DULCE DESTINO

By Sabastu

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[ JERZA ] [ RATED M ] Cuando los hilos rojos del destino se cruzan pueden traer dulces encuentros. Una actríz... More

~La Apuesta~
~El Pastel~
~La Ayuda~
~La Lista~
~El Contacto~
~La Iniciación~
~El Fracaso~
~La Confusión~
~El Orgullo~
~La Incomodidad~
~La Atmósfera~
~La Lluvia~
~La Salida~
~El Hervor~
~El Reto~
~El Consenso~
~La Oscuridad~
~El Despertar~
~La Sorpresa~
~La Propuesta~
~El Consejo~
~El Avance~
~El Antojo~
~La Dificultad~
~El Llanto~
~ El Domingo ~
~La Adicción~
~El Aviso~

~La Foto~

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By Sabastu

¡Hola! .o.7 Espero les guste el cap. A mí me divirtió escribirlo. ¡Sus reviews serán más que agradecidos! ¡Por ellos es que sigo escribiendo estas locuras! D:

Disclaimer: Fairy Tail no me pertenece. Pertenece a Hiro -Necesito Jerza pero me gustó el Zervis- Mashima.

Referencias De Lectura:

Diálogo.

«Pensamiento»

Narración.

CAPITULO CUARTO

~La Foto~

Habían pasado un par de minutos desde que había aceptado oír la propuesta de esa pelirroja.

No sabía aún nada de la propuesta pero sentía que podía confiar en ella, aunque también sentía que tal vez debía de tener cuidado extra al tratar con esa pelirroja, siendo ésta mujer su amor platónico desde hacía tantos años.

Por alguna razón empezó a entender porque las adolescentes de desmayaban en los conciertos de sus ídolos, si no fuese porque esto incumbía el futuro de sus hermanas estaba seguro que ya hubiese gritado agudamente y sus rodillas cederían ante los nervios...

Bueno, ya de por sí le temblaban...

Me alegra que decida escucharme, y como soy mujer que va al grano ―«Y tengo un pastel pendiente» Se dijo para sí misma―, la propuesta es la siguiente, su horario de trabajo será de nueve de la mañana a cuatro de la tarde... ―con la mano levantada lo detuvo antes de que el peliazul replicara― según sé su hermana sale a esa hora. Averiguaremos si la escuela a la que asiste tiene sistema de transporte de estudiantes, así que lo utilizaremos a su favor y haremos que traigan a su hermana hasta aquí luego de la escuela...

Eso cuesta dinero extra y yo no...

Y usted no debe interrumpirme... ―le dijo señalándolo con el dedo, acción que hizo que el peliazul gruñera molesto pero no habló más―. Según su currículo no se le puede pagar como Maestro Pastelero certificado, pero sus credenciales de estudio en Francia nos permiten pagarle como Pastelero Primero, lo que quiere decir que podemos hacerle un aumento de salario del cincuenta por ciento de lo que gana ahora. ¿Le parece que no es suficiente para pagar el transporte? ―Lo miró con una sonrisa divertida al ver la cara de sorpresa del azulado.

Pero... eso es demasiado... ―Volvió a ver al rubio que se había sentado en un costado del escritorio―. ¿No te parece que es demasiado? ―Le dijo anonadado.

En realidad no. ―Dijo indiferente el rubio― ¡Maldita sea! ¿Por qué coño no se me ocurrió a mí antes?

Porque dejaste que tus sentimientos por el pastelero te nublaran la vista. ―Le contestó la pelirroja pícara― Una linda historia para el blog de Levy. ―Agregó con una sonrisa misteriosa.

¡NO! ―Contestó el rubio sudando frío―. Conozco a esa enana y sé a qué tipo de historias te refieres, Mira me hizo leer su blog... Apenas pude leer un párrafo... ¡Maldita sea! ¡Ustedes las mujeres están podridas! Aún no puedo ver al imbécil de Freed a la cara sin recordar el párrafo que leí de él... ―la cara pálida del rubio dejaba entrever que había recordado algo traumatizante―. Hasta el honorifico senpai me da asco por eso...

¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJJAJAJAJAJA! ―La pelirroja golpeaba con una mano el escritorio mientras con la otra se sostenía el estómago de la risa―. Mira es una mente demoniaca... Tengo que felicitarla cuando la vea... ¡Hacerte leer eso! ¡JAJAJAJJAJAJAJA! Pero estoy segura que lo merecías...

El peliazul los miraba sin comprender, pero ver a la pelirroja reír de esa manera le estaba resultando una delicia visual. Su pecho subía y bajaba mostrándose apretado en el escote del vestido, sus ojos brillaban y sus mejillas se sonrojaban. Siendo sincero con el mismo, sentía un poco de envidia de Laxus, así que disimuladamente tosió para llamar la atención.

¡Por un carajo deja de reírte y continua con lo de Fernandes! ―Casi gritó el rubio avergonzado aprovechando la tos del peliazul. «Imbécil de mi por contarle eso» Se regañaba mentalmente el dueño del restaurante.

Está bien, está bien... ―Habló con voz ahogada a causa de la burla. ―Pero se te olvidó algo... ―Lo señaló con el dedo amenazándolo

¡Tsk! ¡Maldita sea! ¿Puedes dejar esa tontería?

Entonces a cambio de eso deberás la leer la historia completa, y déjame decirte que lleva quince capítulos en los qu...

