M.N. (1-7)

By numizu

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Temas sensibles Libros del 1 al 5 More

Aviso
Sinopsis Libro 1: M.N: D
Glosario
Prólogo: Dr. Jeon Jicheol
1-1: Jungkook
1-2. Yoongi
1-3. Jungkook
1-4. Yoongi
1-5. Jungkook
1-6. Yoongi
1-7. Jungkook
1-8. Yoongi
1-9. Jungkook
1-10. Yoongi
1-11. Jungkook
1-12. Yoongi
1-14. Yoongi
1-15. Jungkook
1-16. Yoongi
1-17. Jungkook
1-18. Yoongi
1-19. Jungkook
1-20. Yoongi
1-21. Jungkook
1-22. Yoongi
1-23. Jungkook
1-24. Yoongi
1-25. Jungkook
1-26. Yoongi
Epílogo: Yoongi
Epílogo bonus: Jungkook
Extra 1
Sinopsis Libro 2: M.N: P
Glosario
Prólogo: Dr. Jeon Jicheol
2-1. Jungkook
2-2. Yoongi
2-3. Jungkook
2-4. Yoongi
2-5. Jungkook
2-6. Yoongi
2-7. Jungkook
2-8. Yoongi
2-9. Jungkook
2-10. Yoongi
2-11. Jungkook
2-12. Yoongi
2-13. Jungkook
2-14. Yoongi
2-15. Jungkook
2-16. Yoongi
2-17. Jungkook
2-18. Yoongi
2-19. Jungkook
2-20. Yoongi
2-21. Jungkook
2-22. Yoongi
2-23. Jungkook
Epílogo: Jungkook
Epílogo Bonus: Yoongi
Extra 1: Vida Familiar pt.1
Libro 3: D
Glosario
3-1. Jungkook
3-2. Yoongi
3-3. Jungkook
Prólogo: Jicheol
3-4. Yoongi
3-5. Jungkook
3-6. Yoongi
3-7. Jungkook
3-8. Yoongi
3-9. Jungkook
3-10. Yoongi
3-11. Jungkook
3-12. Yoongi
3-13. Jungkook
3-14. Yoongi
3-15. Jungkook
3-16. Jungkook
3-17. Jungkook
3-18. Yoongi
3-19. Jungkook
3-20. Yoongi
3-21. Jungkook
3-22. Yoongi
3-23. Jungkook
Epílogo: Jungkook
Bonus Epílogo: Yoongi
Sinopsis, especial libro 3.5: D
Glosario
Prólogo: Jicheol
3.5-1. Jungkook
3.5-2. Yoongi
3.5-3. Jungkook
3.5-4. Yoongi
3.5-5. Jungkook
3.5-6. Yoongi
3.5-7. Jungkook
3.5-8. Yoongi
3.5-9. Jungkook
3.5-10. Yoongi
Epílogo. Jungkook
Sinopsis Libro 4: P
Glosario
Prólogo. Jicheol
4-1. Yoongi
4-2. Jungkook
4-3. Yoongi
4-4. Jungkook
4-5. Yoongi
4-6. Jungkook
4-7. Yoongi
4-8. Jungkook
4-9. Yoongi
4-10. Jungkook
4-11. Yoongi
4-12. Jungkook
4-13. Yoongi
4-14. Jungkook
4-15. Yoongi
4-16. Jungkook
4-17. Yoongi
4-18. Jungkook
4-19. Yoongi
4-20. Jungkook
4-21. Yoongi
4-22. Jungkook
4-23. Yoongi
Epílogo: Jungkook
Bonus Epílogo: Jungkook
Sinopsis Libro 5: T
Glosario
Prólogo: Jicheol
5-1. Jungkook
5-2. Yoongi
5-3. Jungkook
5-4. Yoongi
5-5. Jungkook
5-6. Yoongi
5-7. Jungkook
5-8. Yoongi
5-9. Jungkook
5-10. Yoongi
5-11. Jungkook
5-12. Yoongi
5-13. Jungkook
5-14. Yoongi
5-15. Jungkook
5-16. Yoongi
5-17. Jungkook
5-18. Yoongi
5-19. Jungkook
5-20. Yoongi
5-21. Jungkook
5-22. Yoongi
Epílogo: Jungkook
Bonus Epílogo: Jungkook
Pregunta
(Protagonistas del libro 3) Especial Extra 1: Yoongi conoce a Kendra
(Protagonistas Libro 1) Especial Extra 2: ¿Bridezilla? pt.1
(Protagonistas Libro 1) Especial Extra 2.1: ¿Bridezilla? pt.2
(Protagonistas Libros 4 y 5) Especial Extra 3: ¿Estás borracho, nene?
Especial Extra 4: Yoongi
(Protagonistas Libros 4 y 5) Especial Extra 5: Conferencias telefónicas pt.1
(Protagonistas Libros 4 y 5) Especial Extra 5.1: Conferencias telefónicas pt.2
Aviso

