Unstable. [saga Bernocchi > L...

By inesita_48

1.8K 179 14

¿Este el comienzo o el fin de una historia? ¿Mi historia? More

Antes de leer.
prefacio
capitulo 1
capitulo 2
capitulo 3
capitulo 4
capitulo 5
capitulo 6
capitulo 7
capitulo 8
capitulo 9
capitulo 10
capitulo 12
capitulo 13
Capitulo 14
capitulo 15
capitulo 16
capitulo 17
capitulo 18
Capitulo 19
capitulo 20
capitulo 21
capitulo 22
capitulo 23
capitulo 24
capitulo 25
capitulo 26
capitulo 27
capitulo 28
capitulo 29
Capitulo 30
capitulo 31
capitulo 32
capitulo 33
capitulo 34
capitulo 35
capitulo 36
capitulo 37
capitulo 38
capitulo 39
capitulo 40
capitulo 41
capitulo 42
capitulo 43
capitulo 44
capitulo 45
capitulo 46
capitulo 47
capitulo 48
capitulo 49
capitulo 50
capitulo 51
capitulo 52
capitulo 53
capitulo 54
capitulo 55
capitulo 56
capitulo 57
capitulo 58
capitulo 59
Último capítulo
epílogo
comunicado

capitulo 11

34 4 0
By inesita_48

1 de octubre, 2018.
Time Square.

No quiero levantarme jamás de esta cama pero siento ácido en mi estómago.

Nunca había tenido tanta hambre en mi vida. Comienzo a dar vueltas en la cama yéndome de bruces.

- Carajo - digo en voz baja.

El cuarto está tan oscuro que lo único que se ve con luz es la que entra por debajo de la puerta.

Escucho voces afuera que se intensifican sin embargo el idioma que hablan no lo entiendo bien, creo que es ruso o alemán no sé. Me levanto rápidamente asustada cuando escucho como se estrella algo contra la pared, deduzco que lo que se partió fue algo de vidrio.

Paso las manos por mi cara tratando de orientarme y todo lo que estaba apagado por el alcohol recobra vida.

No entiendo muchas cosas, la primera es por qué anoche me dijo para traerme a mi hotel y se vino directamente a donde el se hospeda que casualmente es donde me hospedo yo. ¿Por qué me conoce? ¿Por qué no quiso tocarme? ¿Es qué tan mal me veía? ¿Será eso?

Recuerdo mejor lo que pasó anoche y claro.. estaba borracha.

Todo está en silencio, escucho pasos y como la puerta se cierra, me siento en la cama y comienzo a buscar mi celular que no lo veo por la falta de iluminación.

- Joder - Me levanto y voy hacia el baño, prendo la luz, no veo como prender las demás luces aunque con esa luz puedo buscar más o menos por todo el cuarto el celular.

Lo busco y busco sin encontrar nada, tanteo por la cama y no está.

Me vuelvo a sentar en la cama confundida, no estoy loca, anoche lo tenía hasta le envié un mensaje a las muchachas, nada de lo que pasó anoche es mentira o un sueño el que esté en la habitación es prueba suficiente de que no caí en la locura.

Vuelvo a escuchar pasos pero estos vienen hacia la habitación, abren la puerta con cuidado y lo único que hago a tiempo record es volverme hacer la dormida.

Entran, cierran la puerta se acercan a la cama y su olor llega a mi nariz, abre una de las cortinas dándole la luz que le faltaba a la habitación, siento como el colchón se hunde a mi espalda y como respira hondo.

- Se que no estás dormida - dice y creo que jamás me cansaría de escuchar su voz tan exquisita.

Saco mi cabeza y me volteo hacia el, es tan... No, no lo diré.

- Disculpa - Digo pausadamente y mi garganta arde por lo seca que está.

- ¿Tienes hambre? - Pregunta acercándose a mi, no le quito la mirada ni un segundo, su respiración se une con la mía.

Asiento como respuesta, debo oler asqueroso y estar toda pálida así que me limito a responder así. Se levanta y me tiende su mano en una clara invitación.

