El chico de los ojos tristes...

By Belen_sosa

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Aidan Gallagher el chico al que todos juzgan y molestan por tener el muy conocido virus llamado VIH si ese vi... More

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Aclaración
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36

Capítulo 33

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By Belen_sosa

𑁍___ Apellido𑁍

Siento frío y abro mis ojos.

Recuerdo lo que había pasado anoche y la razón por la que estaba en el césped a las seis de la mañana.

Veo a Aidan y este estaba a unos centímetros más alejado de mí en forma de bolita por el aire que corría.

No había sido una buena idea.

Suelto un estornudo y siento mi cuerpo temblar.

Me levanto y corro hacia la carpa para traer una manta.

—Aidan —le moví y este abrió sus ojos.

—¿___? —se levantó y soltó un estornudo.

—Ay lo siento mucho, Aidan. Creo que no fue buena idea pasar la noche aquí. Ten —le di la manta y se cubrió.

—No te preocupes, ___. Estoy bien —me sonrió haciéndome sentir menos culpable —. ¿Ahora podemos volver a la carpa? Quisiera dormir un poco más antes de que nos levanten los coordinadores.

—Claro que sí.

Ambos volvimos a la carpa y dormimos por un tiempo más.

Había sido una mala noche, pero inolvidable. Realmente estaba actuando como una niña pequeña al cumplir mis alocados sueños.

(...)

—____ —hablo Aidan mientras veíamos a los demás participar en la carrera de malabares, cosa que Aidan y yo no sabíamos ni de chiste.

—Dime —dije observando.

—¿Qué paso con tu sueño de ser escritora? No me has platicado de eso desde hace meses.

—No he querido pensar en eso ya que siento que cada vez que lo hago me desespero al no saber que hacer. Quiero ser escritora, pero sé que mi madre no quiere eso.

—Pero ya te lo había dicho, no importa lo que quieran los demás, lo importante eres tú y lo que quieres para ti.

—Lo sé —solté un suspiro —. Por cierto, ¿qué harás tú?

—Pienso estudiar algo relacionado con la ingeniería y también llevar algunos talleres de música.

—Vaya, nunca me habías contado que querías estudiar algo relacionado a la ingeniería.

—Que digamos, tampoco estaba seguro.

—Mmmm, tú amas la música, pero también sabes que no puedes ser solamente músico y que no vivirás de eso siempre, y tienes un plan B donde estudiaras una carrera muy demandada.

—Claro, ese es mi punto. Algo que amo y otro que me gusta también y me gustaría dedicarme hasta el jubilo y que también me generará ingresos. Siempre es bueno tener otra carrera aparte de tu afición.

Me quedé pensando en el plan de Aidan, yo podría hacer algo parecido.

—Estoy segura que lograrás todo lo que te propongas —sonreí y seguimos observando.

|| Aidan Gallagher ||

___ estaba confundida y era normal.

Estoy seguro que este campamento le ayudara a despejar la mente.

Nos aburrimos de ver ya que empezaron las peleas y pues como vimos que se empezaban a poner feas las cosas, nos retiramos.

—Ellos si que no saben hablar de manera civilizada —hablaba ___ mientras caminábamos.

—Sí, les falta valores.

—Y bien, ¿qué sigue ahora? —propuse.

—No lo sé, señor ingeniero.

Reí ante su apodo.

—Aún no estudio nada ni doy el examen para la universidad, señorita escritora.

—Eso de "Escritora" suena bien. Nunca me habían dicho algo así —sonrió muy emocionada.

—Cuando logres serlo, no seré el único que te llamara así.

—¿Sabes? Cuando publiqué mi primer libro, te lo dedicaré.

—Wow ___, no es necesario. Y por cierto, ya tienes muchos libros escritos en word.

—Pero no son libros, aún, por lo que me falta mucho por hacer.

—Estoy seguro que lo harás, escritora —le guiñe el ojo y vi como se sonrojo y se emocionó por lo de escritora, nuevamente.

(...)

—Consigue buenas rama, Aidan —decía ella mientras recogía una cuantas ramas para la fogata de esta noche.

—A sus órdenes. Lo mejor para nuestra fogata.

—Eso espero.

Encontré una ramita pequeña y me alejé a una parte donde había tierra y empecé a dibujar algo que me vino a la mente.

Reí al acabar ya que se me hizo algo gracioso y justo cuando lo iba a borrar, ___ llega un poco molesta de que no esté ayudando con las ramas.

Ella observó el dibujo y no sabia que responderme.

___ quería reír y a la vez matarme.

—Aidan R Gallagher —cerraba los ojos tratando de mantener la calma y movia sus manos con impaciencia sin saber que insulto soltarme.

Era un dibujo de ella molesta. No la solía ver mucho así pero ahora que la observo mejor es idéntica al dibujo lo que me hizo reír más.

—Es... en serio.

—¿Sorpresa? —dije inocente.

Soltó un pequeño grito algo irritada y se fue levantando las ramas.

