—Será en el salón, bastante lujoso...
—No puedo esperar a ver a mi dulce princesa, con el anillo en su dedo y con el apellido "Malfoy".
—Si me disculpan —suspiré harto del parloteo de mi madre y la señora Smith—. Saldré a tomar un poco se aire fresco.
—Claro cariño —respondió mi madre y sonreí débilmente.
Solo quedaban tres días para que mi verdadero infierno comenzara. Puedo estar exagerado, o tal vez no. Si alguien me hubiera dicho que me casaría con Madison antes de conocerla verdaderamente, no seria tan difícil. Y aunque siguiera con la farza de "chica buena", no me casaría con ella, ella no es _____.
Seguí camiando, hasta que escuché una discusión no muy lejos de mi. Seguí camiando y me di cuenta que era ____. La otra voz tenia que ser de André.
—Lo nuestro no está funcionando, no somos el uno para el otro.
Él puso sus manos en las mejillas de ella y la miró.
—Somos perfectos juntos.
—No, no somos perfectos para el otro —suspiró ella, y unas lágrimas cayeron.
—¡Cuando amas a alguien, lo haces funcionar! —André alzó la voz y ella solo apartó la mirada y comenzó a negar con la cabeza—. No solo lo tiras por la borda.
—Ya no te amo.
—¿De verdad? —preguntó él con ironía y se apartó de ella—. ¿Cuál es la verdadera razón por la que me estas terminando? —ella se quedó callada—. Dimela, porque sé que no has dejado de amarme.
—Esa es la única razón —masculló.
—Dime que ya no me amas, pero veme a los ojos —pidió él.
Un inmenso miedo me acorraló. ¿Y si él tenía razón?
—Sé que besaste a Malfoy.
Eso atrajo su atención al instante y lo miró. Parecía arrepentida y tenia la mirada triste. Trató de hablar, pero nada salió de su boca.
—Y sé que ustedes dos tuvieron un fuerte pasado, un pasado del que todo mundo recuerda, hasta yo mismo lo hago-
—André, nunca quise —interrumpió ella y un nudo se formó en mi garganta al saber como terminaba esa oración.
—Déjame terminar —pidió André y tomó sus manos—. Pero también sé lo difícil que es superar a una persona, a una persona que le has entregado todo, tu alma, cuerpo, corazón y mente...
—Nunca quise lastimarte, y ni quiero hacerlo más, por eso estoy haciendo esto —susurró tan delicadamente que casi no la escuché.
—No estas entendiendome, podemos superarlo juntos —soltó una ligera risa y me desconcertó completamente—. Te amo, y no como cualquiera lo haría. Te amo a cada latido de mi corazón, te amo a cada pestañeo que veo tu rostro, te amo a cada sonrisa que se forma en tus hermosos labios, ¡Merlín! te amo ____...
Pude verlo en su rostro, ella le correspondía de la misma manera. Sonrió genuinamente y negó con la cabeza.
—Sé que he cometido errores, de los cuales, no estoy orgullosa —habló ella.
No puedo seguir escuchando esto, pero en realidad quiero hacerlo.
—Tú siempre me has apoyado, has estado para mí, y por eso estaré agradecida eternamente —ahora ella ponía sus manos sobre la cara de él—. De verdad no merezco que me perdones, pero haré todo lo posible para recuperar esa confianza y trabajaré mejor en esto —unas lágrimas cayeron por sus mejillas rosadas—. Sé lo que quiero, y eres tú, quiero luchar por ti.
Ella soltó una liguera risa entresus lagrimas y sus ojos no mention, era verdad. Supongo que André también lo noto,por eso fue directo a sus enrojecidos labios. Ella sonrió, lo puede ver en las comisuras de su boca.
Mi corazón se alentó, el aire me faltó y se me formó un nudo en la garganta al escucharla hablar de esa manera, viéndolo directamente. No quise seguir escuchando, así que me di la media vuelta y regresé a la mansión.
Al entrar no hice caso a la fastidiosa voz de Madison hablándome.
—Draco —mi madre alzó la voz y volteé a verla—. Tu traje llegó hace unos minutos, lo dejé en tu habitación —sonrió apretando los labios.
Yo asentí con la cabeza, sin darle mucha importancia y me dirigí a las escaleras.