Agarro su mano levantándome dejando mis piernas a su vista ya que a pesar que la sudadera es tan grande solo tapa hasta el comienzo de mis glúteos, su mirada baja y sonriente se acerca un poco más a mi.

- Eres muy linda Isabella - toca un mechón de mi cabello y con mucha delicadeza lo coloca detrás de mi oreja - O solo te ves linda por lo que cargas puesto.

Ríe de su propio chiste haciendo que yo abra la boca lista para responder pero rápidamente me besa, dejo que lo haga ya que sinceramente me encanta sus besos.

Sus labios se compaginan perfectamente con los míos, chupa mi labio inferior mientras sus manos a mis muslos toman movimiento, se aleja cuando siente que mi respiración se agota y coloca su frente contra la mía respirando como si le costara, como si el estuviera más afectado que yo.

Por primera vez quiero que me toquen, que me besen, que me follen, que me vean toda, que me deseen, que el me desee.

Bajo la mirada a su entrepierna y quedo un poco impresionada por el bulto que se ve. Por mi lado me fastidia la humedad que tengo y aparte no soy capaz de controlar las palpitaciones que me está dando, mis vellos todos están erizados, mi corazón es como si se fuera a salir de mi pecho de lo rápido y fuerte que late, creo que jamás me había sentido así hasta siento mariposas en mi vientre.

- No tienes idea de cuánto te esperé - Suelta con voz cargada de deseo.

Antes de si quiera pensar su comentario me levanta a una velocidad y facilidad que jamás había visto, del susto me sujeto muy fuerte de su cuello.

- Oye cuidado - digo en susurro sacándole una sonrisa y Diosss, como me encanta la forma tan sensual y al mismo tiempo espeluznante que se ve cuando sonríe.

Comienza a besarme con más necesidad caminando hacia la salida y justo cuando salimos soy golpeada por el sol haciéndome alejar por no estar acostumbrada a tanta luz, me cuesta adaptarme pero ya cuando mi vista se relaja paseo la vista por todo el lugar que me fascina mucho más que anoche, vuelvo a ver la persona que me carga la cual ya me veía fijamente.

- ¿Me vas a cargar todo el día? - Pregunto con una ceja levantada con total coquetería, la verdad ya no me importa si me veo mal o huelo feo.

- No pesas nada.

- Que mentira - niego sin quitar la sonrisa.

- Enserio - Me da un beso rápido bajándome.

- Ves, no puedes conmigo - suelto y cuando mis pies tocan el suelo me alejo para irme a unos de los ventanales.

- Claro que puedo - Dice como un regaño - No voy a discutir contigo.

Volteo a verlo y su cara está tal cual como cuando le dices a un niño que no le vas a dar helado, resopla por lo bajo haciéndome reír. Vuelvo a llevar mi vista y es muy hermoso lo que mis ojos contemplan.

- Se ve todo desde aquí... - digo asombrada poniendo un dedo en el vidrio.

El lugar es amplio, toda la suits es de ventanales gigantes solo hay muebles y el cuarto no hay mucho que detallar, solo lo moderno y elegante que es todo.

Siento como se acerca y mi piel de la nada pica, estoy muy ansiosa.

- Me gusta tener todo al alcance de mis ojos - Responde en mi oreja, lleva sus manos a mi cintura abrazándome en el proceso.

- ¿Si? - Pregunto como si el aire me faltara.

Tenerlo tan cerca hace que me ponga nerviosa, cachonda y que me revoloteen mariposas, nunca pensé que fuera cierto pero heme aquí confirmando eso.

Me voltea de repente haciendo que quede al frente de su pecho, quiero pasar mi lengua por lo que vi anoche, levanto la mirada y se ve tan sexy estando serio, se ve más maduro y le cálculo unos 34.

- Me vuelves hablar así y no me voy contener - Suelta secamente.

- No quiero que te contengas - Respondo poniéndome de puntillas para llegar a su cuello y dejar un mini mordisco ahí.

Respira hondo y me vuelve a levantar, paso mis brazos por su cuello viéndolo fijamente, me acerca a sus labios dejando un casto beso.

- No sabes de lo que hablas - responde en un susurro de advertencia.

- No te tengo miedo - Le digo - No entiendo por qué lo tendría.