¡ERZA SA-SAMA! ―La interrumpió en un grito casi histérico el rubio. «¡Quince capítulos de esa... de esa...» El acostumbrado a las palabrotas Laxus Dreyar no encontraba el insulto lo suficientemente grande para el pequeño y traumante párrafo que leyó. Preferiría lastimar un poco su orgullo a leer una línea más de esa historia.

¿Ves? Era algo sencillo ―Sonriendo volvió a ver al peliazul―. ¿En que estaba? Ah sí, el transporte ¿En qué escuela estudia su hermana?

En Fairy Tail.

Excelente elección de escuela. ¿Nombre completo?

¿Eh?

Necesito solicitar el permiso de transporte.

Eso lo puedo hacer yo.

Claro que sí, pero no podrás hasta el lunes y mientras se procesa y el papeleo y todo eso tardará una semana en obtenerlo, en cambio yo puedo llamar al abuelo de éste oxigenado y tenerlo listo el lunes.

Ça, alors! ―Bufó cansado.

La pelirroja lo miró con el ceño fruncido. ―Basta de quejas e ironías esto es para ayudar a su hermana, pórtese como un buen niño y coopere ¡No me haga castigarlo...! ―Habló con un intento de broma.

¡Jajaja! Flojito y cooperando, Fernandes. ¡Joder! Sí vas empezar con el acoso sexual al menos se más sutil, Er...

No pudo terminar porque una avergonzada pelirroja que había entendido lo insinuante de su intento de broma se lo llevó arrastrando del cuello de la camisa, lo tiró al pasillo y cerró de un portazo. Luego de eso la mujer respiró hondo, se calmó y como si no hubiese pasado nada se sentó en el escritorio.

Ninguno de los dos hombres podía contener la sonrisa en su rostro.

¿Nombre? ―De nuevo su tono autoritario llenaba la habitación.

Wendy Marvell Fernandes, con dos eles en Marvell.

Nunca había escuchado ese nombre, es lindo... ―Dijo con una sonrisa que cautivaba más y más al peliazul.

Fue... ―Carraspeó tratando de centrarse otra vez― cosa del acento de mi mamá...

¿Así que de madre francesa?

¿Lo vio en mi expediente? ―Levantó una ceja acusador.

No, usted tiene un ligero acento francés, propio de quien creció escuchando ese idioma ―Y vaya que se había dado cuenta de eso, era un atractivo más que agregarle a la lista―. Y bueno... ―Se mordió el labio para ubicarse de nuevo, era una suerte que hubiese preparado una lista con anterioridad― su otra hermana...

Meredy, ella se queda entre semana en los dormitorios de la universidad, toma cursos completos y sale muy tarde de las clases, además necesita mucho de la biblioteca, estudia filosofía. ―Dijo como un robot mientras se deleitaba aún del labio que la mujer se mordía.

Entonces no hay problema por ese lado, los sábados trabajará de ocho a doce medio día, pero solo estará a cargo de revisar bodegas y hacer los pedidos necesarios para los postres de la siguiente semana, los domingos estará libre libres así que sus hermanas estarán bajo su protección... ―Mordió el lapicero mientras pensaba en algo más.

El peliazul se quedó viendo como idiota hasta que cayó en cuenta de lo que le acababa de decir― ¡¿Fines de semana sin pastelero?! ¿¡No es cuando hay más clientela!?

Sí, lo es. Necesitamos aumentar la clientela entre semana, tener postres especiales solo de lunes a viernes ayudará con eso. El fin de semana que se encargue Lahar con sus clásicos.

El pastelero la miraba inseguro―. ¿Está segura que Laxus está de acuerdo con eso? Y... ¿A qué se refiere con postres especiales?

¡Ja! Para lo que me importa que Laxus éste de acuerdo o no.

Pero, él es el dueño.

Umm, para ser más claro, Laxus es el co-dueño.

¿Co-dueño? Siempre he pensado que es el único.

Pues no, lo mantenemos en secreto para evitar habladurías de que el lugar es bueno y concurrido solo por mi fama.

«Ah... jodida casualidad...»¿Quiere decir que usted es la otra dueña?

Correcto. Pero no se lo diga a nadie, solo media docena de personas lo saben, y quiero que siga así. ―Lo señaló con el lapicero y continuó cuando lo vio asentir―. Ahora, hablemos de mis clases.

Disculpe, pero... ¿Qué tengo que ver yo con sus clases? ―La miró confuso.

¡No me diga que ya se olvidó! Capricorn has visto que rápido... ―Cuando volteó a donde debía estar el gerente de servicio se dio cuenta que ya no estaba.

¿Cuándo se fue? ―Miró alrededor el peliazul.

Bah, siempre hace eso, tiene la manía de desparecer en silencio como un espíritu. ―La pelirroja suspiró hondo y volvió al tema―. Hablaba de mis clases de cocina. Mi amiga le llamó ayer por eso.

Oh...

― "Oh" No es la respuesta que busco...

Clases a domicilio y nocturnas... ¿No cree que tengo un problema con eso? ―«Dos sí contamos lo tentador que sería estar con usted tanto tiempo o más bien tres sí agregamos que soy un jodido fan que quiere pedirle su autógrafo justo ahora»

Eso no es problema, llevas a tu hermana contigo cuando sales de aquí. Les proporcionaré transporte y cena. Sí la pequeña lo desea puede hacer la tarea en mi casa. Se irán a más tardar a las nueve de la noche. ¿Qué le parece?