No quería ver ese estúpido traje, no quería ver nada en relación a la boda, así que esauivé mi habitación automáticamente.
Mis pies me llevaron a mi antigua habitación, donde los gritos de ____ se quedaron marcados en las paredes y en mi. Había cambiado completamente, mi madre se había encargado de eso, y de que no quedara ningún rastro de aquella noche.
____ casi nunca me habló sobre lo que pasó, no lo hacia con nadie, así que yo tampoco tocaba el tema. Solo recuerdo que las primeras semanas después de eso, sufria de constantes pesadillas, así que yo me quedaba con ella para tranquilizarla y esperar hasta que estuviera dormida sin ningún mal sueño. También recuerdo que era muy cuidadoso al tocarla, un simple roce de mis dedos por su piel la alertaban.
Odiaba verla en ese estado, insegura, temerosa y triste, mucho más porque no pude protegerla esa vez. Hice lo que pude, lo que ella me permitió para que mejorará. Sabía que ella quería volver a sentirse tocada de la forma correcta, como ella quería y permitía.
Al tener sexo con ella después de todas esas semanas, fui lo más delicado que pude, diciéndole exactamente lo que iba a hacerle, ya que eso la hacía sentir segura. Tiempo después recuperó la confianza y el hacerla mía en todas partes ya no era más un temor. Había sido difícil, pero supo manejar lo y permitirme auxiliarla. Siempre sabía que hacer, siempre se había mostrado independiente, esa era una de las cualidades que más amo de ella.
~
El día que menos deseaba ya había llegado. Me levanté sin ganas y me di una ducha fría para despejar mi mente, aunque no logré conseguirlo.
Era obvio que ____ amaba a André, y no quería ser egoísta, ya que quiero que sea feliz, quiero que ella si logre eso, pero me causa estragos saber que no será conmigo. La duda de saber que más le dijo me estaba comiendo por dentro. ¿Le había confesado todo?
Mi madre me sacó de la mente al entrar en mi habitación cuando me hacía la corbata.
Sonrió dulcemente como siempre lo hacía y se veía hermosa. Llevaba un vestido azul marino con pequeños lirios pintados a mano. Se acercó para ayudarme a terminar el nudo de la corbata.
—Siempre me sorprenderá la facilidad con la que aprendes las cosas —dijo terminado el nudo—. Recuerdo cuando teníamos que enseñarte tu padre y yo él nudo de la corbata para cuando te fueras a Hogwarts.
—Cierto, papá aveces se desesperaba pero tú siempre estabas ahí para calmarlo —respondí con una ligera risa, recordando lo divertido que se me hacía molestar a mi padre.
—Y mírate ahora, ya eres todo un hombre —comentó con una sonrisa débil y sus ojos se humedecieron.
La abracé y hasta ese momento me di cuenta lo mucho que había crecido, ahora ella estaba por debajo se mi.
—Solo no quiero que pienses que no te amo por hacerte esto, te amo mucho Draco —sollozó mi madre.
—Lo sé mamá, lo sé desde siempre —repuse y volteó a verme—. Sé que esto es por el buen de todos, hasta por el de ____ —agregué y sentí una presión en el pecho al decir su nombre.
—Ay hijo —me tomó la cara con sus dos manos, como hacia cuando era pequeño—. Sé cuánto la amas, y yo sé que ella a ti.
—Si, aunque ya tiene a alguien más, ya no sé si me ame igual que hace dos años —dije sin ganas y tomé mi saco.
—Puede que haya encontrado a otro hombre a quien amar, pero tú siempre estarás en su corazón y te amará con la misma fuerza que hace dos años —mi madre parecía realmente convencida y me sonrió—. Créeme, no asistirá a la boda por esa razón.
—¿De verdad? —creí que si iría, una ligera parte de mi lo pensó.
—Claro... No me dijo la razón, pero yo sé lo difícil que es para ella...
—Esperaba verla... —respondí con la voz entrecortada. De verdad quería verla, pero también la entiendo.
—Lo sé cariño —repuso mi madre y me acarició la mejilla—. Espero que algún día tu también encuentres el amor.
Me dio un beso en la mejilla y se fue. Yo no la miré cuando salió de la habitación, solo seguí alistamndome como si fuera un día normal, esperando a que terminara.
