MÁLAGA 82

De nuriaverde2020

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Sara Rojas es una adolescente que no tiene amigos. La novela relata la historia de Sara y Margarita, alumnas... Mai multe

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capitulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 51
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54
Capítulo 55
Capítulo 56
Capítulo 57
Capítulo 58
Capítulo 59
Capítulo 60
Capítulo 62
Capítulo 63
Capítulo 64
Capítulo 65
Capítulo 66
Capítulo 67
Capítulo 68
Capítulo 69
Capítulo 70
Capítulo 71
Capítulo 72
Capítulo 73
Capítulo 74
Capítulo 75
Capítulo 77
Capítulo 78
Capítulo 79
Capítulo 80
Capítulo 81
Capítulo 82
Capítulo 83
Capítulo 84
Capítulo 85
Capítulo 86
Capítulo 87
Capítulo 88
Capítulo 89
Capítulo 90
Capítulo 91
Capítulo 98
Capítulo 100

Capítulo 30

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De nuriaverde2020

En el colegio León XIII presencio una escena que me encoge el corazón. Mari aka "La mosca", la sádica profesora de literatura que sustituye a Amelia, mi ángel, le dice a Margarita con un tono frío: 

-Lee "Crimen y castigo" en alto. 

Margarita se bloquea. Me he dado cuenta de que le cuesta leer. Me he dado cuenta de que cree que es tonta. Eso le atormenta porque sus padres dedican su atención a David, su hermano pequeño, aka "peque cabrón", el listo, el que va a triunfar en la vida, el niño dorado. Ella lo pasa mal. Sólo el amor que siento por ella, sólo esa dulce sensación de querer fluir en sus venas, de desear hervir en su cuerpo, ideas y fantasías sexuales hasta el paroxismo, me hacen darme cuenta de que la chica más guapa de mi clase sufre. 

Todos se quedan en silencio, flota una expectación cruel  en el ambiente de la clase. Yo soy un espejo de la tensión de Margarita. Le va a caer una buena bronca. La mosca es una mujer muy frustrada que se aprovecha de la debilidad de sus alumnos para aliviarse. Una mierda. 

-A la mañana siguiente se despertó tarde, tras un sueño agitado, que no lo había descansado. Se levantó bilioso, irritado, de mal humor, y miró su habitación con odio-lee Margarita con torpeza, equivocándose y parándose , balbuceando, con un tic nervioso, un temblor en el ojo, y a punto desmayarse. 

-Pare, ¿acaba de salir usted de parvulitos o qué señorita Rodriguez?

Margarita no dice nada. Yo me quedo bloqueda. Quiero defenderla, partirle la cara a "La mosca", pero no sé qué hacer. Estoy paralizada como una estatua de hiela. 

Mierda, mierda, mierda. 

La clase se ríe.

Margarita está muy humillada, se ha puesto roja, y tiembla como una gelatina. 

No, no, no. 

-Vamos que una alumna de bachillerato lea así es de vergüenza-dice La mosca con un tono desaprobador. 

Nadie quiere significarse, pero a mí me da un parraque. Cállate, cabrona.  

-Ya no le pregunto lo que siente Rashkolnikov en ese momento.  

-¿Me va a suspender? 

-Yo no la suspendo, señorita Rodríguez, se suspende usted a sí misma. 

Qué puta es "La mosca". Por cierto, la llamamos así porque tiene unas grandes gafas negras y vello y parece una mosca. Flípalo. 

Estoy al borde de perder la consciencia. El tiempo fluye muy lento y la escena tiene una luz cruda. La realidad parece irreal. 

Coño. 

-Eres muy mala alumna. Deberías esforzarte más. 

Silencio glacial. 

-A mi me daría vergúenza leer así, señorita Rodriguez. No conseguirá nada en la vida. 

Cuando suena el timbre, Margarita corre hacia la terraza de baldosas de terracota con vistas al Mediterráneo.  Yo me doy cuenta de que está haciendo un esfuerzo ímprovo para que los demás no la vean llorar. 

Yo voy tras ella. 

   

   

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