Este fue un pedido de @estacion19
Aclaro que soy pésima para los apodos tiernos, no tengo imaginación con eso.
Realmente me gusto mucho tu pedido porque adoro la cultura antigua, espero que a ti también te guste.
Recuerden que los pedidos ya están cerrados.
(Omnisciente)
Las tinieblas del ocaso dibujaban figuras uniformes entre las edificaciones del ágora. Pareciese que las sombras consumían lentamente la parte baja de aquella polis griega, e iban trepando por los cimientos hasta llegar a la cumbre de los colosales templos donde habitan las deidades del Olimpo. Deidades hechas de mármol divino que sirven como únicos testigos de una pareja nocturna.
Si bien su cariño no era ilícito, a ambos amantes les encantaba poder admirarse a la luz del astro nocturno, que parecía encantar a toda la ciudad inconsciente con un resplandor limpio. Ya les era costumbre encontrarse en esas horas, a los pies de las escalinatas y permanecer eternos minutos charlando. Pero aquella noche era en extremo especial porque uno de ellos tenía en mente una propuesta arriesgada que le aceleraba el corazón.
Hora antes de que la luna estuviese en su punto más perfecto los jóvenes benditos de Afrodita se encontraron en la entrada de un santuario. El joven, de nombre Timoty, se aproximo a su amada de cabellos (C/C) y tomando ambas manos dejó un beso en cada una y luego las colocó en sus mejillas. El varón disfrutó de la calidez natural de su apreciada pareja mientras se sentía el ser más feliz de la creación.
Por otra parte, la joven (T/N) dejó leves caricias con sus pulgares por las mejillas de su novio, mientras se acercaba hasta colocar su frente sobre la de él. Después de unos minutos los dos soltaron una pequeña risa y caminaron a la par hasta sentarse en la mitad de las gradas y tomar sus manos mientras daban inicio a su habitual charla.
Trascurridos unos minutos Tim toco con su mano libre el objeto que llevaba dentro de una pequeña bolsa colgada del cinto que adornaba su himation color crema. Por unos breves momentos se distrajo de las palabras de su pareja y sostuvo aquella cosa con firmeza.
-(T/N), mi rayo de sol... - llamo de forma lenta y conforme alargaba el nombre se levantó de su lugar y bajo un par de escalones, alejándose unos metros de la oji-(C/O).
- ¿Sí? ¿Sucede algo mi guerrero? - la joven se inquietó ante tales actos por parte de Tim, pero prefirió esperar a que hablase antes de continuar preguntando cosas.
-No es nada por lo que debas preocuparte mi amada, pero es algo que puede sorprenderte más de lo que tengo planeado. Por ello te imploro calma hasta que haya acabado mi discurso-
-Si es lo que deseas esperare querido mío- tras decir aquello (T/N) acomodó los pliegues de su peplo y puso su total atención a Tim.
El joven muchacho observó la luna por unos segundos más y luego regresó su vista hacia su pareja. La encontró tan hermosa como la primera vez. Sus recuerdos lo llevaron a aquel momento y su rostro enrojeció de repente, se sentía inquieto por los latidos tan enérgicos de su corazón. Incluso temía que su amada los oyera desde su lugar. Ya sin pensar en eso tomo el objeto con ambas manos detrás de su espalda y comenzó a hablar.
-Mi amada compañera, ahora que la luna está en su punto quiero expresarte todo lo que mi nebuloso ánimo ha estado concibiendo estos últimos meses. Estar en esta circunstancia me remonta a la primera mirada nuestra, te vi tan hermosa que cavilé la idea de tener ante a mi una deidad, y ahora que te observo nuevamente puedo estar orgulloso de decir que la tengo. Mi diosa, tú me has dado felicidad y dicha en nuestro tiempo juntos; me has llevado a rozar el orbe de la gloria divina con tus afectos y tus labios sobrepasan la ambrosía de los hados. Pero ya no deseo tenerte como una pareja temporal como todos nos conciben, no te espantes amada, que a lo que yo aspiro junto a ti es a una vida eterna, unida por la bendición de los dioses. Es por ello que te pido que aceptes esto-
Tras terminar su discurso Tim arrojó una manzana a las manos de la chica. (T/N) no pudo hacer más que estrechar la ofrenda contra su pecho mientras caminaba hasta el lugar donde estaba el joven.
-Espero que los dioses nos bendigan con futuras vidas juntos. Hasta entonces, mi héroe, acepto compartir esta junto a ti-
Los dos amantes no hicieron más que acariciar sus labios y sonreír ante las estrellas y la luna. Porque ellos son testigos de las dos almas más dichosas sobre la tierra.
Como dato, en la antigua Grecia un hombre le pedía matrimonio a una mujer arrojandole una manzana. Es algo que adoro de Grecia, me parece una acción muy simple y súper significativa a la vez.