M.N. (1-7)

By numizu

26K 2.8K 324

Temas sensibles Libros del 1 al 5 More

Aviso
Sinopsis Libro 1: M.N: D
Glosario
Prólogo: Dr. Jeon Jicheol
1-1: Jungkook
1-2. Yoongi
1-3. Jungkook
1-4. Yoongi
1-5. Jungkook
1-6. Yoongi
1-7. Jungkook
1-8. Yoongi
1-9. Jungkook
1-10. Yoongi
1-11. Jungkook
1-12. Yoongi
1-13. Jungkook
1-14. Yoongi
1-15. Jungkook
1-16. Yoongi
1-17. Jungkook
1-18. Yoongi
1-19. Jungkook
1-20. Yoongi
1-21. Jungkook
1-22. Yoongi
1-23. Jungkook
1-24. Yoongi
1-25. Jungkook
1-26. Yoongi
Epílogo: Yoongi
Epílogo bonus: Jungkook
Extra 1
Sinopsis Libro 2: M.N: P
Glosario
Prólogo: Dr. Jeon Jicheol
2-1. Jungkook
2-2. Yoongi
2-3. Jungkook
2-4. Yoongi
2-5. Jungkook
2-6. Yoongi
2-7. Jungkook
2-8. Yoongi
2-9. Jungkook
2-10. Yoongi
2-11. Jungkook
2-12. Yoongi
2-13. Jungkook
2-14. Yoongi
2-15. Jungkook
2-16. Yoongi
2-17. Jungkook
2-18. Yoongi
2-19. Jungkook
2-20. Yoongi
2-21. Jungkook
2-22. Yoongi
2-23. Jungkook
Epílogo: Jungkook
Epílogo Bonus: Yoongi
Extra 1: Vida Familiar pt.1
Libro 3: D
Glosario
3-1. Jungkook
3-2. Yoongi
Prólogo: Jicheol
3-4. Yoongi
3-5. Jungkook
3-6. Yoongi
3-7. Jungkook
3-8. Yoongi
3-9. Jungkook
3-10. Yoongi
3-11. Jungkook
3-12. Yoongi
3-13. Jungkook
3-14. Yoongi
3-15. Jungkook
3-16. Jungkook
3-17. Jungkook
3-18. Yoongi
3-19. Jungkook
3-20. Yoongi
3-21. Jungkook
3-22. Yoongi
3-23. Jungkook
Epílogo: Jungkook
Bonus Epílogo: Yoongi
Sinopsis, especial libro 3.5: D
Glosario
Prólogo: Jicheol
3.5-1. Jungkook
3.5-2. Yoongi
3.5-3. Jungkook
3.5-4. Yoongi
3.5-5. Jungkook
3.5-6. Yoongi
3.5-7. Jungkook
3.5-8. Yoongi
3.5-9. Jungkook
3.5-10. Yoongi
Epílogo. Jungkook
Sinopsis Libro 4: P
Glosario
Prólogo. Jicheol
4-1. Yoongi
4-2. Jungkook
4-3. Yoongi
4-4. Jungkook
4-5. Yoongi
4-6. Jungkook
4-7. Yoongi
4-8. Jungkook
4-9. Yoongi
4-10. Jungkook
4-11. Yoongi
4-12. Jungkook
4-13. Yoongi
4-14. Jungkook
4-15. Yoongi
4-16. Jungkook
4-17. Yoongi
4-18. Jungkook
4-19. Yoongi
4-20. Jungkook
4-21. Yoongi
4-22. Jungkook
4-23. Yoongi
Epílogo: Jungkook
Bonus Epílogo: Jungkook
Sinopsis Libro 5: T
Glosario
Prólogo: Jicheol
5-1. Jungkook
5-2. Yoongi
5-3. Jungkook
5-4. Yoongi
5-5. Jungkook
5-6. Yoongi
5-7. Jungkook
5-8. Yoongi
5-9. Jungkook
5-10. Yoongi
5-11. Jungkook
5-12. Yoongi
5-13. Jungkook
5-14. Yoongi
5-15. Jungkook
5-16. Yoongi
5-17. Jungkook
5-18. Yoongi
5-19. Jungkook
5-20. Yoongi
5-21. Jungkook
5-22. Yoongi
Epílogo: Jungkook
Bonus Epílogo: Jungkook
Pregunta
(Protagonistas del libro 3) Especial Extra 1: Yoongi conoce a Kendra
(Protagonistas Libro 1) Especial Extra 2: ¿Bridezilla? pt.1
(Protagonistas Libro 1) Especial Extra 2.1: ¿Bridezilla? pt.2
(Protagonistas Libros 4 y 5) Especial Extra 3: ¿Estás borracho, nene?
Especial Extra 4: Yoongi
(Protagonistas Libros 4 y 5) Especial Extra 5: Conferencias telefónicas pt.1
(Protagonistas Libros 4 y 5) Especial Extra 5.1: Conferencias telefónicas pt.2
Aviso

