke... More

Capitulo I
Capitulo II
Capítulo III
Capítulo IV
Capítulo V
Capítulo VI
Capítulo VII
Capítulo VIII
Capítulo X
Capítulo XI
Capítulo XII
Capítulo XIII
Capítulo XIV
Capítulo XV
Capítulo XVI
Aviso
Cicatrices en Amazon
Regalo
Primeros 10
Ultimas!
:)

Capítulo IX

10.8K 544 35
By MERO05

No puedo evitar mi cara de tristeza, además de haber visto lo de James y Rosemary, que aún no estoy segura si paso o no, ver a Nicholas así de enamorado, besando y tocándola a ella, fue horrible. Una lagrima cae por mi mejilla y Nicholas me queda mirando.

- ¿seguro que no viste nada?

- Solo a un Nicholas, feliz y enamorado – me mira sorprendido – como jamás podré ver yo – listo, rompo en llanto y no puedo evitarlo.

- Mei – se acerca y me abraza

- Si esto fue un castigo – lo aparto, la verdad que no quiero un abrazo suyo ahora – fue el peor de todos, me has lastimado de la peor forma.

- No Mei, no fue un castigo – oh no, no quiero escucharlo, no quiero que me toque, no quiero recordar como lo hiso con ella, como me tocaba pensando que yo era su amor.

Me levanto y corro lejos de la habitación, mi herida aun esta, pero no duele. Tampoco me interesa, quiero salir de esa mirada, triste y enojada, que no cambia, no va a cambiar nunca.

- ¡Mei! – grita Nicholas, espero que no me siga, necesito un poco de espacio

Apenas veo de la cantidad de lágrimas que se han acumulado en mis ojos. Corro por la casa de todos modos, no me importa chocar con nada, solo quiero estar sola, lejos de él, necesito olvidar al Nicholas enamorado, aunque va a ser imposible olvidar algo así.

Llego a la puerta de entrada la abro y choco con alguien. Caigo al suelo, eso dolió.

- Ey niña, ten más cuidado - ¿Jill?

- Mei ¿Qué sucede? - ¡Steve!

Salto y lo abrazo, necesito un abrazo. Jill me mira enojada asique lo suelto. Celosa.

- Me estas asustando – me mira con los ojos bien abiertos - ¿le paso algo a Nicholas? – hago un gesto negativo con la cabeza y camino de vuelta, para alejarme. Me miran sorprendidos, deben pensar que estoy volviéndome loca. Pero lo único que necesito ahora es que nadie me moleste, necesito digerir todo lo que acabo de ver.

- Mei ¿Qué sucede? – levanto la vista y veo a Amy al lado de una camioneta, de la que también está bajando James. Tengo que controlarme para no darle un buen golpe

- ¿se puede saber porque quieres golpearme? – oh, cierto, mejor no pienso en eso – no creo que puedas no pensarlo durante mucho tiempo – idiota - ¿Qué pasa Mei? ¿Por qué me insultas? – los demás nos están mirando, más aun Amy, que mira preocupada. No quiero preocuparla, será mejor que hablemos a solas – me parece bien, vamos a mi despacho – pasa por al lado mío, me mira de re-ojo, mierda todo me recuerda al sueño – me gustaría saber de qué sueño estás hablando como para que me estés odiando así, y solo por un sueño – es verdad, es un sueño, creo que estoy exagerando – pienso lo mismo – vamos caminando por la casa, hasta llegar a uno de los despacho de la mansión ¿cada uno tiene uno? – sí, los tres tenemos uno, este es el mío – cierra la puerta

- ¿vas a decirme que tenías tú con Rosemary? – me mira sin entender la pregunta, creo que ha sido un sueño nomas – lo siento, estaba errada.

- ¿Qué viste en ese sueño Mei?

- Nada, es una estupidez

- Dímelo, estoy intrigado – que más da se lo diré.

- Soñé con la muerte de Rosemary – me mira sorprendido – el día de tu cumpleaños, los vi, en tu cuarto – sonríe – y vi que ella en realidad al que quiso salvar era a ti y no a Nicholas.

