Su mano estaba fría... Pero no me importaba, lo único que quería era seguir sosteniéndola. Los rayos del sol dibujaban nuestro camino en el bosque. Pronto anochecería y necesitaba llegar al pueblo antes que mi tiempo acabe.
-¿Anthony, estas bien?- su voz como la seda comenzaba apoderase de mis oídos.
-"¡soy un moustro, como podría estar bien!".- resonó esa voz en mi mente pero mis labios no se mueven.
-Estoy bien.- respondo, limpio el sudor de mi frente de la misma forma que acomodo los mechones más largos de mi cabello detrás de las orejas.
-Estas muy frio.- comunica frotando sus manos con la mía.
-¡Que tal una carrera por el bosque!- propongo.
Ella suelta mi mano, ensanchando una sonrisa.
-Atrápame.- ordena y comienza a correr.
Mis pulmones sienten el aire entrando por mi nariz, ella avanza haciendo un circulo en cada árbol. El palpitar de mi corazón se acelera y sigo su camino. La media luna de mi sonrisa hace disipa todo dolor de mi cuerpo, seguía buscándola y ella seguía corriendo.
-Te alcanzare.- expongo.
-Vamos Anthony.- dice.- creí que eras mas rápido.
Doy zancadas más largas para alcanzar su paso, escuchaba su risa a la distancia.
-"Jugando con el enemigo"- Grita una voz.
-¡Se supone que tenías que matar a su madre!- exhibe otra.
-Detén esta farsa.- la última voz soltó un alarido que mis oídos ardieron.
Uso mis manos como escudos, apretó tan fuerte como me es posible.
-¡Ya basta!- grazno.
Cierro los ojos, y al abrirlos su rostro aparece detrás de un árbol.
-Alejandra.- suelto y mi cuerpo comienza a vibrar.
-Porque no mataste a la señora Judd.- dice otra voz, giro mi cuerpo y mi madre aparece a mi flanco izquierdo.
-Mejor acaba con tu vida, y así te reúnes con nosotros.- la tercera voz la tenía en mi memoria, justo atrás el rostro de Emily y el de John me sonrieron.
-No... No es real.- canto.
-Amas a esa chica.- suelta Alejandra.- por eso me puedes ver.
Cierro los ojos de nuevo, entierro mis dedos me mi cabeza tapando todo sonido que ellos pudieran producir.
Con toda la fuerza que poseo en mis piernas corro tan rápido como puedo, no conocía el lugar así que podía estamparme en cualquier árbol, por lo que al abrir los ojos, uno aparece justo enfrente mío, uso mis manos para detener el camino, y me encuentro expuesto. Pero no hay voces, ni fantasmas.
-Anthony ¿Dónde estás?- la voz de Annie me regresa a la realidad.
-Estoy aquí.-siseo.
-Tienes que ver esto.- exclama ella.
Sigo el sonido de su voz, y observo como el corazón del bosque se hace presente, en el lugar había un claro enorme. Y cientos de flores lo adornaban. Los últimos rayos en tonos naranja le daban ese momento entre la luz y la penumbra.
-Este lugar es precioso.- suspiro, y me recuesto en el suelo pastoso.
El cielo se oscurecía los rayos naranja con diferentes tonos eran devorados por ese azul oscuro. Annie se recuesta junto a mí y de nuevo sostiene mi mano.
-Anthony, ¿Por qué estamos aquí?
Muevo mi cabeza mecánicamente.
-La pregunta es; ¿Por qué tu estas aquí?- suspiro.- porque me ayudaste a fugarme, todos me buscan por el código en mi cabeza...
-No me importa.- interrumpe.- solo quería estar contigo.
Escucho los pasos a la distancia de mis perseguidores, pronto estarían gritándome de nuevo, el tiempo se me estaba acabando.
-Annie, ¿Que siente por Benjamín?- suelto.- No.- la observo a los ojos, corrigiéndome a mí mismo.- ¿Qué soy para ti?
-El compromiso mi madre lo arreglo.- su voz se quiebra. Anthony, cuando estábamos en el cine...
-No sabía qué hacer con esto.- interrumpo de nuevo.- usaba estimulantes para evadirme a mí mismo, pero siempre me viste...
-Anthony, estarás bien.- apretó mi mano.- empezaremos de nuevo.
