INNOCENT ; YOONMIN : + 21 ( C...

Bởi imbloodyparkdrog

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« Átame a ti a través del miedo, hazme adicto a tu dolor, deja que mi grotesco amor crezca en descontrol. Afé... Xem Thêm

antes de leer.
PRÓLOGO
PARTE I: DE UN INICIO CAÓTICO
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PARTE II: DE UNA RELACIÓN COMPLICADA
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PARTE III: DE UNA OBSESIÓN DESCONTROLADA
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nota.

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Bởi imbloodyparkdrog







31 de diciembre.





.






JIMIN POV


— ¿La mesa ya está impecable? — pregunta mi madre por enésima vez

— Impecable —repito.

—  No deben tardar en llegar, la cena ya casi está lista. Lleva las botanas a  la sala, por favor — Me extiende varios platos con pequeños cuadrados de queso,  aceitunas, galletas saladas, atún, carnes frías y demás cosas—. El  puré de manzana está por quedar.

Asiento y llevo la comida a la sala. Examino el comedor que por primera vez está lleno,  hemos tenido que traer una segunda mesa inclusive. ¿Por qué tanta gente?  Parece que mi madre se emocionó demasiado con eso de traer gente  conocidos y amigos. Incluso invitó gente de su trabajo.

El  timbre suena y mi madre por poco se va de bruces. Arreglo mi corbata y voy a  abrir observando a dos hombres en la entrada, ambos lucen de facciones un poco duras.

— Buenas noches —saludo con una sonrisa cortés—. Adelante.

— Muy amable —comenta el de cabello claro ingresando—. Tú debes ser Jimin. ¿No?

— Correcto.

— ¡Jimin — Mi madre hace acto de presencia con una sonrisa—. Te presento a mi jefe, Kyle Hanton.

— Mucho gusto —extiendo mi mano en dirección a él para que la estreche.

— El gusto es mío, Jimin —Asiente correspondiendo el gesto.

— Y este es mi compañero de trabajo, Derek Sullivan —prosigue mi madre ahora apuntando al hombre de cabello oscuro.

— Encantado de conocerle.

Ambos  hombres me devuelven la sonrisa formal antes de ingresar. Se  acomodan en la sala y conversan con mi madre de asuntos que apenas alcanzo a escuchar. Me gustaría integrarme, pero después el timbre vuelve a sonar anunciando otra llegada.

— ¡Aline! —exclamo con notorio entusiasmo abrazándola con fuerza.

— ¡Jimin! —Me estrecha con calidez entre sus brazos—. Mi rubio favorito.

— ¡Pasen! —Me abro paso para permitir que ella y su madre ingresen—. ¡Qué bueno que vinieron!

Justo detrás de ellas están los padres de Mingyu y claro, mi apuesto novio con una sonrisa exquisita. Tras saludar a los mayores me acerco veloz a él para abrazarlo y robarle un pequeño beso con absoluta discreción.

— Te extrañé... —murmura contra mi boca.

— También te extrañé. Están todos en la sala.

— No tardes.

Niego con una sonrisa viéndolo encaminarse junto a los adultos y sentarse junto a Aline. Libero un corto suspiro avanzando a la cocina para sacar mi celular y ver la hora. Las diez de la noche. Aún faltan dos horas.

Mantengo la vista en el chat de Jungkook que indica que su última conexión fue a las cuatro de la tarde. Me pregunto qué hará hoy, me comentó que su tío había recibido una visita y probablemente irían a cenar algo. Es deprimente ya que pensaba que estaría acá en año nuevo conmigo.

Otra vez el timbre.

Me arrastro con pesadez hasta ella guardando el celular en mi bolsillo, expandiendo los ojos con notoria sorpresa al ver a la persona allí.

— Señor Jeon —Mis cejas se elevan—. ¡Qué sorpresa!

— ¡Campeón! —Sonríe con aquel carisma notorio sacudiendo mi cabello—. ¿No sabías que venía?

— No, creí que estaría con Jungkook, pero es bueno verlo aquí. Pase, por favor.