- ¿eso soñaste? – se acerca a mí, tiene una sonrisa que da miedo, me toma del cuello y me estrella contra la pared, dios, que golpe fuerte ¿Qué hace? – eso me suena a uno de los trucos de Nicholas, me sorprende que pueda hacerte ver cosas que ni él vio, en un sueño - ¿es verdad? – no se te ocurra decírselo a él, porque terminaras muy mal – aprieta mi cuello.

- Nicholas – digo su nombre a ver si por arte de magia esta vez sí se le ocurre aparecer.

- ¿Qué haces James? – Nicholas aparece y saca la mano de James de mi cuello, oh, no podía respirar, no puedo para de toser - ¿Qué mierda estabas haciendo? ¿estás loco? – James me mira en forma de advertencia - ¿Qué es esa mirada? ¿Qué está pasando aquí? – se que puedes oírme James, asique lee muy bien este pensamiento, ninguna amenaza tuya va a hacer que yo no diga la verdad a Nicholas. James frunce el ceño y en dos segundos lo tengo frente a mí con los ojos rojos.

- Ni se te ocurra – dice el y creo que le habla a Nicholas.

- Dormiens – cae de rodilla ante mis pies, y ya sé que esa palabra es para que duerma.

- Mei – se acerca a mí y me abraza - ¿Qué está pasando? ¿Por qué James te miro de esa forma? ¿Qué me estas ocultando?

- Nicholas, en el sueño, ver a Rosemary morir no fue lo único importante que vi

- ¿me dejas ver? - ¿Qué? – puedo hacer que tus ojos me muestren lo que han visto – oh, ya entendí, esto va a dolerle mucho, pero sé que es lo correcto.

- Está bien

- Mírame a los ojos, no apartes la vista de mi – obedezco - quid in te iudicia in oculis tuis, fac mecum propter somnia luceat – Nicholas me mira serio, sin moverse, veo el brillo de sus ojos, sonríe, sé que le está gustando lo que ve, es muy doloroso. Su mirada se ensombrece, sé que está en la peor parte, debe estar viendo como James besa y toca a la mujer que ama. Quiero cerrar mis ojos y no ver las expresiones que hace, pero si lo hago no podre mostrarle todo. Sus ojos se abren enormes.

Aparta la mirada, y se gira. Se sienta en el sillón y apenas puede moverse, sé que está muy asombrado, además de destrozado. No quiero verlo así, pobre hombre ¿Qué hago? ¿Qué le digo? Me acerco y lo abrazo, esta inmóvil, debe ser de sorpresa.

- 173 años, vengando un amor que nunca me amo – habla al fin y escucharlo decir eso me parte el alma – 150 años amándola y adorándola como si fuera mi mundo, todos estos años sintiéndome culpable de que dio su vida por mí, siendo que solo se burlaba, me traición como si fuera un imbécil.

- Ella no te merecía Nicholas y tampoco merece que ahora estés así.

- Mate a miles de personas, de mujeres, las torture, mate a muchas familias de tu padre, por ella – me separa y se levanta de lasilla – lo siento Mei, tengo ganas de romper todo y no quiero hacerte daño – oh, esto va a terminar mal. Se acerca James, que esta tirado en el suelo y tengo miedo de que lo mate, aunque es un vampiro, no puede hacerlo – excitatio – comienza a moverse, se para, dios va a matarlo, ¿Qué hará ahora que sabe que James lo ha traicionado de esa manera? James me mira sorprendido y asustado, sé que acaba de leer mis pensamientos.

- Nicholas, espera, de verdad lo siento, era joven y estúpido, fue mi mayor err... - Nicholas le deposita un puñetazo en su mejilla, tan fuerte, que acaba de traspasar la pared.

- ¡Nicholas! ¡no! – corro hacia ellos, esto va a terminar muy mal - ¡basta! – va a golpearlo devuelta, ¿Qué hago? Lo abrazo por detrás, se detiene unos segundos – no vale la pena Nicholas – siento un golpe en mi pecho, y golpeo fuerte contra la pared, mierda.

