GROSERO ©

Od CitizenOfHeavenn

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Esto no es una historia normal. No hay tristeza, felicidad, risas, llantos como tal. Aquí hay más que esto... Viac

GROSERO
Prólogo
Capitulo 1
Capítulo 2
Capitulo 3
Capítulo 4
Capitulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capitulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Epílogo

Capítulo 33

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Od CitizenOfHeavenn

Nerviosamente seguí al auto en donde llevaban al grosero. Menos mal y salió Megan al rescate porque si no, me hubiera detenido en todos los semáforos posibles. Y cuando tenía ganas de hacerlo, sentía la voz del grosero en mi cabeza diciéndome que tenía que acelerar y que no había ningún auto.

Se detuvieron en una casa cerca al mar y algo abandonada. Muy fea, pero fea de todas las fealdades feas.

Definitivamente esa casa no será mía. Para nada.

Bueno, ahora, ¿qué debía hacer?

No tenía un arma con la cual defenderme, ésta vez veía más personal, y no es por menospreciar a mi querido sexo, pero era mujer, y con semejantes gorilas alrededor ya que iba a ser capaz de rescatar al Tarzán.

¡Qué bien! ¡Dije una metáfora!

Di reversa y puse el auto en marcha.

Espérame sentado junto al mar, grosero, para que de tu mano pueda caminar, y niño, no importa que se pase toda tu vida, pero espérame.

¿Qué? Tenía que ir por ayuda. Es la única forma que el grosero pueda salir de esta.

Me imagino que esa gente ya debe estar preparada. Me pregunto, ¿quién está detrás de todo esto? ¿Quién lo quiere en esta posición? ¿Habrá helado? ¿Cuál será su sabor favorito?

Me bajé tan rápido del auto que me caí al suelo y Batman vio, pero estaba teniendo una lucha consigo mismo acerca de ayudarme o reírse.

Hizo las dos.

-¡Suéltame!-Le fulminé con la mirada.

-Meg...-Le costaba respirar.

-No digas más nada.-Levanté una mano indignada.

¿Cuándo iba a dejar de lastimarme el mismo pie? Una tropezada más y era pirata.

Seguí mi camino hacia la casa-mansión del grosero, cuando me percaté de que Batman me estaba siguiendo.

-Meg, ¿dónde está Kyle?

Entré a la sala de estar y lo que veía no me gustaba nada.

Estaba los padres del grosero y Chase.

Sacudí mi cabeza y seguí adelante.

-¿Qué onda, Chase?-Saludé.

-Hola, Meg. ¿Te divertiste? ¿Por qué estás cojeando?

Su rostro sólo mostraba preocupación.

-Uggghh. Lo mismo de siempre, Chase.-Me quejé-. Muero por un helado. Ya vuelvo.

Sin saludar a los degenerados, fui a la cocina por dos potes de helado.

Abrir el refrigerador era como el paraíso para todo mi ser, no podía imaginar una vida sin ellos.

Tomé mis dos helados, y volví a la sala de estar, ellos aún estaban en la misma posición como me fui. Como si estuvieran esperando a que volviera.

Miré con desprecio para nada disimulado a sus padres y me puse en marcha para ir a mi habitación. Sin embargo, Chase me detuvo.

-Meg, ¿dónde está Kyle?

Ahora que me daba cuenta, Batman, Robin, Linterna verde y Flash estaban de pie como si algo raro estuviera pasando.

¿Algo raro pasaba?

-Ah, sí, Chase, voy a llevarle este helado. Ya vuelvo.

Giré y comencé a subir las escaleras, luego me detuve y volví a girar, y bajé las escaleras.

-Yo iba a necesitar algo en la sala de estar-dije confusa-. ¿Qué era?

-Meg, ¿estás bien? ¿Dónde está Kyle?

Como sí mi CD hubiese comenzado a reproducir, abrí mis ojos de par en par.

-Ay, Dios mío-susurré lo suficiente como para que me escucharan.

-Meg, ¿qué pasa?

Dejé los helados en una mesa, y así cojeando y todo, me dispuse a correr para cerrar la distancia entre las escaleras y la sala de estar donde me encontraba.

-Chase...Chase, se...se llevaron a Kyle-dije toda temblorosa y rápidamente.

-¿Qué?-Se levantó con cautela-. Chloe, ¿qué estás diciendo? ¿Quién se lo llevó?

-Yo... Ay, Dios, no se sí me va esperar toda su vida. Se suponía que caminaríamos frente al mar de la mano-dije ida.

-Chloe, ¿de qué estás hablando? ¿Dónde te va a esperar? ¿Sabes dónde está?

Al ver que no respondía, comenzó a sacudir mis hombros.

Los padres de Chase también se levantaron con cautela para ver que estaba ocurriendo con su hijo.

-¡Chloe! ¡Reacciona! ¡¿Sabes dónde está? ¡¿Lo sabes?!

Yo asentí.