3-3. Jungkook

159 17 2
By numizu

Jungkook no estaba seguro de cuánto tiempo se quedó allí sentado, mirando fijamente a la puerta y preguntándose si todo eso realmente había sucedido o si es que había entrado en una especie de estado disociativo y lo había alucinado todo. Tenía que ser eso último. Sí tenía que ser eso.

Jungkook no se enrollaba con desconocidos, no permitía que otros hombres le dieran órdenes, no los empujaba contra las paredes y se ponía de rodillas ante ellos... sin importar cuan sexy fueran dichos hombres, o lo oscuro que fueran sus ojos, o los suaves que fueran sus labios, o lo baja y ronca que sonaba su voz cada vez que hablaba.

Sus párpados se cerraron entre pestañeos.

Ábrete para mí. Dame tu lengua.

No pudo detener el escalofrío que lo recorrió. Por mucho que Jungkook quisiera fingir que se lo había imaginado todo, todavía podía sentir el sabor de Yoongi en su lengua, sus labios aún estaban rojos y su garganta todavía dolía. Prácticamente le había rogado por chupársela.

Jungkook negó con la cabeza. Y había estado tan cerca de salir del encuentro sin avergonzarse a sí mismo. Yoongi había estado a punto de irse. Él pudo haberlo dejado ir y seguir con su día, pero una opresión en el pecho que nunca antes había experimentado lo dejó abrumado. No saber si lo vería de nuevo le había robado el aliento y obligado a actuar por instinto. Y su instinto natural había sido arrodillarse. Para él.

Cristo.

Y ahora, no sabía qué hacer con eso.

¿Había sido miedo? ¿Jungkook, alguien que nunca había experimentado realmente el terror, en ese momento había tenido miedo de no volver a ver a Yoongi? Tal vez solo se trataba de aburrimiento. Había tenido una mala racha en citas desde que sus hermanos habían decidido emparejarse de por vida como una clase de pingüinos psicóticos. Nunca había tenido mucha suerte con el sexo opuesto. Con cualquier sexo, la verdad. Es simplemente que encontraba a la gente... tediosa. Y prefería concentrarse en el trabajo, en hacer cosas en las que era bueno.

Sacó su teléfono y abrió el Instagram de Kendra desplazándose por publicaciones sordas sobre baristas molestos y como se le había roto la correa de su bolso de Balenciaga. Uno que él le había comprado cuando comenzaron a salir.

Salir con Kendra había sido fácil. Era como salir con una muñeca inflable. Ella había sido todo superficialidad, como él. Jungkook nunca tuvo que preocuparse por herir sus sentimientos. Ya que ella no tenía ninguno. Era insípida y vacía. Cualquier desaire que percibiera era fácilmente perdonado tan pronto como Jungkook abría la billetera.

Si era honesto, nunca había sentido nada por Kendra, pero eso no era raro en las personas con un diagnóstico como el de él. Se lo había atribuido a sus genes malos. Simplemente era que su cerebro estaba mal conectado. Ella nunca le había pedido una florida confesión de amor. No le importaba si él prefería trabajar hasta la medianoche. Solo había pedido posesiones materiales. Eso debería haber sido suficiente para él. Pero,

¿Por qué no podía haber sido suficiente para él?

Ahora estaba este maldito tipo, un completo desconocido, que había hecho que Jungkook se sintiera... despojado en cuanto se había alejado, una sensación que ni siquiera había creído posible. Simplemente no tenía ningún sentido. ¿Era así como se había sentido Junseop? ¿O Jooheon? ¿Era por eso que protegían tan violentamente a Jimin y a Taehyung?

¿Por qué se habían sentido ansiosos de abrazar ese sentimiento? Era horrible. Lo hacía sentir como si no pudiera respirar completamente, y no es como si él tuviera la clase de trabajo que le permitiera distraerse por culpa de un hombre de ojos marrones que no conocía límites.