Caigo al suelo, me siento mareada, demasiado. Toco mi cabeza, está sangrando, genial. Levanto la vista, Nicholas me mira asombrado, me ha empujado con todas sus fuerzas, me ha hecho daño. Tiene a James agarrado de su camisa, que me mira también sorprendido. Dios, que mareo tengo, me duele la cabeza, mis oídos zumban, no escucho bien.

- ¡Mei! – escucho gritar a Nicholas, se acerca a mi corriendo y se tira a mi lado ¡menos ruido! ¡mi cabeza duele! – lo siento Mei, te dije que no hicieras esas cosas cuando estoy fuera de mi – lo tendré en cuenta la proxima.

- Nicholas – escucho a James

- Desaparece James, no me hables si no quieres que te muela la cabeza a golpes, te juro que no voy a necesitar ningún tipo de Granate para destruirte en menos tiempo – me levanta en sus brazos

- Escúchame, ponle algo, puede llegar a tener un derrame - ¡un derrame!

- Lárgate, lo digo enserio – gruñe Nicholas entre dientes.

Corre, por la casa, cierro los ojos para no marearme aún más. Llegamos a su habitación, me recuesta en su cama y desaparece. Vuelve con una bolsa de hielo y me la coloca en la cabeza. Tiene denuevo la caja con los instrumentos de medico. Me alumbra los ojos con una linterna. Ya se me está pasando todo.

- Mei, di, tres tristes tigres tragaban trigo en un trigal - ¿Que? - dilo.

- Tres tristes tigres tragaban trigo en un trigal - ¿Bromea?

- No hay derrame - cosas de medicina - Lo siento mucho – dice sentándose a mi lado – siento todo, el golpe, el sueño - suspira – no pensé que te había dolido verme con ella - ¿es broma? – tú me habías dicho que no me querías, ni se me ocurrió que verme así en ese sueño, podría dolerte tanto.

- ¿es broma? Me entregue a ti, si no sentiría nada, te hubiese matado esa noche en la casa Whiteville, no te hubiera dado mi primera vez, así porque si ¿lo dices enserio? – me está haciendo enojar.

- Pensé que lo hacías por miedo, me aproveche de eso, sé que está mal, pero es a lo que estoy acostumbrado a hacer. Me aprovecho del miedo de los demás, para obtener lo que quiero y esa noche, yo te quería a ti, lo siento.

- No Nicholas, no lo hice por miedo, yo te quiero – me mira sorprendido y veo sus ojos brillar, ¡ese brillo! Se tira sobre mí y me besa, mientras sonríe.

- Pensé que nunca ibas a quererme por todo lo que te he hecho, no sabes lo triste que me ponía esa idea – ese brillo, no puedo creer que tenga ese brillo en sus ojos, solo para mí, solo por mí.

-Pensé que creías que era un monstruo, malvado, egoísta, malhumorado y dominante – eh si, pienso eso, me causa risa lo bien que se describió.

-Eres malvado, egoísta, malhumorado y dominante – me mira serio – pero así estas bien ¿monstruo? Eso se puede cambiar, lo demás déjalo así, que así me gusta – sonríe, ¡si esa sonrisa! ¡enamorado! dios, muero de amor por este hombre.

-Es la primera vez que alguien me dice que le gusta que sea así – ríe ¿primera vez? – siempre es que tengo que cambiar mi actitud, pero no puedo, aunque trate de hacerlo, no puedo dejar de pensar como pienso.

-Porque eres tú mismo, yo quiero que seas tú mismo, así me gustas.

-¿aun si te ato y hago lo que quiera contigo? – oh dios, eso es lo mejor creo

-Si – me ruborizo, me mira sonriente sin quitarme los ojos de encima - ¿Qué?

-Nada, estaba pensado en que eres una sádica masoquista.

