Últimos de septiembre, 2018.
Aeropuerto de Londres.
Tiene el cabello rojizo, corto con rulos sueltos, ojos café tan claros que parecen amarillos, alta, con buena figura y el que cargue un vestido de color vino hace resaltar su piel pálida también tiene tatuajes en el brazo derecho.
Siento que es primera vez que la veo pero con tantas personas que hay en el mundo es difícil decirlo. Se me queda viendo de una manera como sicópata así que me dejó llevar por mis instintos y agarro a Claudia para salir lo más rápido posible del baño.
-¿Quién era..
-¿Dónde está tu equipaje? - no dejo que termine su pregunta.
-No lo he retirado - me responde viendo la puerta del baño - ¿Quién era ella? - vuelve a preguntar haciendo que me encoja de hombros.
Comienzo a caminar con. Claudia atrás de mi y por impulso le agarro la muñeca fuerte para estar segura que no se va a perder.
-La verdad no sé - le respondo cuando ya estamos donde se buscan las maletas - pero no me gusto como me miró y han pasado cosas algo raras así que entre menos estemos aquí mejor.
Encuentro a Duff, lo saludo y no me ando con mucha cosa, pido el equipaje de Claudia rápido y al ser yo me lo entrega con facilidad, firmo unos papeles por la retirada y me despedido de todos, volteo para decirle a Claudia que me ayude con sus cosas pero no la encuentro y siento como se me eriza todo el cuerpo, veo para todos lados y nada.
-Déjame te ayudo - dice atrás de mi.
-No te pierdas - La regaño.
-Ok mamá - me dice riendo pero se pone seria cuando la vuelvo a regañar con la mirada - Mami ¿Desde cuándo no follas? Como que te hace falta - Comienzo a caminar ignorandola, vuelvo agarrar su muñeca - Enserio, tu cómo que me mentiste cuando dijiste que habías follado con.. ¿Johnson?.
Volteó los ojos por su comentario. salimos del aeropuerto, cruzamos la calle y nos ponemos en la parte de atrás del auto para meter todas las cosas que trajo, 3 maletas grandes, un maleta de mano y una cartera. Abro, meto todo y emprendemos camino.
Claudia está maravillada por todo lo que ve y así tal cual fui yo, bueno todavía me sigo enamorando de esta cuidad. Me cuenta que tal su vuelo, todo lo que paso cuando salio de Venezuela y de su ex.
Llegamos a mi apartamento luego del mini tour que le hice. Subimos y seguimos hablando, abro y los perros automáticamente se ponen a la defensiva al ver a Claudia. Ellos están acostumbrados solo a mí porque con Camil no se terminan de acostumbrar y menos con su ... Digamos que novio.
-Tranquilos - les digo y es el más pequeño que se acerca a Claudia, comienzo a reír cuando claudia me ve toda asustada y es que yo digo pequeño pero de pequeño no tiene nada - Deja esa cara, no te van hacer nada.
Los dos perros más grandes la ignora pero el pequeño si se le pega y es obvio lo que busca, cariño y con quién jugar. Subimos y no siento a Camil por ningún lado, llegamos a la planta de arriba y entro yo primero a mi habitación invitando a Claudia pasar.
-Tienes una linda casa isa y me encanta tu mini librería - me dice sonriente.
Me pregunta por el baño y se lo señaló, entra en el y busco en mi celular el número de Camil sentándome en la cama. Llamo y contesta al tercer pitido y bien por mi, tendré la casa sola.
Camil tiene una relación rara con alguien que conocimos hace como 6 meses, el se ve que está enamorado de ella y ella igual de el solo que Camil no se ha dado cuenta y el otro tampoco le dice nada, ella está más en su casa que aquí.
-Isa - me llama Claudia, dirijo mi mirada hacia ella - ¿Esto que es? - pregunta mostrando el papel del que estaba no tan pendiente como tendría que estarlo.
Me levanto y rápidamente lo agarro quedando más confundida que antes.