Dio un salto en cuanto llamaron a la puerta.

—Adelante —ladró.

Jimin asomó la cabeza por la puerta, haciendo una mueca.

—¿Así es como le hablas a tus empleados? Suenas como un imbécil.

—¿Por qué estás aquí? —Preguntó Jungkook, empeorando su mal humor. No parecía poder borrar el ceño fruncido en su rostro.

—Vaya, ¿Quién orinó sobre tus copos de salvado esta mañana? —Preguntó Jimin, entrando y cerrando la puerta detrás de él.

—Nadie. ¿Qué es lo que quieres?

Jimin nunca había estado en la oficina de Jungkook, sin embargo, lo miraba como si Jungkook fuera quien estuviera actuando fuera de lugar.

—Dímelo tú. Jicheol dijo que necesitabas que alguien viniera a recoger un montón de documentos porque él los necesitaba esta noche, pero no tenías tiempo para conducir hasta la casa.

—Me refería a un servicio de mensajería, no a ti.

Jimin se dejó caer en la silla frente a él, como si esta fuera su casa y no la oficina de Jungkook.

—Vaya, tus habilidades de hospitalidad apestan, hermano. En serio, ¿Qué te pasa? Estás más tenso que de costumbre.

Abrió la boca para decirle que se fuera a la mierda, pero se escuchó a sí mismo preguntar:—¿Cómo se siente el miedo?

Jimin lo miró parpadeando.

—¿Qué?

—Es una pregunta válida —murmuró Jungkook.

—¿Te encuentras bien, hermano?

Jungkook estaba lo contrario a "bien".

—Mi pecho se siente apretado y mi boca está seca, y no puedo decir si estoy experimentando miedo, ansiedad o si es que estoy teniendo un maldito ataque al corazón.

—Sí, te ves como un cadáver. ¿Un ataque cardíaco no te hace sudar, y, por ejemplo, te hace doler el brazo izquierdo? Eres médico, ¿No deberías de saber si estás sufriendo un paro?

—Es simplemente que no entiendo lo que me está pasando...

—Bueno, eso nos convierte en dos. ¿Pasó algo antes de que empezaras a sentirte así? ¿Alguien te dio malas noticias? ¿Alguien intentó asustarte? —Preguntó Jimin.

Bueno, ciertamente no podía contarle a Jimin sobre Yoongi. Le diría a Junseop y Junseop haría una conferencia de prensa al respecto.

—No quiero hablar de eso.

Jimin entrecerró los ojos y estudió a Jungkook con atención.

—Espera... ¿Esto se trata de una... chica?

La vacilación antes de que Jimin dijera chica hizo que el músculo de su ojo se contrajera.

¿Era tan obvio?

—No.

Una lenta sonrisa se formó en el rostro de Jimin mientras que se inclinaba hacia adelante.

—¿Se trata de un chico? ¿Finalmente has abierto de una patada las puertas del armario? ¿Tienes... tienes novio?

—¡No! —espetó mientras cerraba los ojos y su descarada reacción exagerada lo llamaba un mentiroso—. No —Dijo de nuevo, un poco más tranquilo.

Jimin puso los ojos en blanco.

—Está bien, entonces obviamente hay una persona que te tiene atado en nudos. ¿Quién es?

Jungkook quería hablar con alguien, pero tampoco quería que nadie supiera que un completo extraño lo había atrapado tan fácilmente.

—No se lo puedes decir a nadie.

La lengua de Jimin salió disparada para humedecerse el labio inferior, luego asintió.

—Okey. ¿Qué hiciste?

Jungkook tenía la intención de solo dar los más mínimos detalles, pero, en cambio, vomitó toda la historia a un Jimin muy aturdido.

Cuando terminó, Jimin dijo:—¿Dos veces? Lo has visto dos veces y las dos veces... —Hizo un círculo con los dedos de una de sus manos antes de fingir violarlo con un dedo de la otra mano.

—No tienes que ser grosero.

Jimin resopló.

—Salva la indignación de los justos, hermano. No soy yo quién se la chupa a desconocidos en mi oficina.

Jungkook debería haber mantenido la boca cerrada.

—Fue sólo una locura temporal. Eso creo.

—¿Pero por qué? Él te buscó. Claramente quería verte de nuevo. ¿Por qué no ser amigos con beneficios? ¿Por qué te sientes tan presionado por esto?