- Y deberías - Se acerca mucho más a mis labios - No sabes quién soy.

- ¿Quién eres? - pregunto.

- Ya después te darás cuenta - Dice caminando hacia el inmenso mueble para sentarse, abro mis piernas quedándome encima de él.

Habrá un después, no hemos hecho nada más que besarnos y toquetearnos pero habrá un después.

- Debo oler horrible - cambio la conversación ignorando completamente las advertencias que me da mi cabeza.

- Estás perfecta - Responde y así vuelve a surgir la tensión sexual.

Me acaricia el cabello, baja su mano a mi cuello atrayéndome hacia el para unirnos en un beso donde el desespero es protagonista.

Quita su mano de mi cuello llevándolas a mis piernas acariciando todo, las sube hacia mis nalgas apretándolas y estrujando todo lo que puede, comienzo a mover mis caderas de adelante hacia atrás, mis manos se apoderan del primer botón de su camisa y sin contenerme se la abro con fuerza destrozándola por completo.

Me corresponde estrallando su mano contra mi trasero y no lo hace una vez lo repite hasta que se cansa haciéndome jadear y desear más, estoy tan mojada que me da miedo que pueda sentir mi húmeda.

- An.. - no termino de decir su nombre cuando jala mi labio con tal fuerza que siento que va a sangrar.

- Me matas - dice con la voz cargada de deseo, tiene la pupilas tan dilatadas que no puedo ver el iris verde que me intriga.

Me mira fijamente y de un momento a otro vuelve a estallar su mano contra mi glúteo, con la otra aprieta mi cadera moviéndola en el balanceo en el que estaba, quedo loca con la fricción que siento, su entrepierna está tan dura como un tronco.

Me comienzo a mover desesperadamente viéndolo fijamente y ni me preocupo por los gemidos que suelto. Quita su sudadera dejándome solo en tanga, no lo piensa dos veces lleva su boca a mis pechos y pasa de uno a otro a jalarlos con una fuerza y deseo jamás visto.

No sabía que era de sexo rudo pero sinceramente esto me tiene al borde de la locura, ya no pienso en nada, no tengo hambre, ni en mi celular, ni en si estoy jugando con fuego no me importa nada.

En realidad quiero quemarme en el.

Miles de hombres me han mostrado las estrellas, me han hablado de ellas pero este misterioso hombre con tan solo rozarme me esta llevando a ellas, creo que incluso puedo tocarlas.

- Quiero ... Más - Digo con la voz entrecortada por la llegada del clímax ya que el roze me tiene muy mal.

- Lo se - deja su cabeza en mi pecho.

Pasa sus manos por todo mi cuerpo con delicadeza como si hace unos segundos no me hubiese tocado como lo hizo, correspondo las caricias cuando acaricio su cabellera castaña lisa, es precioso, todo en este hombre es digno de admirar.

¿De donde salió?

Suelta un suspiro largo y se aleja de mi, recuesta la cabeza del cabezal del mueble sin dejar de verme, las puertas del ascensor se abren y Antonio a la velocidad de la luz me pone su sudadera de nuevo.

Se levanta plantándose delante de mi y tengo que llevar mi cabeza a un lado para ver quién entro. Llevo mis manos hacia mi boca controlando el sonido de asombro que quiere soltar mi boca al ver el chico que me ayudó ayer para que no me cayera todo amoreteado, dejan la comida y se van en silencio.

Estoy en shock ¿Que le pasó?

- ¿Comemos? - Pregunta Antonio sacándome del asombro.

Toco su mano para levantarme y me lleva hacia la mesa, me doy cuenta que quedó una mujer que comienza arreglar la comida en silencio, termina y se va. Antonio no me dirige la mirada si no que comienza a comer.

- ¿Oye no has visto mi celular? - Pregunto de golpe haciendo que el me vea con una expresión que no conozco.

- Entiendo que sea raro que pregunte ya que el celular es mío pero... - Vuelvo hablar explicando - Pero no lo consigo y quedé en verme con las chicas porque como nos vamos mañana. - Termino de decir y me siento algo rara ya que normalmente no le doy explicaciones a nadie pero esto creo que es necesario.

