INNOCENT ; YOONMIN : + 21 ( C...

By imbloodyparkdrog

303K 59.4K 78.6K

« Átame a ti a través del miedo, hazme adicto a tu dolor, deja que mi grotesco amor crezca en descontrol. Afé... More

antes de leer.
PRÓLOGO
PARTE I: DE UN INICIO CAÓTICO
O1
O2
O3
O4
O5
O6
O7
O8
O9
1O
11
12
13
14
15
16
17
18
19
2O
PARTE II: DE UNA RELACIÓN COMPLICADA
21
22
23
24
25
26
27
28
29
3O
31
32
33
34
35
36
37
38
39
39.5
4O
PARTE III: DE UNA OBSESIÓN DESCONTROLADA
41
42
43
44
45
46
47
48
49
5O
51
52
53
54
55
56
57
58
59
nota.

60

2.7K 647 1.4K
By imbloodyparkdrog



Un día después.





.



JUNGKOOK POV

Me siento sofocado en mi propia habitación. Es como si me hubiesen arrebatado toda la fuerza voluntad de un momento a otro. Mi tío informó de lo ocurrido al instituto y adjuntó una enfermedad falsa, pero debo realizar muchos proyectos en casa y deberes para no atrasarme.

No me siento con ánimos, de nada. Mi sueño en Harvard se evaporó por completo. La muerte de mi padre debería ser un incentivo, quizá va a serlo, pero no ahora. No sé qué hacer con mi vida, siquiera sé qué hacer conmigo mismo. La rabia y frustración disminuyeron estos días, pero ahora solo siento un profundo dolor y decepción recorrerme.

Las lágrimas caen. Caen y se deslizan por todo mi rostro generando una nueva capa salada sobre mi dermis como una máscara de amargura, un espejo quebrado esperando a no hacerse pedazos.

— Joven Jungkook —La voz de Ross se eleva débil del otro lado de la puerta—. ¿Se encuentra despierto? Es urgente.

No respondo. No deseo ser maleducado, pero ahora mismo no deseo verle la cara a nadie. Mi mente divaga entre Jimin y Taehyung, el bastardo de mierda que me usó y me rompió el corazón. Otra vez.

Y mi mejor amigo. Jimin. ¿Estará bien? ¿Qué habrá ocurrido en esa cena? ¿Yoongi se lo llevó? ¿Pero a dónde? Los detalles que me cedieron fueron mínimos, no confié mucho en Min Yoongi cuando dijo que él se estaba haciendo cargo, pero después me puse a reflexionar en que a pesar de todo, él era la mejor opción.

Siento mi pecho oprimirse con fuerza y la tensión acumulada empieza a doler. Tomo una gran bocanada de aire con la esperanza de calmarlo, el nudo aumenta junto con la imperiosa necesidad de llorar. Muerdo mi lengua para evitar sollozar y comienzo a tallarme los párpados para evitar que las lágrimas se sigan deslizando por mi rostro.

— Joven Jungkook... —repite Ross—. Por favor.

Cuando me dispongo a levantarme la puerta de mi habitación se abre con brusquedad provocando que me sobresalte en mi lugar. Unos hombres de traje oscuro se acercan en mi dirección examinándome en silencio.

— ¿L-los conozco? —pregunto preocupado.

Ahogo un grito cuando uno de ellos saca un gas somnífero que lleva a mi rostro y el otro me cubre con un paño. Escucho a Ross gritar, intento patalear removiéndome de izquierda a derecha, pero mis sentidos se apagan antes de lo esperado. Me siento caer en un trance, los sonidos se vuelven lejanos y mi vista se nubla en su totalidad.

Un mal presentimiento se instala en mi pecho antes de perder el conocimiento.





.







.



Desconozco cuánto tiempo transcurre hasta que mis sentidos regresan permitiéndome reaccionar. Retiran una bolsa de tela oscura de mi cabeza provocando que cierre los ojos al instale debido a la luz blanquecina que me golpea directo. Parpadeo veloz para acostumbrarme al entorno divisando unos hombres con unas computadoras frente a mí. La mayoría me observa consumidos por un silencio sepulcral.

Me remuevo en un intento de levantarme, pero mis muñecas están atadas detrás de la silla en la que me encuentro sentado al igual que mis tobillos. Uno de los hombres agarra su celular y el flash dispara directo hacia mi rostro. Cierro los ojos un segundo sintiendo mi respiración agitarse. ¿Me secuestraron?

