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Me había levantado y me dirigí a la cocina de la residencia para preparar algo y llevarle a Jake antes de que se levantara. Ava se encontraba de espaldas hablando por el celular, la iba a saludar, pero me detuve.
—Es que si me hubieran hecho caso no se hubieran equivocado y hubieran cazado al indicado.
Se me hizo un poco extraño, traté de no darle importancia porque seguramente no la tenía. Me vio y me saludó con la mano, para luego despedirse de la persona que estaba del otro lado del teléfono y terminar la llamada.
—Buenos días —le digo cuando termina.
—Buenos días —dijo con una sonrisa—. Qué raro verte por aquí en las mañanas.
—Sí, Jake es el de la cocina, yo no tanto —me reí.
—Sí, Jake siempre viene.
—Hoy pienso llevarle hago sencillo, porque tampoco sé mucho. Pensaba que unos huevos fritos, tocino y hot cakes con mantequilla, porque sí, él prefiere la mantequilla que la miel.
—Bueno, te deseo suerte. La comida de Jake está en la nevera de la derecha. —Comenzó a irse.
—Gracias. Oye Ava.
Se dio la vuelta para verme.
—Dime.
—No es por ser chismoso, pero ¿Con quién hablabas?
—Con mis padres.
Agaché la cabeza.
—Perdóname, es que...
—Las chicas ya me contaron, no te preocupes, entiendo tu preocupación.
—Está bien, de nuevo perdóname.
—No te preocupes, nos vemos luego. —Sonrió.
Era claro que Ava no tenía nada que ver con los chicos de las máscaras, no tenía sentido, era Ava. Había pasado toda la noche pensando en eso, temiendo por nuestra seguridad. Solo quería que todos estuviéramos bien. Ya habían pasado varios días de tranquilidad, pero eso no me ponía feliz porque seguí con esa espinita.
...
Jake seguía dormido. Coloqué su comida en su escritorio. Me metí a su cama y lo abracé, le besé la espalda y me quedé oliendo su cuello que a pesar de que aún seguía en la cama, se podía sentir muy bien el olor a su perfume. De la nada se dio la vuelta de forma brusca y nos encerró dentro de las sábanas.
—Atrapado —dijo intentando sonar como un monstruo.
—Oh, no, el monstruo me atrapó —dije tratando de sonar aterrorizado, para luego reírme.
Me abrazó y comenzó a darme besos como loco.
—Te amo, maldita sea. —Me volvió a besar.
—Contrólate —me burlé.
—Rayitos, tú me vuelves loco, de verdad.
—Detente que me sonrojo.
—Me gusta que te pongas rojo.
—Te amo... Aún no encuentro un apodo —me quejé conmigo mismo.
—Puedes decirme, no sé, ¿papi?
Y me reí, me reí como si hubiera visto el chiste o la caída más graciosa del mundo.
—¿De qué te ríes? Yo soy tu papi, todo tuyo.
—Obvio. Y cuidado que si te miro cerca de alguien más te arranco la cabeza. —Le di un tremendo beso—. Levántate que te preparé el desayuno.
—¿De verdad? —Acarició mi mejilla.
—Sí. —Le di un beso.
—Por cierto. —Tomó mi mano—. ¿Estás libre hoy?
—¿Por qué?
—Porque te tengo una sorpresa.
—¿Una sorpresa? —Sonreí ocultando mi emoción.
—Sí, nos vamos en la tarde.
—Está bien.
No podía adivinar que era, no tenía pistas. Al ser Jake podía ser cualquier cosa y no mala. Siempre se preocupaba por hacerme sentir bien. No podía quejarme de nada si estaba con él. Sin duda Jake era lo mejor que me había pasado en toda la vida. La mayoría de los momentos a su lado eran felices, y si discutíamos al final nos arreglábamos.
Sin duda podía quedarme durmiendo todo el día a su lado, sin hacer nada más que abrazarlo y disfrutar de su compañía. No me era suficiente lo que ya vivía con él, quería siempre estar pegado a él, pero fingía para que no se le subiera el ego. Jake era muy lindo, amable y amoroso, pero en el fondo guardaba su orgullo de chico guapo.