- No, la verdad no - Responde después de unos segundos serio - Pero puedes tomar el mío.

- Gracias - suelto y comienzo a comer, automáticamente mi estómago me da gracias y más cuando tomo agua.

- Enserio tenías hambre - Suelta Antonio con una sonrisa en los labios y no entiendo sus cambios de humor.

- See - Respondo con una risita - Lo siento.

- ¿Por tener hambre? - Pregunta con una ceja alzada con aire divertido haciendo que me encoja de hombros - te perdono si sales esta noche conmigo.

- ¿Hoy? - pregunto dejando la comida de lado.

- Si, es que tengo una cena hoy de... - Se queda pensativo por un momento - digamos que negocios y me gustaría conocerte.

- ¿Digamos? - pregunto divertida.

- Bueno es que yo voy a cerrar un trato, pero en realidad es una fiesta - Responde sirviendose vino - ¿Quieres? - Me ofrece vino.

- No gracias - respondo y me quedo viendo a New York mientras pienso en si ir o no.

Debería ir, lo conoceré más, quiero conocerlo más, quiero ir.

- ¿Le dices no al vino o la cena? - pregunta.

Dirijo la mirada hacia el y la respuesta es más que obvia.

•••••••••

Me encuentro en la tina dándome una ducha mientras espero que vengan arreglarme para esta noche.

Era muy obvio que iba aceptar así que Antonio después que terminamos el desayuno mando a llamar estilistas para que me prepararan y trajeran trajes, también pude ponerme en contacto con las chicas y evidentemente me dijeron que fuera, que estaban de acuerdo que después le contara absolutamente todo.

Antonio no duró mucho tiempo conmigo ya que a los minutos se fue diciendo que tenía cosas que hacer.

Comencé a revisar toda la suits para encontrar algo que me diera no se ¿Una señal?, No lo sé pero igual no encontré nada así que me di por vencida y me fui a dormir y ahora estoy aquí viendo desde la tina el lindo atardecer que me da la cuidad de New York.

- Señora - tocan la puerta y volteo a ver a la misma chica que preparó la comida en la mesa está mañana - Su comida está en la mesa, disculpe la molestia.

Se retira y me levanto buscando un almohadón que me coloco y me dirijo hacia la sala encontrando el buffet que me espera.

- Gracias - le digo sonriéndole y comienzo a comer en silencio - Siéntate.

Le pido a la mujer ya que me incomoda el echo de que esté parada con la cabeza agacha, no es que no me guste comer sola solo que es incómodo, acata mi orden sin chispear.

- ¿Como te llamas? - Pregunto para sacar conversación mientras tomo mi batido de piña.

- Carla señora - Responde con timidez.

- Lindo nombre, soy Isabella - Suelto con educación - y por favor no me llames señora que no me he casado - termino de decir con una sonrisa.

- Disculpe pero es la orden - Sigue hablando en un susurro y antes de preguntar cuál es la dichosa orden se abren las puertas del ascensor haciendo que Carla se levante súper rápido.

Entran hombres y chicas todos vestidos de negro con bolsos y un tubo full fundas que rápido deduzco que son los vestidos.

- Señora ellos la arreglaran - dice un chico que no había visto pero que tiene el mismo tatuaje que Ikor y los dos escoltas que acompañaban anoche Antonio.

- Ok - habla un chico aplaudiendo al aire llamando la atención de todos - Tu querido tienes que irte - señala al que me había hablado antes - Y tu cariño - me señala - Ven donde Julia que te voy a dejar hermosa.

El escolta se larga y yo me levanto con una sonrisa tímida en los labios para que negar que esto me emociona, camino hacia Julia.

- Eres Hermosa - Dice y le noto el acento latino que tiene.

- Gracias - Respondo con una sonrisa y sin controlarlo le pregunto de donde es y así le doy paso a una conversación larga llenas de risas haciendo del ambiente muy agradable.

Me ponen a elegir por un vestido y cuando me decido comienzan arreglarme toda, hay personas en mis pies otras en mis manos, en mi cara, en mi cabello. Siento muchas manos sobre mi y solo tardan tres horas dejándome completamente lista.

