(Aún no reproducir el video de arriba hasta que sea el momento, por favor :). Disfruten el capítulo <333)
𑁍___(apellido)𑁍
Abrí los ojos y vi la luz del sol por la carpa. Miré a Aidan quien seguía durmiendo, me parecio muy tierno y sonreí al verlo.
En ese momento recordé aquel sentimiento de la anterior noche.
¿Qué había sido eso?
Salí de la carpa y me encontré con el hermoso panoráma del lago junto con el amancer.
Solté un suspiro y escucho voces de los coordinadores del campamento despertando a los demás.
Entre a la carpa y muevo a Aidan lentamente.
—Cinco minutos más __ —se quejó y yo reí.
—Vamos bello durmiente, hora de levantarse.
—¿Comó me dijiste? —se levanto enseguida con una gran sonrisa.
—Es que te ves muy lindo durmiendo y dije la verdad —Aidan sonrio y ambos salimos de la carpa antes de que los coordinadores nos regañen por quedarnos dormidos.
(...)
Salimos a desayunar y luego de eso nos informaron que los juegos empezarian en una hora.
—¿Emocionada? —preguntó mientras caminabamos por el césped.
—Mucho —decía mientras comía un chocolate.
—No creo que haya sido buena idea que comas tan temprano dulces. Luego te dolerá el estómago.
—No molestes, Gallagher, es algo que siempre quise hacer en las mañanas, pero mi madre nunca me lo permitió hacerlo. Decía lo mismo que tú.
—Me estoy dando cuenta que estás haciendo todas las cosas que siempre quisiste.
—Sí, ¿no era obvio?
—Lo siento soy muy distraído —rio.
Seguímos caminando por unos minutos hasta que nos llamaron para los juegos.
Nos reunimos con los demás y ahí estaba el director con los demás profesores y los dos coordinadores.
—Muy bien, es este primer juego haremos una carrera desde este punto hasta las flores del otro lado.
Vimos y aquellas flores apenas se veian por lo lejos que estaban.
—Uy, esta si no creo poder lograrla —dije sorprendida.
—Vamos __, sera divertido —dijo para luego irse hacía el lado de los que partciparan.
—¡Aidan! —dije por lo bajo
Me sonrió y se encogió de hombros.
Decidí quedarme ya que recorde que solia faltarme el aire de una forma no tan normal cuando era pequeña y no quisiera que eso volvierá.
—Suerte supongo —le dije fuerte desde mi poscisión.
—Sí llegó primero, prometo traerte una flor de esas —prometió sonriendo y yo reí nerviosa.
—Y si no lo lográs.
—Te la traeré de todas formas —por ultima vez dijo y la carrera empezó.
—Le hice una apuesta a mi novio, ya va mucho que me lo va pidiendo —oí a una chica hablar con otra a mi costado.
—¿Cúal?
—Que si él llegá primero le daré lo que me ha estado pidiendo o mejor dicho rogando desde que formalizamos y que mejor que hacerlo en este lugar sin el estúpido de mi padre —entendí la referencia y solté un suspiro.
Si que muchos harían cosas indebidas en este campamento. Mi madre ya me había hablado de eso.
Me concentré en la carrera y divise a Aidan cada vez más cerca.
—¡¡Lo va a lograr!! —grite como loca y la chica antes mencionada me miro.
—Claro que no, mi novio lo hará.
En ese momento vi a Aidan llegando y dejando al otro chico atrás.
El chico finalmente había llegado primero.
Iba a explotar de la emocion cuando dificilmente veo que se agacha y toma lo que sería la flor que me prometió.
Mi sonrisa estaba a más no poder.
Pronto volvieron y Aidan se acercó a mí.
—Me has sorprendido.
—Fue sencillo.
—Si claro y estas sudando tanto que hasta tus cachetes estan como tomatitos —reí.
—Bueno lo prometido es deuda. Aquí tienes —me la entregó mirandome a los ojos y sentí mis latidos más fuertes.
De todos los momentos que hemos vivido, justo en este campamento es donde mis sentimientos los siento más fuertes que nunca. No sé porque pero me hace sentir bien.
Cuando el otro chico le prometió a su novia ganar la carrera para acostarse con ella, jugando con algo tan delicado e intimo. Este chico de ojos verdes me prometió una flor si ganaba la carrera y aún si no lo conseguiria me la traería de todas formas.
Sonreí ante mi pensamiento mientras observaba la flor.
Sabía que se terminaría marchitando, pero de todas formas era especial para mí.
(...)
El segundo juego era el de jugar a la carrera de sacos, sin embargo, esta vez con menos distancia.
—¿Esta vez si te animas a ir?
—Déjame pensarlo.
—Tú eras la más emocionada con los juegos. Al menos uno.
—Claro que sí, Aidan, solo estaba jugando.
Nos colocamos en el lugar indicado y nos entregaron los sacos.
Lo colocamos y sentí nervios, ahora sentía que en cualquier rato me caería por la inestabilidad de mis pies.
—Preparados, listos y... ¡empiecen!
Y claro, con mi maravillosa suerte, me caí al primer salto que dí.
Mierda, que verguenza.