-No sé qué lugar es, pero sé como llegar.

-Meg-me tomó de las mejillas-. Escúchame bien, linda. Estás en shock. ¿Crees que podrías hacer un esfuerzo por mantenerte en la tierra para poder ir a buscarlo?

Asentí después de unos largos segundos.

-Ustedes, ya oyeron. Tenemos que ir por Kyle.-Habló para los cuatro.

-Espera, Chase, ¿cómo así? Tú no vas a ningún lado.-Habló por primera vez el padre, después de que llegué.

-Me importa un carajo lo que tu pienses. Es mi hermano. Y tú ya no tienes ningún derecho sobre mí. Así que mantén tu culo fuera de esto o no respondo-Escupió.

Si hubiera estado en mi sano juicio, estuviera sorprendida por como Chase se había puesto los pantalones.

-Vamos, Meg.-Me abrazó de lado.

-Espera.-Lo detuve.

Salí de sus brazos, y corriendo fui por los helados, para luego volver a él.

-Chase, necesitamos muchos, pero muchos hombres y armas y herramientas. Y también busca Inteligentes porque yo no soy muy buena que digamos-comenté.

-Sí, jamás dudaría de tu instinto, Meg. Bat, necesitamos refuerzos.

Él asintió y se fue por otro lado.

Nosotros nos dirigimos con Robin en una camioneta y tan rápido como se pudo, lo puso en marcha. Junto con todo esos hombres que nos seguían.

Era un ejército.

Sí, también era una exagerada.

Yo le guiaba a Robin por dónde teníamos que coger para dirigirnos a la casa esa donde estaba el grosero.

Sinceramente, estaba nerviosa. Ahora mismo el grosero podría estar decapitado, ejecutado y todas aquellas palabras que terminaban en ado.

Y todo gracias a mí.

-Debes parar aquí, Robin-dije.

-¿Por qué?-Preguntó, mientras bajaba la velocidad.

-La casa está cerca y podemos ser descubierto por el personal que hay allí. Están por todos lados.

Robin pareció dudar de mi instinto hábil e inteligente.

-Confía en ella, Rob-soltó Chase.

Bueno, al menos alguien tenía una confianza en mí. Si, no era la mejor, pero, es todo o nada.

Robin se detuvo y en el mismo instante, todo los que estaban detrás de nosotros, se detuvieron.

-Por aquí.

Los comencé a guiar por los lados en donde no podía estar ninguna amenaza. Ellos estaban armados y aunque eso hacía que mis nervios aumentarán, tenía que hacerlo por el grosero.

Cuando logramos entrar a la casa, Chase me tomó del brazo.

-Meg, deja que alguien te respalde. Puede ser un peligro yendo tú adelante.

Sólo asentí. No quería discutir con él en estos momentos.

Seguíamos buscando por toda la enorme casa al grosero. Nos habíamos dividido para que se hiciera más rápido. Chase no se alejaba ni un segundo de mi lado.

Llegamos a lo que era la habitación principal. Todos entramos, y comenzamos a revisar pero no había rastro de él.

Me acerqué a la ventana, y lo que veían mis ojos me dio esperanza, y miedo a la vez.

El grosero estaba sentado cerca del mar en una silla, donde se veía que estaba atado, y habían tres personas alrededor. Pero no podía ver quién era la que estaba en cabeza de esto.

-Chase, ya sé dónde está. Tenemos que ir a...

Antes de que pudiera girarme completamente, ya tenía a un hombre apuntándome con un arma.

Chase no se había dado cuenta, y cuando lo hizo, vi como palideció y soltó una maldición por haberme descuidado.

¡No era una niña!

El gorila fue retrocediendo conmigo a la puerta. Chase sólo decía que mantuviera la calma.

Ay, ¿y ahora como salía de esta?

Piensa, Megan, piensa.

Ahora hay que pensar, pensar, si hay algún problema, ¡a pensar...!

¡Basta!

Vi que él me tenía aprisionada de una manera que me podía librar. Es decir, tenía un brazo alrededor de mi cuello, y el otro me apuntaba con el arma.

Así que tenía que arriesgarme.

De nuevo.

Con mi codo le golpeé duro en la costilla, y logré quitarme de su lado.

Cuando Chase quiso dispararle para poder escaparnos, ya él tenía el arma apuntando hacía a mí. Creí que era mi fin cuando escuché el gran ruido que hacia la bala al salir.

Me toqué por todos lados para ver en donde me había dado y si podía sobrevivir.

Nada. Estaba limpia.

Oh, por Dios. Chase.

Volteé rápidamente a ver a Chase y él...él estaba bien. Santo, él estaba bien.

Entonces, ¿quién...?

Vi que el gorila se cayó al suelo dejando ver a Batman con un arma apuntando.

Suspiré.

-Vamos a la parte de atrás de la casa. Allí está el grosero-dije un poco temblorosa.

-Tenemos que ser más cuidadosos.

Chase nos miró y Batman contestó con un asentimiento de cabeza.