— ¿Qué es todo esto? —murmuro con una punzada de desespero—. ¿Quiénes son ustedes?

— Guarda silencio si no deseas quedarte sin lengua.

Examino la sucia y amplia habitación donde hay solo una maldita puerta. Comienzo a removerme procurando sentir una abertura, pero estoy muy bien atado. Mis muñecas duelen al igual que mis tobillos, libero un grito de frustración haciendo brincar la silla junto a mi cuerpo.

— Por favor, no deseo problemas.

Elevan mi cabeza tirando de mi cabello con rudeza. Me colocan una venda entre los labios callando mi discurso, permitiéndome brotar solo pequeños gruñidos y gritos ahogados. Me encuentro en absoluto pánico. ¿Qué pasó? Son las seis de la tarde, estos hombres se meten a la casa, me secuestran, quizá lastimaron a Ross y ahora están allí plantados sin hacer nada. ¿Esperan instrucciones? ¿Se hicieron pasar por conocidos y por eso Ross los dejó entrar? No, ella no es tan descuidada.

Dejo caer mi cabeza observando el suelo con genuina impotencia. Es cuestión de minutos hasta que dejo de pelear y cierro mis ojos comenzando a contar los minutos en silencio. No sé qué esperan, el ambiente es tenso y no parece haber señal de que algo próxima vaya a ocurrir, así que me quedo en trance y en un estado de fatiga absoluto donde apenas escucho lo que ocurre a mi alrededor. Mis párpados pesan, incluso cuando estoy a punto de dejar caer mi cabeza por completo para dormirme, un celular suena.

— ¿Sí, jefe? —habla uno de los hombres.

No levanto la mirada, escucho todo con los ojos cerrados.

— Iré a abrirle, lo tenemos.

El sonido del pesado metal arrastrándose por el suelo alcanza mis oídos y poco después los pasos se alejan. ¿Estarían sobornando a mi tío? ¿Es por la cantidad de dinero que maneja? A decir verdad siempre me resultó confuso su nivel de poder adquisitivo, pero también de estatus. Mi padre me había contado en repetidas ocasiones que era un poderoso magnate y siempre estaba viajando, he ahí el porqué no lo veíamos a menudo. Tenía sentido. Es decir, mi tío y yo nos llevamos bien, pero nunca fuimos precisamente cercanos como para analizarlo de esa manera.

¿Eran secuestradores? ¿Enemigos? ¿Pero por qué ahora? Cuando presiento que mi situación no puede empeorar, me veo cayendo de nuevo en una situación fuera de mi control.

Los pasos se escuchan más cercanos y el sonido de metal regresa. Me retiran la venda de la boca y tras eso elevo de a poco la mirada. Toda mi sangre se congela.

— ¿Yoongi...? —inquiero sin poder creerlo.

Su rostro se encuentra cubierto de sangre seca al igual que sus prendas. Aquellos ojos profundos ojos ceniza danzan en llamas siniestras y sus venas del rostro palpitan, sus puños están apretados y sus nudillos rojizos. Luce como un maldito desquiciado prófugo. Mis entrañas se remueven y es inevitable no temblar de tan solo verlo; parece que quisiera asesinarme con la mirada o desmembrarme.

Eleva su mentón y le extiende una llave USB a uno de los hombres con las computadoras. Lo observo desplazarse en la sala como un alma en pena, tomando una toalla que le extienden para poder limpiarse parte del rostro aún sin romper su silencio. Jala una silla después de unos minutos y se coloca frente a mí separando sus piernas y dejando caer su exánime mirada sobre mí.

— ¿Qué...? —inicio, pero me interrumpe elevando su mano.

— Tu tío me ha contratado para hacerme cargo de ti —Es lo único que dice—. Pero como regalo de bienvenida, primero necesito que veas y escuches algo, mocoso.

Me mantengo en silencio sin saber qué responder. ¿Mi tío? ¿Yoongi y mi tío se conocen? ¿Entonces esto no es un secuestro? ¿Pero por qué tanta violencia? ¿Quién es esta gente? ¿Por qué Yoongi está empapado de sangre?

Yoongi... y antes Clara.

¿Acaso mi tío está metido en...?

No. ¿O sí?

— ¿Por qué me estás haciendo esto? —murmuro lastimero. Él debería saber mejor que nadie que no estoy bien para estas mierdas.