— A él lo alcanzo el día de mañana —Me guiña el ojo—. Le mandaré tus saludos.

— Por favor.

Apenas cruza mi  madre y él se abrazan con fuerza sonriéndose cómplices poco antes que ella se separe. Un escalofrío me recorre al recordar cierta escena contraproducente, pero procuro olvidarme de ello. Hay muchas personas, vale, ahora comprendo  el porqué de dos mesas.

— Jimin, cielo — Me llama mi madre desde la cocina. Corro hacia ella saboreando en mi cabeza la cena—. ¿Puedes llevar el vino, por favor?

— Claro — Tomo las dos botellas—. ¿Esperamos a más gente?

— Sí, amor.

Asiento de nuevo y voy a llevar las botellas a la mesa. Mingyu me sonríe a la distancia, yo le  devuelvo el gesto hasta escuchar el timbre por cuarta ocasión.

Donde vuelva a escucharlo juro por Dios que...

— Señora Kim... —Mis cejas vuelven a elevarse, expandiendo aún más lo ojos—. ¡Taehyung!

Ambos me observan como si fuese alguna especie de bicho raro. Carraspeo la garganta y abro más la puerta para permitir el ingreso.

—Qué sorpresa —Procuro salvar la situación con una sonrisa—. Adelante. Bienvenidos.

— Gracias, Jimin —responde la madre de Taehyung con un tono gélido—. No tuve la oportunidad de conocerte en la  reunión de padres, pero será un honor conocer al prestigioso hijo de  Chaerin —Me escruta fijo—. ¿No?

La observo algo  confundido, pero sus ojos viajan hasta toparse con el señor Jeon. Sus  facciones parecen endurecerse al verlo tan cerca de mi madre, pero aún  así se digna a hacerme una sonrisa, probablemente falsa, y acercarse a  la sala.

Taehyung se mantiene en el marco de la puerta escrutando el interior sin moverse. Me es inevitable no elevar una ceja ante ello.

— ¿No vas a pasar? —Le presiono.

Pero no parece escucharme. Su semblante luce... perdido.

— Taehyung —Lo llamo acariciando su brazo. Por fin reacciona y observa en mi dirección—. Estás... ¿bien?

— ¿Hm? —Parece no haberme escuchado—. Gracias por la invitación. Con tu permiso.

Ingresa dejándome pasmado en la entrada. Volteo sobre mi hombro viéndolo alejarse, es extraño, incluso su andar se siente pesado. No se queda junto a su madre, de hecho lo primero que hace tras saludar es tomar una de las copas de champán y tomársela de un jalón.

Cuando regreso la vista a la entrada siento mi corazón paralizarse y mi sangre volverse hielo.

— ¿Qué haces acá? —espeto por inercia.

Yoongi me examina en silencio y eleva una ceja. Observo detrás suyo a sus padres viéndome confundidos, más el señor Min. Paso saliva al instante.

— ¡L-lo siento! — Me excuso avergonzado—. Pasen, por favor. Están en su casa.

— Gracias, Jimin —La señora Min ingresa jalando de su esposo y se detiene a acariciarme la mejilla—. Toma algo, luces tenso.

— Sí, lo prometo.

La pareja avanza a la sala.

Doy dos pasos al frente cuando vuelven a sujetarme. Me siento congelar volteando sobre mi hombro, cruzándome con Yoongi quien me examina con sus gélidos ojos grises perforando mi alma. Sus dedos ascienden por todo el largo de mi brazo mandándome un escalofrío hasta que me pega a su anatomía. Mi respiración se corta y agradezco por todos los Dioses que haya un semi-muro entre la entrada y la sala y así nadie puede vernos.

— Suéltame — Pido en voz baja tratando de zafarme, pero él afirma su agarre.

— Luces bien esta noche.

— Gracias —respondo procurando mantener la calma—. Tú también.

Sus ojos cenizos parecen brillar por un breve segundo hasta que finalmente me suelta. Camino rápidamente a la sala con Yoongi siguiéndome por detrás. Los invitados se encuentran saludando a la pareja.

— Sí, son Edgar y Loraine — Presenta mi madre a los nuevos invitados.

