ENTRE EL SOL Y LA LUNA - (KSJ...

By LizbethCoven

3.7K 1K 1.8K

Los celos, los engaños y las mentiras llevan a la protagonista por un vaivén de emociones. ¿Se puede amar a d... More

Capítulo 1: Moon
Capitulo 2: Sunshine
Capitulo 3: Cuarto creciente
Capitulo 4: Sunlight
Capitulo 5: Luna creciente
Capítulo 6: ¡Party, Party!
Capitulo 7: sábado negro
Capitulo 8: La lluvia
Capítulo 10: Luna llena
Capitulo 11: Eclipse de Sol
Capitulo 12: Realidad o sueño
Capitulo 13: Pesadilla
Capitulo 14: Agonía
Capitulo 15: Los Celos
Capitulo 16: Blood Moon
Capitulo 17: Navidad
Capitulo 18: La Propuesta
Capitulo 19: Reencuentro
Capitulo 20: Mentiras
Capitulo 21: Luna nueva
Capitulo 22: Goldenboy
Capitulo 23: Malos Hábitos
Capitulo 24: Un nuevo comienzo
Capitulo 25: Conejos
Capitulo 26: Singers
Capitulo 27: Chuseok (Acción de Gracia)
Capitulo 28: El regreso
Capitulo 29: Reintentar
30-Fin... o no...

Capitulo 9: Tornado

113 39 90
By LizbethCoven

Hana me convenció de volver a la facultad. Si era por mí me hubiese tomado algunos días más, pero ella tenía razón, yo debía salir del encierro y no podía tirar mis estudios por mi primera desilusión amorosa.

Cuando estábamos llegando al salón vi a Jin como siempre rodeado de polillas, me alejé en la dirección contraria porque no quería hablar con él, pero al verme vino casi corriendo.

—Hola Shunny ¿Cómo has estado? Me tenías preocupado.

—Estoy bien, pero estoy muy molesta contigo. Así que por favor aléjate de mí. —Me miró sorprendido y parpadeó varias veces, tratando de asimilar lo que le había dicho.

—Pero yo no hice nada.

—Lo sé, pero aunque sé que no fue tu culpa, estoy muy enojada con toda la situación. Así que por favor no me hables, ya se me pasará.

No dijo nada, solo asintió y se lo notaba confundido. Se quedó parado mirándome y yo me alejé de él.

Los días siguientes, si nos cruzábamos en algún pasillo, en la clase o la cafetería, él solo inclinaba la cabeza a modo de saludo, y me regalaba una leve sonrisa.

Yo solo respondía inclinando la cabeza, la sonrisa no me salía.

Y así pasaron un par de semanas.

Cuando estaba sola en casa, las noches se me hacían eternas. Trataba de entretenerme estudiando, pero a veces, como esa noche de viernes, me vencía la tristeza y me quedaba tirada en la cama llorando hasta dormirme.

Me desperté de golpe al sentir el ruido de la puerta cerrándose fuerte, recordé que Hobi seguía teniendo las llaves de mi departamento. Miré el reloj, eran las cuatro de la madrugada. Salté de la cama, sin preocuparme en como lucía.

Encendí la luz, y allí estaba él. Lo vi más delgado y un poco demacrado, me di cuenta que estaba ebrio.

Nos miramos en silencio por unos segundos que parecieron una eternidad.

—¿Qué estás haciendo acá?

—Necesitaba verte —dijo arrastrando un poco las palabras por el alcohol.

—Ok. Ya me viste, ahora te voy a pedir que me des las llaves y te marches —y extendí mi mano con la palma hacia arriba para que me las entregue.

Se acercó tambaleándose un poco, con la llave sujeta entre el índice y el pulgar, y estiró su brazo para que yo la tome. Cuando iba a hacerlo la soltó dejándola caer, me tomó rápido de la muñeca atrayéndome hacia él. Rodeó mi cintura con sus brazos, yo quedé atrapada con mis manos apoyadas en su pecho, podía sentir la agitación de su corazón y su aliento a alcohol.

Estaba paralizada, no me salían palabras y no podía moverme; por suerte él me tenía fuertemente agarrada, sino creo que hubiese caído porque mis piernas flaqueaban.

Sin decir nada me besó.

¡Cuánto extrañaba sus besos! Una parte de mí quedó rendida y lo único que quería era que dure por siempre, pero mi parte racional se ve que estaba más despierta en ese momento, así que haciendo fuerza contra su pecho me alejé.

—¡Apestas a alcohol, por favor vete!

—Antes eso no te molestaba, ahora como te juntas con el señorito...— al decir eso pareció darse cuenta que Jin podría estar en mi habitación.

