Su visitante del Palacio fue el eunuco Feng del Palacio Fengyi. El eunuco Feng estaba cumpliendo las órdenes de la Emperatriz, entregando los regalos que había otorgado a la mansión de Nan'an Hou para el Festival del Medio Otoño.
A diferencia de otros parientes que podían elegir recibir o no, una vez que llega un decreto de la Emperatriz, ya sea Lu Wancheng, Lu Qiaosong o incluso Liang Shi, todos tuvieron que soportar su mala condición y aceptar el edicto.
Después de no ver a Liang Shi durante muchos días, Lin Qingyu ahora vio que parecía diez años mayor; su maquillaje no pudo ocultar los cambios provocados por su enfermedad. Los ojos de Lu Qiaosong estaban hundidos, sus pasos eran débiles. Se podía ver con una sola mirada que había sido completamente vaciado. Comparado con ellos dos, Lu Wancheng, aunque estuvo enfermo por mucho más tiempo, aún mantuvo su comportamiento. Esto fue gracias a la medicina que le dio Lin Qingyu y también fue inseparable de su buena mentalidad.
Como la única persona en la Mansión de Nan'an Hou que estaba relacionada con la Emperatriz por sangre, los regalos de Lu Wancheng fueron sin duda los más preciados. Aparte de joyas y jade, tónicos y materiales medicinales, también había dos túnicas de piel de zorro que se pagaban como tributo desde el norte, varios rollos de sedas que se pagaban como tributo desde el sur y cajas de pasteles del mismo tipo que ser servían al Emperador. Todos estos obsequios debían ser entregados al Joven Maestro Hou y su esposa. En comparación, los obsequios de otras personas obviamente se dieron por simple formalidad.
Después de que todos recibieron sus regalos uno por uno, el eunuco Feng dijo: —El joven maestro Hou ha estado en la mente de la Emperatriz todo este tiempo. Ella instruyó especialmente a este sirviente para que preguntara por la salud del joven maestro Hou. ¿Cómo se ha sentido el joven maestro Hou recientemente?
Lu Wancheng sonrió y dijo:—Gracias a la Emperatriz por su preocupación. Me he estado sintiendo bastante bien.
El eunuco Feng volvió la mirada hacia Lin Qingyu.—Este debe ser el joven maestro Lin. Escuché que se mencionó que la Emperatriz había sido responsable del matrimonio entre el joven maestro Hou y el joven maestro Lin. Y, sin embargo, aún no ha visto al joven maestro Lin.
Lu Wancheng escuchó la implicación del eunuco Feng y la sonrisa en la comisura de sus labios se desvaneció un poco. El maestro de Nan'an Hou también escuchó lo que el eunuco Feng estaba tratando de insinuar y le lanzó a Liang Shi una mirada significativa. Sin embargo, desde su enfermedad, Liang Shi ha estado distraída e incluso en este momento, parecía estar en trance, con una expresión aturdida en su rostro. El maestro de Nan'an Hou no tuvo más remedio que decir: —Después del festival, mi esposa visitará el palacio para saludar a la Emperatriz. En ese momento, haré que traiga a la familia para dar las gracias.
El eunuco Feng asintió con satisfacción. —Eso es muy bueno. Entonces este sirviente no perturbará la reunión familiar del Maestro Hou.
El maestro de Nan'an Hou dijo cortésmente: —Entonces ten cuidado, eunuco Feng.
Todos regresaron al patio con sus regalos. Lin Qingyu hizo que Hua Lu empaquetara las cosas. Era la primera vez que Hua Lu veía esta seda entregada como tributo y tan pronto como la tocó, simplemente no pudo dejarla. —Nunca había visto un material tan ligero, debe ser muy fresco para usar en verano. Mañana iré a los sastres de la mansión y haré que usen esto para hacer ropa nueva para el Joven Maestro y el joven maestro Lin.
Lu Wancheng dijo: —Puedes dárselo a Qingyu. No lo necesitaré.
—Eh, ¿Por qué-
Huan Tong golpeó a Hua Lu con el dorso de la mano. Hua Lu se dio cuenta de su error y cerró la boca, avergonzada.