Jungkook frunció el ceño con más fuerza.

—Uno, no soy gay. Dos, no somos amigos. Tres, cada vez que veo a este tipo, pierdo todo mi sentido de autocontrol —Y el respeto por él mismo, añadió en silencio.

—¿Nunca has querido desnudarte con alguien? ¿Como si nunca hubieras estado... como, cachondo con un chico al que conociste en un bar o a donde sea que alguien como tú va a hacer cosas no relacionadas con el trabajo? —Jungkook negó con la cabeza—. ¿No que tienes casi cuarenta?

Jungkook le lanzó una mirada muerta.

—No me estás ayudando.

Jimin suspiró.

—Escucha, parece que realmente tienes química con este tipo. ¿Cuál es el daño de ver a donde van las cosas? No es como si fuera a quedarse embarazado —Su mirada recorrió a Jungkook—. O a dejarte embarazado.

Podía sentir que empezaba a ponerse rojo.

—Ese no es el punto.

—¿Cuál es el punto, entonces? Trabajas todo el tiempo. Estás a disposición de Jicheol. Tienes cero vicios. Básicamente, eres un androide que espera ser el reflejo del próximo extraño al que conozcas. Tal vez ni siquiera es que te gusta, ¿Quizás solo lo estás tratando en la forma que él quiere tratarse?

Jungkook le dio la consideración que merecía ese pensamiento, pero luego lo rechazó. Reflejar a las personas era algo natural para él, pero era consciente de cuando lo hacía. Solo sucedía cuando servía a sus necesidades. Era útil para obtener dinero para subvenciones, establecer contactos y convencer al mundo entero que no estaba muerto por dentro.

—No es así como funciona. Si pudiera descubrir que es este sentimiento, podría seguir adelante con mi vida.

—Quiero decir, ¿Cómo describirías tu estado de ánimo normal? ¿Te sientes feliz o triste? Sé que sientes irritación y rabia. Lo he visto de primera mano. Pero, cuando no estás cerca de otras personas, ¿Cómo te sientes?

Sus cejas se fruncieron.

—No siento nada.

La mandíbula de Jimin cayó.

—¿No lo haces?

Él se encogió de hombros.

—¿Por qué habría de hacerlo?

Jungkook observó fijamente a Jimin mientras él trataba de conectar los puntos.

—Entonces, cuando no tienes a alguien cuyo comportamiento puedas reflejar,

¿Simplemente te apagas? ¿No tienes un programa de televisión que te haga feliz o música que te haga sentir relajado?

Jungkook frunció el ceño.

—¿Qué? ¿Por qué me harían feliz los personajes de ficción? Y la música es simplemente una colección de notas. Es agradable, supongo.

Jimin arrugó la cara.

—Uh. Está bien, no tenemos que desentrañar todo eso, pero voy a decirte esto: si ese tipo te hace sentir algo, tal vez deberías de apoyarte en él y ver qué sucede. En el peor de los casos, tendrás sexo realmente bueno... o sexo realmente mediocre. De cualquier manera, te correrás. Eso podría ser muy bueno para ti.

Jungkook quería descartar la idea solo porque Jimin fue quien la tuvo, pero tal vez tenía razón. Quizás, una vez que toda la tensión se hubiese liberado en la forma de intimidad física, tal vez conseguiría olvidarse de Yoongi de una vez por todas y volver a su vida normal.

—Lo pensaré.



◆═════════●★●═════════◆



Jungkook lo pensó. No pensó en otra cosa hasta casi las nueve de la noche. CL había encontrado a Yoongi con pocos esfuerzos. Jungkook ya tenía su dirección cinco minutos después de haberla llamado. Él era un mecánico. Era dueño de su propia tienda en un barrio peligroso al otro lado de la ciudad, una tienda donde aparentemente también vivía.

Jungkook se había dicho a sí mismo que esperaría algunos días solo para asegurarse de que esto era realmente lo que quería hacer, y no que estuviera atravesando una especie de crisis de mediana edad. En cambio, se paseó por su apartamento demasiado silencioso, recordando el peso y el sabor de la polla de Yoongi hasta que no pudo soportarlo más.

Se cambió a un par de joggers negros y a una sudadera con capucha gris, asegurándose de dejar su costoso reloj en casa. Cuando no pudo pensar en nada más para distraerse, pidió un Uber. De ninguna manera iba a llevarse el Volvo para que fuera desarmado y desechado por piezas.