-Isa - vuelve a llamar Claudia levanto mi cara hacia ella - ¿Qué es?
Nos sentamos en la cama y comienzo a relatar todo lo que paso ayer y la llamada de hoy.
- ¿Crees que fue Egna? - Vuelve a preguntar ya después que le relato todo.
-No lo creo, por más que ella diga o amenace es incapaz de matar a una mosca - le respondo.
-Si pero uno nunca sabe - Vuelve a decir y en cierta parte tiene razón.
-No, no creo porque lo que dice aquí no encaja si fuera ella la que mato a Charlia - Digo leyendo de nuevo el papel - Sabes, cuando me quedé en la casa de Johnson después que el se fue vi como se montó en una camioneta toda negra y no era solo una - la veo a los ojos mientras le cuento - eran cinco y al principio pensé que era de él y tal vez lo sea - digo lo que pensé esa mañana - sin embargo ahora lo dudo el nunca le ha gustado llamar la atención y ¿desde cuándo usan tanta seguridad?- pregunto lo último más para mí que para ella.
-Isabella eso no tiene que ver, tiene dinero y eso siempre trae sus problemas - Suelta y la verdad es que si y me caga ya que siento que estoy algo paranoica - Creo que estás paranoica por la muerte de tu amiga - se levanta y se dirige a el ventanal que da hacia cuidad - por cierto ¿no fuiste a su entierro?
-No, a ella la cremaron y solo estuvieron sus padres pues ellos no querían a nadie allí - Camil me dijo cuando la llame, ellos estaban arreglando una ceremonia pero todo se les fue abajo con la llegada de sus papás - Así que pase toda la tarde durmiendo.
-Me puedo casar con esta vista - Dice entusiasmada haciendo que me ponga a su lado.
-Estoy de acuerdo.
-Isa ya deja de pensar en eso y ya dime qué hago con Francisco José. - volteó los ojos sobre su comentario.
-Se que en el fondo sabes lo que tienes que hacer - le digo viéndola fijamente - Pero quisiera saber cuándo te vas a decidir.
- No es tan fácil Isabella - me dice volviendo a ver a través de la venta - Yo enserio lo amo pero merezco un amor lindo y que me quiera, que no exista nadie más que no sea yo, que este conmigo siempre, detallista y que sea un caballero - se pasa las manos por el cabello - ¿Es tan difícil conseguirlo?
-No, no lo es - la agarro por los hombros volteándola hacía mí - Pero ya es hora que te des cuenta que José no es ese hombre - solo con terminar esa oración veo como se le cristalizan sus ojos marrones claro y me maldigo por no tener mucho tacto para soltar las cosas - En esta vida hay miles de hombres y se que te va a llegar ese que deseas y que te mereces - Baja la mirada hacia sus pies.
-Claudia- la llamo haciendo que levante su cabeza y mirada, veo el rastro de sus lágrimas y con mis pulgar limpio sus mejillas y reafirmo que no puedo verla así - Te diría que te mereces todo lo bonito que tiene la vida pero como es tan poco no puedes conformarte con ello, tienes que ir por más.
-Lo se - me dice luego de unos segundos de silencio - Solo que no sé cómo y estoy cansada ¿Sabes?
-Bueno para eso estoy yo - le digo con voz menos dura viendo de nuevo la cuidad - te voy a sacar de la miseria donde te dejo el idiota ese.
Nos quedamos así, en silencio viendo todo y digamos que pensando en nada. Se que Claudia piensa lo que le dije y yo no dejo de pensar en que no creo que sea Egna, se me eriza la piel cuando me acuerdo de la mujer que entró en el baño, sinceramente puede ser una mujer común y corriente pero por alguna Razón, no lo siento así.
-Voy a darme una ducha - me dice y la sigo con la mirada - Isa - vuelve a salir - ¿Cómo se abre la ducha?
-Tu solo entra y verás como cae agua.
Tengo una tina que tiene regadera la cual hay que programar para que pueda caer agua, pero la ducha no, en ella tú solo entras y sale el agua como si estuviera lloviendo.
