EL JUEGO DE LA BESTIA. ® [02]...

By RafiValderrama

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Trilogía bestia {02} Fantasía y Romance. "El amor puede ser felicidad o destrucción. " Primer libro: En los... More

Prólogo.
Capítulo 1.
Capítulo 2.
Capítulo 3.
Capítulo 4.
Capítulo 5.
Capítulo 6.
Capítulo 7.
Capítulo 8.
Capítulo 9.
Capítulo 10.
Capítulo 11.
Capítulo 12.
Capítulo 13.
Capítulo 14.
Capítulo 15.
Capítulo 16.
Capítulo 17.
Capítulo 18.
Capítulo 19.
Capítulo 20.
Capítulo 21.
Capítulo 22.
Capítulo 23.
Capítulo 24.
Capítulo 25.
Capítulo 26.
Capítulo 27.
Capítulo 28.
Capítulo 29.
Capítulo 30.
Capítulo 31.
Capítulo 32.
Capítulo 33.
Capítulo 34.
Capítulo 35.
Capítulo 36.
Capítulo 37.
Capítulo 38.
Capítulo 39.
Capítulo 40.
Capítulo 41.
Capítulo 42.
Capítulo 43.
Capítulo 44.
Capítulo 45.
Capítulo 46.
Capítulo 47.
Capítulo 48.
Capítulo 49.
Capítulo 50.
Capítulo 51.
Capítulo 52.
Capítulo 53.
Capítulo 54.
Capítulo 55.
Capítulo 56.
Capítulo 57.
Capítulo 58.
Capítulo 59.
Epílogo.
EXTRA.
✝️KALEB✝️
EXTRA 2.
EXTRA 3.
EXTRA 4.

Capítulo 60.

21.6K 2.1K 3.1K
By RafiValderrama

Capítulo final.

YULIMA TYLER.

¿Cómo lo supe?
Si, por un momento llegué a pensar que el sacrificio era cierto y que perdería a Myke para siempre. Él se habría sacrificado pese a todo, aunque eso significase abandonarme para siempre y verme por toda la eternidad desde un lugar donde no podría tocarme. El antiguo Myke jamás lo habría hecho. Lo sé porqué él solo habría pensado que dejaríamos de estar juntos, pero. . . Ahora, ha pensado en alguien más. Ama a alguien más y lo daría todo por alguien más. Me hace feliz que esa otra persona sea nuestro hijo.

Cuando Myke me dijo lo de su marca, por un momento lo creí, pero un flashback  golpeó mi mente. Recordé el momento en el que corría huyendo de él, por esa iglesia abandonada, hasta que finalmente me atrapó. Por un momento llegué a verle la marca en el hombro, una gran marca incompleta que estaba recién creándose. Lo único que faltaba era el sacrificio de. . . Un alma verdaderamente pura.

