-que te parece si pasamos el día juntos? Podríamos buscar a Lucas del colegio y dar una vuelta por ahí- Allan acaricia mi cara con sus largos dedos.
-me parece genial- tengo los ojos cerrados mientras disfruto de su atención.
-Esme, tengo un viaje a España mañana, será por unos días. Te prometo que estaré el viernes para conocer a los hombres de tu vida- abro los ojos y le miro.
-es muy urgente viajar esta semana?-
-si, es un asunto importante que tengo que resolver en persona-
-esta bien, después que estés aquí el viernes no tengo problema-
-AL- lo llamo después de unos minutos en silencio, necesito hacerle esta pregunta importante, y no se como tomar la respuesta que me dará.
-dime hermosa?- alzo mi cabeza para verlo a los ojos.
-se sincero, ¿has matado a alguien?- él desvía su mirada de la mía, suspira y vuelve a mi.
-si he matado, y no a alguien, sino a muchos; pero te juro que ni una de esas personas eran buenas-
Ha matado a muchas personas. Como debería tomarme eso?
Se que en el mundo en que se mueve no hay personas buenas pero igual son vidas.
-no te da remordimiento quitarle la vida a una persona, por mas mal que haya hecho?- esto es duro, pero si estoy enamorada de este hombre tengo que aceptarlo con todo lo que trae, igual como el tiene que aceptar que mis hombres tambien están en la mafia.
Ahora que lo pienso, será que se conocen?
-no, no siento nada, son personas que han hecho daño y mucho; yo defiendo a las personas inocentes- este tema no me gusta.
-mejor vamos a alistarnos para ir a por Lucas, me voy a bañar- me dispongo a salir de la cama pero Allan me retiene tomándome del brazo y jalándome para volver a acostarme.
-hermosa no quiero que pienses mal de mi, se que no soy buena persona pero contigo todo es diferente, si hubiese sabido que en mi vida iba a aparecer un ángel como tu, no me hubiese metido en la mafia. Pero ya esta hecho y no puedo salir porque me matarían y a parte soy bueno en esto y me gusta lo que hago-
-te entiendo AL, no te preocupes- sonrío para tranquilizarlo y para que me crea.
En su mirada puedo ver la desesperación y el temor a que mi reacción fuera alejarlo de mi vida.
Pero ya no puedo hacerlo, estoy enamorada de él, y los hombres de mi vida igual estan en el mismo mundo.
Allan se inclina sobre mi, con cuidado y pendiente a mi reacción se acerca a besarme. Si espera algún rechazo de mi parte esta equivocado; le respondo el beso.
Lo jalo por el cuello para acercarlo mas a mi, él gruñe en respuesta pues no se lo esperaba, se acomoda entre mis piernas y sus besos bajan hasta mi cuello provocando que mi piel se erice y de mi boca salga un suspiro profundo.
Paso mis manos por su fuerte y tonificada espalda, sus brazos me encantan y de a poco las deslizo por su marcado y fornido pecho lo que provoca un gemido por su parte, cosa que quiere decir que le gusta que lo haga.
Sus manos no estan quietas, recorren mis piernas tomando una para pasarla por su cadera, estamos mas cerca, sus caricias me gustan, me enloquecen, una de sus manos pasa por mi espalda sujetandome fuerte para dar la vuelta y quedar él abajo y yo arriba, nos miramos fijamente por un rato y sin pensarlo lo beso. Su mano desliza la cremallera de mi vestido lentamente hacia abajo, lo que provoca que se venga hacia delante dejando mi pecho al descubierto.
Allan deja de besarme para mirar lo que ha logrado, pasa las mangas del vestido por mis brazos dejando ahora tambien mi vientre al descubierto; por su mirada descifro que le gusta lo que ve. En un movimiento rápido y ágil ya estoy otra vez debajo de él.
Nuestra respiración entre cortada no es razón para dejar de besarnos, sus besos bajan hasta mi pecho y mi piel reacciona erizando se, su mano sigue acariciando todo mi cuerpo, que reacciona instintivamente al toque de este hombre.
-te amo tanto mi hermoso ángel- abro mis ojos para encontrarme con los zafiros mas brillantes y hermosos que han podido existir, y una sonrisa tan enorme y perfecta.
