Nathalie Black
Llegamos a casa de Ares. Estacionó pero nos quedamos en el auto, en silencio.
—¿Me puedo quedar a dormir? —pregunté en un susurro.
—Puedes hacer lo que quieras. —respondió indiferente— Es un país libre. —se encogió de hombros, apagó el motor y se fue.
Fruncí el ceño mientras parpadeaba varias veces. —¿Qué?
Me bajé del auto descalza. Sólo tomé mi teléfono y me bajé.
Entré a la casa y Ares ya estaba a la otra punta de la escalera.
¿qué mierda con esté bipolar? Estaba bien cuando entramos al auto y ahora... ¿está indiferente?
Quizás Raquel lo tiene así.
No, él es así. Siempre.
Resoplé y comencé a subir las escaleras a regaña pasos. Llegué al cuarto de Ares y toqué la puerta 2 veces, no alcancé a tocar las tercera vez porque Ares respondió.
—¿Qué? —se escuchó desde adentro.
Fruncí el ceño algo enfadada y entré. —¿Qué mierda te pasa?
Ares estaba en bóxer. —Yo te diré qué me asa, ¡No esperaste a que te diera permiso de entrar! —exclamó señalando la puerta con su mano.
—¡Ey! A mi no me grites. —le reclamé enojada. Ares rodó los ojos— Entiendo que el temita de la estúpida de Raquel, te tenga un poco emocional —hice círculos en el aire con mis manos mientras sostenía mi teléfono en una de ellas— Pero esa no es excusa para que te desquites conmigo. —me cruce de brazos enojada— Tengo paciencia y por eso, vuelvo y pregunto: ¿Qué mierda te pasa?
Ares rodó los ojos. —Te dire que no me pasa: agua por el cuerpo. ¡Debería estar duchándome, pero no, estoy hablando contigo! —gritó.
—¡¿Cuál es tu problema?! ¡La pasamos bien en el muelle! ¡Hablamos las cosas! ¡¿Y ahora me gritas?! —grité.
—¡¿Por qué no solo me dejas solo?! —me gritó.
—¡Porque tú no decides qué hago o no!
—¡Solo responde! ¡¿Por qué mierda no solo te vas?! —me gritó señalando la puerta.
—¡Dejen de gritar! —Gritó Artemis entrando al cuarto.
Genial.
—¡Tú—señaló a Artemis con su dedo índice— no te metas!
—¡A mi no me levantas la voz en tu vida, Ares! —se acercó a él.
—¡Largo! —exigió.
—¡¿Por qué discuten?! —exclamó Apolo entrando.
—¡Porque tu hermano —señalé a Ares— es una maldito bipolar!
—¡Ah, no! ¡Te me calmas! —exigió.
Rodé los ojos.
—¡Me importa una mierda porqué carajos discutían, dejen de gritar! —exigió Artemis acercándose a Ares.
Parecía una competencia de quién daba más miedo.
—¡Los 3 fuera! —gritó Ares.
—¡No me iré a ninguna parte hasta hablar! —le grité de regreso.
—¡Apolo y Artemis afuera! —gritó el señor Juan en el marco de la puerta.
Los 4 nos quedamos paralizados ante su voz.
Artemis y Apolo bajaron la mirada antes de salir del cuarto.
—Ustedes dos —el Señor Juan señaló a Ares y luego a mi— discutirán esto como personas normales. —salió y estampó la puerta contra el marco de la misma.
Suspiré con pesadez y miré a Ares. —¿Podemos hablar?
—No. —se dio la vuelta y tomó la toalla en su silla.
—¿Por qué no? ¿No podemos hablar de cómo te sientes? —fruncí mi ceño.
—No. —entró a su baño.
Entré inmediatamente, sin darle tiempo de quitarse la única prenda restante en su cuerpo.
—Tienes que hablar.
—No quiero y no lo haré. —se rehusó.
Suspiré cerrando mis ojos un segundo. —No hagas esto más difícil, Ares. —susurré mirando sus ojos azul océano.
—No lo haré.
Mi paciencia cesó. —¡¿Por qué no?! —exclamé.