-No está sólo. Ahí dos personas más con él.

-¿Reconociste a alguien, Meg?-Preguntó Chase.

-Nada. Los gorilas me obstruyeron la vista.

-Tenemos que acercarnos hasta allá sin hacer ningún ruido que pueda ponerlos en alerta-comentó Batman.

Chase llamó a algunos de los hombres que estaban con nosotros para que nos acompañaran. Otros, se quedaron allí vigilando para que no hubiera otro error como se había presentado hace un momento atrás.

Cuando llegamos allí, estaban dos gorilas con lo que se suponía que era el jefe, pero aún no se veía quién era la persona desgraciada que me hizo salir de mi zona de confort, para estar en estos aprietos.

Batman y algunos de los que venían con nosotros, comenzaron a rodear a los dos gorilas y a su jefe. Cuando se dieron cuenta de nuestra existencia, se pusieron alerta de inmediato.

Por suerte, uno de nosotros alcanzó a apuntar a un gorila, y Batman al otro.

El jefe enseguida se puso a la defensiva, y debido a esto, nos dimos cuenta de muchas cosas. ¿Por cual empiezo? Veamos:

•El jefe no era jefe. Era jefa.
•Los siglos no le sentaron bien a la tipa porque estaba demacrada.
•El chaleco que tenía, no combinaba por nada del mundo con la ropa que usaba.
•Ah, también, esa mujer era la ex del grosero.
•Y por último, digamos que era básicamente lo más importante, lo cual no dije porque ni si quiera sé como estoy reaccionando ahora. La cosa es que creo que me hice del uno y, no. No es una jodida broma. El grosero tenía una bomba.

Ahora entendía por qué estaba en una silla. Estaba atado y tenía una cinta en la boca. Y lo peor de todo, era que miraba con angustia y arrepentimiento.

Yo no podía con eso. No. Simplemente no.

-Un paso más, y morimos todos-Amenazó la rubia, la ex del grosero.

Cuando salgamos de esto, le iba a reclamar. ¡¿Cómo era posible qué estuviera con su ex?!

-¿Por qué haces esto, Candie?-Preguntó Chase con suma calma.

-Ay, Chase, hay muchas cosas que tú no tienes ni idea.

Sí, a nadie le interesa. ¿Acaso no ven que el grosero tenía una bomba, y que faltaban, prácticamente, cinco minutos para que voláramos en pedazos?

-Responde.

Ay, Chase, ¿por qué más lo va hacer? Obvio, bebé, el grosero es su crush.

Mierda, esa fue buena, Chloe. Chócalas, mamacita.

-¿Qué acaso no ves? Él-señaló al grosero-, es un maldito idiota. ¿Por qué tenía que jugar conmigo de esa manera? ¿Por qué simplemente no podía casarse conmigo?

Sí, definitivamente era una resentida.

-Candie, escucha-lo interrumpió-. Escuchar una mierda, Chase. No voy a permitir que este desgraciado se burle de mí. Y sé qué quiere hacerse el difícil conmigo.

Suspiró y movió su reseco cabello.

-Y si no es mío en vida, será mío en la muerte. ¿O no, mi amor?-Le besó en la frente.

Mierda. Si vuelves a hacer eso, te aseguro que no respondo, oxigenada.

Miré en el reloj, y estábamos a tres minutos y cuarenta segundos. Ya me estaba cagando.

Ella vio a dónde yo vi, y sonrió.

-Bueno, bebé, voy a dejar que te despidas de tu familia. Nos vemos en el más allá.

Soltó una risa de esas que sueltan las desquiciadas y lanzó el control, o lo que sea que tenía en manos, hacia el mar.

-Ya no pueden hacer nada.-Se encogió de hombros-. Vámonos, chicos.

Batman y el otro apretaron más para no dejarlos libre.

-Suéltenlos-ordenó Chase.

¿Pero, qué mierda, Chase?

Sorprendidos, lo hicieron.

-Avisen que se escapan-ordenó.

Yo enseguida corrí hacia el grosero y le quité la cinta de la boca bruscamente.

-¿Qué cojones hacías con tu ex?-Pregunté una vez que estaba ayudando a desatarlo.

-Joder, ¿tenemos que hablar de esto ahora?-miró con angustia.

-Está bien. Te la dejo pasar. Es más, sólo porque te tengo que contar una bomba-solté.

-Bueno, ya serían dos con esta que tengo, ¿no?

-Meg-llamó Chase.

-No, Chase. Él se merece saber lo que está pasando. Así que no vengas con tus cuentos de que no es el momento.

-Chase, cuida de todos. Por favor, váyanse.

-Y una mierda, Kyle. Tenemos que lograr desactivar esto. Pero hay que mantener la calma.-dijo Chase.

Él se acercó lentamente a mirar por encima la bomba.

Bueno, menos mal y Chase era inteligente porque por mí, le hubiera dicho enseguida a Candie, la que tiene crush, que me matara de una vez.

