Gia.
Tiene un corte en su ceja izquierda, lleva la camisa llena de sangre y se queja del costado derecho. Le ayudo a llegar al baño, abro la regadera y le digo que se dé una ducha antes de hablar
Le dejo unas prendas de ropa que siempre deja Louis aquí y de paso reviso que Chase siga dormido. Voy directo a la cocina para calentar algo de la cena y le preparo café dejándolo al lado de dos pastillas de ibuprofeno.
También reviso el botiquín de primeros auxilios, encuentro las gasas, algodón, alcohol y spray desinfectante. Estoy demasiado nerviosa y preocupada, tanto que me asomo por la ventana que da a la calle para comprobar que nadie nos vigila.
Ni siquiera sé porque debería de estarme preocupando por eso, pero algo me dice que no está de más.
—¿Es común que tengas ropa de hombre en tu armario? —Cameron entra en la cocina. —Me quedó.
—Siéntate.
Me acerco quedando de pie frente a él, mientras apoya su espalda desnuda contra el respaldo de la silla. Tomo un algodón con alcohol y le doy una revisada a la cortada en la ceja que sigue sangrando (no mucho) haciendo presión.
No emite ningún quejido, solo observa con detenimiento mis movimientos. Sus ojos azules hacen contacto visual con los míos y de repente la barbilla me tiembla al ver cómo el color verde con morado se comienza a formar alrededor de su ojo.
Saco una bandita colocándola en el fino corte y bajo la mirada al hematoma que comienza a hacerse presente en el costado derecho. Palpo con mis dedos confirmando que le duele cuando lo hago. Busco en el botiquín la crema que siempre uso para cuando Chase se da un golpe y le unto con suavidad.
Su mano detiene mis movimientos provocando que lo vea, pero el solo hecho de observar su rostro manda toques eléctricos a cada parte de mi cuerpo.
¿Qué es esto? ¿También él lo siente?
—Perdoname. —susurra. —Debí hacerte caso y no ir solo a ese lugar.
Ladeo un poco la cabeza.
—Ya no importa, lo importante es que ya estás aquí.
Sube su mano acariciando mi mejilla y asiente formando una leve sonrisa que tranquiliza los latidos de mi corazón. Me alejo lavando mis manos en el lavabo y le sirvo la cena.
—Come, imagino que no lo has hecho.
Recibe el tenedor.
—Gracias, huele delicioso.
Me cruzo de brazos pensando en los siguientes quince minutos que tarda en comer. Pensando en una sola cosa y es en cómo decirle que su padre me buscó un dos meses antes de su muerte y que me dijo muchas cosas de las que no entendí la mitad.
Golpeo mi dedo contra mi brazo nerviosa. De tanto pensar la cabeza me duele y tengo que cerrar los ojos un momento para calmarme.
—Lo mataron frente a mi. —confiesa. —Al investigador que había contratado mi padre, con un tiro rotundo en la nuca le hicieron volar los sesos. —aparta el plato. —Me dijo que la información no la tenía él, sino su compañero, el otro investigador que contrató papá.
Tomo asiento apoyando los brazos sobre la mesa.
—Eso quiere decir que lo estaban siguiendo y que ahora saben que eres tú el que está investigando. —suspiro. —Diablos, Cameron, tienes que apartarte.
—No, no haré esto. —se inclina. —Él estaba escondido, me dijo que desde que su compañero le comentó lo que había descubierto a mi padre su trabajo se comprometió, tanto que ambos se separaron para que no los encontraran y lo que hizo que no dejarán pistas sobre su paradero fue la muerte de mi padre, el investigador me dijo que fue demasiada casualidad que muriera al poco tiempo de saber la información sobre los Avery.
—¿Y si es eso? ¿Una casualidad?
Niega.
—Sabes que no. —insiste. —Ellos lo mataron, Gia y ahora que lo sé con más certeza no me voy a detener hasta que los haga confesar, hasta juntar las pruebas suficientes e ir con el FBI. —espeta. —Si dejo todo así solo les estaré dando la ventaja que quieren y no puedo hacer eso.