Que si amo a este hombre? Si hubiese una palabra que albergue mas amor que un te amo se la diría.
-y yo estoy locamente enamorada de ti AL- posa su frente en la mía y nos quedamos mirando tan fijamente, diciéndonos en el mejor silencio cuanto nos amamos.
A medio día estamos listos, Allan insiste otra vez en que me vista de blanco con accesorios de Rubí.
Salimos de casa en busca de Lucas al colegio, llamo a Blanca para decirle que su hijo estará con nosotros y que lo llevaremos antes del anochecer a su casa.
El niño se emociona cuando nos ve esperándolo a la salida del colegio, vamos a un parque a tomar un helado y pasar la tarde.
Allan me mira como si yo fuese lo mas hermoso, como si no hubiese mas nadie que yo, y apenas siento su mirada me ruborizo recordando lo sucedido esta mañana.
Abrimos el tema del internado con Lucas,
-es una buena oportunidad para que practiques fútbol mas seguido, hay muchos jóvenes que han salido de ahí a jugar en buenos equipos nacionales- le dice Allan.
-tambien es una buena oportunidad para el estudio, los estudiantes egresados de esa institución enseguida entran a la universidad que quieran. Por el nivel de educación les facilitan la entrada a la carrera que prefieran- comento. Lucas se ve contento con la idea.
-súper, si quiero ir a ese internado; pero mamá no creo que pueda pagarlo- me tranquiliza su comentario pensé que diría "no".
-no te preocupes Lu, yo me encargo de eso, como tambien me voy a encargar de que tu mamá no este solita- Allan y yo nos miramos, con ese gesto ya nos decimos que todo estará bien y Lucas saldrá adelante.
-entonces vamos a contarle a mamá- dice tan emocionado poniéndose de pie.
Nos vamos del parque para ir a casa de Blanca. Por teléfono ya le había comentado sobre el internado y muy agradecida acepto.
Llegamos a la puerta y tocamos.
-que raro que mamá demore en abrir- se impacienta Lu.
-puede ser que haya salido a la tienda o donde una vecina, esperemos un rato- propone Allan. Yo tengo un mal presentimiento.
-la llamaré a su celular- digo sacando el mio, marco pero no contesta.
Miro a Allan enseguida y él a mi, creo que estamos pensando lo mismo.
-intentare abrir la puerta y la esperaremos dentro- propone Allan.
-esta bien- dice Lucas.
Allan saca una de las navajas de su bolsillo y como todo un experto abre la puerta sin necesidad de dañar la cerradura. Lo miro incrédula, Lucas pasa y busca a su madre.
-la calle enseña muchas cosas- susurra Allan en mi oreja mientras nos adentramos a la sala.
-mami estas aquí?- grita Lucas desde la cocina, luego regresa a donde estamos.
-iré a buscarla a su cuarto- avisa y se adentra a la habitación.
-MAMÁ, MAMI! - Lucas grita desde el cuarto, Allan y yo enseguida nos miramos y corremos ya suponiendo que sucede.
La escena con la que nos encontramos es muy devastadora, Blanca esta tirada en el suelo, sus manos llenas de sangre y su boca tambien. Lucas arrodillado a un lado de ella mientras la zarandea para que despierte, miro a Allan que enseguida sube la mirada y la conecta con la mía, tristeza profunda hay en nuestros ojos, saca su celular y copia un mensaje me acerco a Lucas que no deja de llamar a su mamá.
-Esme por que no responde? ayúdame- pide desesperado y angustiado, me arrodillo a su lado acaricio su espalda.
-Lu, calmate por favor- le pido con la voz entrecortada. El niño tiembla, llora y grita llamando a su madre.
-no Esme no puedo, que le paso? Por qué no me contesta? MAMÁ POR FAVOR DESPIERTA, ABRE LOS OJOS, NO ME DEJES SOLO- los gritos de Lucas desgarran mi alma, su miedo, su dolor se sienten en los gritos que le salen del alma acompañados de lagrimas que no cesan.
-Lucas mírame- pido, tratando de sacar fuerzas para mantenerme fuerte y poder calmarlo, el niño esta aferrado al cuerpo inerte de su madre, lo tomo de la cara buscando su mirada.