Observo de reojo a Yoongi quien tiene la mirada fija en Mingyu y éste también la tiene muy puesta en él. Puedo sentir el ambiente cortante entre ambos y dagas volar en todas direcciones, como dos perros a punto de brincar uno encima del otro. Puede ser atractivo, pero ahora mismo me siento tenso y algo incómodo. Me apuro a tomar lugar entre Aline y mi novio.

— Kyle, Derek, les presento a Edgar, su esposa e hijo — Presenta mi madre.

Se dan la mano en silencio y poco después Yoongi se va a sentar frente a mí, cerca de su tía y Taehyung. Siguen conversando aparentemente de un negocio de vinos de Kyle, todos escuchan con absoluta atención.

— ¿Chicos? — Llama mi madre — Bueno, los jóvenes.

Aline, Mingyu, Taehyung, Yoongi y yo volteamos.

— Pueden instalarse en la sala para no aburrirse —Ofrece ella.

— Claro, muchas gracias, señora Park —Se adelante Mingyu levantándose, Aline es la siguiente en ponerse de pie.

Paseo la mirada a Taehyung y Yoongi que lucen algo confundidos, pero el pelirrojo se levanta cuando su madre voltea a verlo con frialdad. Nos inclinamos frente a los adultos y salimos del círculo, todos siguiéndome de cerca hasta la terraza en el balcón con unas bebidas en mano.

— Es una noche agradable —Aline coloca sus brazos detrás del cuello de mi novio y el mío tomando espacio entre ambos—. ¿Les parece si después de la cena vamos a beber?

— ¡Sí! —La idea de inmediato me hace esbozar una sonrisa—. Hay que ir a Madison.

— ¿Otra vez? —Mingyu resopla—. La última vez acabé fatal.

— También tú —Se burla Aline—. Chico de la bebida amarilla.

Los dos estallamos en pequeñas risas cómplices bajo la mirada asesina de mi novio.

Volteo detrás mío, Taehyung se mantiene callado al igual que Yoongi. Cruzamos el pasillo hasta que el azabache se detiene frente a una puerta haciendo a los demás detenerse.

— Esta es tu habitación, ¿no? —inquiere señalando lo poco que se alcanza a ver.

— Sí, ¿por qué? —interrogo.

— Reconozco tu chaqueta naranja —Su tono se mantiene calmo—. Es de tus favoritas.

Aline me observa de soslayo. Vuelvo a avanzar no sin antes percibir cómo Yoongi voltea a ver a Mingyu con una pequeña sonrisa, siendo respondido con un levantamiento de ceja del adverso. Taehyung se mantiene atrás pasando su mirada de un chico al otro hasta cruza irritado entre ambos y se adelanta.

Finalmente alcanzamos la puerta transparente. La abro y brindo el acceso uno a uno, hay una mesa de madera y dos sofás extensos donde caben hasta seis personas.

— Adelante —ofrezco.

El pelirrojo y el azabache van a sentarse juntos, Aline y Mingyu frente a ellos. Yo por supuesto me siento a su lado dejando a mi novio en el centro conforme froto mis manos entre sí con un suspiro.

— Linda terraza —Mingyu rompe el silencio—. Me gusta.

— ¿Estudian con Mingyu y Jimin? —Aline les hace conversación a los primos quienes llevan por igual la vista a ella.

— Sí, pero nosotros vamos en primer año Universitario —responde Taehyung-

— Entiendo —Aline asiente.

— ¿Qué quieres estudiar, Taehyung? — pregunta Mingyu viéndolo

— Mi madre quiere que estudia economía —Se rasca la nariz—. Eso o ciencias políticas.

— Vaya — Mingyu eleva ambas cejas y observa a Yoongi—. ¿Y tú?

— Nada, estoy metido en la mafia —Responde con simpleza—. Vendo droga en Europa y soy sicario de vez en cuándo.

Taehyung aprieta sus labios para evitar reír, Aline también. Sin embargo Mingyu y yo nos mantenemos en silencio.

— Ya veo — Mi novio no parece tomarlo en serio y voltea a verme—. De ti ya sé.