— Calla y observa, Jeon —espeta gélido.

Guardo silencio al instante y sigo con la mirada sus movimientos. La USB es instalada en una de las computadoras que abre un par de archivos de cámaras de seguridad. Bastantes de hecho y todas con una fecha diferente, pero alcanzo a ver que la mayoría son grabaciones de inicios de año. Es decir, poco más de dos semanas.

— Antes que nada —El azabache lleva la vista a mí—. ¿Sabes de aquel video?

— ¿Cuál video?

Yoongi sonríe gatuno negando con la cabeza.

— Sabes lo que te hizo Taehyung, ¿no?

Un sentimiento desagradable me cierra la garganta tras su pregunta. Le mantengo la vista fijo, pero él no la desvía.

— Sé lo que estás pensando —interrumpe—. "¿Lo sabías, acaso?". La respuesta es no. Encontré la grabación de lo ocurrido en su computadora así que guardé una copia por si las dudas.

— ¿Qué...?

— Sí, te grabó —Yoongi eleva sus cejas—. Lo terminó borrando, pero no contó con que alguien pudiese tenerlo.

"Tengo que mostrarte algo". "Solo dame tiempo para recolectar las pruebas, se trata de un video".

Las palabras de Jackson regresan a mi cabeza haciéndome pasar saliva. Todo empieza a cobrar un aterrador sentido que me deja mudo. ¿Entonces...?

— Todo tuyo.

El pálido chico coloca la computadora entre mis piernas dejando correr la grabación de las cámaras de seguridad. Al instante reconozco que ese lugar se trata de su casa a las afueras, aunque no recuerdo haber visto cámaras en ningún lado. Deben estar bien escondidas.

Jimin aparece en primer plano provocando que mi corazón se vuelque dentro de mi pecho con tristeza profunda y alivio. Está allí. Todo va bien hasta que Taehyung también aparece en un recuadro diferente en la cocina. Mi corazón se retuerce en una punzada y un quejido lastimero mezclado con desagrado abandona mi garganta.

— ¿Están juntos...? —pregunto temeroso de la respuesta.

— Desde inicios de año nuevo, sí —Yoongi no me desprende la mirada de encima—. Jimin se enteró de lo ocurrido contigo en este tiempo debido a su convivencia.

Elevo la vista a él por instinto. Yoongi asiente y apunta con el mentón la computadora.

— Te estoy colocando el fragmento donde hablan de ello, justamente —Se rasca la punta de la nariz.

Y mierda. No está mintiendo. Aunque la grabación inicia a la mitad de la conversación donde Taehyung aborda lo ocurrido en la fiesta, lo suelta sin más. Lo veo quebrarse, veo a Jimin horrorizado sin saber qué decir y amargos recuerdos regresan a mi cabeza. Viendo la fecha, fue antes de que él me lo dijera.

El resto de las grabaciones cogen ritmo, escruto horrorizado el estado en el que Taehyung se deja caer y Jimin procura a toda costa levantarlo. Cómo intentó matarse tantas veces. El agobio mental me enferma, las lágrimas no dejan de salir.

— Por favor, ya no quiero ver... —suplico.

— Pero apenas nos acercamos a lo divertido —Yoongi estira su brazo cogiendo un cigarro que se lleva a la boca para darle una calada—. Anoche.

¿Anoche?

Mis ojos recaen en la grabación. Poco a poco mi mirada cargada de pesar se deforma en impresión... y asco. Puedo sentir mis ojos expandirse, mi garganta cerrarse, mi abdomen contraerse como si hubiese recibido un golpe a puño suelto hasta arrancarme el aire y trozar mis costillas que se entierran en mis pulmones. Mucho peor incluso. Mi saliva sube a la boca con un sabor agrio que perturba el ácido de mi estómago, mi bilis sube.

— ¡NO! —Estallo en gritos comenzando a negar—. ¡NO! ¡DETENLO, YOONGI! ¡DETENLO! ¡NO QUIERO VER ESTO!

Se están desnudando. Se están...

— ¡YOONGI, POR FAVOR YA! —Me siento romper a llorar—. ¡YOONGI, DETENLO! ¡NO QUIERO VER! ¡NO QUIERO!

Mi mejor amigo... y. Wow.