—Ay, creo que no le gustó tanto —dije para mí mismo y la seguí.

Ella iba caminando y recogiendo las ramas en el camino, mientras que yo también lo hacía tratando de ir a su mismo paso.

Me ignoraba.

—Vamos ___. Fue solo una broma. Disculpa, ¿sí?

Me seguía ignorando y se dirigió a la carpa para dejar las ramas y empezar a armar la fogata.

Dejo las ramas y se metió a la carpa.

Yo la seguí.

—¿___? —pasaba mi mano por su cara que estaba con su vista en su celular viendo si su madre le había enviado un mensaje.

—En serio jugaras a esto. ¿No son estos juegos de adolescentes de 13 años?

Vi una pequeña sonrisa por parte de ella.

—¡Sonreiste! Te vi.

Salio de la carpa nuevamente y el juego empezó a parecerme divertido.

Saque mi guitarra y empecé a tocar una melodía divertida y sonora para ella.

—¿Ahora sí me oirás? —pregunte mientras seguía tocando.

Toque más fuerte y parecía irritarse.

—¡Ay ya, deja de hacer ese ruido!

Me detuve y me acerqué a ella.

—Perdóname por favor. No quería molestarte —tome sus manos.

Ella observó mi acto y me miró.

—Sí me molestó un poco. No me parezco nada a ese dibujo y mucho menos me veo así cuando me enojó —hablo con una mueca.

Ajá, ella si se veía así enojada.

—Lo sé, discúlpame.

—Bueno —sonrio —. Disculpame a mí también, me comporte de forma infantil, solo que recordé que yo una vez hice eso con mi amiga cuando tenía 12 años, y quise molestarte así.

Ambos reimos y yo la seguía observando.

—En serio, no podía soportar que no me hablaras.

No respondió y me sonrió.

Sin haberlo previsto se acercó rápido y me dio un beso en la mejilla, cosa que nunca antes había hecho.

—Terminemos con la fogata, Gallagher.

Será que... —dijo algo dentro de llamado consciencia.

Claro que no, ella no podría enamorarse de mí, nadie lo hará. Las personas con este virus están condenadas a nunca casarse o que tengan pareja, es la verdad. ¿Quién quisiera casarse con una persona con VIH sabiendo que hay un riesgo al contagio?

Ella podría ser de las pocas personas en hacer una excepción.

(...)

—Y listo —dijo ___ al prender la fogata asegurándose que todo este correcto.

Los coordinadores verificaron hace unos minutos para ver si todos esta bien para evitar algún tipo de accidente y aprobaron nuestra fogata.

Teníamos en una bolsa los típicos malvaviscos para la fogata pues no teníamos algo para cocinar.

El atardecer estaba por terminar y la fogata encajaba perfecto.

Nos sentamos y empezamos a asar los malvaviscos que teníamos en una ramita de árbol anteriormente desinfectada.

—Esto parece una escena de película —murmuro ___ con la mirada en la fogata.

—Concuerdo.

Observaba el malvavisco de ella y me percaté que se estaba asando de más.

—¿No crees qué ya es suficiente? Se quemará.

—Bueno —dijo y lo alejo del fuego, sin pensarlo y al verlo asado, llevo el malvavisco a la boca sin recordar que había estado varios minutos en el fuego.

—¡No te vas a quemar! —advertí.

Y ya era muy tarde.

___ dio un quejido de dolor fuerte y tiró el malvavisco para soplarse con desesperación.

Yo dejé el mío rápidamente y vi que ___ aún tenía el pedazo de malvavisco en su boca.

—Demonios —se quejó nuevamente.

Tome su cara entre mis manos y me di cuenta que su lengua estaba roja.

—Ay, te lo dije.

—Soy muy tonta, era demasiado obvio que eso estaba quemando.

Su voz había salido rara por lo que no pude evitar reír.

—¡Oyee! ¿Qué le pasa a mi voz?

—Esta un poco inflamado, pero no te preocupes, mañana te dolerá.

—¡¡Aidan Gallagher!!

Sonreí y aún tenía su cara en mis manos.

La mire por unos segundos y se veía muy tierna con la cara roja tras la inflamación.

Ella también me contemplo por aquellos segundos en los que nuestras miradas estaban conectadas.

Nadie parecía querer romper el vínculo y sentí como ambos nos acercamos al rostro del otro poco a poco.

Nadie se atrevía a dar el siguiente paso y yo no podía procesar lo que estaba a punto de pasar.

Este campamento definitivamente había despertado nuevos sentimientos de los que yo sentía.

Yo ya había tenido alguna vez cierta atracción en ella, pero ahora siento que ella también estaba desarrollando esos mismos sentimientos y emociones.

La fogata dio un ruido extraño que nos preocupó por lo que nos separamos rápidamente y revise esta.

Había sido una pequeña chispita que saltó e interrumpió el momento.

___ recogió su malvavisco y lo terminó de comer esta vez sin quemarse. Ella no dijo palabra alguna.

Yo también hice lo mismo y nos quedamos en silencio durante ese momento...

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