Lo tiene todo muy bien planeado, señorita Scarlet... ―Sin duda tener a Wendy ahí lo ayudaría con el problema ―los tres problemas― pero se estaba sintiendo manipulado por esa mujer―. Supongo que sí no acepto perderé todo lo anterior. Un plan perfecto ¿No?

¿Eh? ―Lo miró con el ceño fruncido― ¿Qué clase de persona me ha creído? No voy a utilizar su necesidad para mi beneficio, por algo le estoy preguntando. Mire, señor Fernandes ―la pelirroja se levantó con ímpetu de la silla detrás del escritorio y se plantó frente a él a reclamarle con tono dolido―, entiendo que se ponga a la defensiva, sé que le es difícil aceptar ayuda y que no me conoce de nada, pero no le voy a permitir que me trate como una perra manipuladora sin corazón...

Yo no... ―Se levantó de pronto y sin pensar de su silla al escuchar el tono dolido de la mujer, sin embargo la pelirroja se asustó de su repentina acción y le trastabilló el tacón haciendo que casi cayera.

Casi...

Porque cuando sintió el inicio de vacío en el estómago propio de una caída, también sintió un brazo fuerte rodeándole la cintura, y el olor a chocolate y perfume masculino inundarle el sentido del olfato.

«¿Caí, me rompí la cabeza y llegué al paraíso?» Pensaba la pelirroja con los ojos cerrados y con la cara pegada al fuerte torso masculino.

¿Está bien? ―El tono preocupado de la aterciopelada y gruesa voz de él la hizo casi que pensar que tenía la razón.

Sí, yo... ―Sonrojada dio un paso atrás para separarse de él, pero el brazo del peliazul la mantenía aún bien pegada a su firme cuerpo―. Gracias... ya puede...

Yo, eh... sí... ―Sonrojado y abrumado al haberla tenido tan cerca soltó el agarre en la cintura de la pelirroja y se volvió a sentar. «Mère, ¿Acaso te convertiste en un ángel que cumple mis deseos o de verdad ese pastel era mágico?» Jellal Fernandes se estaba planteando seriamente la idea de pasar la noche en vela cocinando más del pastel de su madre y así cumplir todos y cada uno de sus deseos.

Aunque la verdad sea dicha, en ese momento con la pelirroja tan cerca de él no podía pensar en ningún otro deseo

Yo... bueno... no quise decir de usted... lo lamento...

Está bien... también tengo algo de culpa... y gracias por... sostenerme... ―Se sonrojó al verlo sonreírle.

Ce fut un plaisir... ―Le contestó con otra sonrisa encantadora el peliazul haciendo sonrojar más a la actriz.

«¡Y ahora me habla en francés y me da esa sonrisa... ¿Y qué con ese camanance tan adorable y sensual? ¿Acaso quiere que le haga caso a lo que dijo el idiota de Laxus? ¡Contrólate Scarlet!» Nada de lo que estaba pensando, imaginando o deseando se reflejó en su rostro, salvo el sonrojo que dejaba entrever un poco de los atropellados pensamientos que la pelirroja tenía en esos momentos, haciendo acopio de toda su fuerza y capacidad de concentración volvió al tema―. ¿Entonces... es un No para las clases?

El peliazul, quien no le quitó la vista ni un segundo, parpadeó para volver a la realidad. Miró esos hermosos ojos café y supo que nunca en la vida podría negarles algo. «Mère, protégeme desde el cielo» Suspiró hondo y habló. ―Soy un profesor muy estricto, muy exigente y hasta fastidioso... Sí promete aceptar todas mis órdenes mientras la esté enseñando... Acepto...

La pelirroja entrecerró los ojos «Estricto, exigente y fastidioso... bueno, no suena muy diferente a Mira... Y estoy segura que él no me pegará con una sartén cuando falle al primer intento» Volvió a ver a los ojos al hombre y vio sinceridad en ellos, sonrió y le extendió la mano decidida―. ¡Acepto! ―Sintió una extraña electricidad cuando el estrechó su mano...

Aunque también sintió algo extraño cuando terminaron con el contacto...

¿Cuándo empezaremos con las clases? ―Pasándose la mano distraídamente por la caballera preguntó el peliazul. La verdad era que se estaba muriendo de los nervios y no sabía cómo actuar ante ella.

Lo más pronto posible, de hecho pienso qué...

En ese momento la puerta se abrió y la cabeza del rubio se asomó, la pelirroja apuntó con su mano para tirarle el lapicero que tenía en ella si decía alguna estupidez...

Con calma... jodida peli... Erza Sama... solo vengo a avisar que le dije a Freed que empezara a decorar los putos postres para la cena, estamos jodidamente atrasados...

¡Oh! Bueno, en un momento termino con esto y... ―La mujer miró al peliazul para disculparse pero él la interrumpió con una sonrisa.

No hay problema, Freed es un excelente ayudante, confió en que puede con eso. De hecho, sí no fuese mucha molestia, desearía contar con él como asistente de ahora en adelante...

¿Seguro que Freed? ―Preguntó el rubio, al ver asentir decidido al peliazul elevó los hombros y agregó―. Pues todo tuyo...