1-13. Jungkook

246 26 1
By numizu


A Jungkook le hirvió la sangre ante la amenaza casual de sus hermanos. ¿Estaban intentando intimidar a Yoongi? ¿Asustarlo? ¿Hacer que se fuera? El pulgar de Yoongi comenzó a acariciar perezosamente el costado de la mano de Jungkook, como si pudiera percibir su estado agitado y quisiera que se relajara. Quizás podría. Tal vez ese era el superpoder de Yoongi. Él tenía demasiada empatía y Jungkook no tenía ninguna. ¿Era eso algo malo? Para Jungkook, se sentía como un equilibrio. ¿Sentiría Yoongi lo mismo?

—Creo que estás haciendo enojar a nuestro hermanito —dijo Junhoe, divertido—. No le gusta que amenaces a su nuevo juguete. Junhui se rio. —Jaejoong dijo que éste es diferente.

—Bueno, eso ya lo sabemos. ¿Cuándo has sabido que Jungkook traiga a casa alguno de sus juguetes? Demonios, ¿cuándo fue la última vez que salió con el mismo chico dos veces? Sin embargo, aquí está, todo enredado en nudos sobre este en sólo... ¿qué? ¿Una semana?

Dos días. Sólo dos días. Pero se sentía como si fuera más. Se sentía como si hubiera conocido a Yoongi hace un millón de años y hubieran estado separados todo este tiempo. Y ahora, él estaba de vuelta. De vuelta al lugar al que pertenecía. Con Jungkook. Y así era como se quedaría, sin importar quién tratara de interponerse en su camino. Pero Jungkook se guardó eso para sí mismo. No tenía permitido amenazar a sus hermanos.

Una de las muchas reglas de su padre. Nunca traiciones a la familia. ¿Y si ellos lo traicionaban primero? Se sentía como si estuvieran amenazando a Yoongi, como si quisieran hacer que Yoongi les tuviera tanto miedo que no estuviera dispuesto a arriesgar la vida con Jungkook. Su mandíbula se apretó y se relajó, se apretó y se relajó, todo su cuerpo se sonrojó con... algo... ante la idea de que Yoongi lo dejara. Yoongi nunca podría dejarlo. Nunca. Él le pertenecía a Jungkook. Sin importar qué tan incorrecto fuera. O loco. O posesivo. Yoongi era suyo.

El pulgar de Yoongi dejó de acariciar y su mano apretó la de Jungkook con fuerza, sacándolo de la espiral de rabia que lo consumía en ese momento. Junhui y Junhoe tenían sus espeluznantes momentos de gemelos, así que sólo hablaban en voz alta para molestar a Jungkook y para incomodar a Yoongi. Cosas de hermanos. Así lo llamaba su padre. Decía que les hacía parecer normales. Los hermanos se burlaban entre ellos. Los hermanos tenían discusiones.

Sus hermanos iban a necesitar que alguien más los llevara el resto del camino a casa si no se callaban de una puta vez porque los iba a dejar tirados a un lado de la autopista. Se lo merecían. Incluso su padre lo vería, una vez que lo explicara.

Podían llamar a un Uber.

