Tsu se sentó en la oscuridad y trató de al menos relajarse a pesar de que sabía que tratar de dormir era inútil en este momento. No sería capaz de conciliar el sueño hasta que supiera que Ochako estaba en casa y a salvo, pero su patrulla no estaba programada para terminar hasta casi el amanecer de esta noche, por lo que Tsu sabía que tenía una larga espera por delante... hasta que alguien llamó a su puerta. Ochako nunca terminaba sus patrullas antes de tiempo, así que no había forma de que fuera ella. Debe ser algún otro compañero de clase que necesite un favor o algo así. En medio de la noche. Completamente normal.
Vacilante, Tsu se levantó de la cama y abrió la puerta. Ochako estaba de pie en la penumbra del pasillo con lágrimas en los ojos y lo último de su rímel corrido por sus mejillas. Tsu inmediatamente envolvió un brazo alrededor de sus hombros y la hizo pasar adentro, "¡Ochako! ¿Qué pasó?"
Ochako no dijo nada. En cambio, se quedó mirando aturdida a la nada mientras Tsu encendía la lámpara de su escritorio y la conducía a la cama. Todavía estaba en su disfraz de heroína, así que Tsu tomó una camiseta grande y un par de pantalones cortos que estaba bastante segura de que le quedarían bien a Ochako y se los tendió, "Cámbiate y te prepararé un poco de té. Entonces podemos hablar, kero".
Al principio, no pensó que Ochako la escuchara, pero después de un momento, asintió lentamente y tomó la ropa. El brazo de Tsu cayó a su lado y miró a Ochako de arriba abajo otra vez. No parecía herida en absoluto, pero, de nuevo, se había convertido en una profesional en ocultar el dolor en los últimos meses, por lo que Tsu no podía estar segura.
"Ok." dijo Tsu. "Voy, eh, vuelvo enseguida".
Una vez más, Ochako no respondió y la mente de Tsu era una ruleta de los peores escenarios mientras caminaba hacia la cocina. Ochako nunca terminaba las patrullas antes de tiempo. Probablemente era algo que la rata le había metido en la cabeza sobre ser lo suficientemente fuerte o, más probablemente, salvar a todos en cada momento. Para resumir, si Ochako no estaba salvando a la gente, pensaba que era un fracaso, así que lo que sea que había sucedido para que volviera a casa temprano, y con lágrimas en los ojos nada menos, tenía que haber sido grande. Preparó el té lo más rápido que pudo y corrió escaleras arriba, llamando silenciosamente a la puerta antes de entrar.
El disfraz de héroe de Ochako estaba cuidadosamente doblado sobre el escritorio y ella estaba jugando con el dobladillo de la camisa que Tsu le había prestado. Ella también había dejado de llorar por el momento, pero seguía mirando fijamente a la nada, así que lo que fuera que había sucedido obviamente todavía la molestaba. Tsu cerró suavemente la puerta y se arrodilló frente a Ochako mientras le entregaba una de las tazas, "¿Quieres hablar de eso?"
Ochako abrió la boca para responder, pero en lugar de decirlo de nuevo, simplemente cerró la boca y comenzó a llorar de nuevo. Tsu puso al azar su propio té en el escritorio y se sentó en la cama, envolviendo a Ochako en el abrazo más fuerte que pudo. Ochako envolvió sus brazos alrededor de la cintura de Tsu y escondió su rostro en su hombro mientras comenzaba a sollozar más fuerte. Tsu no sabía qué más hacer además de esperar a que Ochako llorara, así que solo jugó con su cabello y siguió con lo que esperaba que fueran palabras de consuelo, "Está bien. Está bien, Ochako, déjalo salir. Estoy aquí, estás bien, está bien…"
Tsu no supo cuánto tiempo estuvieron así, pero en realidad no importó. Lo que importaba era que Ochako tenía a alguien a quien acudir y que en realidad había acudido. Tsu todavía estaba aterrorizada de lo que fuera que la había llevado a este punto, pero al menos no estaba tratando de manejarlo entrenando más allá de sus límites o llorando sola en su habitación. Fuera lo que fuera, lo manejarían juntas. Ochako era fuerte, siempre lo había sido, pero Tsu todavía no estaba dispuesta a quedarse de brazos cruzados y dejarla pasar sola por todo esto. Se preocupaba demasiado por ella como para hacer eso.
Gradualmente, los sollozos de Ochako dieron paso a resfriados y, finalmente, sorprendió a Tsu al romper el silencio "Estoy cansada".
Su voz era casi inaudible y Tsu respiró hondo antes de abrazarla un poco más fuerte, "Lo sé, Ochako. Lo sé."
"No puedo seguir haciendo esto". Ochako susurró. "Si sigo adelante, yo… voy a morir"
Tsu parpadeó. ¿Ochako realmente se había dado cuenta? ¿Cómo? Ella negó con la cabeza y reprimió un sentimiento culpable de júbilo. No importaba cómo, Ochako se había roto y estaba sufriendo. Necesitaba que Tsu estuviera allí para consolarla y era descortés alegrarse por el dolor de su amiga. El alivio, sin embargo, era algo que Tsu estaba dispuesto a dejar pasar.
"Voy a morir." Los ojos de Ochako estaban muy abiertos cuando se apartó para mirar a Tsu, las lágrimas brotaron de nuevo. "Tsu, no quiero morir".
Tsu la atrajo hacia atrás en el abrazo, "No voy a dejar que eso suceda, Ochako. ¿Ok? Te ayudaremos a superar esto".