— Médico, ¿no? Eso respondiste en la clase de francés —El azabache cabecea.

Mierda, ¿lo recuerda?

— Creí que tú y él no se llevaban —Mi novio me observa de reojo.

— No lo hacemos —respondo veloz.

— ¿No? — Yoongi voltea a verme ofendido.

— No — Le repito clavándole la mirada.

— Nos fuimos de viaje juntos — El azabache cabecea pensativo, yo me siento tensar—. Creí que había sido fructífero para ambos.

— El viaje que organizaron nuestras madres —acentúo.

— Y que tú aceptaste —Me señala.

— Fue muy amable por parte de tu madre invitarme — Vuelvo a ver a Yoongi sacando chispas por los ojos—. No me gusta ser descortés.

Logro percibir que Aline y Taehyung pasan la mirada de uno a otro.

— Te quedaste en mi departamento hace un par de días, creí que al menos me considerarías un amigo —responde con descaro fingiendo una pizca de decepción.

Taehyung que tiene su vaso de champán a la mano comienza a darle tragos al igual que Aline.

— ¿Departamento? —Mi novio cruza miradas conmigo—. ¿Cuándo?

— Iba caminando solo por la calle, trataron de asaltarme, pero Yoongi estuvo por allí. Me ayudó.

— Sí, le di comida, baño, hasta la cama. Creo que le hice muchos favores esa noche.

— ¡Sí y se agradece tu hospitalidad! —interrumpo agresivo advirtiendo con la mirada.

— ¿No fue el día en que salimos? —Mingyu frunce su ceño—. ¿En el parque? Te fuiste tarde.

— ¿Dos días antes de Navidad? — Min Yoongi vuelve a abordar la conversación.

— Ajá.

— Vaya. Entonces ese día ustedes salieron.

— Sí, ¿algún problema?

— No eres precisamente cuidadoso con él, a lo que veo — Vuelve a atacar Yoongi con una soberbia sonrisa.

— ¡Bien, ya basta! — Exclamo furioso, Taehyung se queda con la bebida en los labios—. ¿Qué mierda le sucede a ambos?

Me pasan de largo, se siguen manteniendo la vista. Aline realiza un pequeño mohín fijando la vista en la mesa.

— ¿Te gusta Jimin, Mingyu? —interroga el de ojos grises.

— ¿Y a ti?

El pálido y yo nos tensamos al instante. Llevo mi vista a él, pero se mantiene duro como una piedra, inclusive Taehyung desciende la mirada y muerde sus labios probablemente maldiciendo en su cabeza.

Un momento. ¿Me gustaba? Mis ojos caen en él y por primera vez me siento confundido. Nunca lo había pensado. ¿Él me gusta? No. ¿Sí? No. Me atrae. No me gusta. No siento algo romántico hacia él. No que yo sepa. No. ¿O sí?

— Tal vez —responde inesperadamente el de hebras oscuras.

El escalofrío me recorre las costillas y me retuerce los intestinos. Mi aire se me va como si me hubieran brindado el golpe de mi vida en pleno estómago. Mi respiración falla y observo al instante a Yoongi. No. No puede estar hablando en serio.

— Sería muy tarde — Mingyu me toma posesivo de forma repentina.

Las náuseas incrementan.

— ¿Por qué?

— Somos novios.

Siento el mundo derrumbarse con lentitud. Taehyung abre sus ojos perplejo y al instante sujeta del brazo a Yoongi apretándolo con visible fuerza. Mi corazón late más lento y la sangre se hiela bajo mi piel, martillazos me revuelven el estómago atreviéndome a dirigir los ojos a él.

Sus ojos se han oscurecido por completo al igual que su mirada. Mi cuerpo tiembla y por inercia me aferro a Mingyu al ver el aura tan sombría se alza sobre él. Mierda. Mierda. Mierda. El azabache se levanta de golpe, pero Taehyung reacciona y lo empuja hacia atrás.

— Basta, Min — Escucho que le alcanza a decir.

— ¿Cuál es tu jodido problema? — Mingyu también se levanta y se pone a la defensiva.

