2-15. Jungkook

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Jungkook buscó a Yoongi después de que terminó su primera clase de la tarde. Un aburrido estudiante de primer año que se había demorado en el auditorio, le dijo que Yoongi se había ido a la biblioteca hacía unos veinte minutos para hacer copias de una rúbrica para un trabajo final. Jungkook frunció el ceño ante eso. ¿Por qué Yoongi no usaría las fotocopiadoras para la facultad?

La biblioteca era una monstruosidad gótica de ladrillos rojos de tres pisos con ventanas y entradas arqueadas. Cuando entró, los estudiantes le fruncieron el ceño como si no fuera bienvenido. Les prestó poca atención, agradecido por el silencio que no había tenido desde que se le olvidaron los audífonos en el escritorio. Pasó junto a salas de conferencias y cubículos insonorizados hechos solo para estudiar, así como por tres mostradores para checkout de libros atendidos por estudiantes.

Había fotocopiadoras en cada piso, pero Jungkook pasó por alto las del primer piso ya que eran visibles desde la entrada y no había ningún Yoongi. Tampoco estaba en el segundo piso. En el tercer piso, Jungkook se dirigió hacia la parte más desolada de la biblioteca, una sección llena de manuales de instrucciones y guías técnicas.

Incluso si Jungkook no hubiese sabido en donde estaban las fotocopiadoras, hubiese sido fácil saber al seguir el sonido de las frustradas maldiciones de Yoongi. Jungkook sonrió y aceleró el paso. Dobló la esquina justo a tiempo para ver a Yoongi patear la fotocopiadora una vez y luego otra.

-Esta fotocopiadora es notoriamente temperamental. Por eso está aquí en la tierra de nadie.

Yoongi se sobresaltó al escuchar la voz de Jungkook, pero se recuperó rápidamente, con voz hosca. -Por supuesto que lo es.

Cuando Yoongi golpeó la parte superior de la fotocopiadora una vez más, Jungkook tiró de él y lo hundió entre las estanterías. -¿Qué le pasa a la fotocopiadora de la facultad?

-Está fuera de servicio. -Yoongi miró a la máquina junto a ellos como si fuera ella quien rompió la otra fotocopiadora.

-¿Por qué no usar la que está fuera de su oficina?

Yoongi dejó escapar un suspiro por la nariz. Jungkook nunca lo había visto tan nervioso. - Porque cada vez que tu amiga me ve, intenta sacarme información sobre nosotros dos.

-¿Bianca? -preguntó Jungkook.

Yoongi se encogió de hombros. -Eso creo. Ustedes dos parecían cómodos el día que nos conocimos.

Hubo el menor indicio de... algo en su voz. Seguramente no podían ser celos. -¿Tú... crees que tengo algo con mi compañera de trabajo? ¿Yo? ¿De verdad parezco ese tipo?

Yoongi estaba extrañamente malhumorado. -¿Y cómo puedo saber? Apenas nos conocemos.

Jungkook lo estudió detenidamente. -¿Qué pasa? Estabas bien cuando dejamos la casa de mi padre. Ahora, estás haciendo pucheros y golpeando un equipo de oficina como si te debiera dinero.

-No puedo dejar de pensar en cómo han desaparecido más mujeres. Por mi culpa. Pasé semanas tratando de fingir que nada de esto estaba sucediendo. Fui un egoísta y un estúpido, y ahora, más personas están sufriendo y muriendo por mi culpa.

Jungkook tomó el rostro de Yoongi entre sus manos y lo llevó hacia un pasillo lleno de libros antiguos con páginas amarillas. Sentía la edad en el olfato. -Hiciste todo lo que pudiste. Te metieron en un centro psiquiátrico por tratar de salvar a estas mujeres, por tratar de sacar a un asesino de las calles. -le recordó.

-Debería haber mentido. Debería haber encontrado otra forma de hacerles saber que era él. Podría haber... -Yoongi se calló, agitando la mano sin poder hacer nada.

M.N. (1-7)Where stories live. Discover now