Yoongi giró la cabeza para mirar con dureza a los hermanos de Jungkook. —No sé si esto es, como su intento de intimidarme, o si sólo están tratando de hacerlo enojar, pero si les digo que estoy convenientemente aterrorizado, ¿podemos dejar atrás lo que sea que sea esta mierda? —preguntó, haciendo un gesto entre ellos.

Los gemelos parpadearon entre sí y luego a Yoongi, con su confusión evidente. Jungkook apretó la mano de Yoongi esta vez, dándole una sonrisa que esperaba que transmitiera... lo orgulloso que estaba de Yoongi. Él era tan suave en algunos aspectos. Su piel, sus rasgos, la forma en que se fundía en los brazos de Jungkook y sus ojos marrones se volvían brumosos cuando dejaba que Jungkook tomara el control.

Pero no era una persona fácil de manipular. No era de los que se echan para atrás, aunque fuera a matarlo. Eso era un rasgo necesario para navegar una vida con Jungkook.

—¿Qué sabes del caso de Yoongi? Ponnos al día. —dijo finalmente Junhoe.

Jungkook dejó caer sus hombros, toda la tensión abandonando su cuerpo. Les dio todo el trasfondo antes de añadir: —Uno de los hombres que Yoongi recordó que le hizo daño, fue el mejor amigo de su padre, Hanbin. Es el dueño del club de striptease donde trabaja Yoongi.

—¿Trabajas para el hombre que abusó de ti? —preguntó Junhui.

Yoongi asintió. —No sabía que había abusado de mí cuando empecé a trabajar allí. Necesitaba un trabajo y un lugar para aparcar mi trailer. Parecía sorprendido de verme. Había pasado mucho tiempo. Mirando hacia atrás, definitivamente me puso a prueba para ver si recordaba algo de cuando era un niño. Como eso no pasó, finalmente cedió.

—Eso es inteligente. Entrar así con él. Hay que tener agallas. —dijo Junhoe, sonando impresionado, aunque a regañadientes—. ¿Has descubierto algo sobre este tipo, Hanbin, desde que empezaste a trabajar allí?

Jungkook miró a Yoongi, con la cara medio oscurecida por la sombra. Cuando no pareció interesado en responder, Jungkook lo hizo por él. —Anoche irrumpimos en su casa y encontramos una llave y la mitad de un disco duro encriptado que CL está intentando descifrar. Pero eso es todo. Ella está tratando de rastrear de dónde viene la llave, pero lo más probable es que sea un callejón sin salida.

—¿Por qué medio disco duro? —preguntó Junhui.

—Nos interrumpieron mientras lo clonaba. Era una descarga de casi tres horas. —dijo Jungkook, mirando a sus hermanos en el espejo retrovisor.

—Jesús, eso es un montón de porno infantil. Maldito enfermo. —señaló Junhoe—. ¿Quién o qué te interrumpió?

—Un desconocido —dijo Yoongi—. Nunca lo había visto antes.

—Conan Greevey. —explicó Jungkook, apretando la mano de Yoongi—. CL lo escaneó rápidamente. No trataba de esconderse. Dirige los programas juveniles de la ciudad, lo que significa, dada su asociación con Hanbin, que definitivamente acabará en nuestra lista.

Jungkook no sintió la necesidad de aclarar a nadie a qué lista se refería.

—Estos pedazos de mierda realmente están en todas partes. —dijo Yoongi, la voz sonando un poco hueca.

—¿Lucía Hanbin sospechoso esta noche? —Jungkook finalmente se percató en preguntar.

Yoongi negó con la cabeza. —No más de lo habitual. Volvió a interrogarme sobre la mochila. Le pregunté por la cabaña.

Jungkook dirigió sus ojos a Yoongi, la boca formando una línea dura mientras su pulso se aceleraba. —Eso fue peligroso.

Yoongi se encogió de hombros. —Fui sutil al respecto. Dice que la vendió hace años, que era de su padre. Pero creo que está mintiendo. Creo que todavía la tiene.

—¿A cuántos de ellos recuerdas? —preguntó Junhoe a Yoongi.

—¿Qué? —murmuró Yoongi, girándose para mirar a Junhoe una vez más.

—Los hombres. ¿Cuántos recuerdas? ¿Cuatro? ¿Diez? ¿Treinta?