-Tenemos que encontrar el punto débil de esta bomba-susurró más para sí mismo, que para nosotros.

-Bueno, Chase, lo que sea que tengas que hacer, no cortes el cable rojo, porque el rojo siempre presenta peligro y pecado y todo lo que tenga que ver con lo malo-comenté.

-Meg, los cables son todos azules. ¿Qué tienes que decir en tu defensa?

-Yo quiero decir que se larguen y me dejen aquí, por favor.-interrumpió el grosero.

Estaba todo sudoroso y sexy, pero sudoroso.

-Ven aquí.-llamó Chase a uno de los que estaban con nosotros-. ¿Podrías ayudarme con esto?

Él asintió.

Yo estaba, yo ni si quiera sabía donde estaba. Estaba asustada. Esa cosa estaba por llegar a cero y el grosero iba a morir y yo no le iba a poder contar el chisme de sus padres.

Él me miraba, mientras Chase y el otro estaban chequeando la bomba y yo contaba mentalmente.

-Creo que si intentamos a la vez cortar los dos, podríamos retrasar un poco más el tiempo. Aunque no es seguro, es más probable que desactivarla.

-¿Tenemos algo con qué cortar los cables?-Preguntó Chase a Batman.

Él sacó dos pinzas que tenían en un maletín que no había notado hasta ahora.

-¿Cómo sabían que...?

-No es la primera vez que Candie nos hace esto.

-Bueno, o morimos, o nos salvamos-dijo el hombre.

-¿Listo?-Chase comentó.

Ay, ya eso decía treinta segundos y yo no sé que estaba haciendo con mi vida.

Yo sólo veía al grosero que me miraba y me decía que me fuera, y otra cosa que no supe descifrar porque estaba bloqueada mentalmente.

Antes de que los dos cortarán los cables, me acerqué al grosero, y le apreté fuertemente la mano. Si iba a morir, que fuéramos los dos. En esta romántica playa.

-¿Funcionó?-Preguntó Chase abriendo un ojo.

-¡Funcionó, mierda!-dijo el tipo.

-Bueno, tenemos cinco minutos más para sacarte de aquí, hermano.-Palmeó su hombro.

-Déjame morir, hombre.

-En tus sueños.

El tipo comenzó a desatar la bomba de donde el grosero la tenía. Y poco a poco fueron liberándolo.

-No vas a morir, no lo harás, ¿entiendes?-Le dije.

-Bueno, tenemos que salir de aquí porque esto no va a tardar en hacer su show.-el hombre comentó.

Tomó la bomba con cuidado, y la lanzó hacia el mar.

-Vamos, mierda, vamos. Apresúrense.

Todos comenzamos a correr, cuando veo que el grosero se cae.

-Hombre, levántate. Eso te pasa por no tomar nada para el calcio. ¡Chase, ayúdame!

Con todas mis fuerzas levanté al grosero y Chase se regresó y ayudó.

Cuando estuvimos un poco alejados del lugar, algo nos hizo elevar y lanzarnos lejos.

La bomba había explotado.

Y esto no era en las películas que todo era en cámara lenta, esto fue tan rápido que ni si quiera sabía que pasaba. Pero lo que si supe, fue el fuerte golpe que me di, y la abundante arena que tragué.

-¡¿Están bien?!-Preguntó Batman.

-¡Estamos bien, hombre!-gritó Chase.

-Hablaw porw ti, bwebwé-logré articular con la cantidad de arena que tenía en mi boca.

-¿Kyle? ¿Dónde está Kyle?-Preguntó Chase preocupado.

Todos comenzamos a buscar por todos lados debido a que él no respondía.

-¡¿Kyle?!

-¡Alláw!-Señalé a la orilla del mar.

Con dificultad, me acerqué hasta él.

Estaba inconsciente.

El grosero estaba inconsciente.

-Mierda, Evans, ¡levántate!-ordené.

-Meg, cálmate.

Chase comenzó a revisar al grosero para ver que le había pasado.

O sea, Chase, ¿también eres médico? ¿Cómo te digo ahora? El Barbie multifuncional.

-Está herido.

-¿Qué?-Pregunté.

-Escuchen, chicos, ¡está herido! ¡Tenemos que sacarlo de aquí lo más rápido!

Ahora que miraba, el grosero tenía toda su camisa llena de sangre. Ahora entendía por qué me miraba así.

O sea, Candie, ¿por qué no lo mataste y ya? ¿Tenías que ponerle una bomba?

-¡Evans, manténte despierto! ¡Evans!-lo sacudí.

-Meg-interrumpí a Chase, echándole arena en la boca.

-Evans, ¡me haces el favor y abres los ojos o te lleno de mocos!

Le pegué una bofetada, de tantas que le he dado y comencé a sacudirlo, hasta que se despertó. Y me dio una de esas sonrisas que te mojan las bragas.

No sabía si me las había mojado, o eran el agua de mar.