¡Ja! ―Interrumpió con una sonrisa traviesa la pelirroja―. Según cierta historia de cierto blog, Freed es todo tuyo, Laxus... ―no necesitó decir más para ver la cara asqueada del rubio.

Mald... ―Se interrumpió a sí mismo y con una fuerza de voluntad enorme cambió su cara de enojo a una tranquila―. Cierto, lo olvidaba, Erza Sama, también vine a dejarles esto... ―Y metiendo una mano por la puerta puso una escoba apoyada en la pared.

¿Una escoba? ―Le miró extrañada.

Sip, para que barran ―torció su sonrisa a una traviesa― cuando terminen con un buen polvo... ―Y sin esperar la reacción de la pelirroja cerró la puerta con un estruendosa carcajada.

El peliazul aguantó una carcajada también y de pronto oyó un ligero crack, cuando se volvió a la fuente del ruido vio a la pelirroja hacerle competencia con la cara a su cabello, lanzar un lapicero quebrado en dos contra la puerta y luego respirar hondo, caminar al escritorio y pasarle un papel.

Es el contrato provisional, ya encargué uno oficial a recursos humanos pero estará hasta el lunes en la tarde, por el momento puede leer éste. Ya puede ir a continuar con la cena...

Sí, claro... yo... ¿Está bien? ―La miraba sonreír de manera muy extraña y no le daba buena espina.

Claro que estoy bien, pero... ¿Recuerda que le dije que este lugar tiene dos dueños? ―El pastelero asintió y ella se dirigió a la puerta, tomó la escoba y giró el pomo antes de volver a verlo con una sonrisa tétrica―. Pues, sí atrapo a ese oxigenado... tal vez mañana solo sea uno...

... Justo en ese momento en una oficina a puerta cerrada con llave, Laxus Dreyar sintió un escalofrío recorrerle todo el cuerpo...

~°0°~

Aún no se lo podía creer.

Tenía todavía su trabajo en el restaurante, de hecho, ahora tenía uno mejor, había sido ascendido, le habían dado aumento de sueldo, podría permitirse pagar el transporte de la escuela de Wendy y...

Conocí a Erza Scarlet... ―El peliazul murmuró con una sonrisa de incredulidad en la cara mientras se secaba el cabello frente al quebrado espejo del baño―. Y además... seré su tutor... ―No pudo evitar que su sonrisa aumentase, aún no creía su suerte. De hecho casi no durmió recordando el momento en que la sostuvo entre sus brazos cuando ella casi cae...

Tan delicada, tan hermosa, tan cálida...

Y olía a vainilla... ―Se mordió el labio recordando lo difícil que fue separarse de ella, la vainilla siempre había sido su especia favorita, la vainilla y la pimienta de hecho...

Ding dong~

El timbre sonó y lo sacó de sus cavilaciones, colocó su camisa en su hombro y salió solo con los pantalones puestos, eran apenas las ocho de la mañana, tenía que ir a dejar a Wendy a la escuela en media hora―. ¿Wendy? ―Vio a su pequeña hermana subida en una silla viendo por la mirilla―. ¿Es alguien conocido? ―La niña negó con una tostada francesa en la boca a medio masticar―. Bien, termina de masticar y ve a bañarte, yo atenderé. ¡Y ten cuidado con el desastre en el baño! Por suerte el miércoles arreglaran todas las fugas y volverá todo al orden!―Le dio un golpecito cariñoso en la cabeza y la pequeña peliazul desapareció por el pasillo hacia el baño.

Ding Dong~

El peliazul suspiró, quitó la silla y abrió la puerta, una mujer de cabello negro trenzado sobre un hombro y gafas oscuras lo miraba con una sonrisa.

¡Muy buen día! ―Dijo la mujer de hermoso vestido de verano color lila, con un tono pícaro en su voz mientras paseaba su mirada por el torso del pastelero.

Er-er... ¿Señorita Scarlet? ―Se sonrojó a más no poder al ver la mirada que le dio la mujer.

Puede llamarme Erza, me siento rara con tanta formalidad. ―Se quitó las gafas y miró al peliazul divertida―. ¿Así recibe a todas sus visitas o acabo de utilizar todo mi buen karma en éste momento? ―Levantó la ceja divertida y lo vio enrojecer más, apenas y pudo contener la risa que pugnaba por salir. Esa frase era del guión de un dorama, y de hecho se lo decía un chico a la protagonista, pero le pareció perfecto para esa ocasión en que realmente no sabía que decir. Ya sospechaba que el pastelero estaba en forma, pero la revelación que vivió al abrirse la puerta y verlo salir con el cabello y el torso aún húmedo de la ducha matutina y solo vistiendo unas vaqueros gastados haciendo gala de ese torso trabajado, y esos abdominales de lavadero en donde se podría lavar ―con muchas ganas― fácilmente cualquier tipo de ropa la había dejado un poco atontada...

Por llamarlo de algún modo...

Por suerte para ella, improvisación fue un curso que pasó con nota perfecta, y por eso al tener la mente en blanco ―o más bien procesando y memorizando la perfección de la anatomía masculina frente a ella― guiones leídos perdidos en su memoria vinieron en su ayuda.

Yo, es decir... no, yo...

Entonces parece que es buen karma... ―Divertida agregó al verlo tartamudear. «Con esa cara, ese cuerpo, pastelero y se sonroja. ¿Acaso quiere tentarme?» Pensó la actriz mientras suspiraba― ¿Puedo pasar?