Jungkook oyó a Yoongi tragar saliva y quiso decirle a su hermano que se echara para atrás y se callara la boca, pero Yoongi tenía que decidir si quería responder o no. Él hacía las reglas fuera del dormitorio, eso era lo que Jungkook había prometido.

Cuando Yoongi finalmente habló, su voz estaba tensa. —No lo recuerdo exactamente. No quiero. —aclaró, como si pensara que podrían sugerirle que buscara más profundamente entre sus recuerdos—. Mi padre y Hanbin definitivamente... me tocaron... pero también había hombres que miraban. Dos o tres de ellos. Tengo pesadillas en las que aparecen manos sobre mí. Voces dando instrucciones. Creo que, si veo sus caras, probablemente pueda decir quién... participó.

—Además, incluso si estos hombres no tocaron a Yoongi, definitivamente tocaron a los hijos de alguien más. Se merecen lo que sea que les pase después. — dijo Jungkook.

—¿Tenía CL algo útil que añadir? —preguntó Junhui, con voz divertida.

Solamente que Yoongi podría no ser el hijo de Dongho y podría tener potencialmente otra familia entera por ahí. Una parte de Jungkook quería olvidar todo eso. Fingir que no lo sabía. Si Yoongi tenía una familia real allá afuera, podría dejar a Jungkook atrás.

Pero él no era tan egoísta. No iba a negar a Yoongi la oportunidad de conocer una familia de verdad. Pero tampoco iba a ilusionarlo. Primero obtendría la muestra de ADN, y luego le diría si hubiera algo que contar.

—Descubriremos quiénes hicieron esto y los haremos pagar. —prometió Jungkook.

—Sí, lo sé. —dijo Yoongi, volviéndose para darle una sonrisa tranquilizadora.

—Bueno, cuando lo descubras, queremos participar. —dijo Junhui.

Jungkook no respondió. No tenía ningún problema en que sus hermanos ayudaran y probablemente los necesitarían si había varios abusadores de niños como Yoongi sospechaba.

Dejaron a los gemelos en su casa antes de dirigirse a la de Jungkook. Yoongi no habló mucho una vez que se fueron, sólo se removió en el asiento del copiloto, aparentemente tenso porque los gemelos ya no controlaban la conversación.

¿Habrían dicho algo que hiciera que Yoongi se cuestionara lo que había entre ellos? La idea de que Yoongi se fuera, de que cambiara de opinión sobre Jungkook, era como un cuchillo en su garganta, que le hacía difícil tragar. Yoongi era suyo. Sólo suyo. Si Yoongi no sentía lo mismo, Jungkook no sabía qué haría.

Junhui había llamado a Yoongi el nuevo juguete favorito de Jungkook, pero eso no era cierto. Jungkook nunca había tenido nada favorito, no formaba vínculos con personas u objetos. Mantenía una conexión con su familia porque eso era lo que la sociedad esperaba y tenían un objetivo común. Su unión los mantenía a todos a salvo y permitía que el experimento de su padre continuara. Siempre había imaginado que si podía formar vínculos sería con ellos. Los protegería, lloraría su ausencia, pero perderlos no le afectaba tanto como la idea de no tener a Yoongi en su vida.

Las convenciones sociales decían que Jungkook no debía contarle a Yoongi ninguna de estas cosas, que no debía decirle a nadie que se había enamorado de algún modo de un chico al que sólo conocía desde hacía unos días, a menos de que las dos semanas de acoso que había hecho tras la amenaza de muerte contara. Pero Jungkook ya se lo había dicho, ya había dejado claras sus intenciones, ¿no? Yoongi entendía lo que era para él. Tenía que saberlo. Tenía que sentirlo también. Tal vez todo esto era demasiado intenso para Yoongi. Tal vez conocer a sus hermanos por fin había hecho que Yoongi entendiera quién era Jungkook en el fondo.