Claudia se vuelve a desaparecer en el baño y yo me dirijo hacia el armario para guardar la nota, ahora que lo pienso es mejor preguntar de una vez a Johnson y aunque no me diga sus acciones me van a decir por el.
No tiene sentido ese mensaje.
"A la próxima espero verte"
Escucho el agua caer del baño y como abren la puerta de abajo dándole paso a las voces y como mis perros se ponen alerta. Salgo y cuando llego abajo me encuentro a Camil y su amigo Ikor.
Todavía no me acostumbro a este hombre ya que primero es algo mayor, está pisando los 28 años o según él porque a mí parecer tiene mas edad. Tiene muchos tatuajes en los brazos y dos en el cuello escrito en árabe que solo el entenderá, su cabello es negro igual que sus ojos, piel pálida y demasiado alto tanto que soy testigo que cuando entra tiene que bajar la cabeza para poder entrar.
De la nada me hace recordar a el pero quito la imagen de mi cabeza.
Es muy fornido y todo en el es grande a veces me da mucho miedo el echo de que en algún momento encontrare a Camil toda invalida. Tiene una belleza que asusta y no puedo negar que es muy atractivo solo que tiene un aire demasiado matón para mi gusto o solo pienso eso porque está con mi amiga, tal vez en otras circunstancias fuera diferente.
-Hola Isabella - Me saluda con naturalidad.
A pesar de su aire matón es muy... Relajado, tranquilo, educado y jode como ninguno. Desde que lo conocí me ha caído demasiado bien.
-Hasta que te veo - Suelta la pequeña Camil tras de el - Pensé que te ibas a vivir para Alemania.
-Estas como muy exagerada - Le digo conteniendo la risa al ver la clara diferencia entre los dos.
Camil es todo lo opuesto a Ikor. Rubia con el cabello por los hombros, ojos color miel, mejillas rosadas y labios rellenos del mismo color, pequeña pero con buen cuerpo y anda siempre vestida como una niña y la verdad con la estatura que tiene es imposible no confundirla con una.
-¿Exagerada? - me pregunta indignada cerrando la puerta y terminando de entrar - Te vas Alemania y no me llamás ni cuando llegas ni cuando saliste - sigue caminando con Ikor siguiendo sus pasos y hasta yo misma porque los tres nos dirigimos a la cocina, sigue su camino para abrir la nevera y ambos nos quedamos contra la isla.- Casi me voy con Charlia.
-Camil, camil, es malo nombrar a los que no están - Digo con burla y al mismo tiempo con aflicción.
-Pero es que como se te ocurre no llamarme - Suelta con indignación haciendo un drama más grande que ella.
Enserio me da risa su estatura cuando salimos a donde sea pareciera mi hija y lo peor es que mayor que yo por 4 años.
Tranca la puerta con el piel sacando tres cervezas, abre unos de los gabinetes sacando el destapador y comienza abrir una por una viéndome fijamente.
-Si me vas a matar con ese destapador no va hacer muy rápido que digamos - Respondo sentándome en unos de los butacos del mesón quedando al lado de Ikor - te recomiendo que busques un buen cuchillo.
Inmediatamente me señala.
- A mi no me vengas con tu sarcasmo Isabella Carrier - Cansada me pregunta- ¿Enserio no te cansas de tanto sarcasmo?
-¿Enserio preguntas? - le respondo levantando una ceja - Sabes mejor dame eso y evitemos desgracias.
Le quito el destapador ya que la cara que puso me hizo pensar que tal vez y si se atrevía a matarme con eso, lo pongo a mi lado y agarro también mi cerveza.
-¿Sabes? Te voy a ignorar - escucho reír a Ikor quién toma su cerveza - y más bien dime si tu amiga llegó.
-Si ella era la que llamaba y se está bañando.
-Entiendo y... Todavía sigue en pie el viaje hasta New York no? - Suelta y entiendo a lo que se refiere.