-Incluso cuando no me sentía yo mismo, sabias que sentía algo.- acaricio su rostro con mi mano suelta.- y la verdad no sabía qué hacer con este sentimiento.
-En el cine...
-Podía luchar con mis demonios cuando era fuerte.- trago una boconada de aire.- pero entre más fuerte me hacía; más me alejabas.- los pasos se detuvieron, esperaba escuchar las voces, pero quizás estas me estaban dando un tiempo de despedida.-Annie, ahora ya no puedo luchar contra ellos, saben de mis sentimientos...
-Vámonos, se quién puede ayudarte.- suelta ella, se coloca en cuclillas y acaricia mi mejilla.
-No puedo irme, ya es tarde, me están cazando... ahora soy débil.- expongo.- la droga que usaron, ya no la puedo combatir.- jadeo.
-Yo luchare contigo, juntos lo solucionaremos.
-No, no puedo.- mi corazón se acelera y los pasos se acercan más rápido.- esto es lo más cerca que podre estar en conocer el amor, porque ahora es tarde... ya vienen.
Busco entre los árboles y observo a más de seis siluetas acercarse, entre ellos estaban los sujetos de la fiesta de Anna.
-Anthony, no hay nadie allí.- expone, sin poder ver sus rostros.
-No puedo luchar con ellos, YA VIENEN.- cierro los ojos y siento sus labios chocar con los míos, por un segundo ella devora mis labios, sujeto su rostro para acercarme más a su agarre, el sabor a cereza invade mis paletas gustativas, se separa para respirar y me besa de nuevo, pero esta vez de una forma más lenta y pausada.
-Lo solucionaremos.- dice con una sonrisa en el rostro, se coloca de pie avanzando a las afueras del bosque, los pasos y las voces continúan siguiéndonos pero de forma lenta. Su mano se adhiere a la mía, y de esta forma me da una fracción de felicidad mientras mi tiempo se acaba.
III
*************
(P.D.V Derek)
-¿Todos comprenden el plan?- expongo. Las miradas de duda aún se hacen presentes, pero no teníamos tiempo. Sino encontrábamos a Anthony este podía dañar a Annie, o peor a el mismo.
-No hay mucho tiempo.- responde Elizabeth.
-¿Por qué confían en él?- suelta Timothy señalando a Roy.- ya los traiciono una vez.
-Creí que estábamos en el mismo equipo.- exclama Roy, y tim lo fulmina con la mirada.
-No tenemos tiempo para estas niñerías, los dos serán custodiados por Robert y Alex.- gesticulo.- así que no hagan algo estúpido.
-Esta con Annie.- indica Jensen.- ella quizás lo llevara a un lugar seguro.
Me cruzo de brazos pensando por un segundo aquella idea, pero el único lugar que lo podría llevar es la clínica de la ciudad.
-Separémonos, y nos veremos aquí en una hora.- ordeno, y todos siguen las rutas ya marcadas.
Antes de la fiesta de máscaras, el carnaval con las carrosas llegara a la plaza central, necesitaba encontrarlos antes de aquello. No podía buscarlos entre demasiada gente.
Mis pasos se aceleran, y mi cuerpo comienza a tensarse. Nunca había buscado a un pintor de esta manera, no sintiéndome responsable por su salud.
-Vaya Anthony, es el único bastardo que me ha preocupado.- me carcajeo y sigo buscando en los alrededores, observo la pantalla del móvil esperando tener noticias, cuando lo regreso al bolsillo un cuerpo choca contra el mío.
-Disculpa.- retengo su caída, y ella me observa con los ojos abiertos esperando ver a un fantasma.
-Derek.- duda.- Derek Judd.
-Marlene.-respondo, y un vacío crece en mi intrepidez.
-¿Qué estás haciendo?- indaga al ver mi vista revisar dos puntos más.
-La verdadera interrogante es; ¿Qué haces aquí?
-¿No puedo volver a mi hogar?- arruga la nariz.
-Sabes muy bien lo que quiero decir.- manifiesto.
-Lo sé.- se sonroja.- extrañaba todo esto.- señala, y acaricia mi hombro.- todo.
Inhalo todo aire que me es posible para oxigenar mi cerebro.