-¡Deja de dormir!-Ordené.

El tomó mi mano sin dejar su hermosa sonrisa. Sin embargo, me miraba con ojos tristes que hacían que te quebrara el corazón.

-Te amo, princesa-susurró.

¿Leyeron lo que dijo? Mi sueño se cumplió. ¡Mierda!

¡Me llamó princesa!

¡Chúpate esa, Amy!

Oh, esperen, ¿qué fue lo que dijo antes de eso?

-Eres, y siempre serás lo que mejor me pudo haber pasado en la vida. Nunca pensé que me enamoraría...perdidamente de una jodida estúpida cabeza hueca.

Oh, ahí sí no estaba herido, ¡¿verdad?!

Se rió el mismo.

Sí. Tu chiste no me hizo gracia. Era un chiste, ¿cierto?

-Pero no me arrepiento.-sonrió y cerró los ojos lentamente.

¿Qué?

¿Se murió? ¿Me dejó? O sea, se despierta para hablar, ¿pero no se mantiene despierto para cuando iba yo a hablar?

Idiota. Es un idiota.

-Mierda. Chase. No.-Comencé a decir estupideces.

-¡¿Qué?! ¡¿Me dejas así, idiota?! ¡¿Me dices que me amas y te vas?!

Me monte ahorcajadas en él y comencé a darle bofetadas para ver si funcionaba de nuevo.

-¡Des...pierta, Kyle! ¡Despierta que necesito decirte algo importante! ¡Mierda! ¡No seas idiota!

Estaba fuera de mí. No escuchaba lo que decía Chase o Batman o quién quiera que me estuviese hablando, sólo estaba concentrada en golpearle al otro idiota para que despertara.

-¡Necesito decirte lo de tus padres! ¡Levántate! ¡Te lo ordeno!

Nada. No conseguía respuestas de él. Y estaba tan angustiada, tan muerta por dentro al igual que él, que no me di cuenta que estaba llorando.

¡Yo quería al grosero conmigo!

-¡Despierta imbécil! ¡Despierta o te lleno de mocos de verdad!

Le pegaba más fuerte.

-Despierta... Necesito que te levantes. Necesito decirte que yo también te amo, Kyle-susurré sin ganas.

Todas las fuerzas que tenía, me las había gastado.

De pronto siento que me sacuden una y otra vez.

-¡Chloe! ¡¿Qué no me oyes?! ¡Reacciona! ¡Tenemos que irnos!

-No me...-Me sacudió más fuerte.

-¡El sólo está inconsciente, maldita sea! ¡Tenemos que irnos.

Y con una fuerza extraordinaria, Batman, me levantó y me puso en su hombro.

¡¿Dije todo por nada?!

Todo después de allí se volvió negro.

***

Desperté con un severo dolor de cabeza.

Esperen.

¡El grosero!

Me levanté tan bruscamente que casi mi cerebro se sale de su lugar.

-Mierda, Meg, con cuidado.

Chase me agarró para evitar que me cayera.

-¿Dónde estoy? ¿Dónde está, Kyle?

-Calma, preciosa. Estamos en el hospital. Kyle ya lo están atendiendo. Tranquilízate.-Me abrazó.

-¿Estará bien?-susurré.

-Estará bien.

Eso me tranquilizó un poquito.

-¿Por qué si quiera estoy en una habitación?-Pregunté.

-Porque te desmayaste, Megan.

-No, no es cierto. Sólo tenía sueño.-Me encogí de hombros.

-Escucha-tomó mi rostro-, estás en shock. Necesitas tranquilizarte. Tienes que estar en la tierra. ¿Me oyes?

¿Qué era lo que estaba diciendo Chase? ¿Cómo así que la tierra? ¿Ajá acaso estábamos en Marte o qué? ¿Por qué me decía cosas como esas?

-Meg, ¡no te vayas otra vez, joder!-Comenzó a sacudirme.

-¿Qué?

-Meg, escucha, escucha. ¡Joder, Meg, escucha!

¡Estoy escuchando!

-¡Deja de hablar en tu mente y escucha!

¿Hablar en mi mente? ¿Qué era eso de hablar...?

Sentí que mi cabeza giró bruscamente.

Sí, Chase me había pegado una bofetada.

-¡Te escucho!-exclamé.

-Meg, linda, no quise hacer eso. Pero tienes que mantenerte aquí. ¿Me entiendes? Te ha afectado todo esto. Tienes que mantenerte. ¿Sí? Por favor, hazlo por Kyle. Meg, te aseguro que yo pensé que eras así.

¿Qué estaba hablando Chase?

¡En la tierra! ¡Vete a la tierra!

Mierda, sí.

-Joder, ¿como no pude darme cuenta antes? ¡Es que nadie podría ser así!-Hablaba para sí mismo.

Oh, genial, y luego yo era la que no andaba en la tierra.

-¿De qué hablas, Chase?-Pregunté confundida.