Oh, sí... claro... ―«Jellal Fernandes, pareces un idiota. ¡Contrólate!» Se regañaba el peliazul―. Disculpe, m-me tomó por sorpresa. ―Abrió la puerta por completo para que la mujer pasase, mientras utilizaba la antigua técnica de control de nervios que había aprendido de su madre.

La culpa es mía, no le dije que vendría. ―Miró con disimulo la casa. Era bastante grande como se vislumbraba desde fuera. Una arquitectura clásica de principios de siglo, no solo la estructura externa la delataba, sino también el pequeño pórtico con una banquilla/mecedora color madera que tenía. Era de dos plantas con un pequeño jardín frontal rodeado de un lindo portoncillo de madera pintado de blanco, la sala era limpia y acogedora, llena de fotos familiares, trofeos, reconocimientos de la escuela, manualidades caseras, había una gran chimenea con una fotografía de una hermosa mujer peliazul y un hombre canoso y tres niños junto a ellos frente a un árbol de navidad, se enterneció al verla y detuvo un buen rato la mirada en ella para luego seguir con lo demás en la sala, al frente de la chimenea había un viejo y gran sofá color café, y al contrario que la mayoría de las casas de antigua construcción como esa, ésta contaba con concepto abierto, por lo que la cocina era totalmente visible desde la sala, las escaleras a su derecha eran amplias de madera noble y oscura, un pasillo discurría junto a ellas. En resumen, era una linda y acogedora casa, perfecta para criar y disfrutar de una familia.

Sonrió con melancolía.

Erza siempre había querido algo así para ella cuando era niña...

¿Señorita Scarlet, necesitaba algo? ―«¿Será que se arrepintió del trato?» Jellal Fernandes no podía evitar ser un tanto dramático y pesimista.

Yo ―se había quedado imaginando lo que sería haber vivido en una casa como esa... una casa que emanaba calidez y cariño familiar―, Yo... venía ¡Ah, sí! ¡Venía a avisarle algo sobre el transporte de su hermana! ―Se sentó en un banquillo del desayunador. «En que momento llegué hasta la cocina» Se preguntó sorprendida por haber estado tan perdida en sus pensamientos.

¿Hay algún problema con eso, señorita Scarlet? ―Preguntó preocupado el hombre de camisa negra de vestir.

«¿En qué momento se puso la camisa?» Se reclamó molesta la pelirroja por perderse el show. ―Sí y no―agregó sin dar una sola pista de lo que realmente pasaba en su cabeza―. Y soy Erza. ¿Entendido?

Yo pienso que...

E-R-Z-A...

Señorit...

¡E-R-Z-A!

Pero...

Se lo voy a dejar claro señor Fernandes, a menos que se quite de nuevo la camisa, no dejaré que gane esta discusión... ―Lo amenazó traviesa y sonrió al verlo sonrojarse. «Y sí se quita la camisa... igual ganó yo» Se congratulaba la pelirroja a ella misma―. ¿En qué quedamos entonces?

Er-Erza... ―se sonrojó de nuevo por el comentario de ella pero se recompuso de inmediato― Entonces llámeme Jellal... Cuando me llaman "Señor Fernandes" siento que ya me estoy quedando calvo. ―Sonrió divertido a la mujer y está rió con el comentario.

Ojalá que no se haga realidad esa predicción. ―Le sonrió risueña y el imaginó que no había hombre en la tierra que se librara del embrujo de esa sonrisa.

Hasta casi se olvida que lo acababa de manipular al decirle lo de quitarse la camisa.

«Así que además de dulce y aromática como la vainilla, es picara y picante como la pimienta» entrecerró los ojos pensando desde cuando lo había estado manipulando de esa manera. ―Entonces, Erza... ―carraspeó para volver al tema y porque de pronto llamarla por el nombre lo puso de nuevo nervioso― ¿Hay algún problema con el transporte?

Como decía, ―Se acomodó el cabello para desviar la mirada del peliazul, por primera vez en la vida se había puesto nerviosa al escuchar decir su nombre― sí y no, verá, ayer después de darle una paliz... de hablar seriamente con Laxus ―se corrigió rápidamente― lo tuve que ir a dejar a casa de su abuelo, así que aproveché para decirle sobre lo del transporte, pero me indicó que los cupos de transporte están llenos, y hasta el nuevo trimestre, junto con los nuevos matriculados, abrirán más plazas, así que, aunque está apuntada de primera en la lista de espera, no podrá ser hasta dentro de tres meses...

Entiendo... ―Y también entendió por qué el serio de Capricorn se reía con disimulo cuando él le preguntó por Laxus a la hora del cierre― supongo que tendré que ver...

No, no, espere, falta la buena noticia ―se acercó a él y le tomó la mano sintiendo ―ambos― de nuevo esa extraña energía fluir entre ellos―. Mi-mi... mi chofer tiene un hijo en esa misma escuela, y está en la misma clase de su hermana. Él siempre ha contado con el permiso de llevar y traer a su hijo de las clases, así que Wendy puede ir y venir con ellos...―le miró con ojos brillantes esperando su respuesta.

No, eso sería mucho... ―Se soltó de la mano de la pelirroja― ya están haciendo demasiado por mí y...