Lin Qingyu dijo: —Todos pueden retirarse.
Después de ser interrumpidos por el eunuco Feng, ninguno de los dos estaba de humor para seguir admirando la luna. Lu Wancheng siempre hablaba y siempre tenía una sonrisa en su rostro. Ahora que se había callado, incluso si no decía una palabra, se notaba que estaba molesto.
Lin Qingyu no sabía qué le molestaba. Él mismo estaba bastante molesto. Aunque ha llegado a considerar a Lu Wancheng como un amigo cercano, esto no significa que pueda perdonar este matrimonio. No había olvidado que fue la Emperatriz quien facilitó su matrimonio con Lu Wancheng. Debido a esto, es posible que nunca tenga una buena impresión de la Emperatriz, incluso si ella realmente se preocupara por Lu Wancheng.
Después de un largo silencio, Lu Wancheng dijo: —Qingyu, yo... no quiero que entres al Palacio.
Lin Qingyu estaba desconcertado. —¿Por qué?
Lu Wancheng murmuró en voz baja:—Yo simplemente... no quiero que lo hagas.
Lin Qingyu frunció el ceño. —Yo tampoco quiero ir al palacio a ver a la Emperatriz. Sin embargo, mientras sea admitido en la Oficina Médica Imperial, tarde o temprano, ingresaré al palacio.
Lu Wancheng pareció darse cuenta repentinamente y vacilante dijo: —Entonces, ¿No puedes entrar en la Oficina Médica Imperial?
Lin Qingyu estuvo en silencio por un tiempo. Su tono algo frío, —¿Hablas en serio?
Si este fuera Lu Wancheng realmente quería decir estas palabras, entonces se habrían conocido por nada.
Lu Wancheng sonrió amargamente y dijo—Será mejor que pretendas que nunca dije nada.
Al otro lado de la mansión, justo en frente de los sirvientes, el maestro de Nan'an Hou reprendió severamente a Liang Shi. Lu Niantao estaba junto a la puerta, esperando que el maestro de Nan'an Hou saliera de la habitación, deseando hablar bien de Liang Shi. El maestro de Nan'an Hou dijo con frialdad.—Será mejor que aconsejes a tu madre que actúe como la dueña de esta mansión. De lo contrario... hmph.
El corazón de Lu Niantao se hundió instantáneamente.
Era razonable que el maestro de Nan'an Hou estuviera tan insatisfecho. Su hijo se encontró con percances uno tras otro, y él, como padre, estaba naturalmente desconsolado. Pero la vida debe continuar y el honor de toda la familia Lu aún descansa sobre sus hombros. Liang Shi era su esposa, una con un título apropiado. Podía dejar la administración de la casa a su concubina y su nuera, pero cuando estaba afuera, Liang Shi aún necesitaba mantener las apariencias por su bien.
Lu Niantao entendió sus razones. Trató de persuadir pacientemente a Liang Shi para que se recuperara. Pero Liang Shi permaneció desanimada.—Qiaosong es mi único hijo. Ahora que está casi muerto, ¿En qué más puedo confiar?
—¿Pero el Hermano Mayor no permanecerá sin hijos? No importa si alguno de esas concubinas da a luz a niños en el futuro, o incluso si el Padre adopta a un niño de la rama, seguirás siendo la esposa oficial. ¿Cómo puedes decir que no tienes nada en lo que confiar?
Liang Shi dijo con tristeza: —¡De qué sirve ser una esposa oficial! A lo largo de los años, ¿No he sido lo suficientemente bueno con Lu Wancheng? ¡Y él todavía se volvió en mi contra!
Lu Niantao dijo ansiosamente: —¡Entonces todavía me tienes a mí, tu hija!
—Una hija. — La Señora Liang dijo con una sonrisa irónica: —Una hija se casará tarde o temprano. ¿Cómo podría confiar en ella?