-Claro jamás perdería tal oportunidad de que tu "amigo" - dibujo las comillas en el aire ante la última palabra - Ikor nos de tal viaje, sin embargo se qué es para los tres, de los gasto de Claudia yo me encargo.
-La verdad no me molesta pagarle a ella también, no la conozco pero igual... - no termina de hablar cuando ya Camil se le ha lanzado encima y no entiendo cómo lo hizo tan rápido, el ser pequeña da cierto privilegios por lo que veo.
-Eres tan, tan, taaaann lindo amor - Dice y levanto mis cejas con clara expresión de asombro.
-Wao pero que amistad tan linda yo también quiero una así - Ikor lo único que hace es reír mientras que Camil se pone roja como un tomate al darse cuenta de lo que acaba de decir.
Esconde la cara en su cuello haciendo que él le de un beso en la frente.
Vuelve a mirarme abrazándola en el proceso y que lindo pero asquerosos, ¿Por qué no tengo a alguien que me abrace así? Sería lindo.
Escogiste la vida de puta.
- Puedo hacerlo - Vuelve hablar con tranquilidad.
- Tranquilo, todavía tengo la curiosidad de saber en qué trabajas - digo y me echo un trago de cerveza - Quiero tener dinero así como tú.
-Trabajos aquí y ya.. lo normal.
- ¿Lo normal? - Se encoje de hombros.- Di la verdad, vendes droga. - Se vuelve a reír mientras asiente.
- Eso mismo, de hecho soy el mano derecha del verdadero capo. - Sonrío.
- Habla con el a ver si tiene un trabajo para mí. - Parece pensarlo y sonríe.
- Isabella, tu al ver el primer muerto te desmayas, no creas que se me olvida lo que pasó cuando vimos esa película.
- Eso fue asqueroso y quiero que lo tengas bien presente. - Lo señalo y bufa.
- No sirves para eso, ese es el caso, tal vez de traductora. - Arrugo la cara con desagrado y se ríe.
- Que triste, quería ser multimillonaria. - Camil se ríe y respiro hondo con dramatización.
- Te podría dar un empleo - lo miro. - pero tengo que consultarle a mi jefe a ver qué me dice.
- ¿Que crees que tú?
- Que me diga que no. - se vuelve a reír y decido ignorarlo.
-¿Hola? - habla Claudia bajando haciendo que Camil saque la cabeza del cuello de Ikor para verla, Ikor dirige su mirada hacia mi amiga y me da risa como Claudia se congela ante la mirada que recibe.
-Ven para presentarte.
Comienza acercarse con Oddie atrás, llega a mi lado y le pasó la cerveza de Camil que nunca se tomó
- Ikor Camil ella es Claudia - La presento.
-Mucho gusto - Suelta pausadamente y es obvio ya que no se ha terminado de acostumbrarse hablar el inglés.
-Igualmente - Camil es la que habla con algo de gracia al darse cuenta que no ha terminado de dominar el idioma, Ikor solo asiente hacia ella y se concentra más en Oddie.
Se hace un raro silencio mientras que Camil la mira toda, Ikor está más pendiente del perro, Claudia se concentra en su cerveza y yo bueno.. decido romper el silencio
-Les pido que hagan silencio - digo con sarcasmo haciéndolos reír, me levanto y camino a la nevera para sacar otras cervezas - Hablan de mi y parezco su payasa - Y comienzan a reír más duro - ¿Pedimos algo de comer? Yo no voy a cocinar.
- Hazte unos tostones. - lo miro y me sonríe.
- No. - Rueda los ojos y vuelve al perro.
Los tres se comienzan a relacionarse mucho mejor gracias al poder de la comida. Escucho el timbre sonar haciendo que los tres me vean a mi con un claro mensaje, camino abrir la puerta con pereza de que siempre haga estas cosas yo y cuando abro la puerta quedo impactada no con la persona que tengo al frente si no el estado en el que está.
-¿Johnson? - escucho la voz de Camil atrás de mi.
-¿Ikor?.