"Es que no es justo." Ochako sollozó. "Yo… yo solo soy una persona. ¿Por qué depende de mí arreglar todo lo que todos los demás rompieron? Yo... ya no puedo más, Tsu. No puedo."
"No deberías tener que hacerlo". Tsu comenzó a pasar sus dedos por el cabello de Ochako nuevamente. "Nunca fue tu responsabilidad y nadie debería haber tratado de convencerte de que lo era".
Ochako la miró, "¿Entonces por qué lo hicieron? ¿Por qué Nezu me empuja a convertirme en un símbolo cuando All Might... lo viste? ¿Esa forma flaca que escondió del mundo? No fue un villano el que hizo eso, Tsu. Él se hizo eso a sí mismo".
"Yo…" Tsu tragó saliva. "No me había dado cuenta de eso, ribbit. Siempre supuse que era un ataque de villano o algo así".
Ochako negó con la cabeza, "No. Los villanos podrían haber ayudado, pero ya tenía un límite de tiempo. Y sabemos que superó eso, probablemente una y otra y otra vez para salvar a la gente. Siempre estaba salvando a la gente, incluso cuando había otros héroes cerca. Eso fue lo que lo mató, no Mastermind o la Liga". La voz de Ochako se hizo más fuerte a lo largo de su diatriba y frunció el ceño con frustración "Si no hubiera tenido el peso de todo el país sobre sus hombros, podría haber sobrevivido. Pero no lo hizo. Estaba tan ocupado cuidando de todos los demás que se suicidó en el proceso".
Tsu abrió y cerró la boca varias veces, "¿Crees que Nezu lo sabía?"
Ochako miró al suelo. "Creo que Nezu lo animó".
Tsu parpadeó lentamente, "Como si te hubiera estado empujando".
Ochako se desplomó y asintió derrotada, "Sí".
Tsu respiró hondo, "¿Y? ¿Qué vas a hacer?"
"¿Que puedo hacer?" Ochako la miró desesperadamente, "¡No puedo simplemente rendirme! ¡Aún hay gente por salvar! Tengo cientos de civiles que confían en mí y si no los salvo yo, ¿quién lo hará? ¿Nezu?"
"Hay otros héroes…" Intentó Tsu.
"No, no los hay". Ochako la interrumpió. "Desde que todos pasaron a la clandestinidad, la gente... necesitan algún tipo de esperanza visible, Tsu".
"Ese no tiene que ser tú, sabes." Tsu lo intentó, pero ya sabía la respuesta que iba a obtener. Ochako era demasiado fuerte para rendirse una vez que tenía un objetivo en mente.
"No puedo abandonarlos". Ochako negó con la cabeza. "Pero... pero estoy cansada, Tsu. Estoy tan cansada".
"Lo sé…" Tsu besó la parte superior de la cabeza de Ochako mientras ella se relajaba y simplemente se dejaba sostener. "Lo sé."
"Entonces, ¿qué se supone que debo hacer?" La voz de Ochako era pequeña. "¿Seguir haciendo lo que me dice Nezu? Ya estoy quemando la vela por ambos extremos, pero parece que cada vez que voy a hablar con él, termina encendiendo un fuego justo debajo de mí y comienza a quemarme en el medio también. No... no puedo seguir haciendo esto, Tsu. ¡No quiero morir!"
"Eso es…" Tsu tragó nerviosamente. "Esa no es la única opción".
Ochako la miró con curiosidad, "¿Qué quieres decir?"
Respiró hondo, "Bueno, Nezu básicamente te dijo que tus únicas opciones son rendirte y abandonar a la gente o seguir adelante hasta que mueras de agotamiento, ¿verdad?"
Ochako miró hacia otro lado, "Sí... más o menos".
Tsu asintió, "Bueno, ¿y si hacemos nuestro propio camino en su lugar?"
Ochako gimió, "¿Qué?"
Tsu tomó su mano, "¿Qué pasa si, en lugar de tomar cualquiera de los caminos que te han dado, hacemos el nuestro? Todo lo que crecimos creyendo sobre los héroes y el heroísmo resultó ser mentiras rotas de todos modos, entonces, ¿por qué no construir algo nuevo? ¿Por qué no crear el tipo de mundo en el que queremos vivir?".
Ochako se tensó un poco, "¿Cómo?"
"Ya sea que se dé cuenta o no, Nezu te ha dado mucho poder". dijo Tsu. "Él puede haber estado planeando usarte como un títere o un símbolo, pero ¿ese poder? Ese poder es real. Tienes el corazón y la mente de la gente, Ochako, y eso es valioso".
"¿Así que, qué?" preguntó Ochako. "Yo… ¿dirijo una revuelta o algo así? ¿Te estás escuchando a ti misma? Nezu todavía puede volverse contra mí en un santiamén, lo sabes".
Tsu apretó la mano de Ochako, "Estoy diciendo que sigas jugando el juego de Nezu. Deja que piense que sigues siendo su pequeño símbolo perfecto de paz, pero luego conviértete en un símbolo de esperanza. ¡Has visto cómo todos abrazaron a Eri y su rechazo de la típica configuración de héroe contra villano con la que nos han alimentado toda la vida! Puedes usar la posición que te dio la rata y usarla para reconstruir un mundo que es realmente mejor. No va a ser fácil y se necesitará mucha estrategia y sigilo para mantener a Nezu al margen, pero es posible. Pero, Ochako... por favor. Por favor, no intentes hacerlo sola nunca más".
Ochako mostró la primera sonrisa real que Tsu había visto de ella en meses, "Okay. No lo haré. Lo prometo, lo haremos bien esta vez. Juntas."
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