—Entonces depende de con quién te cases.—Los ojos de Lu Niantao brillaron con un poco de conspiración:—Debes haber oído hablar de estas líneas del poema 'Hermanas y hermanos dividen la tierra, el brillo lamentable eleva el estado de la familia. Y así, en los corazones de los padres de todo el mundo, desear no el nacimiento de un hijo sino el nacimiento de una hija.' Si la hija se casa bien, ¿No honra esto a sus antepasados? Solo mira, ¿No es este también el caso de la actual Emperatriz ?
Liang Shi estaba atónita, todavía tenía lágrimas en los ojos. La Emperatriz... siempre ha sido alguien con quien se atrevía a enfadarse pero con quien no se atrevía a hablar. La hermana menor de la emperatriz fue la primera esposa del maestro de Nan'an Hou. Entonces, naturalmente, ella no se preocupó en absoluto por ella, que era solo la segunda esposa. Ni siquiera se pensó en sus dos hijos. En cuanto a los obsequios que se les dieron hoy, ni siquiera fueron una décima parte de los de Lu Wancheng. Durante tantos años, ha estado reprimiendo la ira en su corazón. Pero ella era la Emperatriz del palacio y su familia materna era la de Wen Guogong con mucho poder . No le quedó más remedio que tratar de ganarse el favor de ella.
—Estás bien.— Liang Shi enderezó la espalda. —No puedo seguir así. Tu madre quiere encontrar un buen matrimonio para ti. ¡Y cuando lo haga, nadie se atrevería a menospreciarnos a los tres!
Lu Niantao ya había alcanzado la edad del matrimonio y en los últimos dos años, la había estado vigilando. Muchas de las familias ricas de la capital estaban emparentadas por matrimonio y las señoras de las casas se conocían entre sí. Si quería encontrar una buena pareja para Lu Niantao, ya no podía encerrarse en la mansión. Necesitaba moverse. Tal vez entrar al palacio para agradecer a la Emperatriz sea una oportunidad.
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Al día siguiente, Liang Shi se 'recuperó por completo' de su enfermedad. Entregó una solicitud para ingresar al Palacio y, después de recibir el permiso de la Emperatriz, envió a alguien a entregar un mensaje al Pabellón del Viento Azul, pidiéndole a Lin Qingyu que se preparara para ingresar al Palacio con ella.
Lin Qingyu pensó que era simplemente ridículo: —Yo, un hombre, inesperadamente se me permite visitar el palacio del harén. Simplemente no tiene precedentes.
—No puedes decir eso. —Lu Wancheng, que estaba acostado en la cama, dijo: —Los médicos imperiales que tratan a las concubinas también pueden entrar y salir del harén.
Lin Qingyu lo miró. —Seguro que sabes hablar.
Lu Wancheng dijo en voz baja:—Qingyu, quiero ir contigo.
Lin Qingyu pensó que quería ver a su tía y dijo: —Habrá otras oportunidades en el futuro...
Dada la honorable identidad del señor del palacio, no se permitía la entrada a personas enfermas, para que no trajeran consigo el aura de la enfermedad.
Lin Qingyu normalmente vestía de manera muy sencilla, pero al entrar al Palacio para dar las gracias, necesitaba ponerse ropa más extravagante. Lu Wancheng observó cómo Huan Tong ataba un cinturón de jade alrededor de su cintura. No pudo evitar pensar que podía rodear la cintura de Ling Qingyu con sus dos manos; con eso, se refería a usar sus manos originales, por supuesto.
Una vez que Lin Qingyu terminó de vestirse, las grandes túnicas chinas no parecían voluminosas en lo más mínimo, sino que lo hacían parecer no contaminado por el mundo. Cuanto más lo miraba Lu Wancheng, más incómodo se sentía. Cuando Lin Qingyu estaba a punto de salir, no pudo evitar soltar: —Qingyu, ¿Por qué mejor no vas? Solo di que te has enfermado repentinamente...
—No tengo objeciones, pero ¿Puedes darme una razón?— Lin Qingyu siempre supo que Lu Wancheng le estaba ocultando algo.
Lu Wancheng hizo una pausa y dijo:—No quiero que el príncipe heredero te vea.
—¿Por qué?