-Ey, aquí el sádico sos vos – y bueno para que negarlo – bueno, y yo la masoquista – larga una carcajada que me contagia a mi

Se acuesta a mi lado, y me mira de costado fijo, mientras sigue con su sonrisa, ¡que sonrisa! Daría lo que fuera porque siempre este ahí. Mira mi cuello y borra la sonrisa, enseguida noto lo que le sucede, hace una semana que no bebe ni una gota de mí.

-¿quieres? – vuelve su mirada

-No Mei – no le creo.

-Si quieres – se sienta en la cama y yo también lo hago, pero él se para y camina hacia la puerta – ven, hazlo.

-Te has golpeado la cabeza, has perdido sangre, debes estar mareada, no quiero que termines peor.

-Estoy bien, enserio, ven, solo fueron unas gotas de sangre – me mira triste, sé que quiere beber, pero también sé que está preocupado.

Suspira y se acerca devuelta, se arrodilla sobre el colchón y se acerca a mí. Lo tengo a centímetros míos. Me mira fijo, cierra sus ojos y me besa. Su boca se mueve con la mía, lo escucho suspirar, oh dios, ya me estoy perdiendo. Se separa y me mira a los ojos, sus ojos esmeraldas se tiñen de rojo. Creo que está esperando que le dé permiso, asique me recuesto en la cama, cierro los ojos y estiro mi cuello. Pero en vez de morderme, levanta mi vestido, mientras acaricia mi vientre. Lo miro, está mirando mi cuerpo, mientras desliza su mano, por cada parte de mí.

-uos diligunt transit in aeternum- ¿acaba de hipnotizarme? Que importa, se siente bien.

Desliza mi vestido por mi cabeza y desabrocha mi sujetador con mucha facilidad. Me lo quita y me observa unos minutos.

-Lo mejor, es que podré ver, una eternidad, esto – se inclina y besa mi vientre.

Dios, ya estoy muy excitada. Se quita su camisa mientras recorre mi cuerpo con su boca, subiendo entre mis pechos, hasta llegar a mi cuello. El placer que me hace sentir su bica en mi cicatriz, me obliga a arquearme, gimo, es tan esplendido, tan mágico.

Lo escucho jadear y gruñir, creo que está haciendo un esfuerzo para no morderme ¿Por qué no lo hace? Intenta apartarse, pero sostengo su cabeza para que no se aparte de ahí.

-No puedo Mei, si sigo ahí, voy a morderte – dios, ¡es lo que quiero!

-Por favor, muérdeme

-¿estas segura? ¿no te sientes mal?

-No, hazlo.

Vuelve a besarme esa zona, pasó mis dedos por su cabello, lo siento suspirar. Siento su mordida y como absorbe, es demasiado para mí, es un placer que no se puede explicar, con palabras. Solo mi húmeda entrepierna sabe describirlo. No puedo no moverme, tiro de su cabello y lo escucho gruñir. Es irresistible. Se separa de mi cuello, me mira fijo, sus ojos rojos, ya no me dan miedo. Tiene la boca manchada y yo quiero saber que sabe ese líquido rojo que a el tanto le gusta.

Acerco su rostro a mí y con un beso saco los resto de su boca. Ese sabor metálico, no esta tan mal. Me alejo para ver qué cara tiene, me mira sorprendido, pero luego sonríe.

-No pensé que harías algo así, pero has logrado excitarme aún más.

Vuelve a mi cuello, lame y besa mi cicatriz, no puedo resistirlo más. Bajo mis manos a su pantalón y los desabrocho, siento como sonríe sin dejar de besare. Gimo, es tan torturante. Bajo sus pantalones, junto con sus bóxer. Termina de sacárselo el, abre mis piernas y apoya su erección sobre mi sexo. Oh dios, necesito que me toque, lo necesito dentro mío.

Se desliza hacia abajo, recorriendo mi cuerpo con su lengua, hasta llegar a mis senos. Lame mis pezones, yo creo que no puedo estar más mojada. Quita mis bragas y se posiciona entre mi piernas. Pasa una mano por debajo de mi cintura, y a una velocidad como ya conocemos de él, termino yo encima de él.

