Descontrolada

By KatColdFire

23.8K 1.5K 217

-Tu pesadilla comienza aquí y ahora, Stewart, vas a desear no haber pisado este colegio jamás- estaba intenta... More

Prólogo y trailer
1. Ten cuidado.
2. Reglas diferentes.
3. Primer día.
5. Guerra de comida
6. Sígueme el rollo
7. Miles
8. ¿Ahora tenemos secretos?
9. Mejor fuera que dentro
10. Sé más de lo que crees
11. Era yo #Maratón
12. Te arrepientes cada día #Maratón2
13. En apuros #Maratón3
14. La trastada
15. Una llamada inesperada
AVISO
16. Encerrada con el enemigo
17. Un monstruo
18. Peligrosamente fuera de control
19. Visitando parientes
20. Boomerang
21. Desnuda
22. Pelea de zorras
23. Saldar cuentas con Hunter
24. ¿Por qué tiemblas?
25. Ya no lo sería jamás #MARATÓN
26. Ninguna batalla
27. Lo sabemos todo
28. El secreto
AVISO :(
29. Mi lugar
30. La generación perdida
31. Hunter esconde algo
32. No vuelvas a tocarme el culo
33. El baile se acerca peligrosamente
34. Solo tiene sentido cuando estás ebrio
35. Dos chicos, una fiesta #MARATÓN
36. Solo es Lia #Maratón2
NO CAPÍTULO NUEVO-AVISO
37. Van a pillarnos
38. No te muevas.
39. Solo nosotros entendíamos
40. No valgo la pena
41. "Alex"
No capitulo nuevo.
42. "Amigos" #Maratón
¡HE VUELTO!
43. Hora de portarse mal
44. Es un combate
45. Algo juntos
46. Ha desaparecido
47. Entrepierna
48. Mi prometido.

4. Dando la nota

720 43 4
By KatColdFire

Lo primero que hacemos los cinco nada más entrar en clase es escoger los pupitres más alejados de la parte delantera y por tanto, del profesor. La mayoría de nuestros futuros compañeros se giran y murmuran cosas entre ellos. Sin duda estamos dando la nota.

-Bienvenidos a los antiguos estudiantes y a los nuevos, y sobre todo enhorabuena a los becados que han conseguido superar la prueba de acceso- tenía que haber más gente con becas a parte de nosotros pero nadie se percató del detalle o a ninguno le apetecía mirarlos, porque no despegaron la vista de nosotros-. Ahora os voy a repartir vuestros horarios según las asignaturas optativas que habéis elegido y os entregaré también la lista de normas de convivencia.

Los alumnos iban levantándose a medida que escuchaban sus nombres, intenté quedarme con alguno de ellos por si acaso algún día me eran necesarios pero finalmente me di por vencida. Ellos eran demasiados y mi interés escaso.

-Jared Lancaster- mi amigo se puso en pie con algo de vergüenza pero no tardó en enderezar la espalda y andar con la habitual postura que tenían él y su hermano, orgullosa y descuidada a su vez. Examinó su horario con detenimiento dejando a un lado de su mesa otra hoja que leí curiosa.

NORMAS Y PAUTAS DE URBANIDAD del internado Elite East High:

No está permitido fumar, ni el consumo o tenencia de bebidas alcohólicas, ni cualquier otra sustancia nociva para la salud.

No está permitido tener posesión de objetos que se consideren peligrosos o de uso indebido.

Crearemos un clima de Respeto, confianza...

Los alumnos deberán desplazarse por el interior del Internado con corrección y orden.

No se permitirá el uso de los teléfonos móviles dentro del recinto escolar.

Todas las salidas deben ser justificadas, incluidos los fines de semana...

Supe que los problemas no tardarían en llegar porque ahora mismo ya estábamos violando más de cuatro normas de la extensa lista que nos habían entregado. No daba crédito a lo que estaba leyendo, ¿cómo unos chicos que venían de un centro de menores íbamos a cumplir todas aquellas reglas? Aquello iba a ser un caos.

Fije la vista en el paquete de tabaco que asomaba por el bolsillo trasero de Jared, que gracias a dios nadie lo había visto cuando se había levantado, pensé en el mechero que acompañaba a Lia siempre en el sujetador, en la navaja suiza que acostumbraba a llevar encima Chris desde que le robaron el año pasado, y por último, me vino a la cabeza la manera en la que había tratado a Hunter antes.

Crearemos un clima de respeto.

Bien, pues yo había empezado con mal pie.

