Capítulo 10

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𑁍____(apellido)𑁍

El concurso acabó y al chico le habían entregado una medalla y un trofeo, estaba muy feliz por el, aún no podía creer lo que había pasado aquella noche, siento que son muchas emociones para un solo día. Ahora nos encontrábamos en su casa, lo había acompañado ya que aún era temprano para regresar a casa.

—Aún no puedo creer que subiste al escenario por mí—Aidan aún seguía sorprendido por la acción cometida.

—Si que me haces hacer cosas tontas, yo aún no se como pude subir allá arriba—. Y también si contamos que compre una guitarra eléctrica para que cantases, por cierto, la canción que cantaste fue muy hermosa.

—Pero aún no entiendo algo, ¿Cómo pagaste la guitarra?

—Tuve que dar mi reloj que mi madre me regaló para mi cumpleaños, pero fue para una buena causa y eso cuenta—. Además el hombre de la tienda se apiadó de mí.

—Te lo pagaré, no puedo permitir que hayas dado tu reloj y más para salvarme en plena presentación. Fue mi culpa, lo siento, si yo hubiese tenido el valor para defenderme de esos chicos, esto no hubiese pasado—. Soy un maldito cobarde.

—Aidan, tú no eres un cobarde, ellos te pudieron golpear y hubieras acabado mucho peor. No te preocupes por el reloj, yo le explicaré algo a mi madre.

—Siempre pasa esto, cuando quiero decir algo, me da mucho miedo que las palabras no salen de mi boca y siento que no puedo más y ellos abruman todo a mi alrededor, siempre acabo llorando. Solo quiero ser feliz y que ya no me molesten más, a veces quisiera desaparecer e ir a otro lugar donde me acepten y nadie juzgue mi enfermedad, solo pido eso—el chico comenzó a llorar y se tapó la cara con sus manos para que no lo vea.

Yo lo abracé para consolarlo, odiaba verlo así.

—Todo estará bien. No dejes que ellos apaguen tu sonrisa, tu risa, el brillo de tus ojos, tus ánimos, no permitas que apaguen tu luz interior.

—Gracias... gracias por todo.

Pronto el chico se calmó y limpió sus lágrimas.

—Ahora vuelvo—Aidan subió a su habitación sin esperar respuesta por parte mía.

Al cabo de unos minutos bajo y traía dinero, por lo que pude observar.

—Aidan, no es necesario.

—Por favor, acéptalo—el chico extendió el dinero y yo dudosa lo tomé.

—¿En serio no lo necesitas?

—No te preocupes.

Ya era de noche y debería ir pronto a mi casa.

—Creo que esto es tuyo—el chico me entrego la guitarra eléctrica y yo negué.

—Aidan, la guitarra es tuya, no tienes que dármela.

—¿En serio?

—Se supone que ya me pagaste, cosa que yo no quería. Así que es tuya, te la doy, yo no sé que haría con una guitarra eléctrica, me ganaría muchas preguntas por parte de mi madre y eso es lo que menos quiero.

—Ahora sé de qué hablaba ella.

—De que hablas—cuestione confundida, a que se refería a ella. El chico me miró y dudoso habló.

—Hablo de mi abuela... ella murió hace tres años.

—Lo siento mucho Aidan.

—Ella antes de morir me dijo que no siempre estaría solo, algún día llegaría alguien que me haga reír, alegre mis días y calme mis temores. Y creo que ya la encontré—. Me alegra tenerte como mi amiga _____.

Me quedé callada, no sabia que decir, no creí que el chico se convertiría en alguien muy importante para mí.

—Recuerdo lo que me dijo aquel día.

Flashback

Narrador Omnisciente

—No me puedes dejar, yo te necesito, por favor—entre lagrimas el chico hablo mientras acariciaba la piel de su abuela, quien muy pronto ya no estaría en este mundo.

—Eso es imposible mi amor, esto es parte de la vida. Aidan escúchame—. Muy pronto me iré y no quiero que estés mal por eso, yo sé que no estarás solo por siempre. Algún día alguien llegará a tu vida, que te hará sonreír, reír, y tener una esperanza como yo lo he hecho en este tiempo, en algún momento a todos nos llegará esa persona que nos cambiará la vida y para bien, solo es cuestión de tiempo para esperar a aquella persona y cuando menos te lo esperes, ya estará en tu vida, y ahí solo depende de ti, si le das una nueva oportunidad a la vida o simplemente la pierdes. La vida es un  camino muy largo donde encontrarás muchas personas, personas que te harán sentir bien y otras que te harán perder la esperanza, y solo hay una persona que nunca se irá y se quedará contigo hasta el final y pronto esa persona llegará. Recuérdalo siempre Aidan.

—Y que pasa si esa persona nunca llega.

—Llegará yo lo sé. Solo dale tiempo a la vida en el momento indicado ya estará ahí—. Y por favor no dejes que esta enfermedad te derrumbe, recuerda tomar tus pastillas y usar el dinero que te he dado sabiamente, prometelo Aidan.

—Sabes bien que yo también pronto morire, mi enfermedad es mortal y me acorta el tiempo de vida.

—Pero si tomas tus medicamentos, puede que estés más tiempo en esta tierra, hazlo por mí, vive tu vida y no la desperdicies mientras piensas en un que dirán porque la vida es corta, hoy estamos y mañana puede que ya no.

Una vez dicha estas palabras, la abuela de Aidan empezó a cerrar sus ojos.

—¡¡¡¡No por favor, aún no, no no no. Te necesito, despierta por favor. Tu no te puedes ir, tu no!!!!

Llegaron los doctores y sacaron al chico a la fuerza, mientras el gritaba y se alejaba de su abuela. Los doctores negaron con la cabeza.

Fin del flashback

—Ese día fue muy doloroso para mí y aún esta en mis recuerdos. Sus palabras nunca se irán de mi mente.

El chico no pude más y me abrazó y lloró nuevamente, yo estaba muy sorprendida por lo que me había contado y también lo abracé, sus lágrimas eran las más dolorosas que había escuchado, es imposible oír su sufrimiento y no sentirse mal. El ni nadie merece este dolor, en eso estoy segura.

El chico de los ojos tristes (Aidan Gallagher)Where stories live. Discover now