Me paso las manos por la cabeza dejándolas en mi nuca.
—Y si el investigador está desaparecido o escondido ¿Cómo piensas encontrarlo? —alzo una ceja. —No creo que sea tan fácil.
—No, no será fácil, pero eso no quiere decir que no pueda hacerlo. —arruga la frente. —Tengo los recursos para buscar hasta por debajo de las piedras y es lo que haré.
Me pongo de pie dándole vueltas a la cocina provocando que me vea sin entender.
—Tu papá conoció a Chase, no hablaron, pero no dudó ni por un segundo que fuera su nieto.
Se levanta también.
—¿Qué?
—Si, él…no sé cómo me encontró, pero el punto es que lo hizo. —explico. —Se plantó en mi puerta dos meses antes de su muerte, cuando entró no tenía idea sobre que existía mi hijo, solo me dijo que necesitaba mi ayuda.
Frunce el ceño.
—¿Tu ayuda? ¿Te dijo con qué?
Niego.
—No fue muy específico, sólo dijo que Chase estaba saliendo con alguien que no le convenía y que quieres que yo lo ayudará a que abriera los ojos. —hablo nerviosa. —Él parecía muy preocupado, también me dijo que se había dado cuenta de todo lo que su esposa me hizo y que me ayudaría a que Chase supiera todo, pero antes haría otra cosa.
—¿Qué cosa?
—Le pediría el divorcio a tu madre y cambiaría su testamento.
Se aleja procesando todo lo que le digo.
—Claro, yo sabía que le quería pedir el divorcio, pero él no me dijo que sabía lo tuyo. —apoya las manos en el respaldo de la silla. —Ahora entiendo sobre el cambio en el testamento, que la empresa de Kansas pasaría a manos del primer nieto.
Asiento.
—Cuando le conté sobre Chase él me dijo que lo quería conocer. Así que lo llevé a la escuela, no quiso hablar con él porque no quería que yo tuviera que dar explicaciones que aún no quería. —sonrío entre lágrimas. —Era demasiado bueno conmigo, Cam, fue el primero en mostrarme una sonrisa sincera al momento de entrar en tu familia. —escondo un mechón de mi cabello detrás de mi oreja. —Del otro lado de la calle, él conoció a su nieto, Chase salía de clases y lo vió. También le mostré las fotografías y dijo que no dudaba que fuera su nieto.
—¿Qué pasó después?
Respiro hondo.
—Ven.
Me sigue a la habitación, cierro la puerta y busco debajo del colchón la carpeta con un papel dentro. Se la muestro.
—A los pocos días volvió con eso, me dijo que lo firmara y lo guardará hasta que él volviera a buscarme. —me siento en la cama. —Pero él no volvió y yo me enteré de su muerte después, pensé en llamarte…
—Pero no lo hiciste.
Sacudo la cabeza.
—No, no lo hice y lo siento por eso.
Se sienta a mi lado.
—¿Sabes qué es esto? —niego. —Un documento firmado por mi padre, cediendo el 55% de las acciones de la empresa de Kansas a su único nieto, Chase Butler. Esto quiere decir que nadie le podrá quitar esa parte y que los planes de Sarahí se irán a la mierda.
—¿Qué planes?
—Lo único que busca Sarahí al casarse con mi hermano es tener un hijo que sea el primer nieto, para así poder obtener la mayoría de las acciones de la empresa de Kansas. —explica. —Los Avery quieren esa empresa para llevarla a la ruina con sus negocios sucios y me alegra que ahora no puedan lograr su cometido, porque ya hay un nieto y es el primogénito.
De repente todo me da vueltas.
—No, no. —me levanto de golpe. —Eso significa que si se dan cuenta que mi hijo es el único que se interpone en sus planes, pueden hacerle daño. No, ¿Qué hice? —siento que me falta el aire. —Puse un blanco en su espalda al decir toda la puta verdad.