Pero nunca llegó una respuesta, porque apareció el doctor con una sonrisa en su cara.

-Oh, ya despertó la bella durmiente.

Buh, tan cliché.

-Aburrido.-Puse mi pulgar al revés.

-¡Meg!-Me regañó Chase.

Me encogí de hombros.

-Veo que ya te sientes mejor.

-Veo que no es ciego.

Chase me envió una mirada fulminante.

-Señor Evans, creo que no va a ser necesario que se quede. Está bien. Sólo necesito que tome algunos medicamentos para el dolor de las leves contusiones que tiene, debido a lo que les ocurrió. Y algo para que logre relajarse.-El doctor le envió una mirada cómplice a Chase.

-Creí que el que estaba mal era Kyle-dije con sarcasmo.

Me ignoraron los hijos de sus madres.

-Por cierto, doctor, ¿cómo está, Kyle?-preguntó Chase con cierta preocupación.

-Bueno, lamentablemente... Kyle no está muy bien que digamos en estos momentos.-Hizo una mueca.

Mi corazón comenzó a latir rápidamente a medida que palidecía.

-¿Cómo...cómo dice?-dije temblorosamente.

El doctor me miró expectante.

-Sinceramente, señora Evans, él se va a morir...

¿Señora Evans? Nadie jamás me había llamado así.

Oye, cierto, ¿por qué no me habían llamado así? O sea, digo, era su esposa, se supone que mi apellido debía ser remplazado por el...

¡Esperen! ¡¿Qué dijo?!

-¡¿Qué?! ¡No...!

-Sí. Se va a morir de la risa cuando le cuente la cara que pusieron en estos momentos.

Comenzó a reír.

¿Qué clase de viejo desgraciado con una bata blanca, hijo de su mamá en tanguita era capaz de hacerme algo así?

Chase estaba impactado. Y el imbécil del doctor estaba rojo de la risa.

Oh, sí. Yo sabía que le podría dar un rojo oscuro.

Tomé la almohada de la camilla en donde estaba, y comencé a golpearlo con ella.

-Meg, detente-dijo Chase.

Ay, sí, Chase, ya me detuve.

Empezaba a darle más duro, tanto que me estaba cansando. Pero por orgullo seguía.

-¡Basta! ¡Me rindo!-decía el idiota del médico.

Yo seguía y seguía.

-Meg, detente, por favor.

-¿Qué está pasa...?

Entró una enfermera de sapa, y yo sin querer, le pegué a ella con la almohada. Bueno, sin querer queriendo.

Hubieran visto como rebotó su cabeza del descuido.

Lastimosamente dejé de pegarles porque, además de que me habían quitado la almohada, no paraba de reírme por lo que había pasado.

-¿Quiere que llame a seguridad?-preguntó la enfermera lambona al doctor.

Lo que debe a hacer es echarse más laca en aerosol a su cabello para que arregle el desastre que le hice con la almohada.

-No. Está bien. No se preocupe. Puede retirarse.

-Pero...

-Ahora.

Ella, confundida, salió de la habitación y de nuevo, quedamos los tres.

-Lo siento. No quería decir nada, pero debido a lo que pasó... No puedo. El señor Evans fue el que me mandó a hacerles esta broma.

Será idiota.

-¡¿Y usted por qué le hizo caso?!

-Sí. Estuvo muy mal, ¿eh?

Por primera vez en esta vida, Chase me daba la razón.

-Lo siento. Ya saben, es Kyle Evans...

-Sí. Sí. Deje así. ¿Podemos ir a verlo?

El doctor asintió.

-Pero quiero hablar con usted un momento, señor Evans.

-Claro. Meg, ¿puedes adelantarte?-Preguntó.

-Por supuesto. ¿Dónde está él?

-A dos habitaciones después de ésta-Respondió el doctor.

Asentí y salí de la habitación.

Esperen, ¿dos habitaciones? ¿Contando la número dos o él era la número dos?

Ughh. ¿Por qué no sólo me dio el número y ya?

Entré a la habitación número dos después de la mía, y habían personas desconocidas.

Todos los que estaban allí me quedaron viendo, incluso el enfermo.

-Eh, sólo pasaba por aquí a saludar. ¿Cómo sigues, vecino?-Levanté mi mano en forma de saludo-. Bueno, me voy.

Comencé a retroceder lentamente, abrí la puerta y salí de allí.

Vaya, eso si que fue incómodo.

La siguiente habitación si era la del estúpido grosero.

Cuando llegué, él estaba acostado, con una venda en la parte izquierda de su abdomen.

-Hola-saludó aún con los ojos cerrados.

-Bonita broma la que nos hiciste, ¿oíste?-Medio golpeé su hombro.

Él sonrió.

-Vamos, tenía que sacar provecho de toda esta situación. Además, alcancé a sentir unas cuantas bofetadas de alguien por ahí.

Rodé los ojos aunque sabía que no me vería.

-Vaya, moriría por besarle los pies a ese alguien-solté con sarcasmo.