Apretó el volante durante todo el camino de vuelta al loft, lanzandole miradas furtivas a Yoongi, quien había abandonado la mano de Adán para enredar los dedos en su regazo, mirando el mundo pasar a través de la ventanilla del copiloto. No parecía asustado, ni siquiera molesto, pero había una tensión en el carro que no había existido hace unos momentos, una densidad en el aire entre ellos que casi parecía que podía alcanzar y tocar. Esto despertó sus instintos más bajos, los responsables de su supervivencia, y Yoongi era ahora algo necesario para la supervivencia de Jungkook.

Una vez aparcado en el garaje, Jungkook abrió la puerta de Yoongi. Este tomó la mano de Jungkook y le dedicó una sonrisa dudosa, casi nerviosa. El nudo en el estómago de Jungkook se aflojó un poco. Cuando entraron en el ascensor, Yoongi volvió a deslizar su mano en la de Jungkook, y la oleada de alivio fue tan abrumadora que lo dejó sin aliento. Pero ese alivio se convirtió rápidamente en una necesidad de reclamar, de hacer que Yoongi comprendiera quién era él para Jungkook.

Cuando las puertas se cerraron, Jungkook empujó a Yoongi contra la pared, agarrando su cara con las manos y besándolo mientras el elevador se ponía en marcha. Se tragó el chillido de sorpresa de Yoongi, y una parte de él se preguntó qué otro tipo de sonidos podría sacar de Yoongi si aplicaba la presión adecuada. Sintió el momento en que la tensión abandonó a Yoongi, todo su cuerpo se relajó contra Jungkook, permitiendo que lo besara como quisiera.

Así era la cuestión con Yoongi; no era débil ni frágil. No era un ratoncito manso y tímido que tenía demasiado miedo de hablar. Y eso hacía que su total sumisión fuera mucho más excitante. Hacía que Jungkook quisiera hacerle cosas sucias, hacía que quisiera inmovilizarlo y hacerle gritar o gemir. Hacía que Jungkook quisiera invadirlo, cada maldita parte de él, hasta que no se supiera dónde terminaba él y dónde empezaba Yoongi.

—Te deseo tan jodidamente mal. —Gruñó, soltando la cara de Yoongi para poder morderle la concha de la oreja.

—Déjame ducharme y podrás hacerme todo lo que quieras. —prometió Yoongi sin aliento antes de que su lengua volviera a sumergirse en la boca de Jungkook, dando lo mejor de sí.

Salieron del ascensor y entraron en el vestíbulo, mientras Jungkook lo empujaba contra cualquier superficie disponible para besar, lamer y provocar de cualquier parte de Yoongi a la que pudiera llegar, deteniéndose solo para sacar la llave de su bolsillo. Una vez dentro, atrapó a Yoongi contra la puerta. —Quiero estar dentro de ti. Ahora.

Yoongi gimió. —Ducha...

Jungkook rodeó la garganta de Yoongi con su mano. —Ahora.

Yoongi apartó a Jungkook de un empujón. —No. No. No. Primero la ducha. Luego el sexo. No es discutible —Al ver la expresión hosca de Jungkook, puso los ojos en blanco y sonrió—. Puedes ducharte conmigo —le animó, dándole otro beso prolongado—. Incluso puedes lavarme la espalda.

Antes de que Jungkook pudiera responder, Yoongi comenzó a desnudarse, dejando un rastro de ropa tras de sí de una manera que no debería haber sido sexy pero que de alguna manera lo fue. Jungkook recogió los trozos caídos como si fueran migas de pan y los tiró en su cesto, entrando en el baño justo cuando Yoongi se ponía bajo la ducha, con los ojos cerrados y la cara inclinada hacia el chorro.

Jungkook se quitó lentamente la ropa, no en un intento de seducción, sino simplemente porque se resistía a apartar los ojos de Yoongi el tiempo suficiente para completar la tarea. Una vez desnudo, Jungkook se quedó de pie, con el labio inferior atrapado entre los dientes, siguiendo con la mirada el agua que corría por la piel de Yoongi, aferrándose a cada curva muscular. Yoongi estaba en forma, pero sin los abdominales y bíceps abultados de los chicos ricos con los que Jungkook solía salir de fiesta. El cuerpo de Yoongi había sido esculpido por el trabajo, no por el gimnasio, y Jungkook no podía tener suficiente de él.