____:
—Deja de insistir Tom, por favor —refunfuñí molesta.
—Tiene que saberlo —contraatacó alzando las cejas y enseñándome el sobre con mi nombre.
—Eso no es tú asunto, no sé si valga la pena y además no lo haré hoy —repuse arrebatandole el sobre de sus manos y comenzó a perseguirme por toda la habitación.
—Si no lo haces hoy, ¡¿cuando?!
—¡Eso no te concierna! —excalmé furiosa—. Jamás debí contártelo —mascullé mirándolo con odio.
—No te insistiria tanto si no fuera por tu propio bien —respondió suavizando su mirada—. Confio en ti hermana, y quiero protegerte, por eso pienso que ahora eres o bastante fuerte para hacerlo.
—¿Y qué te dice que no lo seré en el futuro? —inquerí frunciendo el ceño.
—Sé que lo serás, más de lo que te imaginas —se acercó y me abrazó, yo me resistí al principio, estaba demasiado molesta con él para abrazarlo, pero sé que habla en serio cuando hace eso. Casi nunca muestra afecto—. Draco se casará en solo unas horas...
Me aferré a él y como si mi cuerpo ya no pudiera más, dejé caer todo mi peso en sus brazos. Cerré los ojos con fuerza, pero eso no evitó que las lágrimas salieran. Apreté los puños con tanta fuerza que me lastimé una mano, y la otra arrugó el sobre. Literalmente me derrumbe frente a sus ojos.
Con lentitud, se agachó hasta que quedamos sentados en el suelo.
—Iré a hablar con Narcissa para que les de un rato a solas a ti y a Draco, lejos de todo y de todos —me susurró mientras acariciaba mi cabeza.
Yo estaba sumergida en su pecho, pero negué rápidamente con la cabeza y la abarcé con mayor fuerza.
—Bueno, me quedaré un rato más —escuché su risa burlona después de eso y le di un ligero puñetazo en el brazo—. Al parecer, me quieres...
—Siempre lo hice, solo que al principio eras un idiota —me burlé entre lagrimas y ahora él me dio un puñetazo, pero a mi si me dolió.
Como dije, realmente quería a Tom, al final de todo, era mi hermano y aunque solo lo conocía de poco tiempo, se notaba que éramos parientes. Sé que él también me quiere.
Como dijo, se quedó un rato más y cuando estuve lista, se fue. Me lavé la cara y traté de que mis ojos no se vieran irritados, pero fue inútil. Respiré hondo, salí del baño y esperé a que Tom regresara.
No fue mucho tiempo para eso. Abrió la puerta con cautela y habló en voz baja, me burlé por lo cuidadoso que estaba actuando Tom, pero me hacua sentir mucho mejor. Salí de mi habitación hacia la de Draco.
Toqué tres veces, sin hacer mucho ruido y cuando escuché su voz permitiéndome pasar, mis manos comenzaron a temblar.
Abrí la puerta y él miraba hacia el suelo, con la cabeza agachada y las manos entrelazadas apoyando su frente.
—Hola —hablé con delicadeza.
En cuanto abri la boca y me escuchó, se levantó de su cama y caminó rápidamente hasta donde estaba.
—Creí que no te vería el día de hoy —contestó con una sonrisa y tragó.
—Ni yo, sinceramente —eso bastó para que debilitara su sonrisa y entusiasmo. Genial.
—Bueno, entonces dime por que estas aquí —caminó hasta el mini bar que tenia en su habitación y sacó una botella de vodka.
—Yo... tengo algo que decirte —repuse con voz insegura, arrepintiendome de haberle hecho caso a Tom.
—Dime —repuso sin mirarme y levantó la botella ligeramente en gesto de que si quería, pero me negué y el sirvió solo un vaso.
—Bueno... yo...
—Solo dímelo —alzó las cejas y se tomó de un solo trago todo lo que tenia el vaso.
Entrecerré los ojos, ¿de verdad de estaba comportando conmigo de esa manera?
—Sabes que... no importa, olvídalo —masculle dándome la media vuelta y a punto de abrir la puerta.
Pero Draco lo impidió con su mano. Ahora estaba justo a mis espaldas. Me giré para verlo y me encontré con que ya tenía más licor en su vaso y una mirada que no me gustaba para nada.