—¡Porque no! ¡¿Te es tan difícil entenderlo?! —gritó acercándose a mi.
—¡Sí! ¡¿Por qué es tan difícil para ti hablar?!
—¡Porque si!
—¡Esa no es una respuesta! ¡Dime la verdad!
—¡No quiero! ¡Largo! —señaló la puerta.
Tiré la puerta fuertemente y me giré a verlo, directamente a los ojos, con todo el enojo de mi ser, tal y como lo hacía él.
—¡Vamos a hablar! —demandé.
—¡Qué no! —respondió.
—¡Por qué!
—¡Porque me siento como un idiota! —soltó sin más. Mi expresión fácil cambió a una más relajada— ¡¿Eso querías que dijera?! ¡¿Que me siento como un idiota?! —me miró con los ojos entrecerrados— ¡Pues ahí lo tienes! —sus manos viajaron de su pecho hacia afuera.
—Ares... —susurré acariciando su brazo.
—No me tengas pesar. —apartó la mirada y noté como sus ojos se pusieron rojos y llenos de lágrimas.
—Puedes llorar. —hablé a media voz mientras aún acariciaba su brazo.
—No. —masculló.
Lo abracé lentamente. —Puedes llorar, no te juzgare.
—No soy ningún bebe, Nathalie. —dijo entre dientes.
—Ahí es donde te equivocas, Ares. Llorar no quiere decir que seas débil, llorar quiere decir que fuiste fuerte mucho tiempo. Tu cuerpo llora a manera de decirte que ya ha aguantado suficiente, que ya fue fuerte por mucho tiempo. —acaricié su espalda con la yema de mis dedos— Puedes soltarlo.
Ares no respondió pero sentí su cuerpo temblar bajo mis brazos. Me asusté cuando sentí sus brazos abrazarme bruscamente de manera tan repentina.
Ares sollozaba y sus lágrimas y, probablemente mocos, llenaron mi hombro en el cual él lloraba.
—No tienes que mentirme, Ares. —susurré acariciando su espalda— No tiene que fingir ser fuerte, no conmigo.
—Me duele. Me duele pensar que la quise y ella no siento lo mismo. Me duele pensar que me mintió. Me duele todo. —susurró aún llorando.
Suspiré. —Ya te lo dije. Sanarás y yo te ayudaré en el proceso. Sanarás y yo estaré para ti en todo momento. Sanarás y ya no te dolerá. Sanarás porque eres Ares Hidalgo, y no hay nada que tú no superes. —sonreí.
Escuché una leve risa salir de los labios de Ares. —siempre sabes como joder el momento.
—Ya sabes. —subí un hombro y alcé mis cejas— It's kinda my job in the ecosystem.
(Es más o menos mi trabajo en el ecosistema.)
—Jódete, Bruja. —susurró pasando su brazo debajo de su nariz mientras se separaba del abrazo y me miraba.
—Jódete, Bipolar. —imité su acción de pasar mi brazo brazo mi nariz y fingir sorber mis mocos.
Ares rodó los ojos bromeando. —¡Largo! —me tiró su toalla.
—¡Ey! ¡Paz, paz! —levanté mis manos en son de paz mientras abría la puerta del baño.
—¡Largo! —me exigió gritando entre risas mientras me tiró la toalla de manos del baño.
Mientras cerraba la puerta, metí mi mano y le saqué el dedo. —¡Va con amor!
—¡Get out of here! —me tiró la barra de jabón.
(Sal de aquí)
Reí y cerré la puerta. —Maldito, Ares. —susurré con una sonrisa mientras mordía mi labios inferior.
Oh, mierda. Nathalie, te jodiste.
Quizás aún no...
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¿QUE ONDA? Hoy ando re cansada pero la vida sigue, ¿no?
Espero tengan o hayan tenido un lindo día y si no lo tuvieron... lean ATDMV de Ariana Godoy y ya :)
Síganme para mas consejos para una vida mejor 👍😊 quesque jaja.
Bueno, me falta 1 seguidos más para los 40 ¡yey! <3
Espero les guste este cap.
(Intente recrear la cuadripolaridad de Ares) hice lo que puede
¡Bye! <3