Escuche de lejos la risa de Aidan y a los segundo al no darse cuenta, choco con alguien y cayó a mitad de camino.
Ahora era yo la que reía.
Nos retiraron de la carrera y no parabamos de reír.
—No servimos para esto —reía al recordar la verguenza que había pasado.
—Definitivamente.
(...)
Los juegos terminaron y todos llegamos al comedor para almorzar, había sido entretenido y despues de los sacos, jugamos otros juegos más que podría decir que nos había ido bien.
Regresamos a la carpa y Aidan sacó la guitarra para empezar a prácticar.
—¿Con qué canción nos deleitaras hoy señor Gallagher?
—¿Qué le gustaría oír señorita __?
—Mmmm, ¿podrías cantar Let Her Go?
—Por supuesto, señorita. Sus deseos son órdenes.
(Pueden reproducir la canción de arriba, sé que no la canta Aidan , pero recordé cuando en el 2020 todas creíamos que sí jsjs. Pueden oirla sin bajar a seguir leyendo para que no corte) pd: extrañaba poner canciones.
Aidan cantó la canción con un cúmulo de sentimientos mientras que yo lo observaba.
Él la cantaba mientras me miraba.
Todo era perfecto, nunca creí vivir algo así: el gran lago enfrente de nosotros, el sol aún en su esplendor con una cálida brisa, más la preciosa melodía que estaba escuchando por parte de Aidan.
Dejo de cantar y yo le dediqué una sonrisa.
—Gracias por cantarla.
—No tienes porque.
(...)
Ya era de noche y ya estábamos con las pijamas puestas.
Todos estaban en sus carpas y las luces estaban apagadas.
Aidan y yo ya estábamos en nuestras bolsas de dormir, mientras que yo no podía dormir.
—Aidan —llamé.
—Dime.
—No tengo sueño. Saldre a dar una vuelta —dije rápido y salí.
—Espera, ___ —me siguió saliendo de la carpa —. Ya serán las doce y no tenemos permitido salir de las carpas, nos pueden regañar.
—Ay Aidan, tú sí que eres de cumplir reglas.
—Ajá y nos pueden regresar.
—Solo quiero caminar un poco.
—Bien, tu ganas. Me haré el que no te conoce si te dicen algo.
—Claro —dije feliz y me fui.
En serio esto era que siempre quise hacer en un campamento.
Camine por las carpas que encontraba en el camino y vi a Aidan detrás de mí.
—Si que me haces hacer tonterías.
Sonreí y seguimos.
Éramos el verdadero si te tiras del puente tú, yo también lo hago.
Que se entienda la metáfora.
Oímos la carpa del coordinador abrirse con una linterna en mano.
—Demonios, no —susurre y corrimos con Aidan hacia los arbustos.
Observamos y nos arrastramos sin hacer ningún tipo de sonido hasta alejarnos un poco.
Me recoste en el pasto frío al sentir paz.
—Esto podría traer consecuencias si nos descubren.
—No te preocupes, no pasará.
—Lo que me sorprendió es que hayas tomado esa actitud tan rebelde ahora, estabas bien en la tarde —dijo recostandose conmigo.
—Que te puedo decir. Me acordé de las tantas cosas que siempre quise hacer en un campamento y que mejor noche que esta —hable mirando las estrellas.
—Y tú me haces acompañarte en tus locuras.
Reí y seguí observando el cielo.
—¿Sabes? Me recuerda al proyector que tienes en tu casa —recordé.
—Pero esto es más precioso que el proyector de estrellas, ¿no?
—Mil veces sí. Pero también me gusta el proyector.
Sentí una gran paz y estar disfrutando momentos como estos con la persona correcta.
Con Aidan, que es mi mejor amigo.
Solo mi mejor amigo.
¿Estás segura? Un pensamiento invadió mi mente.
Por supuesto.
Ay no.
De nuevo esa corriente y sentimiento en mi pecho.
¿Por qué demonios solo me pasa de vez en cuándo? ¿Y por qué justo ahora?
—¿___? -llamó Aidan.
—¿Ah? —respondí dejando mis pensamientos de lado.
—¿Mañana podemos hacer fogata?
—Claro que sí, Gallagher.
—Bien.
—¿Y si dormimos hoy aquí? La noche está cálida y no necesitaremos la manta —propuse.
—Me parece una loca idea, pero esta bien. Con tal de que logres hacer todo lo que quisiste algún día y verte feliz
—sonrió mirándome.
Este chico es una maravilla
¡Cállate!
—Buenas noches, Aidan —ignore a mi conciencia.
—Buenas noches, pequeña rebelde.
—¡No soy rebelde!
—Ajá y miramos ahora.
—Hasta mañana, Aidan —me volteé sin hacerle caso a lo que dijo y cerré los ojos.
Realmente seria una locura.
.
.
.
.
Como que este campamento está sacando sentimientos nuevos, ¿no?
Bueno todo a su tiempo, aún falta un poquito.
Gracias por leer y espero disfruten este capítulo tanto como yo pasé una tarde amena escribiendolo
Bueno dejo esto y me voy a dormir para mañana la escuela 😬
Buenas noches a ustedes también :) sueñen con Aidan jsjs.
Bye 💗