•Timeskip•
Caminaba sin preocupaciones por las hermosas calles de New York, algo raro viniendo de mi. Siempre estaba tan ocupada que pasaba los días en mi casa editando fotos. Pero aquel día en concreto preferí dedicármelo a mi. Iría por un café y tal vez unas...
—¡Oye ten cuidado! —la bolsa que llevaba con dulces cayo al suelo.
—Lo siento.
Aquel extraño se agacho para ayudarme a recoger las cosas. Aun molesta acepte su ayuda, y cuando estuvo todo en su lugar ambos nos levantamos.
—Gracias —lo mire no muy convencida.
—No es nada. De nuevo una disculpa, venia distraído.
Lo observe mejor dándome cuenta que era guapo. Cabello castaño casi rubio y ojos azules.
Lidia por dios por eso estas sola, espantas a los chicos lindos con tu actitud.
—No te preocupes.
Me dirigió una leve sonrisa y desapareció por las calles frías de New York.
[···]
—Es el nuevo jugador de los Jets ¿Y tu no sabes quien es?
—Oh vamos Ameli, no es para tanto —seguí configurando mi cámara sin ver a mi amiga.
—Trabajas con los Jets y no conoces a sus jugadores. No puedo creerlo.
Rodé los ojos cansada.
Hoy tendría que hacer las nuevas fotos promocionales del equipo. La temporada estaba por comenzar y las cosas estaban muy movidas en la franquicia. Eso quería decir que tenia mucho trabajo. Y justo cuando necesitaba toda mi atención en las nuevas fotos, llega Ameli para decirme que el nuevo quarterback del equipo es un chico bastante guapo y de mi edad. Sinceramente desconozco quien sea.
—Bien, dile a los chicos que pueden pasar.
Ameli asintió y salió por la puerta. De ella comenzaron a salir varios jugadores que ya conocía a la perfección.
Comencé a colocar mis cosas para empezar con la sesión.
—No pensé volver a encontrarnos aquí —aquella voz la reconocía. La había escuchado en algún lugar. Gire encontrándome con la persona que menos esperaba—. Hola.
—Hola.
—¿Eres la fotógrafa?
Asentí. Era el mismo chico con el que me había chocado hace dos semanas.
—¿Tu eres....jugador?
Soltó una pequeña risa.
—Si, soy el nuevo quarterback.
¡A él se refería Ameli!
—No tenia idea.
—Zach, Zach Wilson —se presento. Por fin pude conocer su nombre.
—Lidia Rodgers.
Me sonrió de nuevo. Tenia una linda sonrisa.
—Un placer Lidia. Te dejo trabajar.
Se despidió y camino hacia los chicos que platicaban sin darse cuenta de lo que había pasado.
—Si lo conocías maldita —Ameli se acerco a mi con una sonrisa maliciosa. Captaba esa expresión.
—No es lo que piensas. Hace unas semanas choque con él por accidente en la calle.
—Aja.
—Cállate y muévete.
Comenzamos a prepararnos para las fotos. Pero yo no podía sacarme de la cabeza lo extraño de la situación. Jamás pensé que terminaría encontrándome al mismo chico en mi trabajo.
En fin. Solo se quedaría en eso.
[···]
—¡Estas loco Wilson! ¡Bájame!
—No lo hare hasta que me digas donde escondiste mi teléfono.
Mi risa entre nerviosa y divertida se escuchaba por el campo de entrenamiento.
—¡Esta bien! —me bajo despacio. Tome algo de mi bolsillo entregándoselo—. Aquí esta.
—Sabia que tu lo tenias, pequeño demonio —revolvió mi cabello causando que me quejara. Odiaba que hiciera eso—. Por cierto ¿Iras al partido de mañana?
—No lo se. Tal vez. Quiero ver como te capturan.
—Eres mala —solté una pequeña sonrisa maliciosa—. Debo volver al entrenamiento. ¿Te veo a la salida?
—Claro.
Se despidió de mi y camino hacia la cancha junto a los demás jugadores. Todos terminaban su descanso.
Mientras miraba como aquel novato se alejaba, cruce mis brazos resguardándome del frio. Había congeniado muy rápido con Zach. Nos volvimos muy buenos amigos en poco tiempo. Aunque estos últimos días algo había cambiado. Cada que estaba con él me ponía nerviosa. Esperaba que solo fuera temporal.
[···]
—No lo hare Ameli.
—Tienes que hacerlo. Debes decírselo.
—Va a salir con Johana —la mire con reproche.
—¡¿Y?! ¡¿Y?!
—¿Quieres que le arruine su cita confesándome? —pregunte.
—¡Si!
Resople. Me lleve las manos a la cara frustrada.
Todo me estaba saliendo del asco. Primero me enamore de mi mejor amigo y cuando me di cuenta me entere que tendría una cita con una de las chicas que trabajan en el estadio.