Después de un momento de vacilación, Lu Wancheng fingió estar relajado y dijo:—¿No es porque te ves demasiado bien? Me temo que esa escoria del príncipe heredero se encaprichará contigo. Oh, además del príncipe heredero, también debes tener cuidado con el Emperador. A los hombres mayores les gustan los jóvenes y hermosos...
Lin Qingyu: —...
Al ver la expresión de Lin Qingyu de "joder, te creo", Lu Wancheng se rió entre dientes y dijo: —Qingyu, realmente tengo miedo.
Lin Qingyu se quedó callado por un momento y luego dijo pacientemente: —Después del Festival del Medio Otoño, es el grupo de caza imperial. En este momento, el príncipe heredero y todos los demás príncipes deberían estar en los terrenos de caza, acompañando al Emperador. No me cruzaré con ellos.
Al escuchar esto, Lu Wancheng se sintió un poco aliviado. —¿Está seguro?
—En.—Todos los años, en otoño, su padre formaba parte del séquito acompañante. Esto, lo recordaba muy claramente.
Lu Wancheng respiró aliviado. —Entonces vete. Causa una buena impresión frente a la Emperatriz y regresa rápidamente.
Lin Qingyu y la pareja de madre e hija compartieron un carruaje al Palacio. No fue difícil ver que Liang Shi y Lu Niantao se habían vestido muy meticulosamente. Liang Shi había eliminado su anterior estado desanimado. Estaba vestida con ropa oficial de la corte; refinada, elegante y serena. Lu Niantao vestía faldas de seda azul ahumado. Era como una flor de loto que acababa de aparecer sobre el agua; apareciendo lo suficientemente fresca y limpia como para conmover a quienes la veían.
El carruaje se detuvo ante la puerta del palacio. Tuvieron que hacer el resto del camino a pie. Lin Qingyu miró la placa en lo alto de la puerta del palacio. Hace un año, nunca hubiera imaginado que la primera vez que entraría al palacio sería como una esposa masculina.
Los tres siguieron al eunuco que dirigía el camino hacia el Palacio Fengyi. El eunuco Feng, estaba allí para saludarlos. —Señora, Joven maestro Lin, joven señorita, están todos aquí. Por favor, siga a este sirviente adentro.
En el salón principal del Palacio Fengyi, Lin Qingyu conoció a la madre de Dayu, la Emperatriz Wen.
La Emperatriz Wen y Liang Shi tenían edades similares. Aunque estaba entrando en años, pero como la madre del país, nadie podía igualar su manera imponente. Los invitó a los tres a sentarse e intercambió saludos tibios con Liang Shi antes de concentrarse en Lin Qingyu.
Con tales rasgos y porte, aunque nació normal, sin duda hizo una buena pareja para el único hijo de su hermana.
La Emperatriz Wen dijo: —Escuché que el cuerpo de Wancheng ha mejorado mucho desde que te casaste con la Mansión de Hou. Parece que mi pedido al Emperador de otorgarles este matrimonio a ustedes dos no fue en vano.
Como si fuera un gran favor, Je.
En su corazón, Lin Qingyu estaba absolutamente disgustado. Pero sabía que el Palacio era diferente a la mansión de Hou, y en este momento, frente a la Emperatriz, lo único que podía hacer era resistir.
La Emperatriz Wen volvió a hablar: —¿Eres tú quien cuida la salud de Wancheng ahora?
Lin Qingyu captó una bocanada del incienso único del Palacio Fengyi y dijo: —Sí.
La emperatriz Wen asintió con aprobación. —Como se esperaba del hijo de Lin Yuanpan.
Todas las palabras de la Emperatriz Wen giraron en torno a Lu Wancheng. Salvo por la cortesía inicial, nunca dijo una palabra a la pareja de madre e hija. Madre e hija quedaron afuera en el frío, pero tuvieron que mantener una sonrisa respetuosa en sus rostros.
Mientras hablaban, el eunuco Feng entró e informó: —Emperatriz, Su Alteza Real, el príncipe heredero, se dirige hacia el Palacio Fengyi. Debe venir a presentar sus respetos.
Lin Qingyu frunció el ceño levemente. ¿Por qué aparecería el príncipe heredero en el Palacio Fengyi en este momento?