Me molestaba con ello y yo fingía, para que siempre al final termináramos besándonos. No importaba si estábamos solos o en público, siempre lo hacíamos y si Lisa estaba cerca nos tomaba una foto o comenzaba a grabarnos para subirnos a su cuenta ede TikTok.
Jake y yo nos asustamos la primera vez porque Lisa había subido un video de nosotros y sus fans se volvieron locos y comenzaron a seguirnos en Instagram, estábamos comiendo todos en el comedor universitario cuando de la nada nuestros teléfonos comenzaron a sonar y vibrar de tantas notificaciones. Y Lisa solo dijo:
—Perdón, subí un video suyo a mi cuenta de TikTok. —Sonrió y apretó los labios.
...
Estaba terminando de vestir para ir a la sorpresa que Jake me tenía. No sabía si ponerme unos tenis blancos o rosas. Estaba indeciso porque los blancos combinaban con mi camiseta, pero los rosas con mi chaleco suéter.
—Pero qué guapo mi novio. —Jake llegó por detrás y me tomó de la cintura para luego entrelazar sus manos en mi abdomen.
—Gracias. ¿Cuáles me pongo? —pregunté mostrándole los dos pares que tenía en las manos.
—Los rosas, pero, ambos se te ven bien —me besó el cuello.
—Detente porque si no te voy a amarrar de la cama y no iremos a ningún lado porque te quedaras a disfrutar de mis besos hasta que me canse, o sea nunca. —Sonreí viéndolo por el espejo que tenía enfrente.
—¿Premio o premio?
—Te amo, tonto. —Me puse los tenis rosas y lo tomé de la mano.
Ambos salimos y nos encontramos con Junseo que iba caminando por el pasillo.
—¡Vivan los enamorados!
Jake y yo solo nos sonrojamos y seguimos caminando. Jake me pidió que paráramos un momento porque tenía que comprar algo importante. Yo me quedé esperándolo en una banca, me tomé una selfie y estuve esperando hasta que regreso con dos licuados, uno para mí y otro para él.
Le agradecí y seguimos caminando. En el camino me encontré con unas flores que se veían hermosas en el césped. Eran moradas, arranque una y se la di a Jake.
—Para ti. —Se la entregué y él la tomó emocionado.
—Qué linda, te amo. —Me besó.
—Yo también te amo, ¿ya vamos a llegar?
Jake soltó una carcajada.
—Que impaciente, pero sí.
Ya comenzaba a ver el lago del campus, el cual se veía hermoso por las tardes, bueno, todo el tiempo se veía hermoso.
—¿Me traías al lago? —pregunté.
—Sí, y no, ya verás.
Seguimos caminando y ya quería ver. Jake me tapó los ojos y sentí que nos metimos a un lugar desconocido. También sentí que dejamos de caminar en césped y entramos a algo de madera inclinada. Jake me quitó la mano de los ojos y lo primero que vi fue el atardecer.
Era la mejor vista del atardecer el lago que jamás había visto. Luego vi que estábamos en un puente pequeño que nunca había visto, volteé a la derecha y podía ver los edificios un poco alejados de la universidad. El puente era de madera y tenía dibujos que aparentemente eran de los alumnos, unos estaban bien hechos y otros, bueno, al menos lo habían intentado.
Los dibujos estaban en la madera del puente, en todos lados, en el suelo y en él barandal.
—Jake, no lo puedo creer. Este lugar es precioso, ¿cómo es que no lo conocía? Esto es superromántico. —Solté un pequeño grito.
—Te mereces esto y más. Como ya lo has notado por los dibujos, este lugar es muy concurrido. Y ven que vamos a dibujar. Traje crayones. —Sonrió mostrándome la cajita de crayones que traía en la bolsa del pantalón.
Me acerqué a él y lo abracé.
—Solo debemos buscar un espacio lindo para dibujar y que sea visible.