Ellos trajeron hasta mi ropa interior, perfumes así que delante de todos me visto, la verdad no me importa los chicos son gay y entre mujeres no tiene porqué darme pena, aunque no tengo complejo sobre mi cuerpo recuerdo que cuando era más joven si pero ya todo eso fue superado.

Bueno.

Me visto con mi hermoso vestido azul rey de terciopelo que se ajusta perfectamente a mis curvas, tiene un escote corazón y una abertura haciendo que mi pierna derecha se vea, a conjunto lleva unos guantes del mismo color y textura, me siento y me colocan unas sandalias blancas altas. Julia me extiende su mano y me levanto caminado hacia el espejo que se encuentra en la sala admirando lo bien que me veo.

- Todo quedo perfectl Julia... - Le digo con asombro - me encanta todo sinceramente eres la mejor - Termino volteándome hacia ella.

- Ay me vas hacer llorar ¿ok? - Responde de forma dramática - Tu eres perfecta no tuve que hacer mucho.

Me quedo un rato hablando con ellos hasta que suben a buscarlo, quedo algunos minutos sola hasta que Antonio entra y me doy cuenta que andamos combinados haciéndome sacar una sonrisa.

Viene de un camisa negra y su traje es azul rey de terciopelo como mi vestido, está perfectamente peinado sin embargo le cae algo de cabello en la frente, tiene dos botones abiertos dejando ver su pecho y la esclava en su muñeca se nota que es de diamante, me levanto y voy hacia el.

Quedo al frente de el, levanto mi cara y joder.... Como no caer.

- Te ves... - no termina de decir cuando una se aloja en sus labios.

- Julia hace bien su trabajo - Termino de decir yo a lo que el extiende más su sonrisa.

Voltea hacia atrás y ahora es que noto que había mas personas, la verdad estaba tan concentrada en el que me es imposible darme cuenta de otra cosa.

El chico rubio que todavía no se su nombre trae un cofre negro, lo abre dejando ver una belleza de collar que tiene piedras como en gotas de diamante y en el centro un Zafiro cuadrado que se lleva la atención, es una pieza digna de admirar.

- Te falta esto - me dice al momento que lo saca de su estuche - Déjame lo pongo donde tiene que ir.

Me volteo, levanto mi cabellera mientras el coloca el collar en mi cuello, se me eriza el vello al sentir lo frío que se encuentra.

- Ahora si estás lista - dice y bajo mi cabello a lo que él le da un beso a mi hombro descubierto.

Me volteo hacia el, nos quedamos viendo fijamente unos segundos hasta que el reacciona primero que yo y me toma de la mano dirigiéndome hacia el ascensor.

Llegamos al lobby salimos y Antonio me abre la puerta de su rolls- Royce y quedo impresionada por el interior de esta. Jamás había visto tanta marca y tanto lujo.

Entra y arranca hacia nuestro próximo destino. El viaje es silencioso la verdad no conozco nada de él y no se que puedo preguntar. De todas forma no es un silencio incómodo así que me concentro en ver todo a mi paso con cierto aburrimiento.

- Esto te va aburrir - rompe el silencio.

- ¿Por qué lo dices?

- Es un ambiente donde hay puros viejos hablando de negocios - Suelta y ahora me doy cuenta de lo aburrido que está el también.

- ¿Entonces porque vamos con tanta elegancia? - Pregunto con mucha curiosidad ya que si solo lo acompaño a cerrar un trato por qué tengo que ir como si fuera a una alfombra roja.

- El señor que trabaja conmigo su hija está cumpliendo sus 16 - Me ve y una sonrisa arrogante se aloja en su boca - Pero en realidad sólo te mandé arreglar para mí.

- ¿Para ti? - Pregunto con una risa incrédula.

- Si, no gastaría para que un momento de viejos te vea - Suelta y se nota más animado - Es más, dale gracias a Dios que tengo que cerrar ese trato porque si no te encerrara en mi habitación.

- Entonces tendré que llorar - Suelto haciéndolo reír a carcajadas uniéndome yo también.