El viaje a la casa de Yoongi fue insoportable. Abrió la boca al menos una docena de veces para decirle al conductor que se diera la vuelta, pero la cerraba de golpe cada vez. Yoongi le había dicho que la pelota estaba en su cancha. Había dicho eso. O algo así.

Pero no le había pedido que se presentara en su casa sin previo aviso. Claro, tampoco Jungkook lo había invitado a su oficina para tener sexo oral, así que supuso que eso igualaría las cosas.

Una vez que el conductor lo dejó fuera, en la puerta justo al lado de la oficina, se quedó allí con su dedo flotando sobre el timbre y tratando de convencerse a sí mismo de darse la vuelta e irse a casa, pero, en cambio, se quedó allí parado como un idiota.

Cuando un grupo de adolescentes revoltosos pasó por allí y le dieron una mirada extraña, finalmente apretó el botón en la caja del timbre. Casi de inmediato, un sonido áspero llegó a través del altavoz.

—¿Sí? —¿Lo había despertado? Quizás debería irse. Aun así, se quedó allí, deseando que las palabras vinieran a él—. ¿Hola?

Tenía que decir algo.

—Soy yo... uhm, Jungkook —El silencio se extendió entre ellos durante tanto tiempo que finalmente dijo:—Me iré.

Se escuchó el sonido distintivo de una cerradura al desengancharse.

—Está abierto.

Jungkook abrió la puerta y subió los escalones de dos en dos. La escalera no terminaba en una puerta, sino que se extendía hacia un espacio abierto con una pared de vidrio que miraba hacia el taller de abajo. Había un sofá apoyado contra el cristal y un televisor bastante caro sobre una mesa de café a una distancia adecuada de visualización. Había una pequeña cocina escondida en un rincón y puertas cerradas a ambos lados del espacio abierto. Quizás eran los dormitorios.

Yoongi estaba de pie en el pequeño lugar de la cocina, sin camisa, descalzo, con los mismos jeans de antes colgando de sus caderas. El colorido tatuaje de manga le recorría el hombro y cubría la mitad de su pecho. Tenía una cerveza en la mano y se veía... caliente, pero también rudo, como si de alguna manera hubiese estado peleando una guerra desde que Jungkook se había encontrado con él hacía solo algunas horas.

Flotó más cerca, y la incertidumbre creció a medida que la distancia entre ellos se vio reducida hasta que estuvieron a solo unos pocos pasos de distancia.

—No pensé que volvería a verte —dijo Yoongi con los ojos vidriosos—. Definitivamente no tan pronto.

Jungkook se encogió de hombros.

—Yo tampoco.

—Probablemente no deberías estar aquí ahora mismo —advirtió Yoongi, tomando otro trago de su botella de cerveza.

La frente de Jungkook se arqueó hacia arriba.

—¿Y eso por qué?

Yoongi se apretó los ojos con los dedos y los frotó con fuerza.

—Es sólo que... no estoy en un buen espacio mental en estos momentos.

—¿Entonces por qué me dejaste subir? —Jungkook preguntó, sin sentirse ofendido, solo genuinamente curioso.

Cuando Yoongi volvió a alzar la cabeza, su expresión era sombría.

—Porque una parte de mí no quiere estar sola. Una parte de mí que quiere descargar mi mal humor contigo.

La piel de Jungkook se puso de gallina, sus pezones se endurecieron y su polla se agitó.

—Okey.

Sus ojos se abrieron con sorpresa, pero su rostro permaneció pétreo.

—Es enserio, Pecas. Tuve un mal día y quiero lastimar a otra persona. No tengo idea de lo que podría hacerte si te quedas.

—Creo que puedo aguantarlo —dijo Jungkook, sin estar seguro de si eso era cierto.

Yoongi se lanzó hacia adelante, haciendo que el cuerpo de Jungkook se girara hasta que el mostrador se hundió contra sus caderas, atrapando así su pene contra uno de los cajones con Junhui de metal. Dolía un poco, pero guardó silencio.

Yoongi le mordió la oreja.

—Es tu última maldita oportunidad.