No tenia idea de que hacer, así que vine a contarle a mi mejor amiga. Ahora no deja de presionarme para que me confiese a Zach. Esta loca si cree que es tan fácil.
—No pierdas la oportunidad solo por no hablar.
—¿Y si pierdo a mi mejor amigo? —de solo pensar en la posibilidad un terror me invadía.
—Créeme, no lo harás.
Suspire rendida.
—Esta bien —tome el celular sintiendo mi corazón latir con fuerza. Marque aquel numero, hasta escuchar como descolgaban la llamada.
—¿Hola?
—¿Zach?
—¡Lidia! ¿Qué pasa?
Mis manos temblaron por un momento. Mire a Ameli que solo asintió en mi dirección.
—Necesito hablar contigo.
—¿Esta todo bien? —sentía su preocupación.
—Si solo... ¿Podemos vernos?
—Claro. ¿Segura que todo esta bien? —todo perfecto, solo quiero verte para posiblemente hacer que dejes de hablarme.
—Lo esta, de verdad.
—Bien, entonces voy para tu casa.
Me despedí aun con el corazón en la boca y colgué. Trataba de procesar lo que había ocurrido, pero, era tan indescriptible.
Cuando caí en cuenta de lo que iba a pasar la ansiedad comenzó a apoderarse de mi.
—Viene para acá —mire a mi amiga—. Viene para acá... —me lo repetí ahora a mi. Sentí como comenzaba a hiperventilarme. Las manos me sudaban y los nervios salían a flote—. No puedo hacer esto.
—Claro que lo harás —me tomo por los hombros para que me tranquilizara—. Todo estará bien ¿ok?
Asentí.
Fui a lavarme la cara para que los nervios disminuyeran, pero fue imposible. Veinte minutos después se escucho el timbre de mi casa y como Ameli abría la puerta. Sabia quien era. Respire profundo y salí a la sala. Cuando contemple a Zach la idea de echarme para atrás no sonaba tan mal.
—Lidia ¿Qué pasa? Vine lo mas pronto que pude.
Mire a Ameli, esta asintió y salió dejándonos solos. Cerré los ojos unos segundos, preparándome.
—Hay algo que debes saber.
[···]
—Lidia ¿Me estas escuchando?
Parpadeé saliendo de mi trance y mire a Ameli.
—Lo siento. Tenia la cabeza en otro lado.
Pude ver como mi amiga suspiraba. Sabia que era lo que rondaba en mi mente.
—Lid amiga, debes salir adelante. Se que es duro —de solo escuchar sus palabras lagrimas se acumulaban en mis ojos—. No me gusta verte llorar.
—Lo extraño —un nudo se formo en mi garganta.
—Linda lo se. Te entiendo.
Limpie mis mejillas tratando de quitar las lagrimas. Respire profundo y calme mi respiración. Pero eso no evito que mis ojos se tornaran rojos.
—¡Hey! Aquí están. Estuve buscándolas —otra voz se unió a la conversación. Por estar tallando mis ojos no pude ver de quien se trataba—. ¿Qué paso?
—Lidia lo esta recordando de nuevo —explico Ameli. Al instante sentí como unos brazos me estrechaban.
—Amor, no me gusta verte triste —levante ligeramente la mirada percatándome que era mi novio. Al ver que estaba en sus brazos fue inevitable que mas lagrimas salieran.
—Lo extraño mucho.
—Lo se —beso la coronilla de mi cabeza—. Pero pareces un tomatito cada que lloras.
—¡Zach! —fue inevitable reír y llorar al mismo tiempo.
—¿Lo ves? Es mejor cuando sonríes.
Asentí y lo abrace con mas fuerza.
—Tiene que llegar Wilson para que mágicamente te sientas mejor —reprocho con diversión mi amiga.
Solté una ligera carcajada y mire de nuevo a mi novio.
—Tobey era como un hijo para mi, es inevitable que lo recuerde —de nuevo la imagen de mi hermoso cachorro llego a mi mente, atormentándome.
—Pero a él no le gustaría verte triste ¿O si?
—Tienes razón.
Sonreí ligeramente. Segundos después unos labios se juntaron con los míos en un cálido beso.
—Así esta mejor. Ahora... ¿Qué les parece ir a cenar?
—Acepto, pero solo si es comida china —Ameli asintió dándome la razón.
—Bien, comida china será.
Bese de nuevo sus labios y tome su mano para comenzar a caminar.
Aun no comprendía como es que las cosas habían cambiado tan rápido. Los saltos en el tiempo de verdad que son drásticos. Pase de chocarme con un chico en la calle y topármelo en el trabajo, a que fuera mi mejor amigo y luego se convirtiera en el amor de mi vida.
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Primero que hago de los nenes nuevos. ¡Y esperen de los demás!
¿Qué otros novatos les gustaría leer?
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×JMRM×