La Emperatriz Wen también tenía la misma pregunta. —¿No fue el príncipe heredero a cazar con el Emperador?
El eunuco Feng dijo: —El Emperador accidentalmente se resfrió y regresó temprano.
Aunque el príncipe heredero estaba a cargo de la concubina Chen, la emperatriz era su madre , después de todo. Cuando regresó de salir, naturalmente quería ir primero al Palacio Fengyi para saludarla.
Lin Qingyu no tenía miedo de ver al príncipe heredero, pero como Lu Wancheng no quería que lo viera, no lo haría.
Lin Qingyu se levantó y dijo: —Dado que el príncipe heredero está aquí, nos despediremos primero.
Lu Niantao abrió la boca, como si fuera a decir algo. La Emperatriz Wen asintió y le pidió al eunuco Feng que los guiara fuera del Palacio Fengyi.
Al salir del Palacio Fengyi, Lin Qingyu vio a un hombre joven, con una corona de jade en la cabeza y vistiendo túnicas de dragón de color oscuro, que venía desde la distancia. Inmediatamente aceleró el paso. Lu Niantao, que estaba con él, dijo: —¿Por qué la cuñada tiene tanta prisa por irse? El Príncipe Heredero está justo en frente de nosotros. ¿No sería grosero si no vamos a saludarlo y presentarle nuestros respetos?
Lin Qingyu dijo con frialdad: —¿Y tú, una chica soltera, que toma la iniciativa de saludarlo, sería considerada educada?
Lu Niantao se avergonzó y se quedó en silencio, con el rostro enrojecido. Y, sin embargo, era como si le hubieran echado raíces bajo los pies y no estuviera dispuesta a dar un paso más. Debido a su retraso, el príncipe heredero ya había llegado frente a ellos y Lin Qingyu no tuvo más remedio que saludar con el eunuco Feng. —Saludos a Su Alteza Real.
El príncipe poseía una apariencia sobresaliente. Era guapo y refinado. Además, como heredero al trono, tenía un estatus distinguido. No es de extrañar que Lu Niantao tenga tales diseños.
Elevándose sobre ellos, el príncipe heredero los miró. Sus ojos pasaron por encima de Liang Shi y Lu Niantao, y se posaron en Lin Qingyu. —¿Quién eres tú? ¿Cómo puedes visitar el harén imperial?
El eunuco Feng dijo:—Su Alteza, este es el joven maestro Lin de la Mansión de Nan'an Hou, el hijo de Lin Yuanpan.
—El joven maestro Lin —el príncipe entrecerró los ojos,—¿Esa esposa masculina?
—Exactamente.
El príncipe heredero dijo con gran interés: —Mira hacia arriba.
Lin Qingyu: —...
—¿No me escuchaste hablar contigo?
No puedo oírte; vete.
Lin Qingyu respiró hondo. Con los ojos bajos, levantó lentamente la cabeza.
El príncipe heredero vio el lunar en forma de lágrima en el rabillo del ojo y sus pupilas se encogieron repentinamente, su respiración se aceleró.
El eunuco Feng ha estado en el palacio durante muchos años y estaba acostumbrado a discernir los pensamientos de una persona a partir de su lenguaje corporal. Recordó en voz baja: —Príncipe Heredero, la Emperatriz te está esperando.
Era como si el precio de la corona despertara de un sueño. Se dio cuenta de su error, pero sus ojos permanecieron firmemente fijos en Lin Qingyu.—¿Cuál es su nombre?
—... Lin Qingyu.
—Lin Qingyu. —La comisura de los labios del príncipe heredero se curvó y dijo con una media sonrisa: —Te recordaré. —Después de decir eso, se dio la vuelta y entró en el Palacio Fengyi.
De repente, Lin Qingyu sintió que "Qingyu es toda mi pasión" de Lu Wancheng. no sonaba tan repulsivo.