Todo volvía a estar dentro del juego infernal de Ethan. Un juego en el que él ponía sus propias reglas y actuaba de forma premeditada. Entonces entendí lo que sucedía. Entendí porqué tuvo miedo. Diana le mostró su muerte por causa de esa marca y él no podía permitirlo.

~~~

Miro sus ojos, que lentamente van perdiéndose. Entonces lo que esperaba, ocurre. Su auténtica forma se muestra ante mí, haciendo certera mi hipótesis. Él iba a ser el gemelo de Myke, pero solo habría sido un error. Él tenía su verdadero rostro. Un rostro medio humano y medio monstruoso.

— Has perdido. —Digo, mientras aún con la daga en su corazón, permanece observándome.

— La inteligencia es tu poder. —Dice con sangre saliendo de sus labios.

Y finalmente, se desvanece. Su cuerpo cae al suelo, pero él está dentro de la daga.

— Joder. —Escucho a Kendo tras de mi. — ¿Qué cojones?

Rápidamente corro hacia Myke. Él permanece ausente, como si la daga también se lo hubiera tragado a él; frío, muy frío.

— Dime que no ha sido una trampa. —Miro a Jenna. — Dime que realmente has cumplido con el plan.

— Solo posa tus manos sobre su pecho, y el bebé absorberá el conjuro del sueño que impuse en Myke.

Lo hago tal y como dice. Coloco mis manos sobre su pecho, cierro los ojos y suplico que lo que Jenna dice sea verdad.
De repente siento ardor en mis manos, abro los ojos y una luz esta saliendo de ellas. En cuanto la luz se apaga, los ojos de mi niño herido empiezan a moverse, hasta que finalmente los abre. Al verme queda sorprendido, y yo lo ayudo a sostenerse entre mis brazos.

— Chica de ojos canela ¿Qué pacto con el diablo has hecho para sacarme de esa daga? —Pregunta furioso.

— ¿Creías qué te dejaría ir así de fácil? —Pregunto haciendo que me mire confuso. — Siempre tendré un plan.

Ve el cuerpo de Ethan. — ¿Qué has hecho?

— Darle su merecido. —Contesto. — Creyó que me había engañado y cayó en su propio juego.

Desliza los dedos por mi rostro, sonríe y echa la cabeza en mi pecho. Oh. . . Esta temblando. — Nena.

— Habría hecho cualquier pacto con el diablo para traerte de vuelta. Espero que eso te quede suficientemente claro.

Me abraza. Lo hace con tanta fuerza que termino derrumbándome en sus brazos. Siento mi corazón latir rápido y seguido, sus lágrimas deslizarme. Estaba realmente asustado. No quería marcharse, quería quedarse conmigo, pero al mismo tiempo lo habría sacrificado todo para permitir que Kaleb tenga la vida que él no pudo tener. Estoy demasiado orgullosa del hombre en el que ha logrado convertirse, y sé que seguiré estándolo con el paso de los años.

— Tío ¿Puedes dejar de morirte? —Pregunta Kendo.

— ¿Y tú, podrías dejar de darme alcohol barato? —Ambos ríen. Kendo lo ayuda a levantarse y se abrazan como nunca antes. — Ya me veía cuidando del pequeño demonio solo.

— Eres el padrino, lo cuidarás cuando necesite un momento a solas con mi nena.

— ¡Oye! Tengo algo que decir al respecto. —Añade Janet, llamando inexplicablemente la atención de Myke, que siempre la ha estado ignorando.

— Sorpréndeme. —Abre los brazos.

— Me recorrería cada rincón para devolvérnoslo, y más si sale como tú.

— ¿Encantador? —Pregunta sonriendo. Oh Dios mío o, están. . . Interactuando. ¿Qué ha pasado? — Mejor no os lo dejo, no quiero que se le pegue lo repelente.

— Idiota.  Me alegro de que hayas vuelto.

— Yo también.

Sorprendentemente se abrazan. Los miro confusa, al igual que Kendo lo hace y sonrío.

— ¿Qué ha pasado el rato qué han estado solos? —Pregunto a Jenna.

— Han hablado. —Contesta.

— ¿Sin discutir? —Pregunta Kendo.

— Discutiendo. —Responde Janet. — No es un mal tío.

Le miro. Él me sonríe y cubre mis hombros son sus brazos, pegando mi cabeza a su pecho. Besa mi cabeza un par de veces hasta que la alzo y consigue besar mis labios.

— Nos hemos librado del principito del infierno ¿Pero qué ocurre con Lucifer? —Myke hace la pregunta de la que incluso yo quiero saber la respuesta.

— No os molestará en un largo tiempo. —Contesta Jenna— Es todo lo que puedo decir.

— Ethan no podrá salir ¿Verdad? —Pregunto.