-Dawn Stewart- me llamó el profesor, cuando me puse en pie sentí todas las miradas clavadas en mí, aquello era realmente molesto, trate de ignorarlo pero no pude evitar fijarme en un chico de la primera fila. Ahora no llevaba sus repelentes gafas, eso no hizo que no le reconociera al instante. Hunter.

Él aprovechó la ocasión para guiñarme un ojo y eso me puso enferma, ¿de qué narices iba?. De momento nuestra estancia en el internado estaba yendo medianamente bien pero ese chico nos lo iba a complicar todo, aunque me costara reconocerlo, tenía una corazonada.

Entre en el despacho de nuestra coordinadora como un huracán a punto de arrasar la tierra.

-¿Está loca? ¿Cómo me voy a ir a vivir a un internado?- le espeté sin tal si quiera molestarme en saludar. Ella permaneció quieta en su silla giratoria sin apartar la vista de la pantalla del único ordenador que había en el centro de menores.

-Será bueno para ti, eso ha dicho tu psicóloga- me dirigió una mirada de soslayo a la espera de una replica.

-¡Me importa una mierda lo que diga!- la sobresaltó el golpe que di a la mesa tratando de atraer su atención-. Yo... no soy como los demás, usted lo sabe, mi psicóloga también, no entiendo cómo...

-Dice que necesitas sentirte normal- eso me dolió tanto que di un paso atrás como si me hubiera abofeteado. Era absurdo, ella tenía que darse cuenta del peligro que estaban corriendo dejándome suelta.

-¿Y qué pasa con las sesiones? No puedo estar yendo y viniendo todos los días para ver a Amanda- mi psicóloga. Los demás solo recibieron sesiones privadas durante el primer año, después teníamos sesiones colectivas una vez por semana, pero al final en esas clases lo único que hacíamos era ver películas y escuchar las anécdotas de la triste vida de Amanda. El hecho de que yo todavía necesitara reuniones privadas y diarias con la psicóloga era, sinceramente, bochornoso, sobre todo teniendo en cuenta que nadie conocía la razón por la que me metieron en el centro de menores.

Yo odiaba hablar con esa señora de lo que sentía pero ahora lo estaba utilizando como excusa porque me aterraba la idea de dormir fuera de aquí, de hacer daño a alguien.

-Se reducirán a una vez por semana.

-¿Qué?- apreté los puños conteniendo la furia que llevaba dentro-. No puedo hacer esto.

-Todo va a salir bien, Dawn- suspiró y me colocó una mano tranquilizadora en el hombro-, date una oportunidad a ti misma-si se creía que con ese gesto me hacia sentir mejor no podía estar más equivocada; Yo soy un desastre a punto de suceder.

-¡Traigo los uniformes!- gritó Chris alzando una bolsa con el símbolo del internado.

-Por mí te los puedes meter por donde te quepan.

-Muy tentador, Lia, pero creo que prefiero verte a ti con uno de ellos puesto- la ofensa no llegó como él quería.

-Es natural, a mí todo me queda bien- bromeó dándose una palmadita en el trasero-. Sin embargo me hace sentir como una presa...

-Te recuerdo que en cierto modo lo eres.

-Me refiero a que si en el centro no hemos tenido que ponernos unos monos a rayas ¿por qué en un internado de niños ricos sí?

-¿Queréis subir al coche y dejar de discutir?- alegué cansada, Jared me abrió la puerta a lo que yo le respondí con una pequeña sonrisa falsa. No le convenció y me lanzó la mirada, esa que decía; "A la noche hablamos"

-La verdad- comenzó él cuando ya llevábamos diez minutos de camino-, es que no lo entiendo.

-¡Maldita sea, Homer!- chilló Lia desde el asiento trasero-, me estás babeando encima.

-Lo siento, me he dormido.

-Ya lo veo- contestó ella restregando su brazo contra el respaldo del asiento de delante, es decir, el mío.

-¿El qué no entiendes?- pregunté.

-Este cambio- todo el coche guardo silencio, era obvio que nadie quería decir nada desapropiado puesto que si aquello estaba pasando era por la muerte de su hermano-. Quiero decir, hay miles de maneras de hacer que nos portemos mejor, ¿no?

-Igual simplemente querían librarse de nuestros culos- aporté.

-No, yo creo que tiene que haber una razón de peso para dejarnos a nuestro aire.

-Vamos, Jared, la mayoría de nosotros tiene casi dieciocho años, somos mayorcitos para cuidarnos solos- dijo Chris. En realidad, Lia y yo todavía teníamos dieciséis, los chicos estaban en nuestra clase porque habían repetido un curso, lo cual, en este caso, fue una suerte.