-Lu, no estas solo, yo estoy contigo, Allan tambien esta contigo y nunca te vamos a dejar solo, eres de nuestra familia- no puedo evitar mis lagrimas, el niño me abraza fuerte. Allan se acerca a nosotros pero no sabe que hacer o decir.
-que voy a hacer ahora? No tengo papá, y ahora no tengo mamá, estoy solo Esme- llora desconsoladamente.
Mi corazón se parte en cuadritos al escuchar su tristeza, desesperación, su profundo dolor.
-te entiendo Lu, se que es perder a una madre, no te dejare solo. Nunca- le aseguro. Beso su cabeza repetidas veces.
-estoy contigo Lucas, ahora tu y yo tenemos mas cosas en común, así como pude salir adelante solo, tu tambien podrás hacerlo. Tienes el privilegio de tener un ángel como Esmeralda a tu lado- le dice Allan para consolarlo.
Lucas me mira, sus ojitos rojos por el llanto y la cara manchada de lagrimas.
-es cierto Esme eres un ángel- dice entre hipidos. Vuelve su mirada a su madre mientras yo sigo acariciando su espalda.
-y ahora donde voy a vivir? Con quien voy a estar?- la tristeza en su voz es demasiada.
-Lucas eres de mi familia, vivirás conmigo, en mi casa. Te presentare a mis hermanos y a mi papá estarás con nosotros, te llevare todos los días al colegio, te prometo que nunca te hará falta algo y mucho menos amor- le sonrío para darle ánimos.
-oye tambien puedes vivir conmigo, recuerdas cuando te lo dije- le dice Allan sonriendo para subirle los ánimos.
Nos quedamos en silencio, Lucas no despega su mirada de su mamá, entonces decido que es suficiente y lo saco del cuarto para ir a sentarnos a la sala.
Al rato llegan unos hombres para llevarse a Blanca, seguramente Allan los llamo.
-a donde la van a llevar? no quiero que se la lleven- Lucas se levanta y camina hacia la camilla donde descansa su difunta madre mientras sigue llorando por su perdida.
-tranquilo Lu, ellos la van a llevar para limpiarla. Ella ahora esta en el cielo y desde allá te va a cuidar, va a estar pendiente de ti, tienes que hacer bien las cosas para que siga orgullosa de ti- lo abrazo y él me abraza fuerte por la cintura mientras llora desconsoladamente.
-Ahora vamos a mi casa a descansar y mañana venimos a recoger tus cosas-
Allan nos acompaña hasta mi apartamento, acuesto a Lucas en mi cama y se queda dormido enseguida.
-pobre Lu- sentados en el mueble, Allan me abraza y yo apoyo mi cabeza en su pecho llorando lo que no me atreví a llorar frente a Lucas.
-tranquila amor, tienes que ser fuerte por él- nos quedamos en silencio cada uno en sus pensamientos.
-crees que estaría bien que Lucas este presente en el entierro de su mamá?- pregunta Allan.
-creo que si, así podrá despedirse de ella-
-esta bien, dejare todo listo, así mañana solo tienen que ir directamente al cementerio, sin hacer tramites o cuantas cosas se necesiten. Te juro que me gustaría quedarme pero el viaje a España es dentro de dos horas y quiero dejar todo listo-
-esta bien AL, ve tranquilo, mañana me voy con Lucas para la casa grande. Nos vemos el viernes- nos levantamos y lo acompaño hasta la puerta.
-no dudes en llamarme si necesitas algo, lo que sea me avisas y vengo enseguida- Allan pone sus grandes manos a cada lado de mi cara, me siento tan pequeña y protegida cuando hace eso.
-no te preocupes- lo beso para que este tranquilo, me rodea con sus brazos por la cintura y me alza, paso mis brazos por su cuello y mis manos en su cabello. Un beso urgente, necesitado y delicado. Allan se va y yo entro a dormir al lado de Lucas.
Al siguiente día en la mañana, le preparo desayuno a Lucas y luego vamos por sus cosas a su casa. Apenas entramos las lagrimas vuelven a salir de sus ojitos, lo ayudo a recoger sus cosas y salimos de la casa para el cementerio, unos hombres nos acompañan, se encargan de enterrar a Blanca. Lucas y yo le dejamos las flores que hemos comprado en el camino; dejo que el niño se despida de su madre alejandome un poco para darle su espacio.