— ¡No, basta! — Exclamo yo también levantándome y apoyando mis manos en su pecho para detenerlo—. Por favor Mingyu, ninguna tontería.

Aline abre su boca sorprendida, pero se mantiene callada.

— ¿Novios? —repite Yoongi con un tono tan lúgubre que incluso siento a Mingyu tensarse—. ¿Desde hace cuánto?

— Desde aquella ocasión que salimos.

Taehyung me observa con suplica para que detenga esto. Yoongi se mantiene en silencio y dirige la vista a mí, espero lo peor, espero que se abalance y nos golpee o inicie una pelea. Pero no. Una sonrisa se dibuja con lentitud en su boca viéndome sin poder creerlo.

Y entiendo. Entiendo perfectamente lo que me está diciendo en silencio.

—Ya veo —Min luce bastante entretenido—. Pues felicidades.

Carajo.

— Se agradece, por ende te pido que no hagas comentarios desubicados —brava mi pareja.

— Tiende a ser bastante extremista, en todo caso —El de ojos ceniza sonríe gatuno—. Así que te recomiendo que le pongas algo de intensidad a su relación.

Mingyu lo observa confundido mientras que yo me siento temblar casi hasta quebrar.

— ¿Chicos? —Una voz femenina interrumpe, mierda mamá, gracias—. Ya va a estar la cena. Vengan, por favor.

Aline en la primera en huir. Mi novio escruta al de ojos ceniza una última vez antes de dirigir la vista a mí apretando los labios y alejarse veloz. Apenas cedo un paso para alcanzarlos siento que tiran de mí hacia atrás.

— Min, ya basta —Interviene el pelirrojo sujetándolo del hombro.

— Métete en tus jodidos asuntos —El azabache lo observa mordaz—. Me tienes con los huevos llenos, te mataría ahora mismo si no fueras mi familia.

Taehyung tensa su mirada observándome ahora a mí. Yo niego con la cabeza repetidas veces haciéndole saber que por favor ya no se meta. Parece entender ya que se aleja molesto tras soltar a su primo.

Mi espalda choca contra el susodicho llevando a que me remueva feroz, pero su mano y posición no ayudan mucho.

— La linda pareja feliz... —murmura en mi oreja haciéndome estremecer—. Ahora sí cruzaste el jodido límite, muñeco.

Muerdo su mano, pero él no la retira. Encajo mis dientes con mayor fuerza aunque me responde encajando ahora sus dientes en mi cuello. Libero un chillido y me remuevo con tanta violencia que ambos terminamos yendo al suelo, me aprieta contra la madera poco antes de iniciar un salvaje rastro de besos sobre mi cuello, succionando con tanta fuerza que quema. Me sigo revolcando debajo suyo, pero sus mordidas suben hasta mi mandíbula con tal posesión que siento mi cabeza volverse loca.

Pataleo y por fin logro empujarlo para correr al comedor. Cubro mi cuello cruzando veloz la sala escuchándolo detrás mío, pero no me detengo. Alcanzo el comedor con suma velocidad sintiendo mi respiración golear contra mi pecho. Me voy a sentar junto a mi madre bajo la vista de mi pareja que me observa preocupado, le cedo una sonrisa para calmarlo echando la silla hacia adelante.

Yoongi no demora en aparecer sentándose junto a su madre. Sonríe, pero se siente agria. El ambiente es tenso.

— Deseo agradecer a todos los que nos acompañan esta noche —inicia mi madre elevando el chamán—. Recibiremos año nuevo dentro de poco, me complace tenerlos aquí.

Todos elevan sus copas en respuesta esperando a que finalice.

— ¿Alguien desea brindar unas palabras antes de iniciar? —pregunta mi madre.

Mingyu eleva su mano. Puedo sentir mi ritmo cardíaco volverse loco. ¿No estará pensando en...?

— Oh, Mingyu. Adelante, corazón.

— Jimin y yo deseamos hacerles saber algo, ya que están nuestras familias reunidas —Se levanta con cuidado y me observa asintiendo.

No me jodas.