- Te confieso algo - Vuelvo hablar cuando me calmo. - La verdad cuando te vi anoche en la baranda no pensé que fueras así.

- ¿Así como? - Pregunta - ¿Tan apuesto?

- Que arrogante - digo entre risas haciendo que el ría de nuevo - Pero no, así tan sonriente y juguetón, tienes cara de amargado.

- Si bueno - se queda un rato pensativo antes de volver hablar - No le digas a eso a nadie entonces.

- ¿Por? - Respondo llevando mi vista hacia adelante.

- Daña mi reputación - Suelta y automáticamente lo veo con una sonrisa.

Sonrisa que no dura mucho ya que de la nada comienzan a disparar las camionetas haciendo que Antonio acelere sin embargo no es mucho lo que puede avanzar ya que lo rodean.

- No tengas miedo - Dice jalándome hacia su asiento y lo único que hago es cerrar los ojos con fuerza sujetándome a él.

- ¡¿Como que no tenga miedo?! - Lo vuelvo a ver. - ¿Eres idiota o que mierda te pasa?

- Cierra los ojos y cuenta hasta diez. - arrugo mi entrecejo pero termino obedeciendo ya que salimos del auto.

Escucho mas balas pero ninguna es hacía nosotros. Los vuelvo abrir yo no sé de dónde saco un arma pero comienza a derribar personas con tiros certeros mientras corremos. Siento un ardor en mi pierna pero la adrenalina no me da chance de percatarme que es lo que me pasó. Llegamos a una esquina y el me voltea para que lo vea fijamente y lo hago asustada.

¿Donde mierda me metí?

- Necesito que no te vayas - Suelta y una camioneta se estaciona frente a nosotros Antonio se mueve abrir la puerta, regresa donde mi cargándome dejándome adentro, me sujeta la cara viéndome fijamente.

- No te vayas, quédate.

Sus manos sujetan mi cara dándome un beso que yo profundizo sin darme cuenta, siguen lloviendo balas a mi alrededor pero por un momento todo se desaparece, se separa y abro los ojos para verlo.

- Esto no ha terminado.- No entiendo a que se refiere pero su voz se escucha algo desesperada - Si te vas te voy a buscar y no hagas que llegue a eso porque si no lo sabes soy un hombre malo. - Suelta y aunque no entiendo a qué se refiere solo asiento como respuesta.

- ¿Y saldrás bien? Están disparando..

- Nos vemos. - me interrumpe.

Me da un último beso y mete mis piernas del todo cerrando la puerta con fuerza, su actitud cambia completamente y ya no es mi Antonio.

Le pasan otra ¿arma? La verdad no tengo idea, se le paran tres camionetas al frente y sin darme cuenta que donde estoy montada comienza andar dejándome la imagen de Antonio junto con otros dos disparando como si no hubiera un mañana a las camionetas prendiéndolas en fuego y eso no es lo malo, lo malo es el echo de que me guste la forma tan animal y despiadada que se ve, lo malo es la sonrisa que se me dibuja en los labios como si estuviera orgullosa.

Bajo la mirada hacia mis piernas y veo como la sangre sale de mi pierna derecha donde justamente me lastimaron.

- ¡Mierda! Estoy sangrando..

Ya no siento mi pierna y por el espejo retrovisor veo como el que maneja se me queda viendo y de la nada mis ojos se cierran dejando toda mi mente en negro.

Continue Reading

You'll Also Like

58.8K 10.7K 88
Mientras un joven Peter Quill muere lentamente de hambre en una celda de prisión en el barco devastador de Yondu, aparece otra alma y se fusiona con...
172K 13.5K 52
Venganza, eso es lo único que pasa por mi mente. Juré venganza, se lo juré a mi madre, que vengaría su muerte y que mataría a cada vampiro que estuvo...
46.9K 2K 59
¿Qué pasa cuando los polos opuestos están cerca el uno del otro? Ella, una chica soñadora, carismática y divertida Él, un chico frío, que no cree en...
55.6K 2.6K 47
Alguna vez te has preguntado ¿Cómo es la vida de la mafia? O mejor dicho... ¿La de los hijos de mafiosos? En esta historia conocerás la vida de Eliza...