El chico de los ojos tristes (Aidan Gallagher)

Capítulo 4

Aclaración: En esta historia Aidan no es vegano, y el video que está arriba, aún no la reproduzcan hasta que yo les diga, solo quería aclarar esto, bueno ahora si disfruten del capítulo.

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El chico me llevo a un lugar del cual yo desconocía, por lo que pude examinar mientras caminábamos, estábamos en la parte trasera del colegio.

-Y llegamos-hablo el chico emocionado, mientras que yo solo veía una puerta de madera desgastada y mucha tierra a mi alrededor, no conocía este lugar del colegio. Habían pupitres destrozados y sillas en muy mal estado, imaginaba que en este lugar tiraban lo que ya no servía.

-¿Este es el lugar?

-Si, solo pasa por debajo de la puerta y lo verás.

El chico al ver mi cara de desconfianza, fue el primero en pasar por debajo de aquella puerta.

-Si no te quieres ensuciar, puedes pasar por arriba-propuso.

-No tengo problema con eso- pronuncié y con cuidado pasé por debajo de la puerta de madera vieja.

Mis inseguridades desaparecieron pero seguía sin entender la situación en el momento en el que vi una especie de huerto poco cuidado pero lleno de árboles pequeños y algunos tomates caídos en el suelo.

-Como verás es un huerto no muy cuidado que digamos, antes había una persona que cuidaba de este lugar, sin embargo, renunció, no se el contexto, pero desde entonces ya nadie se acuerda de este lugar-explicó mientras caminaba por el que parecía ser un huerto-. Algunas veces traigo un poco de agua y en los recesos riego la mayor cantidad de plantas, me gusta mantenerlas con vida.

-Me parece un buen gesto de tu parte-examine el lugar-. Pero donde se supone que comeremos.

-Cierto, ven.

Lo seguí y caminamos hasta el final del huerto.

-Aquí

Mis ojos se asombraron al presenciar un árbol grande, el más grande de todos, lleno de hojas que daban una brisa cálida y fresca, al frente del árbol había pequeños trozos de árboles cortados, como pequeñas sillas de madera.

-Es un lindo lugar

-Me gusta venir aquí, cuando no me siento bien es un buen lugar para desahogarse y desaparecer por un momento, me gustaría entrar cuando quiera pero cuando todos se van, la escuela se cierra y nadie puede entrar ni salir-suspiro mirando al árbol-. Se que no es mucho pero no se me ocurrió otro lugar.

-Para mi lo es-pronuncie y el chico sonrió.

-¿Tu los cortaste?-pregunte refiriéndome a los árboles cortados.

-Nunca ____, no me atrevería a cortar un árbol jamás en mi vida, cuando llegué a esta escuela ya estaba así.

-Si quieres siéntate-invitó.

-Gracias-Me senté y saqué mi almuerzo, lo cual no era mucho, solo 1 pieza grande de pizza que mamá había hecho hoy por la mañana, amaba la pizza de mamá.

-Segura que quieres compartir conmigo-cuestiono y yo rodé los ojos.

-Aidan ya queda poco para que acabe el receso, necesitas comer un poco, por favor acéptalo.

Le extendí el pedazo de pizza del cual ya había sacado 2 mitades y el lo recibió.

-Muchas gracias.

Yo solo asentí y comenzamos a comer la pizza, nadie hablo nada hasta acabar el pedazo de pizza. Mire mi reloj y faltaban 6 minutos para la siguiente clase.