— Sea lo que sea no nos interesa al resto, pero gracias —Habla Yoongi acariciando el filo del cuchillo.

— ¡Min Yoongi! —Lo regaña su madre.

Puedo percibir que Kyle y Sullivan se observan de reojo.

— Jimin y yo somos novios —espeta en seco mi pareja.

Putísima mierda.

— ¿Qué? — Mi madre voltea a verme confundida—. ¿Eres gay?

— ¿Novios? —repiten los padres de Mingyu al unísono.

La respiración comienza a fallarme, Yoongi ríe.

— Bueno, si estamos entrando en dinámicas de confesar asuntos con Jimin, él y yo follamos en California.

— ¡YA BASTA! —vocifero.

Mi ritmo cardíaco se acelera.

— ¿QUÉ? — Mingyu voltea a verme escandalizado.

— ¡¿QUÉ?! — Le sigue mi madre esta vez y el padre de Jungkook abre la boca.

— ¡Min, Ya! —espeta su madre de nuevo rasguñándolo del hombro.

— Ocurrió en más de una ocasión, por cierto —prosigue Yoongi con una sonrisa.

— ¡NO TE ATREVISTE! —exclamo levantándome de golpe a la par que estampo las manos sobre la mesa.

— ¿No estamos jugando a contar secretos? —responde cínico.

— ¡Cállate ya! —interviene Taehyung.

— Por favor. Tú te tiraste a Jungkook, no trates de salvarte con tu morel retorcida — Yoongi lo observa con calma. Al unísono la madre de Taehyung y el padre de Jungkook dejan caer su champán al suelo.

— Hijo de perra, voy a matarte.

Taehyung se abalanza contra Yoongi tras decir esto y ambos caen al suelo de golpe. Ahogo un grito al igual que sus padres que intentan separarlos entre gritos. Mi respiración se atora en mi garganta y los demás invitados se encuentran helados.

Esto no está pasando.

Esto no está pasando.

Observó a K y a Sullivan sacar sus celulares y taclear unas cosas. Uno de ellos marca y debido al ruido parece ser yo el único que lo escucha.

— Procedan.

¿Qué?

Mi vista se vuelve a enfocar en la pelea. Los adultos por fin han logrado separar a las bestias, pero la mesa se ha vuelto un escándolo de gritos. Doy unos pasos atrás llevándome las manos a la cabeza a la par que aprieto los ojos.

— ¡Despierta... despierta! — Me exijo sintiendo las lágrimas de rabia a punto de brotar de mis ojos. No es un maldito sueño.

Escucho los gritos, las groserías y después unos fuertes brazos. Mingyu aparece en mi campo de visión sujetándome agresivo pasmando los ojos en mi cuello y aquellas mordidas.

— ¡Mingyu, espera! —suplico—. ¡ESPERA!

— Vete a la mierda, Jimin —sisea zafándose de mi agarre yendo directo a la puerta.

Trato de alcanzarlo entre gritos, pero mi madre me sujeta del brazo furiosa.

— ¿Qué hiciste? — Me grita viéndome entre lágrimas.

Estoy a punto de responder cuando escucho un fuerte disparo.

Un par de gritos se elevan al escuchar disparos cada vez más fuertes en el jardín y poco después los vidrios quebrarse. Mi madre me empuja echándonos al suelo justo cuando la puerta se abre con agresión permitiendo el ingreso de unos hombres vestidos de negro que comienzan a disparar sin vacile. Mis oídos pitan y las lágrimas suben a mis ojos.

Despierta. Despierta. Despierta.

Me tiran hacia arriba y tapan mi boca jalándome conforme un caos de gritos, disparos y golpes entre las familias y los hombres aparece en mi campo de visión. Grito pataleando hasta que veo a Yoongi golpear a un hombre con tanta fuerza que cae. Taehyung y él ruedan por el suelo y se levantan con los cuchillos a la mano antes de abalanzarse hacia aquellos hombres.

— ¡LLAMA A FORCRAFT! — Grita Yoongi — ¡LLAMA A FORCRAFT, TAEHYUNG!