-Chris tiene razón- coincidí porque sospechaba que yo había tenido algo que ver en la decisión de los coordinadores-, no le des más vueltas. Estamos jodidos y punto.

-Dawn Sterwart- dijo Hunter sin esperar dos segundos a que descansara después de subir la maleta por las escaleras. Jared se tensó a mi lado-, veo que te has traído tus pocas y pobres pertenencias contigo. Supongo que en el agujero de mierda en el que te has criado tu ropa no desentonaba.

-¿Quién es este?

-Un imbécil- espeté sin más.

-No voy a pasarte ni una más,-noté la frustración en su voz y acto seguido me agarró del brazo y lo retorció hasta que tuve que mirarle-, soy el preceptor y no puedes hablar de ese modo a la gente- no me dio tiempo a responder pues Jared le apartó de mi lado de un empujón.

-No la toques- le advirtió, Hunter acomodó la chaqueta de su pulcro uniforme retrocediendo.

-Os acompañaré a vuestras habitaciones- dijo dirigiéndose a los chicos, algo molesto con la idea-. Vuestro pasillo es ese- nos hablaba a Lia y a mí señalando el corredor de la izquierda-, habitación 132.

Lia y yo arrastramos nuestras maletas por el estrecho pasillo, fijándonos en los números que había en cada puerta pero solo llegaban hasta el 80, por lo que tuvimos que subir un piso más. Hunter podría haber mencionado ese detalle y ahorrarnos tiempo, claro que lo último que él deseaba era ayudarme.

Mi amiga insistió en tocar antes de entrar, a mí me pareció ridículo pues también era nuestro cuarto pero no me hizo ni caso.

-Adelante- contestó una voz bastante aguda. Al abrir la puerta lo primero que vimos fueron dos pares de camas rojas y una chica rubia tumbada en una de ellas que nos miraba como si acabáramos de traspasar la puerta por arte de magia.

-Hola, chicas- saludó Lia abiertamente.

-Vaya, parece que las mendigas nos han tocado a nosotras- anunció ella a la otra chica que se había asomado desde el baño para vernos.

-¿Perdona?

-Oh, no te disculpes, bonita- se apresuro a decir pero se notaba que estaba sobreactuando-. Aquí no os vamos a juzgar por venir de un centro de deshechos- Lia parecía inmune a lo que estaba diciéndonos esa arpia sin escrúpulos, simplemente se acercó a la cama de enfrente y comenzó a deshacer su maleta con una sonrisa.

-¡Oh, no!- exclame sarcástica-, tranquila, como venimos de allí estamos acostumbradas a tratar con basura como tú.

-Dawn, ella no lo había dicho con mala intención- dijo mi amiga con voz apaciguadora.

-Te equivocas- intervino otra chica de larga melena morena como el carbón-, no queremos a gentuza como vosotras aquí- Lia abrió la boca en una expresión de completo asombro y yo me pregunté si la peste a perfume y acondicionador de la habitación la habían atontado.

-Espero que sea la última vez que os dirigís a nosotras con ese tono porque...

-¿Qué?- me encaró la rubia- ¿Vas a robarme? ¿a pegarme?- se puso en pie con una gracia estudiada- ¿No ibas a hacerlo ya?

-Nosotras no hacemos daño a la gente, solo queremos encajar- Lia se sentó mientras nuestras compañeras desfilaban hasta la salida sin tal si quiera dignarse a contestar. Yo no quería problemas desde el primer día pero no podía callarme cuando me estaban faltando al respeto en mi cara.

Los chicos nos tardaron en tocar a nuestra puerta.

-¿Nos saltamos la cena y vamos a fumar?- propuso Chris aparentemente cansado de ese ambiente.

-¿Se puede salir a fumar?- preguntó Lia recolocándose el uniforme que estaba formado por una falda a cuadros grises y azul marino y una camisa blanca con el símbolo del internado en el hombro derecho.

-Nunca pensé que os vería tan...- no supe qué palabra elegir. Verlos a ellos, los chicos que hacían puentes a los coches, robaban alcohol en las tiendas y pasaban olímpicamente de todas las reglas establecidas, con uniforme de niños buenos era simplemente alucinante.

-¿Patéticos?- me ayudó Jared.

-Iba a decir formales.

-Bueno teniendo en cuenta que no te habíamos visto nunca con falda, se podría decir que esto también es fuerte para nosotros- respondió con una sonrisa torcida. Caminamos hacia las puertas del internado con toda la tranquilidad del mundo, Chris decía que la mejor manera de hacer algo que no debes era convencer a los demás de que tenías todo el derecho a hacerlo. Bueno, la táctica de nuestro amigo solo nos sirvió aquella noche.