Jungkook se colocó detrás de Yoongi, quien miró por encima del hombro. Las gotas de agua se pegaban a sus pestañas, y su lengua salió para probar el agua en sus labios. Jungkook también quería una probada. Acercó la cara de Yoongi, cediendo a la tentación.

La idea le hizo gruñir en la boca de Yoongi, sus manos se deslizaron para agarrar su trasero y acercarlo lo suficiente como para sentir su dura polla presionando contra su cadera.

Yoongi rompió el beso, agarrando la toalla de baño y tendiéndoselo a Jungkook. —¿Ayúdame?

Las fosas nasales de Jungkook se encendieron ante el tono jadeante de Yoongi. —Sería en vano cuando sólo voy a ensuciarte de nuevo. —Jungkook se enfurruñó antes de atrapar su boca una vez más, pellizcando lo suficientemente fuerte como para sacar sangre, y luego chupando el labio herido de Yoongi.

Yoongi inclinó la cabeza para dar a Jungkook acceso a su garganta. —Promesas. Promesas.

Jungkook se rio, haciendo girar a Yoongi y arrastrándolo contra él. Yoongi dejó caer su cabeza contra el hombro de Jungkook, los ojos cerrándose mientras Jungkook comenzaba a lavarlo.

Se tomó su tiempo, usando el paño jabonoso para explorar el cuerpo de Yoongi, dibujando el áspero material de algodón sobre un pezón mientras sus dedos provocaban el otro, flotando más abajo sobre su vientre, envolviendo su puño cubierto con la toallita de baño sobre la polla de Yoongi, masturbándolo lentamente.

—Jungkook... —Gimió, con la cara inclinada justo lo suficiente como para que pudiera ver a Yoongi derrumbarse.

Apretó los labios contra la oreja de Yoongi, incluso mientras dejaba que la tela trabajara a lo largo de su cuerpo, restregando cada pliegue y hendidura antes de presionar su erección contra la curva del culo de Yoongi. —Esto fue idea tuya. Ya te habría inclinado sobre el colchón, con mis dedos ya metidos dentro de ti, abriéndote para que estuvieras listo para mí. —Los párpados de Yoongi se agitaron, los labios se separaron mientras su respiración se aceleraba. Yoongi era siempre tan receptivo—. ¿Sientes lo duro que me pones? Quiero estar dentro de ti tan malamente ahora mismo. Quiero preñarte, marcarte... quiero mi olor en tu piel. La gente tiene que saber...

—¿Saber qué? —Yoongi susurró.

La mano de Jungkook se cerró en torno a su garganta, apretando lo suficiente como para arrancarle un estremecedor sollozo. —Que eres mío. Sólo mío. Que me perteneces a mí. —Jungkook dejó caer la toalla, rodeando la polla de Yoongi con su mano enjabonada—. Te gusta eso, ¿verdad? ¿Te gusta ser mío?

Jungkook también necesitaba las palabras, necesitaba la confesión de Yoongi, pero su única respuesta fue un asentimiento forzado y un sollozo roto. El sonido disparó directamente a la polla de Jungkook. Quería provocar a Yoongi, hacerlo bien para él, pero estaba a dos segundos de empujarlo contra la pared de la ducha y empalarlo allí mismo.

—¿Me quieres dentro de ti? —Jungkook canturreó mientras lamía el agua de la concha de su oreja—. ¿Quieres que te folle? ¿Qué te llene? ¿Hacer que lo tomes? ¿Todo? ¿Todo de mí?

Las caderas de Yoongi se flexionaron mientras trataba de meterse en el puño flojo de Jungkook, dando otro pequeño gemido de frustración cuando Jungkook no le dio lo que quería. Apretó la mano en la garganta de Yoongi hasta que pudo sentir su pulso palpitando bajo las yemas de sus dedos.

—Te hice una puta pregunta. —le gruñó al oído, con un tono amenazante.

Yoongi se estremeció contra él. —Mierda. Sí. Sabes que también lo quiero. Deja de provocarme y fóllame ya.

Jungkook exhaló un suspiro ante las jadeantes palabras de Yoongi, los dedos le apretaron la garganta un poco más. —Necesito escucharlo. Necesito oírte decirlo. Dímelo.

