El alfa mayor se removió un poco en su lugar, encontrándose con el joven omega que estaba acurrucado en su pecho, abrazándolo, Minho sonrió ante la imagen del menor, dio un beso en su frente para después salir con delicadeza de la cama, estirándose y bostezando, con la mirada busco su ropa encontrándola tirada por toda la habitación del omega, camino hasta su ropa interior y se la puso junto a sus pantalones.
Escuchó unos bonitos quejidos, volteandose para ver al rubiecito que despertaba tallando sus ojos, el menor vio a su hyung, sonriéndole con cariño.
—Buenos días, hyung. —Bostezó.
—Buenos días, Sungie, ¿cómo te sientes? —Se acercó al rubio, sentándose a su lado.
—Uhm, me duele un poco mi espalda baja.
—¿Quieres qué te traiga unas aspirinas? —Acarició los cabellos del omega.
—Si, por favor. —La mano del alfa mayor bajo hasta el cuello del otro, pasando sus dedos por las marcas rojizas que había dejado ahí, Jisung cerró sus ojitos ante los toques.
Sus dedos subieron por aquel cuello, delineando los labios hinchados del omega aunque apartó su mano, nuevamente aquel pensamiento de que Jisung merecía estar con alfas de su edad le taladraban la cabeza.
—Voy a traerte la aspirina y el desayuno. —Se levantó saliendo con rapidez de la habitación.
Jisung suspiró, tirándose de espaldas en la cama por la frustración, ¿por qué su hyung se alejaba así de él? Habían hecho el amor ya no tendría que retroceder, solo lastimaba a su lobo el cual quería estar cerca de Su destinado porque sí, Jisung sabe que ambos son destinados, desde que tenía 17 lo supo, el alfa de sus sueños era su destinado.
Tantas veces ha intentado que su hyung lo vea de otra manera, como un omega y no un niño no como su "sobrino" quería que lo viera como una pareja a futuro, como su destinado, sabía la gran diferencia en sus edades pero él se sentía listo para tener algo con su hyung, él ya no era un niño y Minho debía saberlo, por eso haría cualquier cosa para demostrarle que ya es un adulto.
Sus padres no regresarían hasta el sábado y sabía perfectamente que su hyung estaba de vacaciones además que lo ha visto como se lo come la mirada, Jisung ya no es ingenuo ni inocente sólo que su hyung lo vesa así, esta bien, dejaría que pensará eso.
El pequeño rubio había elegido la ropa más tiernamente sexi que tenía para restregarsela a los ojos de su hyung, la fuga en su baño fue mera coincidencia y lo demás fue simplemente la tensión haciendo de las suyas, un plan con éxito ahora el omega se regocijaba de felicidad pura, su virginidad le pertenecía a su hyung y a nadie más.
—Me tarde mucho, ¿verdad? —El rubio asintió.
—Tú papá tiene bien guardado los cuchillos, me tarde más buscando uno que picando la fruta. —Jisung río, sonriendo en grande al ver un bowl de fresas y kiwis picadas.
—Gracias por darse la tarde de hacer esto para mí. —Posó su mano en el muslo de su mayor muy cerca de su entrepierna.
—De nada, Sungie. —Vio de reojo la mano del omega y tragó saliva.
—Diga "ah" —Acercó el tenedor a la boca del moreno, Minho accedió, comiendo de la fruta.
Ambos comieron juntos hasta terminarse todo y Minho tuvo que volver a su casa, él omega se sintió triste por eso, había imaginado que su hyung se quedaría todo el día en su casa además de que su lobo y él querían que el alfa les hiciera el1 amor todo el día.
Aunque es Jisung, el pequeño omega obtenía lo que quería, por lo cual busco entre su ropa interior, encontrándose con un conjunto de lenceria negro muy sensual sólo espero a que oscureciera para correr hacia la casa de su destinado.
Entro por la puerta trasera que daba hacia el patio trasero de la casa del alfa mayor, sus fosas nasales se inundaron de aquellas feromonas que tanto le embriagaban, subió las escaleras ya que sabía que a estas horas su hyung se la pasaba en su despacho y tenía razón, abrió con cuidado la puerta, su mayor se sorprendió al verlo ahí.
—¿Jisung qué haces aquí a esta hora? —Dejó los papeles que leía en el escritorio, viendo curioso al joven omega que sólo vestía una bata de seda.
—Ahm, no quería estar solo en casa, además.. —Desató el nudo, la bata cayó al suelo mostrando el conjunto de lencería de encaje negro que portaba.
—Ji-Jisung, cúbrete.. —El omega caminó hasta el alfa, subiéndose en su regazo.
—No quiero. —Se abrazó al cuello del moreno.
—Por favor, tapate, esto está mal. —Intentó bajar al más joven pero este no se dejo.