Levanta mi cintura y me penetra, lento y suave. Gemimos al sentirnos tan unidos, somos puro placer. Me deja así unos segundos, mientras agarra mis manos y entrelaza mis dedos.

-Apóyate de mis manos y muévete – ordena y no pienso desobedecer.

Me muevo de arriba abajo con la ayuda de sus brazos, mientras mi espalda se arquea, es delicioso. Nicholas, jadea debajo de mí y es tan excitante escuchar como lo disfruta. Aumento mi velocidad.

-Oh Mei, más despacio o no aguantare mucho – no pienso detenerme, estoy acariciando la cima del clímax – Mei, no aguanto – gime con fuerza.

-Ah – grito cuando llego al orgasmo, Nicholas tira su cabeza hacia atrás.

-Oh dios, ¡Mei! – gruñe y tiro en sobre su pecho, estoy cansada.

**

Despierto sobre Nicholas ¿Cuánto he dormido? El me acaricia la espalda. Levanto mi cabeza y lo miro, sonríe de oreja a oreja.

-¿hace mucho que me dormí?

-Creo que unas 4 horas

-¿te quedaste así 4 horas? – lo que debe de haberse aburrido.

-Sí, no quería despertarte, estabas profundamente dormida y muy acariciable – ríe - ¿no tienes hambre?

-Si, muero de hambre

-Recién vinieron a avisar que esta la cena, para ti, Steve y Amy, ve – me levanto de la cama y me cambio de prisa, tengo muchas ganas de verlos.

Beso a Nicholas y salgo casi corriendo de la habitación. Llego al comedor, allí están los dos hablando y riendo, como viejos amigo, lo son bueno. Me acerco a ello y me siento enfrente de Amy, Steve está en la punta de la mesa.

-¡Mei! ¿Cómo has estado? Ya estaba extrañándote – grita Amy al verme

-Muy bien ¿y ustedes?

-Muy bien, he pasado el tiempo persiguiendo chicas en una universidad – bromea Steve y me hace reír – lo siento, sé que era muy insistente, cansador

-No te preocupes, se porque lo hacías.

-Mei, ¿puedo preguntarte algo? – Amy e mir y se vuelve seria

-Claro Amy

-¿Qué sucedió con James? Ha habido una pelea con Nicholas, además de la conversación extraña que tuvieron allí afuera – oh ¿Qué demonios digo ahora?¿tendría que decirle la verdad?

-No fue nada amor mío – James aparece de repente y besa a Amy – me gustaría hablar contigo Mei - ¿Qué hago? ¿salgo corriendo? – no servirá de mucho – oh estúpido James con su estúpido don – sigo escuchando.

-Eso si quería que lo escuches – digo enojada, no debería ir, Nicholas se enojara

– no te hare nada, solo quiero disculparme - ¿es broma? – no, no lo es, deja de pensar tanto y ven – está bien, aprovecho tu don para decirte eso, eres un estúpido traicionero, ríe entre dientes, pero para mí no es gracioso – vamos.

��[�s�

Continue Reading

You'll Also Like

174K 9.5K 57
Valery y Marcos han sido vecinos durante seis años sin ninguna interacción por ninguna de las partes pero un pequeño accidente y una ventana abierta...
7.1K 301 5
En las noches de Bangkok, Becky y Freen descubren la pasión, pero el destino les revela un giro inesperado: la llegada de la maternidad. Entre secret...
116K 6.2K 54
El imperio Bonvertre se ve afectado por un nuevo villano, y mientras Lucy lucha por su Gymboy, debe arreglárselas para no perder la batalla del amor...
1.4K 201 11
🥉 Finalista del Oᴘᴇɴ Nᴏᴠᴇʟʟᴀ Cᴏɴᴛᴇsᴛ 2023 Recordar algo significa rescatarlo del olvido y hacer que vuelva a pasar por el corazón. Igno...