-Podemos hablar después, estoy buscando a alguien.- enfatizo al ver la duda en su rostro.- es muy importante.
-Entonces te ayudare a buscar.- propone ella.
Me detengo un segundo al ver su rostro, no tenía tiempo para esto.
-No tienes por qué ayudarme.- repongo y avanzo el camino ya planificado.
-Derek está buscando a alguien, y es importante.- alardea.- definitivamente tengo que verlo con mis propios ojos.
Ignoro su voz y mis pasos se aceleran, faltaban cinco minutos para que el carvanal comenzara, se me acababa el tiempo.
-¿Cómo es?- suelta ella.
-¿Por qué haces esto?- indago.- fuiste tú la que se marchó.
-Derek, no me querías de verdad.
-Eso no lo sabias, pero no querías ver la verdad...- le planteo recordando como la única persona que una vez quise me dejo varado en este lugar.
-Yo necesitaba a alguien que me necesitara también.- sus ojos se cristalizan.- pero siempre te comportabas auto suficiente.
-Tú eres la que se fue, y me dejo.- la acuso.
-No fuiste a buscarme, ni siquiera después del accidente.- las lágrimas se hacen presentes en ella, y recuerdo como mi madre en ese preciso instante desaprobó nuestra relación.
-yo iba manejando, fue mi culpa.- apretó los puños.- ¿Qué querías que dijera? Lo siento por casi matarte.
Se acerca una zancada a mi encuentro y sujeta mi rostro entre sus manos.
-Solo quería que estuvieras conmigo.- sus labios se encuentran con los míos, y su beso es dulce y delicado.- solo quería estar...
Me separo de ella, y observo como ni un tan solo día ha pasado entre nosotros.
-Haz cambiado.- suelto ignorando lo que me decía mi cerebro.
-Pero lo que siento sigue igual.- susurra.
De todas las cosas que había hecho en mi vida, el casi haberla matado es una de las que más me he arrepentido, sobre todo porque eso acabo con nuestra relación.
-Podemos hablar después.- expongo.
-Es Annie la joven que esta allá.- entrecierra los ojos para ver a la distancia.
Giro mi cuerpo hacia el punto que ella había señalado, y observo el rostro de la susodicha con Anthony del brazo.
-Es Annie.- corroboro.
-¿Él es el novio?- duda.
Sujeto su mano, y comienzo avanzar hasta el punto donde se encontraban. Busco el teléfono móvil en mi bolsillo trasero, y marco el número de Jensen.
-Ten.- le coloco el teléfono a Marlene.- dile que encontré a Anthony.
-¡El muchacho es a quien estábamos buscando!
-Así es.- afirmo, y los ojos de Annie se abren como platos al ver mi llegada.
Su cuerpo se quedó paralizado, sujeta la mano de Anthony, y este me observa con la mirada vacía.
-Derek.- suelta Annie.
-¿Estas bien, Anthony?- indago, y este visualiza un punto muerto.
-No está bien.- indica Annie.
-Y la oscuridad era su casa, ellos ya vienen.- la voz vacía de Anthony provoca un leve escalofrió que recorre mi espina dorsal.- con dientes y garras. Ahora están listos para atravesar...
Sujeto a Anthony de los hombros, y lo observo a los ojos para llamar su atención.
-Escúchame, estarás bien.- exteriorizo.- te lo prometo, nada malo va a pasar.
-Déjá vu.- suelta.
-¿Qué es lo que dice?- pregunta Marlene con el teléfono en el oído.
-Deja bú.- repite Anthony.- he escuchado eso varias veces.
-Anthony, no te fallare esta vez.-lo sujeto con fuerza para que este reaccione.
Se suelta con agresividad y comienza a ver a varios puntos que nos rodeaban, uno tras otro. Giraba su cuerpo a la derecha y de allí a la izquierda. Se detuvo un segundo y después seguía observando sin moverse del mismo punto.
-Anthony... ¿Qué sucede?- solloza Annie.
Los silbatos y los tambores se hicieron presentes de golpe. La caravana comenzó aparecer por la izquierda de donde nos encontrábamos. El sonido fue tan fuerte que este se cubrió los oídos con las manos.
-Están aquí- grita el pintor soltando después un alarido ensordecedor.
-Anthony, vámonos a un lugar seguro.- resoplo y comienzo acercarme lentamente.