Me miró interrogante, parecía que se le había pasado la borrachera de repente. Miró en dirección de la habitación y luego volvió a mirarme con esa mirada de indignación y de furia, la misma con la que me miró aquel día.

Hizo ademán de dirigirse al dormitorio pero me le paré delante evitando que avance. Eso pareció enojarlo más.

—Quiero que te vayas —dije firme.

Sus labios se fruncieron en una mueca.

—¡Maldita zorra! —gritó y a una velocidad que no pude evitar tomó las llaves del piso y se marchó dando un portazo al salir.

Me largué a llorar desconsolada, sus palabras habían sido muy hirientes.

Fui hasta la cocina a servirme un vaso de agua, que no pude tomar porque tenía un nudo en la garganta, me dejé caer apoyando la espalda en la mesada, hasta quedar sentada en el piso abrazando mis piernas.

En ese momento sentí como si un tornado hubiese abierto la puerta y recorrido la casa, me levanté lo más rápido que pude y cuando salí de la cocina lo vi parado en la puerta de la habitación, tenía una expresión entre alivio y una mueca de costado que interpreté como una sonrisa irónica. La puerta de entrada estaba abierta de par en par.

Al percatarse que yo lloraba, todo su rostro y su cuerpo perdieron rigidez y en dos pasos estuvo parado frente a mí abrazándome.

—No llores, por favor no llores —me dijo empujando suavemente mi cabeza para que la apoye en su pecho, yo no podía contener las lágrimas, aunque no quería que me vea llorar ni que me consuele, no podía dejar de hacerlo—. Soy un imbécil, no debí tratarte así, por favor no llores.

Tomó mi rostro con ambas manos y empezó a depositar cortos besos sobre mis lágrimas, sobre mis ojos, sobre mi frente y finalmente sobre mis labios. Luego los besos cortos se volvieron más largos, y el beso en la boca más profundo.

Pasó una mano por detrás de mi cintura y me apretó contra su cuerpo, besándome cada vez con más intensidad, haciéndome estremecer entre sus brazos. Colocó sus largos dedos en mi nuca y con su pulgar acariciaba mi mejilla y la comisura de mi boca. No podía negarme a sus besos, yo amaba ser besada por Jung Hoseok.

La mano que estaba en mi espalda pasó a mi muslo, justo donde llegaba mi remera camisón, la introdujo por debajo de este y empezó a subir por mi costado encendiendo mi piel con su caricia.

Mi cuerpo se dejaba llevar, estaba acostumbrado a él y reaccionaba aunque yo no quisiera.

Y no quería, porque no me podía sacar de la cabeza la imagen que tenía de él con otra.

Mi lado racional que se estaba quedando dormido volvió a despertarse y lo empujé con fuerza para hacerlo retroceder.

—Por favor quiero que te vayas, y me dejes las llaves, por favor —le dije con la mayor calma que fui capaz. Me miró con los ojos muy abiertos, sin ninguna expresión.

—Por favor, necesito que te vayas —mi voz estaba quebrada, casi al borde del llanto.

Me miró una última vez, como esperando que cambie de opinión, y al ver que no lo hacía se marchó arrojando las llaves al piso antes de salir. 


No pude volver a dormirme por más que lo intenté.

Decidí hacer una limpieza a fondo de mi casa y de mi vida.

Todo lo que encontraba de él lo fui poniendo en una bolsa de basura. Su colonia, su cepillo de dientes, ropa, peine, zapatillas. No quería que quede rastro de que alguna vez había estado ahí... fotos, peluches, gorros; todo tenía que desaparecer.

También cambié su contacto en mi celular, de "☀Hobi❤" a simplemente "Hoseok", pensé en borrarlo, pero quería conservar su número por si todavía aparecía algo que tenga que devolverle o por lo que tenga que hablar con él, igualmente lo bloqueé, no quería recibir ni llamadas ni mensajes suyos.

Para el mediodía ya había terminado la limpieza y la eliminación de evidencias, por lo que me sentí satisfecha con la misión cumplida, así que me di un largo baño de burbujas de premio.

Luego de vestirme decidí llamar a Seokjin, rogando me atienda, pese a que había sido grosera con él.

Atendió en seguida.

—Y un día los milagros ocurren —dijo sarcástico.

—Hola Jin. ¿Cómo has estado?

—Extrañándote —me soltó como si fuera lo más normal del mundo.

Me ruboricé, menos mal que por teléfono él no podía verlo.