Se equivoca, no es por usted... ―La pelirroja se acercó y le picó el pecho con el dedo―. No piense que todo se trata de usted ¡Es por su hermana! ¿Y adivine qué? Es la única opción que tiene por ahora. Así qué... ―Mientras hablaba lo empujaba con cada golpe en el pecho hacia la pared detrás de él, cuando lo hizo chocar contra ésta sonrió― déjese de excusas, solo será por tres meses... ―aprovechó lo sorprendido que estaba él para tomarlo por detrás de la nuca con una mano y acercarlo lo suficiente para chocar las frentes―. ¿Entendido, Jellal?

Y aunque quería negarse, el peliazul no contaba en ese momento con la fuerza ―o las ganas― de hacerlo. Los ojos brillantes y maliciosos de ella lo dejaron sin palabras, el aroma de ella lo hipnotizó, esos rosas y aparentemente suaves labios lo estaban tentando demasiado, estaba por inclinarse un poco... solo un poco más para poder probarlos, cuando el sonido de una secadora de cabello rompió el hechizo entre ellos.

¿E-eso es...? ―Nerviosa y roja hablaba una pelirroja―. ¿Una secadora de cabello? ¡No me diga qué...!¡Oh...! ¡Yo...! ―«Él acababa de salir de la ducha y sin camisa cuando yo llegué, seguro que quien se estaba secando el cabello era...» La pelirroja miró la mesa del comedor y vio dos platos y dos tazas, se sonrojó más―. ¡Lo siento! No me diga que interrumpí... ―la mujer no hallaba ni como completar la frase.

El peliazul la miró confuso pero cuando la vio enrojecer pronto entendió lo que creía la pelirroja. Se aguantó una sonrisa divertida y decidió cobrarle las tres veces que llevaba manipulándolo desde que entró a su casa esa mañana. ―Una de las mujeres de mi vida debe estar secándose el cabello... ―Habló con normalidad pero pendiente del cambió de la pelirroja en su rostro, la vio fruncir el ceño y se mordió la mejilla para no reír―. No se preocupe, no es celosa... ―le cerró un ojo a la pelirroja haciéndola poner una mueca de incredulidad.

«¿Mujeres? ¿Él dijo mujeres» Pensaba indignada la pelirroja. «Claro, con una cara como la de él y ese cuerpazo que se gasta no debería de sorprenderme que sea un gran mujeriego» La imagen del galante peliazul protector de la familia se desquebrajaba por completo ante sus ojos, así que con tono digno se dirigió al peliazul ―La verdad no esperaba que usted fuese un muj...

¿Jellal Nii? ―La dulce voz detuvo su discurso y la visión de la niña pequeña de hermoso y largo cabello azul, quien llegaba a la cocina con un cepillo en la mano la hizo perder todo el control sobre su rostro, así que el pastelero pudo ver claramente como el rostro de la pelirroja pasaba de indignación, a confusión, luego a sorpresa, y por último vergüenza.

¡Jajajaja! ―El peliazul ya no pudo contener la risa, su pequeña venganza resultó mucho mejor de lo que creía. ― ¿Me decía algo, señorita? ―Miró divertido a la pelirroja y la mujer solo pudo boquear.

En realidad ella estaba por reclamarle la confusión, pero él se veía tan jodidamente apuesto con esa sonrisa de suficiencia y su risa era tan varonil ―y sensual― que no pudo hacerlo.

¿Jellal Nii? ¿Ella es amiga tuya? ―La niña miraba curiosa a la mujer de cabello negro. En la mirilla de la puerta le había parecido una mujer hermosa pero ahora sin los lentes no le quedaba duda y además... le recordaba a alguien...

Wen ―el peliazul llamó con la mano a la niña para que se acercara―, ella es la mujer de la que te hablé ayer, la que me pidió darle tutorías y me ayudó con lo del trabajo.

Oh ―La niña se sonrojó y con lágrimas en los ojos miró con admiración a la mujer―. Mi nombre es Wendy Fernandes ¡Muchas gracias por ayudar a mi hermano y a mi familia! ―con una reverencia perfecta la niña se presentó, ganándose con ese acto de sincero agradecimiento el aprecio total de la actriz.

¡El placer es todo mío! ―La mujer devolvió la perfecta reverencia enternecida con la niña―. Tu hermano es un chef demasiado talentoso, no podíamos dejar que se fuese del restaurante. ―El peliazul se sonrojó por el halago y desvió la mirada cosa que notó la pelirroja―. Y aquí entre nos... ―terminó con un susurro secreto en la oreja de la niña y haciendo que las dos se rieran cómplices luego de que la niña asintiera con la cabeza―. Por cierto, mi nombre es Erza Scarlet, puedes llamarme Erza...

¡Erza Scarlet! ―La niña se le quedó viendo con los ojos totalmente abiertos de la sorpresa y luego volteó a ver incrédula a su hermano y éste asintió a la peliazul―. ¿Es usted la...?

Actriz, sí... ―La mujer se quitó la peluca negra y dejó caer su hermosa cabellera escarlata sorprendiendo más a la niña y embobando de nuevo al peliazul que desde las risitas cómplices las había vuelto a mirar curioso―. Generalmente uso estas cosas cuando estoy de vacaciones, créeme, no querrás que los reporteros vengan a molestarlos porque me vieron aquí. ―Le dio una sonrisa de disculpa.

¡Yo prometo no decirle a nadie, Erza Sama! ―Atropelladamente habló la niña―. ¡Lo juro! ¡A nadie!