Lo veo disfrutar, aferrarse al sillón e incluso tomar una llamada en el proceso. Sujetarlo del cuello, jadear, aferrarse a sus cuerpos viéndose fijo a los ojos, a Taehyung masturbarlo... coger. Ellos dos. No tengo palabras para expresar lo que siento.

Negación. No. Podría ser falso. No, esto no es falso. Son ellos. ¿Desde cuándo? Sí, es cierto que siempre hubo una relación extraña entre ellos dos cuando éramos más pequeños, pero jamás creí que fuese a desembocar en algo así.

Jimin sabía... Jimin es mi mejor amigo. Taehyung sabe que es mi mejor amigo. Dijo amarme. Juró amarme. Él... el arrepentimiento. ¿Pero entonces?

¿Entonces...?

Aquella misma sensación que resentí con Taehyung hace dos semanas me golpea. La sangre hierve, mi respiración se agita y la molestia aparece de forma repentina cobrando intensidad en cortos segundos. Exploto, aquella sensación de bulle y catarsis que se convierte en vómito verbal y arranques de violencia con dolores de cabeza se manifiesta.

— ¡VOY A MATARLOS, MALDITA SEA! —La brutalidad desgarradora con la cuál esas palabras brotan de mi boca me pasman incluso a mí—. ¡VOY A MATARLOS! ¡HIJOS DE PUTA! ¡VOY A MATARLOS!

Las lágrimas brotan en descontrol conforme aprieto mi quijada sintiendo la furia hacerme palpitar cada músculo y tendón de mi cuerpo. El sabor de la traición, el dolor, la profunda decepción y asco. Los minutos transcurren y mis sollozos no se calman, me voy drenando de a poco de cariño y compasión.

Son el mismo pedazo de mierda los dos, cortados por la misma puta tijera.

Siento un agarre frío en mi mentón que me obliga a elevar la mirada poco después. Yoongi me sujeta sin transmitir mucho con los ojos: es como ver al vacío y perderse en la piel de un muerto. Aunque lo que resulta perturbador para mí no es eso curiosamente, sino aquel brío protector con el cuál me toma. Con tanto cuidado. Es firme, sí, pero no me está lastimando.

—Huyeron —No rompe contacto visual conmigo—. Aún así es cuestión de tiempo antes de que los encuentre. Yo tengo mis propios asuntos pendientes con ellos.

—¿Qué asuntos...? —cuestiono con la voz rasposa debido al llanto.

Lo veo sonreír apenas. Esa misma sonrisa que Clara. Apenas brota de su boca, pero es transmitida por sus ojos.

— ¿Sabías que Jimin y yo cogíamos?

Paso saliva sintiéndome helar. El más alto se inclina apoyando su mano en el respaldo de la silla para acortar nuestra distancia. ¿Qué?

— ¿Su obsesión conmigo? ¿Lo ocurrido en nuestro viaje? ¿El contrato? ¿Que fue novio de Mingyu y le fue infiel conmigo? —Libera una escalofriante risa tras esto—. ¿Conoces realmente a Park Jimin, Jungkook?

La información me golpea como un tren a toda velocidad. No puedo hacer otra cosa que mantenerme en silencio y sentirme quebrar un poco más. ¿Jimin había hecho todo esto? ¿En qué momento? ¿Desde cuándo? ¿Por qué yo no sabía? ¿Por qué...?

Otra vez aquella sensación agridulce.

— Voy a encontrarlos y cuando eso ocurra, no me gustaría cargar con el peso de la mano dura yo solo. Me gustaría que también tuvieses la oportunidad de tomar justicia con mano propia.

Paso saliva.

— Además —Deja caer su cabeza a un costado—. Tú y yo vamos a pasar bastante tiempo juntos a partir de ahora. Es hora de que te vayas acostumbrando a tu nuevo estilo de vida. Puedes confiar en mí, te haré a mi medida; déjame enseñarte.

Sus dedos se deslizan por mi cuello sin quebrar el contacto visual. Debo procesar mucho, pero al menos mi atención batalla por retener todo esto.

— ¿Qué hace mi tío? —interrogo preparado para lo peor.

— Negocios —Yoongi eleva los hombros—. El trabajo sucio lo realiza su gente, al igual que todos los de su clase. Lavado de dinero, drogas, un poco de todo, ya sabes. Lo típico de muchas personas con fortunas incomparables.

Así que era eso. No me encuentro muy sorprendido.