El abrió los ojos aún sonriendo.

-Yo también-susurró sonriendo.

Tomó mi mano.

Esas corrientes eléctricas revivieron en mi interior.

-¿Por qué estás tan feliz?-Pregunté.

-¿Qué no ves? Estoy vivo, mujer. Y estoy contigo. Es más, ven. Quiero que te acuestes aquí conmigo.

Me haló, pero inmediatamente reaccioné.

Estaba molesta con él.

-¿Así? Pues dile eso a tu Candie.-Aparté la mirada con indiferencia.

El rió.

-¿Es en serio? Digo... Claro, voy a querer que se acueste aquí conmigo la misma persona que me trajo aquí.

Me encogí de hombros sin mirarlo.

-Con ese beso apasionado que te diste con ella.

-¡Santo! Fue ella la que me lo dio, en la frente. ¡Estaba a punto de volar en pedazos!

-Desde que inventaron las excusas, todo el mundo queda bien.-Me crucé de brazos.

El rió.

-Oh, vamos, nena, estoy vivo. Ven aquí.-Intentó tomarme la mano, pero yo la alejé.

-Ah, ¿sí? Estás vivo, y justamente te dormiste después de decirme algo importante y ni me dejaste responder. Eres un idiota.

Él me miró un poco confuso, pero luego captó lo que le quería decir.

-No estaba dormido. Me había desmayado. Tenía una bala dentro de mí.

-Ajá.

-Y si quieres, puedo decirte todo de nuevo. Anda, ven aquí.

Esta vez, no aparté mi mano para que la tomara.

Me acostó junto con él, así que yo tenía mi cabeza en su torso, y él tenía un brazo alrededor de mi cintura.

-Estaba asustada. Tienes que tener más cuidado con las novias que te consigues.

-Querrás decir, tener cuidado contigo. Porque por ahora, eres la única. Y eres mi esposa.

Yo me apegué más a él.

-¿Qué pasará con ella?-Pregunté.

-Chase se encargará de eso. No te preocupes.

-¿Y Kiara?

-Está aquí. Acaba de pasar a verme.

Afortunadamente, en los hospitales no dejaban entrar a niños. O sea, más grosero para mí.

-Yo también.

-Tú también, ¿qué?-Preguntó confundido.

Levanté mi cabeza para mirarlo a los ojos.

-Yo también te amo, Kyle.

Se quedó mirándome por unos segundos.

-Me llamaste Kyle-susurró sorprendido.

-Sí, ¿acaso no te llamas así? Porque si no te llamas... Oh, espera, antes de eso te dije que te amo, ¿lo escuchaste?-Le regañé.

El sonrió y luego me abrazó.

-Claramente-respondió.

Lo miré de nuevo. Y vi algo que no supe descifrar en sus ojos. ¿Estaba llorando? ¿Había felicidad en ellos?

-¿Estás llorando?

Bufó.

-Claro que no. O sea, soy un chico.

-Estás llorando-confirmé.

-Te amo.

Susurró y luego me besó lentamente.

-¿Te quedas conmigo?-Preguntó después del beso.

Yo sonreí.

-Me quedo contigo, Kyle.

Esta vez lo volví a besar.

Sé por qué me había preguntado eso. Lo había hecho por si quería irme de su lado, ya no estaba dispuesto a seguir con una farsa, y yo tampoco. Ahora lo íbamos a ser real.

Porque ahora todo era real.

Éramos él y yo.

-Oye, Kyle, ahora que estás despierto...

-Aún no me acostumbro a que me llames así-dijo sonriendo.

Rodé los ojos.

-Cállate y escúchame. Tus padres...

Antes que pudiera decir algo, entró Chase.

¡¿Nadie iba a dejar contarle el chisme?!

-Oh, llegué en mal momento. Lo siento, hermano. Hablamos luego-dijo Chase con una sonrisa antes de irse.

-¿Te acuerdas la otra vez que...?

-Sí. Cállate.

Dije algo irritada. Él rió.

¿Por qué reía tanto? Aunque me gustaba.

-Gracias por salvarme una vez más.

-Para eso estamos las heroínas, ¿no?

El rió asintiendo.

-Te amo, Megan Fox. La impostora, obvio-aclaró.

Y cuando quise reclamar, me besó.

-Yo también te amo, Kyle Grosero Evans.

Él me abrazó un poco más y me dio un beso en la frente.

Nos quedamos un rato en silencio hasta que me acordé lo de sus padres.

-Kyle, tus padres estuvieron allá. Y si vieras, los desgraciados, se hacían los preocupados por ti. Quién sabe a qué hora llegaron, porque cuando yo llegué por ayuda y por helados, que por cierto me los devoré todo por la ansiedad, ya ellos estaban allí.

No conseguí respuesta alguna.

-¿Kyle?

Levanté mi cabeza para verlo.

El idiota se había dormido.

-Ughhh. Si no estuvieras mal, te tirara de la cama.