-Estarás bien.- coincide Annie.
-¡No!- chilla, usa su fuerza en contra de mi peso, caigo al suelo y este sale corriendo de golpe...
-Se escapó.- expresa Marlene, y el cuerpo de Anthony se pierde en medio de la caravana.
II
*************
(P.D.V Elizabeth)
Entre más pasos daba, mi esperanza moría. ¿Por qué Annie se fugó con él? Ella sabía que el necesitaba canalizar la droga de su organismo, de otra forma podía morir. Era una egoísta, solo le importaba los códigos.
-¿Todo en orden?- duda Jensen.
Trato de fingir una sonrisa, pero no podía.
-Todo está bien.- respondo entre dientes.
-Como digas...
Despliega una sonrisa, haciendo una mueca con su rostro, lo cual me sacó de quicio.
-Acaso hay algo gracioso en todo esto.- lo acuso.
-Por favor Elizabeth.- alardea.- si fuera al revés, también te hubieras fugado con Anthony.
-¿Disculpa?
-Se honesta contigo misma.- señala.- si él te hubiera pedido escapar juntos, lo hubieras seguido de la misma forma que Annie lo hizo.
-Soy una idiota.- respondo.
-Anthony no fue popular con las chicas, siempre apartado de todos.- expone.- y ahora tiene el amor de dos hermosas mujeres.- bromea codeando mi costilla.
-Ella también lo quiere, pero es mi hermana.- indico y la bilis se me revuelve.
-Será una difícil elección para Ant.- murmura.
-El ya eligió, esta con ella.- apretó las manos hasta hacerlas puño. Tan solo recordar las cosas que ella decía al principio de Anthony, y que solo era un juego pare ella me regresaba la rabia que guardaba.
-Claro que él no ha elegido.- propone.- ahora está muy confundido, y está pasando por muchas cosas...
-y a todo eso agrégale las jugadas de mi hermana.- interrumpo.
-Juega las tuyas, si lo quieres de verdad.
-¿Por qué me dices esto?- indago, y comienzo a buscar en dos puntos diferentes.
-Porque no estas comprometida.- responde.- y al parecer la caja no te importa.- Suspira.- solo quiero lo mejor para mi amigo... mi hermano.- se corrige a sí mismo, y seguimos buscando entre los alrededores.
La sonrisa regreso a mi rostro, quizás esto es bueno. Tener a alguien cercano a Anthony a mi favor.
El teléfono móvil de Jensen comienza a sonar. Observa el indicador y el nombre de Derek aparece en la pantalla. Traga una boconada de aire, y responde.
-¿Qué sucede?
-Escucha.- la voz de una mujer hace que Jensen arrugue la nariz, coloca el móvil en alta voz, y lo sujeta en medio de ambos.- hay alguien allí.
-¿Dónde está Derek?- consulta Jensen un tono más serio.
-Esta con el muchacho, ya lo encontramos...
-Anthony.- respondemos a coro-
-Sí, estamos cerca de la oficina de correos...
-¿Él está bien?- pregunto, pero el silencio se hace presente.- ¿hay alguien? ¿Anthony está bien?
-Responde maldita sea.- chilla Jensen, pero aquella no contesta.
-¿Qué es lo que dice?- su voz regresa, pero parecía que no hablaba con nosotros.
-Déjá vu.- la voz de Anthony es apagada, como si no le perteneciera a él mismo.- he escuchado eso varias veces.
-¿Qué está pasando?- suelta Jensen, su rostros se pone pálido, coloco mi mano en su hombro y le coincido una sonrisa.
-Anthony, no te fallare esta vez...
-Es Derek.- chillo y reconozco su voz.
Los silbatos y los tambores se hicieron presentes de golpe, la señal del móvil comenzaba a fallar.
-No es escucha nada.- índico, y Jensen comienza a buscar entre las opciones del celular.
-Están aquí...- agudiza Anthony tan alto que hace que Jensen tiemble de pánico dejando caer el aparato al suelo.
Después de unos segundos interminables, lo levanta de nuevo y la voz de la mujer regresa.
-Se escapó...
-¡Demonios!- grita Jensen.- ¿Qué hacemos?- duda.
Sujeto el celular y aclaro mi voz.