— ¿Pero y si yo no quiero esto...? —Relamo mis labios—. Me siento perdido, pero si tuviese que elegir entre este mundo y mi sueño de estudios, la respuesta es obvia.

— ¿Y por qué no ambas? —inquiere cruzándose de brazos después de soltarme.

Crispo mis ojos observándolo confundido.

— Serías poderoso e inteligente: n estudiante modelo con una doble vida. No creo que seas el primero, pero sí puedo asegurarte que serías el mejor. Respetado en público y en las sombras, suena intrigante y fascinante, ¿no lo crees?

Mis sentidos se bloquean y mantengo fija la vista en la computadora. ¿Yo podía aspirar a algo así?

—Nada grandioso fue conseguido sin peligro, Jungkook.

—Nicolás Maquiavelo —murmuro.

— Ah, sin duda eres exquisito.

Una risa brota de mis labios en respuesta al estrés y el cúmulo de emociones. Esto es irreal. Toda esta situación es irreal de pies a cabeza como un sueño lúcido que amenaza con convertirse en una pesadilla. Surrealista, absurdo... quimérico.

¿Aceptar o no aceptar? ¿Cuál tomar? ¿Arriesgarme y lanzarme al vacío o resistirme y esperar a que mi fuerza de voluntad se agote? ¿Entrar en el juego o mantenerme firme a mis ideales morales? Nunca me ha gustado desviarme con facilidad, disfruto de acatarme a las normas, ¿pero qué recompensa había obtenido por ello?

Nada. De hecho diría que fue todo lo contrario.

— ¿Y bien Jungkook? —Presiona el maquiavélico chico.

Decisiones. No es momento de pensar en mis emociones, sino en lo más conveniente.

—Enséñame todo lo que sabes... —Mi mirada fatigada  se clava en el suelo—. Me prometí nunca más volver a ser débil. He estado fallando otra vez.

El agarre en mis muñecas y tobillos se aflojan y retiran tras lo susodicho. Me dejan libre para permitir que me incorpore y un arma pueda ser depositada en mi mano. Mis ojos se pierden en aquel frío y pesado objeto, pero me cede confort repentino y seguridad ante su tacto. Protegido. Es extraño.

— Eres mío ahora. Lo comprendes, ¿no? —Yoongi vuelve a expulsar el humo del cigarro con una sonrisa trastornada.

Ansia... satisfacción. Siempre tuve la sensación de que él esperaba algo de mí, aunque jamás comprendí el qué; presiento que me encuentro próximo a hacerlo.

— ¿Tuyo? —repito—. ¿Quién soy? ¿Tu jodido perro?

Se mofa liberando una risa nasal.

— Un muñeco —Acorta su distancia conmigo—. En blanco. Me tocará arrancar el algodón de tu interior y llenarlo con lo que más me guste. Coser tus heridas, cambiar tu expresión, tus medidas. Mejorarte. Eres mi proyecto personal.

— Me tienes mucha fe.

— No eres consciente de tu propio potencial, llega a ser decepcionante.

Regreso al arma de fuego entre mis manos llevándola directo al mentón del más alto. La reacción natural de sus hombres es sacar sus armas para apuntarme a mí, pero Yoongi no se inmuta en lo absoluto.

Qué macabro.

— No le tienes miedo a nada, ¿cierto? —interrogo.

Sonríe apagando el cigarro en modo de respuesta. Lo sujeto de la camisa antes de sonreír roto, la vesania impulsándome a lo que jamás creí ceder.

— Bien, entonces téjeme. Te acepto.

Seré tuyo.









.















.



FIN DEL LIBRO 1.

Continue Reading

You'll Also Like

5.7K 982 15
Kyungsoo se quedó allí observando cómo su esposo, Alfa Minho, de seis años, llevaba a su verdadero compañero Hyunjin a su manada. Aunque insistía en...
12.9K 1.9K 22
[EN CORRECCIÓN] Año 79 D.C. el volcán Vesubio hizo erupción, dejando a los habitantes de Pompeya sepultados bajo una gran capa de ceniza y fuego, hac...
495 61 1
Esta historia tiene sus años y sé que hay errores, está en ti si quieres leerla. Relato parte de la antología "El amor en tiempos de fanfics" del pe...
39.4K 6.9K 17
"NamJoon y SeokJin habían querido vivir un amor para siempre, tal y como la leyenda del puente decía, y el primero pensó que de esa forma, lo lograrí...