—Quiero que me folles. Lléname —prometió Yoongi, todavía tratando de entrar y salir del puño cerrado de Jungkook—. Hazme rogar.

Los dientes de Jungkook se hundieron en la garganta de Yoongi. —¿Es eso lo que quieres? ¿Rogar?

Yoongi no respondió, sólo gimió.

Jungkook no pudo aguantar más, se dejó caer de rodillas sobre la baldosa, mordiendo la mejilla del culo de Yoongi lo suficientemente fuerte como para hacerlo sisear de dolor. Jungkook lamió las huellas de sus dientes. —Abre las piernas.

Hizo un ruido sordo en su pecho cuando Yoongi hizo lo que se le dijo sin vacilar. Jungkook rozó con las yemas de los dedos sus bolas antes de intentar abrirlo de piernas. Yoongi estaba demasiado tenso. Jungkook lo mordió una vez más, y luego acarició nuevamente el lugar. —Ábrete para mí, bebé. Quiero probarte.

Esta vez, cuando Jungkook lo tocó, se abrió fácilmente. Jungkook aprovechó, enterrando su cara en el culo de Yoongi, burlándose de su entrada, lamiendo y chupando hasta que las piernas de Yoongi temblaron.

Cuando Jungkook presionó la punta de su dedo dentro de Yoongi, éste gimió. —Mierda.

Cuando Yoongi trató de empujar hacia atrás, Jungkook se liberó, poniéndose de pie una vez más. Yoongi soltó otro sollozo frustrado, pero Jungkook se limitó a cortar el agua y sacar a Yoongi de la ducha. Utilizó una toalla para secar a los dos de forma brusca antes de dar una palmada en el culo de Yoongi lo suficientemente fuerte como para dejar la huella de su mano en su piel. Yoongi gimió.

Eso era algo que Jungkook definitivamente tendría que explorar más tarde. — Dormitorio. Ahora. Y será mejor que corras porque pienso follarte donde sea que te pille.

Yoongi sonrió y salió corriendo. Jungkook contó hasta cinco antes de salir tras él a toda velocidad, alcanzándolo justo cuando llegó a la cama y derribándolo, inmovilizándolo contra el colchón. Mantuvo una mano en el pecho de Yoongi mientras buscaba el lubricante que aún estaba en la mesita de noche. Separó las piernas de Yoongi y se sentó sobre sus talones para mirarlo antes de untar dos dedos y presionarlos contra el agujero de Yoongi.

No sabía qué quería ver más: la forma en que el cuerpo de Yoongi le hacía sitio o la reacción de Yoongi a la invasión. Jungkook se movió sobre él, apoyando su peso en la palma de la mano justo al lado de la cabeza de Yoongi. Intentó apartarse, mirar a la pared, pero Jungkook no lo permitió. —Mírame. —Yoongi arrastró lentamente su mirada hacia la de Jungkook, su expresión era tan vulnerable que lo dejó sin aliento—. Te sientes tan bien.

Yoongi se estremeció, empujándose a sí mismo sobre los dedos de Jungkook, sus manos se retorcían en el edredón debajo de él. No podía esperar más. Necesitaba estar dentro de él. Se incorporó y se quedó inmóvil. Yoongi frunció el ceño. —¿Qué pasa?

—¿Condón?

La lengua de Yoongi salió para lamer su labio inferior. —Soy negativo. Usando PrEP. ¿Y tú?

Jungkook asintió, con la voz tensa al decir: —Igual.

—No quiero que haya nada entre nosotros. —dijo finalmente Yoongi.

—Gracias al señor. Yo tampoco. —Se acercó al borde de la cama, lubricando su polla antes de hacer una señal con el dedo—. Ven aquí.

Los ojos de Yoongi se abrieron de par en par al darse cuenta de lo que Jungkook quería, pero no protestó, sólo se levantó y deslizó una pierna hasta que estuvieron cara a cara, agarrando la polla de Jungkook y presionándola contra su agujero. Jungkook gimió al verse envuelto en el apretado calor del cuerpo de Yoongi.

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