Estoy a punto de ser jalado fuera del departamento cuando el azabache se abalanza sobre mí y taclea al hombre. Ruedan haciéndome jadear y caer al suelo en seco. Yoongi sujeta el cuchillo y lo entierra una vez en el brazo del hombre poco antes de extraerlo, abriendo una fuente de sangre que me salpica la cara y hace liberar un grito. Vuelve a enterrarlo en su rostro repetidas veces hasta que lo deforma por completo y los sesos bañan el suelo, me encuentro en shock. Mi cuerpo no responde.

Corre hacia mí y me toma para jalarme. Saca una pistola de la parte de atrás de su traje y comienza a disparar corriendo junto a mí.

— ¡NO! — Aúllo—. ¡YOONGI, NO! ¡MI MADRE!

— ¡NOS MATARÁN A TODOS SI NO SALIMOS AHORA! —vocifera tironeando con mayor tosquedad.

Uno de los hombres bloquea el pasillo y dispara apenas rozándome el brazo. Yoongi comienza a disparar y tres de los cuatro disparos que dan alcanzan al hombre provocando salpicaduras de sangre en la pared conforme él se desliza, dejando un trazo más grande de sangre que me hace tapar la boca. Escucho más gritos y disparos, pero nosotros ya estamos llegando a la terraza. El azabache se asoma al pasillo y cierra la puerta justo cuando otros disparos golpean contra ella.

— ¡YOONGI! —Le grito. Él muerde sus labios y observa el entorno, patea unas macetas y tira de mí.

— ¡BRINCA TRAS SUJETARTE DEL BARANDAL! ¡ESTÁN LOS CUBÍCULOS DE BASURA, DÉJATE CAER!

— ¡NO HARÉ ESO!

Más disparos y golpes que finalmente comienzan a quebrar el vidrio. Yoongi vuelve a afirmarse al cuchillo.

— ¡HAZLO YA! — Ruge.

Me acerco al borde y siento todos mis sentidos paralizarse. Observo detrás de mí al mayor y finalmente brinco sintiendo mi alma irse al abismo. Por fortuna logro sujetarme como me dice, balanceándome para acercarme a los basureros. Con las manos todavía ardiendo logro apenas percibir a Min en el borde apoyándose contra la el barandal con la pistola contra su pecho. Mis manos se deslizan, hago otro esfuerzo y me dejo caer con un pequeño grito contra las oscuras bolsas.

El golpe de mis piernas me inmoviliza y hace pegar un grito de dolor, pero aún así me arrastro me dejo caer fuera del compartimiento. Observo arriba. Un hombre acaba de brindarle un fuerte golpe en la mandíbula al azabache que le hace voltear hasta la cara. Siento mi pecho oprimirse, pero Yoongi se abalanza en su dirección enterrándole el cuchillo, aventándolo con todo y el arma blanca por la terraza, dejando caer el cuerpo que se hace pedazos al tocar el suelo.

Él brinca con una increíble agilidad y es en menos de un segundo ya se encuentra junto a mí jalando de mi brazo obligándome a correr a toda velocidad. Vamos tan rápido como nuestras nos lo permiten hasta que saca sus llaves haciendo sonar la Jeep que está aparcada a unos metros de nosotros.

— ¡ENTRA! —Ordena empapado de sangre—. ¡ENTRA YA!

Me abalanzo al interior de la camioneta junto con él conforme distinguimos unos disparos chocar contra el parabrisas. Él arranca agresivo casi chocando contra los árboles y empujándome al frente en un intento desesperado por huir. Otra camioneta se dirige a toda velocidad hacia nosotros y se detiene justo enfrente. Observo a Anthony Forcraft bajar con varios hombres que entran corriendo a los departamentos. Él voltea a vernos.

— ¡LLÉVALO LEJOS! — Grita él—. ¡MUY LEJOS, MIN!

Mi cuerpo no responde. El ruido ya no se escucha. Yoongi arranca a toda velocidad y me va gritando cosas que no escucho. Siento un potente mareo y mi alma arrastrarse hasta mis pies.

Todo se vuelve negro.














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