Entonces estoy agradecida. ¡Muchas gracias, pequeña! Pero solo dime Erza... ―agregó apenada y le ofreció el dedo meñique para hacer una promesa y la pequeña peliazul enlazó el suyo encantada― Ahora pequeña amiga, tienes mi completa amistad. Por cierto, tú hermano tiene algo que decirte... ―Ambas mujeres volvieron a ver al pastelero al mismo tiempo.

¿Así que asumes que acepté la oferta así nada más? ―La miró desafiante el peliazul.

Eso ya no importa, la pequeña Wendy es mi amiga y le estoy ofreciendo mi ayuda...

Wendy es mi hermana y soy yo quien velo por ella...

¿Estás tratando de meterte en mi amistad con Wendy?

¿Y usted trata de meterse en mi modo de criar a Wendy?

¿Wendy puede opinar? ―Preguntó la azulina divertida al verlos discutir, ambos la miraron avergonzados, la verdad a la niña le pareció muy gracioso, a pesar del fuerte debate veía que su hermano hablaba divertido y hasta parecía relajado, hacía tiempo que él no se mostraba de esa manera― Jellal Nii, podrías ayudarme con esto, creo que se nos hace tarde y hoy tengo examen. ―Miró apenada a la pelirroja como disculpándose por interrumpirlos pero ésta solo le devolvió la sonrisa y eso la tranquilizó.

Claro, Wen ―Tomó a la peliazul de la cintura y como si no pesase nada la subió a una de las butacas altas del desayunador, tomando el cepillo y las ligas de las manos de la niña―. Verás, Wen... ―empezó mientras cepillaba el largo cabello de la niña― ¿Recuerdas de lo que te hablé ayer del transporte? ―La niña asintió mientras él con cuidado pero con notable habilidad producto de la experiencia le dividía el cabello en dos― Pues no habían campos disponibles, pero la señorita Scarlet...

¡ERZA! ―Interrumpió la pelirroja que había estado embelesada viendo la ternura y atención que ponía el peliazul al peinar a su pequeña hermana.

El hombre puso los ojos en blanco y continuó. ―ERZA... ―pronunció remarcando el nombre― me ha dicho que mientras abren campos nuevos desea que su chofer te lleve...

La niña miró avergonzada a la pelirroja y estaba a punto de negarse cuando la mujer habló ―No te preocupes Wendy, será por tres meses y además me estarás haciendo un favor a mí, necesito que tu hermano me dé clases de cocina pero primero está tu seguridad, así que si no tienes un trasporte de confianza ni yo ni tu hermano estaremos tranquilos y no me enseñará bien, además, no tienes de qué preocuparte, el hijo de mi chofer es compañero de tu clase y él siempre va a dejarlo y traerlo de la escuela, sería lo mismo pero ahora te recogería y traería a ti también... ¿Qué dices, me ayudas?

¿Un compañero de mi clase? ―La miró curiosa y el peliazul le dirigía una mirada de confusión a la pelirroja mientras amarraba una de las secciones del cabello de la niña en la parte alta del lado derecho.

Sí, Romeo Conbolt. ¿Sabes quién es?

¡Claro! ¡Romeo es mi mejor amigo! ―Contestó emocionada mientras su hermano le terminaba de amarrar la segunda coleta y le cepillaba una vez más las puntas del cabello con el ceño algo fruncido al oír el entusiasmo de su hermanita por el chico―. Lo conoces verdad ¿Jellal Nii?

Sí, también conozco a su padre, Macao, la verdad no esperaba que fuese él mismo. ―Ahora recordaba que Macao le había dicho que su jefa era hermosa y tan noble de corazón que le permitía llevar y traer a su hijo de la escuela.

Entonces ya no creo que haya algún problema con el transporte. ¿Cierto, Wen? ―La niña volvió a ver a su hermano entusiasmada pero aún así buscando su aprobación.

¿Será solo por tres meses, está bien? ―la verdad que aunque quisiera no podía negarle nada a su pequeña hermana cuando la miraba con esos ojos brillantes y emocionados y menos ahora que brillaban alegres mientras asentían ―Sí, asentían― porque la pelirroja parecía tan entusiasmada y feliz como su pequeña hermana y asentía feliz junto con ella. Suspiró derrotado y le dio la mano a la actriz―. Trato hecho. ¡Pero solo por tres meses!

¡Que sí hombre! ―Le estrechó la mano al peliazul con una gran sonrisa.

La niña por su parte se bajó de la butaca alta y corrió hasta la sala, sacó un álbum y lo llevó a la cocina―. Romeo sabe que su padre trabaja para usted ¿Verdad? ―La pelirroja asintió y Wendy sacó una foto del álbum―. ¡Él me dio esto para mi cumpleaños! ―Le mostró una foto en que ella salía caracterizada como la protagonista en "Robe of Yuen".

¡Oh, sí! Me acuerdo cuando me pidió la foto. ¿Te gusta esa película?

¡Me encanta! ¡Es mi película favorita! Mi herm... ―en ese momento el peliazul le tapó la boca y le dijo algo al oído, la niña asintió a lo que le dijo el peliazul y luego agregó cambiando el tema― ¡Fue el segundo mejor regalo de mi cumpleaños! Porque bueno... el pastel de mi hermano fue el mejor de todos los regalos... ―confesó sonrojada.