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De vuelta en la mansión, Lin Qingyu se quitó la ropa elegante y encontró a Lu Wancheng en el dormitorio. Lu Wancheng parecía haber estado luchando contra el sueño durante mucho tiempo. Bostezó y dijo: —¿Has vuelto? Oye, ¿Por qué te cambiaste de ropa? Todavía no te he visto lo suficiente...
—Vi al príncipe heredero en el palacio hoy.
Lu Wancheng se quedó atónito por un momento. Entonces su somnolencia se desvaneció. —¿Cómo?
Lin Qingyu le contó todo lo que había sucedido en el Palacio Fengyi. Mientras Lu Wancheng escuchaba, sus ojos se nublaron gradualmente y se echó hacia atrás. Él susurró: —Mierda.
Lin Qingyu levantó las cejas.—¿Hay algún problema? El príncipe heredero, él...
Lu Wancheng mostró su sonrisa habitual. —Ustedes dos se han conocido, no hay forma de evitarlo. El Médico Lin, es libre de hacer lo que quiera. Deja el resto para que otros se preocupe.
La noche, Lin Qingyu se despertó de su sueño ligero con una tos tranquila. Abrió los ojos y vio la luz de una vela detrás de la pantalla. Se bajó del luohan y caminó alrededor de la pantalla. Vio a Lu Wancheng sentado a la mesa, vestido con su pijama, con un abrigo sobre los hombros. Mientras tosía, estaba escribiendo algo. Al verlo venir, dijo: —¿Te desperté? Lo siento, no pude contenerme... tos.
Lin Qingyu le sirvió un vaso de agua tibia. —Es muy tarde, ¿Qué haces levantada en lugar de dormir?
Lu Wancheng dejó de escribir, se llevó el puño a los labios y soltó un par de toses. Él dijo: —Estoy pensando en algo.
Lin Qingyu miró hacia abajo y vio varios nombres y dos símbolos extraños escritos en el pergamino: [Región del Norte], Xiao Cheng y Shen Huaishi (?), Xiao Jie y el pequeño eunuco, Xiao Li (X) y Emperatriz.
—Xiao Cheng, Xiao Jie y Xiao Li son los nombres de los tres príncipes. —Lin Qingyu bajó la voz, —Wancheng, ¿En qué estás pensando?
Al ver la expresión grave de Lin Qingyu, Lu Wancheng sonrió y dijo: —Solo estoy escribiendo lo que sea, no te preocupes por eso.— Diciendo eso, dobló el pergamino por la mitad y lo quemó usando la llama de la vela.
La intuición le dijo a Lin Qingyu que Lu Wancheng no estaba haciendo algo tan simple como escribir casualmente.
Él... tenía un plan que involucraba a los príncipes.
¿Por qué?
Lu Wancheng no tenía la costumbre de salir de la mansión. Incluso si la Emperatriz era su tía biológica, nunca se enredó con ninguna de las fuerzas en el Palacio. ¿Podría ser por la Mansión de Nan'an Hou?
El maestro de Nan'an Hou fue un importante ministro de la corte. Fue muy apreciado por el Emperador precisamente porque nunca se involucró en disputas políticas. Mientras se mantenga dentro como un perro, permanezca leal al Emperador y al príncipe heredero en el futuro, la mansión de Nan'an Hou seguirá prosperando. Lu Wancheng no necesitaba hacer nada en absoluto.
Entonces, eso es para...
Lin Qingyu preguntó en voz baja: —... ¿Es para mí?
Lu Wancheng se quedó momentáneamente en silencio. Mitad verdad y mitad mentira, dijo: —Así es, mira lo bueno que soy contigo. Estoy a un paso de patear el balde y aquí estoy, todavía preocupándome por esta última cosa para ti.— Una mano arrastró su mejilla mientras que la otra inconscientemente comenzó a girar. Bajo la radiante luz de las velas, dirigió una sonrisa a Lin Qingyu.—Es por eso que este otoño, tienes que ser un poco más amable conmigo. No puedes actuar ferozmente conmigo, ¿De acuerdo?
Manchas de tinta se arremolinaban en la punta del bolígrafo. Mientras Lin Qingyu miraba las manchas oscuras que caían sobre su ropa de cama, no podía decir qué estaba sintiendo.