Jungkook se preparó para lo estaba por venir. Nunca había tenido sexo con penetración con un hombre, y honestamente, jamás había pasado a algo más que los trabajos manuales y frotarse el uno contra el otro. Podía manejar el dolor. No le tenía miedo al acto en sí, solo a lo abrumador que se sentía tener a Yoongi presionándolo contra el mostrador, su voz estaba en algún punto entre la amenaza y la súplica, como si no supiera si quería que Jungkook se quedara o se fuera.

Jungkook ya sabía que no le importaba.

—No me iré.

Las manos de Yoongi estaban debajo de su sudadera con capucha, arrastrándola por la cabeza y tirándola a un lado antes de que Jungkook incluso terminara de hablar.

—Dios, me encantan todas estas pecas —murmuró Yoongi casi para sí mismo, lamiendo y mordiéndole el hombro como si quisiera demostrarlo.

A Jungkook le gustaba la cálida presión del pecho de Yoongi contra su espalda, el placer y dolor de su lengua y dientes contra su piel.

Yoongi tiró de él hacia atrás contra su cuerpo y su mano se deslizó dentro de los pantalones de chándal de Jungkook. Hizo un sonido sordo en cuanto la palma callosa se cerró alrededor de su pene dolorido.

—Sin ropa interior, y ya estás duro para mí.

Lo dijo como si estuviera complacido, como si Jungkook hubiera hecho algo bueno. Rápidamente podría volverse adicto a esta sensación. Mientras que Yoongi lo acariciaba lentamente, todo su cuerpo se sonrojó, y la respiración se le entrecortó cuando unos dedos ásperos comenzaron a jugar con los picos rígidos de sus pezones.

Jungkook se consolaba un poco al saber que Yoongi también estaba duro. Podía sentirlo presionado contra su trasero cada vez que se empujaba hacia atrás contra él.

—¿Estás tratando de decirme algo? —Bromeó Yoongi.

Jungkook negó con la cabeza.

—Honestamente, no lo sé.

De repente, las manos de Yoongi desaparecieron.

—Ven conmigo.

Jungkook parpadeó ante el cambio abrupto, pero hizo lo que Yoongi le pidió. La puerta cerrada conducía a un dormitorio que era esencialmente un colchón con un somier en el suelo, y una mesa auxiliar que parecía una mano puesta hacia abajo. La habitación era escasa, pero estaba limpia. Incluso, la cama todavía estaba hecha.

Antes de que pudiera adivinar lo que iba a pasar, Yoongi lo inmovilizó contra la pared y lo besó profundamente.

—Soy negativo y estoy en PRep. ¿Y tú?

Jungkook hizo todo lo posible por seguir el cambio en la conversación.

—Soy negativo, pero no estoy en PReP.

Yoongi le atrapó los labios en otro beso sucio con la boca abierta.

—Hay condones si eso quieres. Pero, de verdad quiero estar dentro de ti.

Jungkook se sentía lo suficientemente caliente como para negarse, ruborizado hasta la punta de las orejas. Tragó audiblemente.

—Okey.

Yoongi se echó hacia atrás entonces, examinándolo.

—Quiero decir, puedo ser el pasivo. Prefiero ser el activo, pero si eso no es lo

tuyo...

—No tengo preferencias —espetó Jungkook—. Nunca he... —Se interrumpió—. No

importa. Puedes ser el activo. Estoy bien con eso —prometió.

Se tambaleó hacia adelante, capturando la boca de Yoongi por solo un segundo antes de que un par de manos lo presionaran una vez más contra la pared, manteniéndolo en su lugar.

—¿Nunca has qué? —Yoongi preguntó, estudiándolo intensamente.

Jungkook miró fijamente un punto en la pared sobre el hombro de Yoongi.

—Te lo dije, no soy gay. Nunca había hecho... esto antes. No es gran cosa. Soy médico, entiendo la mecánica. ¿Podemos simplemente volver a la parte del sexo porque la parte de hablar de esto está matando mi estado de ánimo? —Trató de besarlo de nuevo, pero Yoongi lo mantuvo quieto, sin dejar de estudiarlo.

Cuando Jungkook no pudo soportarlo más, dijo:—¿Quieres que me vaya?

Hubo otra pausa, y luego Yoongi se balanceó en su espacio personal, uniendo sus labios en un beso suave apenas un toque.

—No, pecas. No quiero que te vayas. Creo que encontré una distracción diferente para esta noche.

Yoongi lo tomó de la mano y lo llevó a la cama, quitando los pantalones de chándal de Jungkook y dejándolos caer alrededor de sus tobillos. Él se quitó los zapatos y los calcetines con torpeza, liberándose de ellos.