¡Debe de haberlo sido! ¡Los pasteles de tu hermano son los mejores que he probado! ―La niña asintió emocionada y el peliazul de nuevo se sonrojó y volteó la mirada, y otra vez las dos mujeres se rieron con complicidad. «¿Qué rayos le habrá dicho esa pelirroja a Wendy?» Se preguntaba curioso el pastelero.

La bocina de un auto se hizo presente y la pelirroja sonrió. ―Su transporte a llegado, señorita.

El peliazul la miró, suspiró y puso los ojos en blanco. Ya no le cabía duda de que ella estaba más que segura que lo haría aceptar. «¿Tan fácil soy?» Se preguntaba el hombre mientras terminaba de arreglarle el flequillo a su entusiasmada hermana y la pelirroja veía como ante sus ojos la imagen del galante y protector hombre de familia que había formado del peliazul se reconstruía nuevamente al ver las atenciones del peliazul para con su hermana ― ¿Tienes todo en la mochila, Wen?

Sí, Jellal Nii.―la niña corrió a guardar el álbum que había sacado y el peliazul abría la puerta. El chofer lo saludaba desde dos escalones debajo del pórtico.

¿Quién diría que mi hermosa jefa se refería a ti, Jellal?

Parece que el mundo es más pequeño de lo que pensaba. ―Contestó el peliazul.

Eso parece... eso parece. ¡Más te vale ser un buen tutor para mi jefa!

¡Y a ti más te vale manejar con cuidado! ―Amenazó el pastelero.

Sabes que lo seré...

Más te vale... ―Volvió su cabeza hacía dentro de la casa y vio a su hermana decirle algo a la pelirroja y a ésta sonreírle esplendorosamente y abrazarla con cariño para después acomodarle un poco el flequillo que se le había desordenado por el abrazo, sintió una especie de ternura al ver esa escena― Wen, te están esperando... ―se sintió extraño al romper la escena cuando llamó a su hermana.

La pequeña le hizo otra reverencia a la actriz y salió, le dio un abrazo y un beso a su hermano y después de las advertencias diarias del peliazul se encaminó al auto de la mano del chofer. Cuando se perdió el coche en una esquina la pelirroja llamó su atención.

Es una niña muy linda y educada... ¡Has hecho un buen trabajo! ―El peliazul se sintió orgulloso por esas palabras―. Me sorprendió que no le dijeras quien era yo...

Bueno, no sabía sí quería dejar su identidad como secreto, las grandes celebridades de su talla suelen ocultar éste tipo de cosas...

¿Grandes celebridades de mí talla? ―Ella levantó la ceja― ¿Qué tanto sabes de mi carrera?

N-no mucho ―mintió nervioso―, eres actriz y te disfrazas para salir, así que lo supongo...

Ya veo... ―«Eres un mal mentiroso, Fernandes» Sonrió divertida la pelirroja― puedes prestarme un espejo, necesito acomodarme la peluca.

Claro, el baño está... ―se detuvo antes de terminar. El baño estaba hecho un desastre por las reparaciones de la tubería que tuvieron que hacer hacía poco, incluso el espejo había terminado quebrado. «Y mi ropa sucia está aún ahí» Recordó avergonzado el peliazul― es decir, por acá... ―guió a la pelirroja por las escaleras y le señaló el último cuarto a la derecha― es mi habitación, la puerta está abierta... ―su cuarto siempre estaba impecable así que no tenía nada que temer.

Bien, gracias... ―Se encaminó a la puerta, la abrió y apenas la hubo cerrado se llevó una sorpresa, contuvo una carcajada y casi inmediatamente la puerta que acababa de cerrar se abrió dejando ver a un peliazul rojo hasta las orejas.

Yo... esto... ¡No es lo que piensa...!

¿Así que no sabía casi nada sobre mi carrera...? ―Lo miró a él con la ceja alzada y luego miró divertida a la foto tamaño poster de su escena más emblemática en su película "Benizakura"; en donde ella se levantaba del suelo con tan solo su hakama rojo con detalles amarillos, las vendas soltándose de su pecho y las dos katanas cruzadas en lo alto de su espalda arqueada, frente al escritorio de la habitación, y junto a ese poster estaban perfectamente en orden cronológico todos los blu-rays ―edición especial― de las películas en las que ella había participado.

Yo... yo... ―La miraba nervioso y apenado.

No te preocupes, ―rió divertida de nuevo― de hecho, si me das una pluma te juró que te los firmó con todo y dedicatoria...

...Soltando una carcajada ante la avergonzada y adorable cara del atractivo hombre que resultó ser uno de sus fanáticos locos, Erza Scarlet declaraba esa mañana como el inicio de un gran día...

¿Comentarios? ¿Estrellitas?

T,T Sus reviews y estrellitas hacen que continúe escribiendo T,T

Aclaraciones:

Ça, alors! : ¡Vaya! ¡Caramba!

Ce fut un plaisir: Fue un placer.

Maestro Pastelero: Es la posición más elevada en el mundo de la repostería.

Pastelero Primero: Es el asistente principal del Maestro Pastelero.

Para la foto de Erza que tenía Jellal en el cuarto, pueden poner "Determination Erza Scarlet by linxstrife" probablemente será la primera imagen que les muestre Google images, será de una página de Devianart. Ver el link en mi perfil. (Sí es que aparece) xD Y es la que sale en la portada de este cap. nwn7


¡Muchas gracias por leer!

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