—¿Por qué está mal? Yo no veo lo malo, ambos somos adultos, te estoy dando mi consentimiento y sé que usted también quiere. —Dijo rozando sus labios, viendo como el mayor cerraba sus ojos por la cercanía.
—Tús padres son mis amigos, yo no puedo hacerles esto con su hijo, Sungie. —Sus narices se rozaban.
—Ellos no tienen porque saber, puede ser nuestro secreto, hyung, yo lo quiero a usted, deje de evitarme se lo ruego.
Minho tomó de las caderas al menor para moverlas a su antojo, junto sus labios, moviéndolos necesitadamente, Jisung sacó la erección de los pantalones del mayor, estaba muy duro, podía sentir el presemen salir a montones, subió y bajo su mano en él sacandole jadeos a su hyung.
El alfa mayor lamió los pezones sobre el baby doll que el rubiecito portaba, humedeciendo la tela de ésta haciendo al omega delirar con su lengua, se alejó de sus pezones para quitarle ese conjunto, quería disfrutar ese cuerpo pronto y así lo hizo, un omega mojado yacía en su regazo, restregandose contra su entrepierna.
Minho no pudo contenerse, tiro las cosas de su escritorio y empotro al omega contra éste, haciendo que su pecho estuviera contra la mesa, sonrió al ver la entrada rojita la cual se contraía. No espero más y tomó su glande adentrándose en el menor, él cual tembló bajo su cuerpo por la intromisión.
El lubricante del menor resbalaba por sus muslos, mojando consigo los pantalones del hombre mayor que se encargaba de penetrarlo, mientras se recargaba de uno de sus brazos que era doblado contra su espalda, cerró sus ojos dejándose llevar por la excitación, Minho se movía rápido y conciso gracias a la mojada entrada del omega.
—¡Mgh..ah!
Su cuerpo se alzaba por las estocadas rudas que solo provocaba cargas eléctricas en el menor que se aferraba con su mano libre del borde del escritorio, Minho apretaba su agarre en el brazo de Jisung, mientras su miembro se hundía cada vez más profundo escuchándose por el despacho del alfa mayor el característico sonido de las pieles desnudas chocar.
—Sungie, estás muy mojadito. —Dijo ronco en el oído del omega.
—¡Min-minho...oh!
Lloriqueo pues la sensación placentera era insoportable, su cuerpo no podía aguantar tanto placer por la manera en que su punto débil era atacado en cada estocada, estaba casi de blanco hasta que su atención fue capturada por el celular de su hyung sonar sobre el escritorio.
—Guarda silencio, Sungie.
—S-sí hyung..¡a-ay!
Chilló cuando el miembro de su mayor fue sacado por su totalidad ynuevamente introducido hasta el fondo sin gentileza, Minho sólo sonrió por los sonidos del rubio y contesto el móvil, escuchándose la voz de su mejor amigo Chanyeol.
—Minho perdona la hora en la que te llamo, es que Jisung no contesta su celular y ya le he marcado como 5 veces ¿de casualidad no está contigo? —Preguntó un preocupado Chanyeol.
—Sí, Jisung está conmigo es que estamos viendo una película en mi casa, ¿quieres qué te lo pase? —El pequeño omega que estaba siendo sometido le dedico una mirada a su hyung negando que no le pasará el teléfono, Minho puso un dedo en sus labios para que guardará silencio y le dio una embestida dura.
—Por favor, Minho
—Si, Sungie, te habla tu padre. —Puso el teléfono en la oreja del omega.
—Pa-papá, perdón es que mi celular esta cargándose. —Dijo con dificultad ya que su hyung seguía follandoselo.
—¿Me habías preocupado, Sungie, ya cenaste?
—S-sí papá. —Enterró sus uñas en el escritorio.
—Que bien, sólo quería escuchar que estabas bien, pasame a tu tío por favor.
—Hyu-hyung.. —Minho entendió volviendo a atender el teléfono.
La conversación que su hyung estaba teniendo con su padre no le importo, su mente nuevamente estaba en blanco por el placer, Minho no paraba de cogerselo y ahora su pene salía casi hasta la punta para volver a adentrarlo todo, sin tener amabilidad ni consideración del omega que se estaba quedando sin aliento.
Minho colgó y tomó de las caderas al rubiecito, golpeando el punto dulce de éste, importandole poco los quejidos del menor que chillaba por la insoportable sensación que no le duró más cuando se corrió al mismo tiempo que su hyung lo hacía dentro de él.
—Hyung.. —Se volteó en su lugar, dejando su espalda contra el escritorio.
El alfa mayor lo cargo en sus brazos con tanta facilidad, levándolo hasta su habitación para que reposará en su cama, apenas tocó el colchón, Jisung quedó totalmente dormido, Minho dejo un beso corto en sus labios y se acostó a su lado.