Buscamos por todo el puente hasta que notamos que había un espacio limpio en el barandal. Ambos nos acercamos para ver y era perfecto. Jake abrió la cajita de los crayones.
—¿Qué colores utilizamos? —me preguntó mientras colocaba su mano en mi cintura.
—¿Qué te parece si utilizamos nuestros colores favoritos? —Lo vi a los ojos.
—Me parece genial, entonces tú, rosa y yo morado. —Colocó la cajita en el barandal y me dio el crayón rosa.
—¿Qué vamos a dibujar? —pregunté con emoción.
—¿Qué te parece si nos dibujamos?
—No sabía que podías hacer retratos.
—Sí. Cierra los ojos.
Los cerré y esperé a que él me dijera. Luego de un par de segundos me pidió que los abriera de nuevo. Al ver el primer dibujo me comencé a reír. Era él con una cabeza y cuerpo de palitos.
—Qué gran retrato —me burlé.
—Ahora tú —dijo tratando de aguantarse la risa.
Hice lo mismo, dibujar un círculo que era la cabeza, para luego hacer un palito o raya que sería el cuerpo y terminar con los brazos y piernas. Cuando terminé escribí nuestros nombres debajo de nuestros dibujos correspondientes. Jake hizo un corazón alrededor de ellos. Yo lo decoré con estrellitas y corazones chiquitos. Luego le tomé una foto.
—Me la envías.
—Claro. —Me quedé apreciándolo mientras él solo sonreía confundido.
—¿Tengo algo?
—Sí.
—¿Qué cosa?
—Mucha belleza. —Tomé su mejilla con mi mano derecha y la acaricié.
Él no supo qué decirme, solo me dio un beso.
—Lukas, nunca me voy a cansar de decírtelo, eres el amor de mi vida. Tú eres lo mejor que me pudo haber pasado, y si en este mundo deja de haber alguien que te ame, es porque ya no existo, porque mientras yo viva, serás amado.
—Jake, no me hagas llorar... Tú también eres lo más lindo que me pudo haber pasado, te amo y te amaré siempre incluso en el más allá, si es que existe.
Me abrazó y nos quedamos así por un rato. Luego nos sentamos en la orilla metiendo nuestros pies por el barandal para que colgaran. Nos tomamos de la mano y nos pusimos a ver el atardecer, era más precioso desde ahí. La corriente que sentía cuando estaba con Jake era inexplicable. Lo disfrutaba y mucho.
Una pequeña lágrima derramé, pero me la limpié antes de que él me viera. Podía sentir el amor, esa sensación de paz cuando nuestras manos se tomaban y conectábamos. Luego de tanto rogar, podía sentirlo, sentir que era dorado. Esa sensación en el pecho cada vez que lo veía, paz y tranquilidad por las mañanas al ver que ambos dormíamos en la misma cama.
Luego de que comenzara a anochecer volvimos a nuestra habitación, pero en nuestro correo que se encontraba en la entrada nos encontramos con dos cartas, una tenía el nombre de Jake y la otra el mío.
—Creo que ya sé qué es —dijo Jake
Entramos a nuestra habitación y las leímos. Eran invitaciones para el campamento de verano.
—Qué formal —mencioné.
—Sí, así es siempre. ¿Vamos a ir verdad?
—Sí, mi beca lo paga. Así que sí. —Sonreí.
Alguien tocó nuestra puerta, pero no teníamos idea de quién era porque ya era un poco tarde...
Holaaa, espero que todos estén bien. ¿Les gustó el capíyulo de hoy? Espero que sí, quiero saber sus opiniones, pero digan y no me dejen como payaso TT JAJAJAJA. Ya era hora de que pasara algo más rosa o como dijo Lukas, dorado jajaja. Y también como pudieron leer, el campamento de verano también se acerca.
Como pregunta final, ¿quién creen que llegó a tocar la puerta? ¿Será malo o bueno? Nos vemos en el siguiente capítulo.
#loschicosdelasmascaras