Sabía que no me escucharía de todos modos.

Me volví a acostar en su torso.

Creo que era un nuevo comienzo, un nuevo comienzo para darle una segunda oportunidad a mi vida. Si quería ser feliz, tenía que hacerlo.

Aunque mi vida se hizo un enredo en cuanto ellos llegaron, cuando se desató, era mucho mejor que como estaba antes.

Podría decir que respiré.

Podría decir que ahora era libre, libre de ser quién era.

Podría decir que era hora de dejar a Megan Fox.

Era hora de poner los pies en la tierra, como decía Chase.

Hora de ser Chloe Adams al lado de las personas que me querían, al lado de Kyle, Chase, Kiara y la niña brillos. Porque ahora ellos eran mi familia. Y aunque no sé que me depara el futuro, o qué relación tendré con mis padres, estaba decidido de vivir el ahora con ellos. Con las personas que traían alegría a mi vida.

No sé si lo ignoré todo el tiempo debido a mi estupidez, pero me había enamorado de Kyle Evans. Algo incluso más fuerte de lo que pude haber sentido durante los dos años que estuve con Michael.

Creo que ahora sonreía, sonreía de verdad.

Estaba feliz de verdad. Ahora si había armado el rompecabezas con las piezas en su lugar correcto, ahora sí tenía esa pieza que faltaba en allí.

Y era él.

Era Kyle Evans.

Él era esa pieza que faltaba en mi rompecabezas.

En mi corazón.

Fin.

¿KHÉ? ¡¿SE ACABÓ?! ALGUIEN ME AYUDE ALGUIEN ME AYUDEEEEEEEEE.

¿Qué tal??????! Ah, la aguafiestas se quedó con las ganas de las notitas. Malvada esa. Lol.

¿QUÉ VA A SER DE MI VIDA AHORA?????? Me extrañaron? Digan que sí!!!! Quiero un helado😭😭😭😭

AÚN ES VIERNES EN MI PAÍS

Disculpen el retraso, bc no quería que se acabara, y estaba muy mal😭😭😭😭😭.

Oh, esperen, yo no tengo que disculparme de nada. Den gracias que la termine. Lol. *Le lanzan chanclas.*

Mi genteeeeeeee, jamás podría expresar lo agradecida que estoy con ustedes*pues con palabras, duh🌚*

Las amooooo.

Así que si quieren el epílogo PUNTUAL el VIERNES, deben ir ahora mismo a mis obras y leer "APARTMENT 201" hoy subí el primer capítulo. Y TIENE QUE TENER MUCHOS VOTOS Y COMENTARIOS.

Y SÍ, ESTOY PROMOCIONANDO MI OTRA HISTORIA AQUÍ Y CHANTAJEANDO A GENTE INOCENTE PORQUE ES MI HISTORIA LOCOH Y HAGO CON ELLA Y CON ELLAS LO QUE SE ME DAH LAH GANAH LOCOH. ASÍ QUE ALGUIEN SE ATREVAH AH DECIRMEH ALGOH LOCOH RESPECTO A ESTO LOCOH SE LAS VERA CONMIGO LOCOH.

YO HAGO LO QUE QUIERA CON QUIÉN QUIERA DONDE SEA Y CUANDO SEA.

Bueno, ya me tengo que ir. Mi mami quiere que haga aseo a esta hora. 😂😂

ESTE CAPÍTULO. EL ÚLTIMO ESTÁ DEDICADO PARA CADA UNA DE ESTAS PERSONAS QUE VOY A NOMBRAR Y QUE PASARON MILLONES DE CAPÍTULOS Y AHORA EN EL ÚLTIMO FUE QUE SE APRECIARON(es broma😂) Deben saber que estoy muy agradecida, locoh.

Aquí está, pretenciosas, su capítulo😒 (LOL😂)

@AnaCristina78
@angely14sep
@ashley22245
@SWAG_GIRL_OMG_
@Ld__Viky
@PamPalomo8
@CrazzyInLove
@DaniellStone
@Michel0526
@ValeryBeadles
@AdrianaReyes20
@FernandaAcostaa
@mafe-_-

¿¿¿¿¿¿+200 votos y +100 comentarios???????

Y ESCRIBO EN MAYÚSCULA PORQUE ME GUSTA, ME SIENTO FUERTE LOCOH. LOL.

NOS VEMOS EN EL EPÍLOGO, LOCOH, Y EN APARTMENT 201 LOCOH.

LAS JAMO CON JAMÓN, DIGO, CON JAMOR, LOCOH.

LAS RUDERZ LOCOH.

SÍGANME EN TWITTAH LOCOH:

@JXLEYSPINOSA <---LOCOH.

Instagram: @SGxrlStories<--- Promocionaré sus historias.

Leaaannn ''Aprendí a amar'' de

BESOS A TODA LA GENTAAAAA LOCOH QUE ME LEEEE.💋💋💋💋💋.

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