Salimos a los jardines con bastante cuidado, no me cabía la menor duda de que en ese privilegiado colegio habría cámaras de seguridad por todas partes. Así que salimos del recinto, la verja estaba abierta como diciéndonos " Pasad, chicos, es tan fácil como eso", supuse que la falta de seguridad se debía a que era el primer día y todavía podrían quedar alumnos por llegar.

Una vez estuvimos fuera nos escondimos en un metido que formaba un contenedor de basura y la pared, por si acaso a algún profesor se le pasaba por la cabeza dar una vuelta.

-Odio este sitio- comencé yo mientras rechazaba el cigarrillo que me pasaba Jared, ahora no me apetecía fumar. Estaba demasiado enfada como para pensar en otra cosa que no fuera la manera de salirme con la mía y volver al centro-. Nuestras compañeras son imbéciles.

-¡Dawn!- me regañó Lia con expresión seria-, solo necesitamos hacer que confíen en nosotras...

-Es verdad- se unió Homer-, aquí la gente es gilipollas. Ese tal Hunter nos ha dado el sermón del siglo...- dejé de prestar atención a mi amigo y me fijé en la falsa sombra de una farola de la acera de enfrente. El hombre se percató de que le había descubierto y sacó su teléfono móvil.

Solo son imaginaciones tuyas.

Me obligué a pensar.

Seguro que solo es un señor al que le gusta dar paseos a la luz de la luna. No tiene nada que ver contigo.

-Vamos a mirar si ya han terminado de cenar, no me gustaría que nos cerraran la puerta- anunció Jared al tiempo que me ayudaba a levantarme del frío suelo.

-¿A qué viene esto?- pregunté cuando ya nos habíamos alejado lo suficiente como para que los demás no pudieran oírnos. Él se detuvo en seco y me cogió la mano.

-¿Qué te pasa?- la pregunta no me pilló desprevenida en absoluto, es más, la esperaba.

-Nada.

-Que no te asuste este sitio. No te preocupes, pronto haremos amigos y será divertido.

-No quiero hacer amigos.

-¿Qué? ¿por qué?- estaba claro que Jared y yo no estaríamos de acuerdo en esto, en cambio Chris sí se pondría de mi parte.

-Ya tengo amigos. No necesito más- el chico sonrió y sentí que algo iba mal antes de que pasara. Se estaba inclinando ligeramente hacia adelante al tiempo que acariciaba mi mejilla, aquello tenía que ser un error. Me eché hacia atrás sin pensar en las consecuencias de rechazarle de ese modo-. De todas formas- me apresure a decir y eso le detuvo-, no estoy así por eso.

-Entonces ¿qué ocurre?- estaba confundido por mi gesto, podía verlo en sus ojos. No tuve más remedio que contárselo.

-Hace un mes, más o menos, estaba con Lia en una tienda y vi a un hombre observándonos desde fuera. Fue bastante siniestro porque cuando aparté la mirada un segundo para enseñárselo a ella, desapareció- mi amigo me estaba observando exactamente como había previsto; Como se mira a una lunática.

-¿Y no sabes quién podía ser?

-No y lo peor es que no paró allí. La semana pasada le volví a ver, estábamos en las pistas de skate de la playa...

-Espera, ¿fue el día en el que te pusiste como loca por volver al centro?- me mordí el labio inferior sintiéndome culpable -Dawn, ¿por qué no me has contado nada hasta ahora?

-No pensé que tuviera importancia, podía ser...

-¿Y por qué ahora la tiene como para decírmelo?- le eché una mirada de soslayo y solté el bombazo.

-Porque ahora mismo está en la calle de enfrente al internado.

Continue Reading

You'll Also Like

76.2K 6.7K 65
Sus métodos de espantar a los hombres han mantenido a Melanie Grey a salvo de cualquier traición o decepción. Una estrategia que ha funcionado exitos...
33.2M 4.3M 46
[COMPLETADA] ¿Es posible enamorarse de alguien sin conocerlo? ¿Sin haberlo visto? ¿Es posible desarrollar sentimientos por una persona que solo has e...
801K 48.7K 41
Paris Smith siempre ha sido una chica soñadora, talentosa, amante de todo lo que tuviera que ver con la astronomía: las estrellas, los planetas, las...
15.6K 3.2K 27
Marcus juró que nunca volvería a amar. Luego de regresar a Nueva York por petición de su padre, Marcus intenta retomar su vida, intentando ignorar la...