Deja los papel de lado y se acerca cubriendo mis mejillas con sus manos.
—Calmate, eso no pasará. —me mira a los ojos. —Por el momento nadie más allá de la familia sabe sobre Chase y eso nos da una gran ventaja. Encontraré todo lo que pueda para hundir a esa familia y no dejaré que les hagan daño, ni a ti, ni a él ¿De acuerdo?
Asiento calmando mis respiraciones.
—Solo promete que te cuidarás. —le pido.
Sonríe de lado.
—Lo prometo.
Guardo el papel de nuevo en su lugar y no suelto la mano de Cameron cuando le indico que entre a la cama. Se recuesta del lado izquierdo y yo en el derecho, girándose dejando su brazo extendido y me cabeza sobre él, sintiendo como con el otro me rodea y me atrae dejando su pecho contra mi espalda.
—Todo estará bien.
Cierro los ojos dejándome llevar por las caricias de sus dedos en mi brazo hasta que pierdo la conciencia y me sumerjo en el sueño, entre sus brazos.
…
Cuando despierto Cameron está profundamente dormido boca arriba. El ojo se le ve peor que ayer y el hematoma en su estómago sigue preocupándome. Me pongo de pie despacio tratando de no despertarlo y salgo camino al baño.
Hago pipí, me lavo la cara y vuelvo al cuarto para recogerme bien el cabello. Cuando vuelvo a salir le echo un vistazo a la hora en mi teléfono, aún tengo tiempo para llegar al trabajo.
Mi turno de día comienza a las 7:30 de la mañana y termina a las 2:30 de la tarde. En la cocina me preparo algo para la hora de la comida y pico un poco de fruta para desayunar ahora. Preparo mi café y dejo uno más hecho para cuando Cameron se levante.
Vuelvo a la habitación de Chase acercándome a su cama.
—Levántate, pronto pasará el autobús.
Se remueve quejándose y lo muevo una vez antes de salir para meter el lonche en su mochila. Diez minutos después sale listo, hago que beba su vaso de jugo y lo acompaño afuera para esperar el autobús.
—Esta semana estoy saliendo temprano, así que compraré algo rico para preparar de comer y tenerlo listo para cuando llegues ¿De acuerdo?
Asiente.
—También compra papas fritas.
Lo abrazo.
—Si, lo haré.
Me aseguro de que suba al autobús antes de regresar al departamento yendo directo a la habitación. Dejo el vaso de jugo en la mesita de noche junto con dos pastillas para el dolor como las que tomó anoche.
—Ey…—lo remuevo. —Ya me iré al trabajo.
Abre los ojos observando toda la habitación hasta que da conmigo.
—Buenos días.
Le sonrío.
—Buen día. —saludo de vuelta. —¿Cómo te sientes?
Se incorpora despacio hasta que se frota los ojos con sus manos.
—Estoy bien. —toma el jugo y las pastillas. —Pero esto me hará sentir mejor.
—Iré al trabajo, tú puedes quedarte aquí y descansar. —tomo mi chamarra. —Hay café hecho y comida en el refri, volveré a las tres. Si Chase vuelve antes, (que no creo) dile que se quede dentro¿De acuerdo?
—Si, no te preocupes. —asiente. —Solo veré televisión y ya.
Me encamino a la puerta, pero antes de salir me giro.
—En serio, Cameron, tienes que cuidarte, no sabemos qué es lo que saben ellos y puedes estar en peligro. —lo señalo. —Y que no se te olvide que aquí vive mi hijo.
—Creeme, lo tengo presente.
Está vez si salgo del departamento y del edificio hasta caminar calle abajo hasta por dónde pasa el autobús. Reviso mis mensajes encontrando uno de Chase dónde me dice que ya están los resultados y que los abrirá delante mío mañana.
Mañana será un día demasiado estresante.
...........................
Segundo capítulo de la noche.
¿Me extrañaron?
Esto se pone cada vez más interesante.
Opinones aquí.
Liz 🌻