-¿A qué dirección corrió Anthony?
-Al sur, corrió entorno a la caravana.- ella alzo su voz tan fuerte que mi cabeza se tambaleo.
-Muy bien.- índico colgando la llama.- tenemos que irnos.
-No sabemos dónde está.- pronuncia Jensen.- ¿Cómo vamos a encontrarlo?
-Anthony quiere escapar.- explico.- él no quiere estar con nadie, y lo acaba de probar.
-¿Cómo lo sabes?
-La hora, la dirección que escapo.- soplo.- creo que sé muy bien a donde va.
-Quieres escapar, ¿A dónde?
-Al tren, estar por tener una estación en el pueblo, y después se va.
No basto otra palabra más, para comenzar a correr tan rápido como nuestras piernas nos lo permitían, tenía dos sentimientos encontrados; uno de ellos era angustia por no saber cómo se encontraba Anthony, el otro era felicidad por que este parecía no querer estar con Annie, lo cual me daba cierta ventaja entre nosotros.
Me detengo de golpe al llegar a la estación, y siento como mis pulmones me exigen el aire que les faltaba.
-Bien... donde... esta...-dice Jensen recuperando el aliento.
-Tiene que estar en algún lado de la estación.- propongo visualizando un punto estrategico para buscarlo.
Las campanas comienzan a sonar, anunciando la llegada del tren.
-Si no lo encontramos ahora se va a escapar...
-¡Anthony!- grita, Jensen la cual fue la peor idea que se le ocurrió. Pero ya no teníamos otra alternativa.
-¡Anthony!- uso toda la fuerza que tenía contenida.
-¡ALEJENSEN!- su voz se hace un gran eco en la estación, pero no logro ver su rostro.
-Anthony, sal de allí ahora mismo.- grita Jensen.
-No entienden, yo soy el enemigo.- alterna la vista hacia nosotros. Sus ojos brillan como si deseara terminar con esto.-me convertí en el enemigo.
Busco el punto donde este observa con tanto recelo, justo en medio de las vías del tren Anthony permanecía parado esperando ser atropellado por el tren que se aproximaba.
-Anthony, tienes que salir de allí.- avanzo hasta la acera donde terminaba la zona de espera.
-Esto tiene que terminar, estoy en el círculo.- silba.- solo así finaliza todo esto...
-¡Jensen!- chillo.- tenemos que sacarlo de allí.- su rostro pálido, y su cuerpo como una estatua lo dejaron paralizado.
La campana sonó más fuerte, y la luz del tren ciega la vista de todos.
-Entiende, tengo que morir. Solo así el círculo desaparece.- berrea. Avanzo dos pasos para acércame a él, y este lo nota moviéndose dos más para acercarse al tren.
-No te dejare morir.- apenas noto las lágrimas que corren por mis mejillas, pero él no las puede ver.
-¡VAMOS!- alza.- todo termina aquí... ¡VAMOS! ¡VAMOS!, rompe el circulo.- cierra los ojos al ver que el tren está a tres metros de su encuentro.
-¡Ahora!- me ordeno a mí misma, y me lanzo a su encuentro. El aire del ferrocarril acercándose me empuja de la misma forma que obligo a ambos cuerpos buscar la salida de las vías.
Lo abrazo tan fuerte como puedo, y la presión tapa mis oídos; ambos caemos en tierra firme, su espalda fue mis escudo, por lo que el apretó los dientes al impacto.
El chirrido del freno comienza a ceder, oculto mi rostro en su pecho.
-Elizabeth.- pronuncia.
Observo su rostro, mi cuerpo abandona mi cerebro de igual forma cada pensamiento lógico, y hago lo único que he querido hacer desde que lo vi... el contacto de sus labios forman corrientes eléctricas en todo mi cuerpo, el me devuelve el beso de la misma forma que en el bosque.
El sonido del tren deteniéndose me brinda esa claridad que necesitaba.
-¿Estas bien?- le susurró al oído.
-Las voces...- hace una pausa.- ya no las puedo escuchar.- sonríe indicando que aquello es bueno.
-Todo mejorara ahora, lo prometo.- lo beso de nuevo, pero él se separa.
-Elizabeth, tienes que llevarme con Derek...- jadea.- tengo que decirle...- expresa y pierde el conocimiento.