-seré fuerte mami, por ti y por mi. Voy a estudiar y salir adelante te lo prometo, siempre voy a hacer que estes orgullosa de mi, te quiero- lo escucho decir mientras se limpia las lagrimas de su carita.
Se acerca a mi y lo abrazo, luego nos subimos a mi carro y manejo hasta la casa grande.
-hermosa Esme, que pasa si no le caigo bien a tu papá o a tus hermanos?- pobre niño esta asustado.
-no te preocupes Lu, eres una gran persona, inteligente, cariñoso y decente. Les vas a caer bien-
-que pasa si hago algo mal y ellos se enojan?-
-entonces pelearemos contra ellos. Tu y yo seremos un equipo y ellos serán otro. Los retaremos a partidos de fútbol en el jardín, o de carreras en el play. No podrán vencernos- le digo con una sonrisa para que se tranquilice.
-Lu quiero que sepas que cuentas conmigo, para lo que necesites, si quieres hablar, contarme cosas, siempre voy a estar para escucharte y aconsejarte-
-Allan tiene razón eres un ángel Esme; serás mi mamá, mi hermana, mi amiga. Gracias- se mueve en su asiento y se inclina a darme un beso en mejilla.
-la voy a extrañar un montón; que haces para no estar triste porque no tienes a mamá a tu lado?-
-pienso en que ella se enojaría si me viera triste y llorando. Y como se que esta arriba en el cielo cuidándome estoy tranquila porque se que ella esta bien- tengo que darle palabras de aliento, hacerlo sentir bien.
Cuando llegamos los hombres de mi vida están parados en la entrada de la casa, miro a Lucas esta asustado.
-vamos Lu, ellos no te harán nada- lo aliento.
-son muy grandes y fuertes. Parecen enojados. Por que hay muchos señores vestidos de negro caminando por todos lados?-
-no lo están créeme, ven baja, estoy contigo. Los que estan vestidos de negro son los de seguridad- me bajo del carro y hago señas a los hombres para que quiten esa cara de seriedad y sonrían.
Rodeo el carro y abro la puerta donde esta Lucas. Baja y se para detrás mio, escondiéndose.
Lucas es bien recibido por los hombres de mi vida, Eduardo parece un niño mas, juega con el todo el tiempo.
Ya cansado el niño sube a dormir y yo me quedo en el estudio con mi familia.
-oigan tengo que contarles algo- en seguida dejan los controles del Play y papá su celular y me miran atentos.
-estoy saliendo con un chico..- como es de esperar soy interrumpida por una lluvia de preguntas.
-quién es?-
-cuándo lo conociste?-
-desde cuando?-
-dónde vive?-
-qué hace?-
-hey cálmense, despacio, no es el fin del mundo. El viernes iremos al apartamento, cenaremos y se conocerán, así podrán hacerle todas las preguntas que quieran-
-cómo se llama?-
-no te diré Joel, son capaz de buscar quien es, donde vive y llegan hasta allá a quien sabe que cosa hacerle-
-esta bien hija, podemos esperar, pero si no me gusta el hombre enseguida tiene que desaparecer-
-es un buen hombre, estos meses ha sido muy bueno conmigo. Me respeta, me valora, me quiere por quien soy, no por lo que tengo. Tampoco él sabe quienes son ustedes, no quiero que sepa que soy la hija del dueño de las joyerías Parker-
-muy bien, lo conoceremos y ya veremos- papá es interrumpido por una llamada de su celular, al parecer es tio Kevin, hablan por un rato mas, parecen muy contentos.
-han encontrado en la mina una esmeralda de varios quilates, no saben que hacer con ella, es la mas grande que han sacado en todos estos años- papá habla emocionado después de colgar.
-waoo papi, quiero verla- me urge verla.
-esa piedra si que vale sus millones de dólares- dice Joel.
-que la traigan a la joyeria y ahí vemos que hacemos con ella- propone Eduardo.
-Kevin viene mañana con sus hijos, la van a traer-