—Necesito pedirte que me ayudes con algo —sentí un poco de culpa de pedirle un favor siendo que llevaba tanto tiempo sin hablarle, pero era el único que podía ayudarme.

Después de explicarle todo por teléfono pasó a buscarme.

Estaba lindo como siempre, vestido impecable con esa marca costosa que siempre usaba. Llevaba un suéter en rayas gruesas azules y blancas, lo que me recordó que no le había devuelto el que me había prestado el día que me quemé.

Fuimos hasta la casa que Hoseok compartía con Nam y Yoongi. Al llegar sentí una puntada en el estómago recordando la última vez que había estado ahí.

Me recliné en el asiento del acompañante, porque no quería que me vieran, pese a que sabía que los vidrios eran polarizados y no se veía desde afuera.
Jin bajó y tomó del asiento trasero la bolsa con las cosas de mi ex novio. Rogaba que no lo golpeen por esto.

El fue hasta la puerta, llamó y esperó que le abran. Bajé apenas el vidrio porque quería escuchar lo que hablaban.

El que abrió la puerta fue Namjoon, mejor así pensé, Jin le entregó la bolsa y dijo algo que no alcancé a escuchar. Por detrás de Nam apareció Hoseok, que venía como para golpear a Jin. Puse mi mano en la manija de la puerta para ir a separarlos, pero Nam lo detuvo y lo empujó hacia dentro, Yoongi apareció y agarrándolo del brazo lo llevó hacia el interior de la vivienda.

Ante esta situación, Jin había retrocedido un poco quedando más cerca del auto, por lo que pude escuchar cuando hablaron.

— Agradece que estábamos acá, si no te hubieras ligado una merecida paliza.

—Yo solo soy el mensajero —dijo levantando las manos como en rendición.

—Y el que se tiró a su novia.

—No no, no lo hice. Pero ahora que él me dejó el camino libre quizás lo haga... aunque ya no es su novia, así que no me estaría tirando a su novia —le dijo riendo irónico.

Me molestó mucho que hable de "tirarse a alguien" cuando se refería a mí, y a la vez me alegraba que haya dejado en claro que no había pasado nada entre nosotros.

Subió al auto y arrancó enseguida.

—¿Así que yo soy alguien que estás pensando "tirarte"? —remarqué la palabra.

—Sabía que escuchabas, perdón si te molestó, pero quería dejarle en claro al imbécil que no había pasado nada.

—No le digas así.

—Ah, pero tú si puedes decirle así.

—Yo me gané el derecho.

—Igualmente, mentiría si te dijera que no quiero acostarme contigo.

Tiró la frase así como si nada, pero mi estomagó se sintió raro, y creo que me debo haber puesto más roja que un tomate. No sabía cómo responder, no sabía si me sentía ofendida, alagada o asustada.

Él seguía manejando tranquilo, como si lo que hubiese dicho fuera lo más natural del mundo.

—Jin yo... no quiero que pienses...

—Hey tranquila, no me hago ilusiones —respiré aliviada—. Al menos no por ahora —dijo y me miró con picardía y sonrió de esa forma que hacía que sus mejillas queden pellizcables.

Con la charla no me había percatado que no estábamos regresando a mi casa, estaba manejando por una gran avenida, siempre tranquilo pese a la locura del tráfico de Seúl de sábado por la tarde

—¿A dónde estamos yendo?

—Tú me debes unas salchichas, pienso cobrártelas, y seguramente algún batido, ya que casi recibo una paliza de tu ex.

Reí divertida.

Continue Reading

You'll Also Like

2.5K 165 5
· · ─────── ·⚛︎· ─────── · · 𝙀𝙨𝙩𝙖 𝙚𝙨 𝙡𝙖 𝙝𝙞𝙨𝙩𝙤𝙧𝙞𝙖 𝙦𝙪𝙚 𝙦𝙪𝙚𝙧í𝙖 𝙝𝙖𝙘𝙚𝙧. °𝘼𝙘𝙡𝙖𝙧𝙖𝙘𝙞𝙤𝙣𝙚𝙨° 𝙀𝙨𝙩𝙖 𝙝𝙞𝙨𝙩𝙤𝙧𝙞𝙖...
130K 6.6K 15
" ¿Por qué no me amas? ¿Por qué me ignoras? Solo quiero que me veas, como yo te veo a ti. " ∵ ⌂ Pareja principal: Yoongi + Personaje ⌂ Exte...
588K 93K 37
Park Jimin, un padre soltero. Por culpa de una estafa termina viviendo con un completo extraño. Min Yoongi, un hombre solitario que guarda un triste...
2.5K 139 12
autor: StringDman espero disfruten