—Yo pienso que si es importante, tanto como para pedirle a todo aquel que estuviera en este piso, se fuera y nadie nos interrumpiera, ¿cierto?
Mierda. Ahora yo tragué y me sostuve de la puerta. Odiaba esa mirada porque podía apoderarse de mi en tan solo segundos, él lo sabía y se aprovechaba.
Se acercó a mi cuello, sentí su respirar en mi piel, sabía que estaba respirando mi perfume. Después sentí el calor de su boca en mi oreja.
—Así que será mejor que me digas si no quieres que yo mismo lo averigue.
Quitó su mano de la puerta, se alejó y me dio espacio personal. En cuento lo tuve, suspiré al contenerme.
—Es más complicado de lo que crees —reclaque con un tono de voz fuerte.
—Hemos superado cosas peores, no creo que me resulte complicado —repuso arrogantemente.
Odiaba su comportamiento, y la mayor culpa lo tenía el alcohol.
—Bueno, entonces supera esto —le aventé el sobre en la cara y salí de ahí rápidamente.
Estaba furiosa, furiosa conmigo, furiosa con Tom, furiosa con Draco por ser tan idiota. ¿Porqué se comportó de esa manera tan cinica conmigo?
Bajé las escaleras y no me detuve al ver la mirada de Tom y la voz de Narcissa al llamarme. Solo salí por la puerta que vi, pero no lo pensé.
Varias sillas y flores estaban perfectamente acomodadas, y estas las dividía un pasillo de una gran alfombra blanca con detalles dorados que estaban bordados. Cada detalle estaba pensando correctamente. Simplemente todo era perfecto, caro y elegante. El altar tampoco se quedaba atrás, ya que había un gran candelabro que daba a este. Las paredes estaban decoradas con grandes telas de color blanco y rojo que llegaban hasta el suelo. Simplemente todo era perfecto, caro y elegante. Una boda digna de los Malfoy.
Ubiqué la salida que daba a los jardines y corrí hacia ella. Alcance a ver a Tom antes de salir y le negué con la cabeza.
Corrí por el jardín hasta que estuve lo suficientemente lejos. Cuando me sentí lo suficiente lejos, busqué en los bolsillos de mi pantalón con desesperación y rogando que ahí estuvieran. Gracias al cielo, mi cajetilla de cigarrillos estaba, al igual que mi varita. Me puse un cigarro en los labios y me ayudé de mi varita para darle fuego. Al dar la primera calada me relajé.
Pero mi relajación no duró mucho, ya que Tom me encontró.
— ¡¿Qué pasó?! —parecía realmente preocupado—. ¡Deja eso!
—¡Déjame! —grité al ver que quería arrebatarme el cigarro.
—¡Esa mierda va a matarte!
—¡No me importa! —grité aun más fuerte y corrí lejos de él.
Corrí con todas mis fuerzas y pude perderle entre los arbustos, pero al salir me di cuenta que estaba a tan solo un par de metros de la reja para salir de los terrenos.
Toqué de nuevo mi bolsillo, dándome cuenta que contaba con un poco de dinero, así que no lo pensé más y comencé a susurrar el hechizo para abrir la reja.
Cuando al fin lo logré y estaba a punto de irme, escuché la voz de Draco gritar mi nombre. Me di la media vuelta y lo vi a varios metros, pero alcancé a ver su cara y sostenía la carta en su mano. Me inmute y quise poder explicarle, pero en eso vi a Tom, que estaba demasiado cerca.
Rogué porque Draco se le ocurriera leer mi mente, corrí otros metros más hasta que cerré los ojos y cuando los abrí, ya estaba en otro lugar.
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Holaaaa
Sé que he tenido algo abandonada esta histrionismo, pero espero que me entiendan. No estoy pasando mis mejores días y no puedo escribir.
Aún así, gracias por sus combatió y votos, de verdad me han ayudado muchísimo y por fin pude terminar este capítulo.
Han sido demasiado comprensivxs y les doy las gracias, pero no estoy muy segura de cuendo publucare el próximo capitulo y espero que sea pronto.
Sin más que decir, gracias, gracias, gracias, por todo y no puedo creer que ya van más de 180k lecturas, jamás creí que llegaría a esto, pero todo es gracias a ustedes.
De verdad lxs amo mucho, ya lo saben.
Regina <3