Tan pronto como estuvo desnudo, Yoongi lo empujó hacia atrás sobre la cama, siguiéndolo hacia abajo y obligándolo a retirarse más arriba del colchón para hacerle espacio.

Yoongi no se acostó encima de él, solo se cernió sobre él, las rodillas le separaban los muslos mientras que sostenía todo su peso sobre las palmas de las manos antes de inclinarse para besarlo con suavidad.

Yoongi acarició con su lengua lo largo del borde de los labios de Jungkook, pero sin empujar hacia dentro.

—Vamos —Murmuró ligeramente—. Abre. Tú sabes lo que deseo.

Jungkook odiaba la facilidad con la que se rindió, abriendo su boca debajo de la Yoongi para poder dejarlo meter la lengua dentro. Odiaba la forma en que su polla se llenaba desde el momento en que Yoongi se hacía cargo. Odiaba que ninguna de esas dos declaraciones fueran ciertas.

Era demasiado.

El deseo aplastante era demasiado para alguien que nunca había sentido nada. Era como pensar que se estaba presionando la lengua contra una batería, cuando en realidad se trataba de una cerca eléctrica. Aun así, sabía que no podría detenerlo. Se estaba volviendo adicto a la descarga de adrenalina que lo recorría con el más leve toque de Yoongi.

—Nosotros... podemos saltarnos la parte de la seducción y seguir adelante —dijo Jungkook con tono malhumorado.

Yoongi se movió para acostarse a su lado, girándose de costado mientras que una pantorrilla aún envuelta en jean se enganchaba sobre la pierna desnuda de Jungkook. Dos de sus dedos pasaron las ásperas almohadillas por encima de los labios de Jungkook.

—Oh, no. No haremos eso. Tuviste la oportunidad de irte y te negaste, así que ahora me voy a pasar el resto de la noche desarmándote pieza por pieza, hasta que estés suplicando por mi polla. Hasta que no puedas pensar en nada más que en mí. Dentro de ti. ¿Entendido?

El interior de Jungkook se estremeció ante esas palabras.

—Yo no ruego.

La risa de Yoongi era exasperante, humillante incluso. Él apretó los labios contra la oreja de Jungkook.

—¿A quién estás engañando, Pecas? Sabes que suplicarás si te lo digo. Harás todo lo que te pida, si eso es lo que quiero que hagas —Como para probar su punto, dijo con voz ronca:—Abre la boca.

Los párpados de Jungkook se cerraron, pero obedeció haciendo que su vergüenza creciera. Yoongi deslizó dos dedos dentro, frotándolos a lo largo de la lengua de Jungkook. Sabía vagamente a químico, un poco como a tierra o aceite de motor tal vez, pero eso solo hizo que Jungkook se endureciera aún más.

—Chupa —exigió Yoongi.

Jungkook cerró los labios alrededor de esos dedos, succionando mientras que Yoongi los follaba dentro y fuera de su boca.

Yoongi soltó un gruñido de satisfacción.

—¿Ves? Aunque, está bien. Tu secreto está a salvo conmigo. No lo diré. Nadie más que yo tiene que saber cuánto amas todo esto —Liberó los dedos y se los pasó por los labios—. ¿Me pregunto qué más puedo hacer que hagas por mí?

Jungkook también se lo preguntaba. Era demasiado para él.

Continue Reading

You'll Also Like

160K 12.9K 35
Lara pensaba que Toni era el amor de su vida, pero dejó de serlo hace mucho, después del primer golpe que recibió por su parte cuando estaba embaraza...
626K 86.3K 58
El amor puede llegar de manera impredecible... Para aquel Omega que por mucho tiempo creyó que lo había encontrado, vendrá en su demandante e impone...
74.4K 6.3K 40
Ella llega al Área sin saber nada de si misma. Sin recuerdos. Vacía. Su primer instinto fue buscar el cielo al verse en una caja encerrada. Luego -po...
2.4M 247K 134
Dónde Jisung tiene personalidad y alma de niño, y Minho solo es un estudiante malhumorado. ❝ ━𝘔𝘪𝘯𝘩𝘰 𝘩𝘺𝘶𝘯𝘨, ¿𝘭𝘦 𝘨𝘶𝘴𝘵𝘢 𝘮𝘪𝘴 𝘰𝘳𝘦𝘫...