— No existe magia que pueda sacarlo de ahí. Él quedará encerrado eternamente en la daga. —Contesta haciéndome sentir un enorme alivio. — Es aconsejable esconder la daga en un lugar aislado, lejos de cualquier rastro mágico y de su cuerpo. Toda precaución es poca para alguien con un poder semejante.

— Me encargaré de hacer desaparecer el cuerpo. —Asegura Myke. — Estoy seguro de que no puede ser destruido por su inmortalidad, pero si podré hacerlo desaparecer de alguna manera.

— Te ayudaré. —Propone Kendo.

Retrocedo, el cansancio me obliga a sentarme. Me encuentro algo mareada.

— ¿Qué pasa? ¿Te llevo al hospital? —Pregunta Myke— Seguro es por todo esto. Necesitas descansar, joder. Estas embarazada. Necesitas descanso y paz.

— Oye. No estoy enferma. —Refunfuño. — Cállate.

— Embarazada. —Me replica. — Janet, oblígala a descansar y que no mueva ni un solo dedo. —Me besa. —Resoplo. — ¡Y no resoples! 

Ellos se encargan de todo; limpiar la sangre, recoger todo lo utilizado para el ritual, y de recoger el cuerpo de Ethan. No sé qué harán con él, y no quiero saberlo realmente. Janet obedece a Myke, me lleva a mi apartamento y me obliga a tumbarme. Me prepara más comida, a pesar de que ya he comido y se sienta a mi lado.

— Mañana enterrarán a Cody. —Susurro. — Mañana deberé aceptar que no volverá.

— Si. —Dice triste.— No deberíamos hacerlo.

— No quiero hacerlo.

— Pues no lo hagas. Es tu decisión y tú manera de llevar el luto —Pongo la cabeza en su hombro- yo seguiré pensando que en algún momento me llamará.

— También lo pienso. —Lloro. — Él. . . No esta muerto.

— No, no lo está.

No sé si será un error, pero cada uno se toma el duelo como puede. No puedo pensar que no volveré a verle y prefiero pensar que algún día cruzará la puerta para darme un abrazo. Quizás sea la mejor manera de llevarlo o puede que sea un error engañarme así, pero necesito tiempo, mucho tiempo para aceptarlo, y cuando lo haga, una parte de mí morirá con él. Solo que aún no puedo hacerlo.

MYKE WALKER.

Kendo conduce seguro de donde vamos. Dice que puede hacerlo desaparecer y que nadie encontrará su cuerpo o intentará regresarlo a la vida.
Llegamos a un lugar solitario. Nunca antes había visto este lugar.

— Aquí nadie lo encontrará. Es una zona restringida.

— ¿Crees qué no lo encontrará nadie?

— Créeme, nadie. —Muevo la cabeza.

Sacamos el cuerpo del coche, saca las palas y comenzamos a hacer el agujero donde lo enterraremos. No sé porque esta tan seguro de que nadie lo encontrará, pero prefiero no preguntar. Cuando al fin lo enterramos, y salimos del lugar, él se detiene por unos minutos.

— Aquí nací. Esta era la casa de mis padres, ahora. . . Solitaria. Todo esto era de mi madre, una mujer sin familia, que después pasó a ser propiedad de su hijo. —Sonríe— Mi propiedad. Solo que, después de pasar años en la calle, cambiarme el apellido y no volver nunca más, decidir eliminar esa parte de mi vida.

— Entonces, todo esto es ¿Tuyo? El terreno, el lugar ¿Todo?

— Todo. Por eso nadie lo encontrará nunca.

— Joder. No sabía sobre esto.

— No quiero que nadie lo sepa. —Paso el brazo por sus hombros. — Ojalá se pudra.

— Si, ojalá se pudra.

Caminamos sin mirar atrás. Cuando llego al coche, me doy cuenta de todo lo que ha sucedido y de la suerte que tengo al estar aquí. De no ser yo quien deba ser escondido o postrado en un lugar durante toda la eternidad. Me doy cuenta de lo afortunado que soy y de todo el cambio que ha tenido mi vida desde entonces.

— ¿Por qué tienes esa cara? —Me pregunta.

— La quiero tío. —Respondo.

— ¿Qué? —Ríe.

— Ha hecho todo lo que dijo. De nuevo ella —Rio— Dios. De nuevo ella me ha salvado. Me ha hecho creer que iba a permitir que me sacrificase, solamente porque en su loca cabeza tenía un plan perfecto. Lo ha arriesgado todo, aún sabiendo que Ethan también era inteligente, y lo ha engañado, de hecho, nos ha engañado a todos con esto. Yo. . . Realmente me despedí. Lloré y encontré paz tras sentarme en la tumba de Dylan. Ella no solo ha conseguido salvarme, también ha conseguido que cure la gran herida que había en mí. —Kendo permanece mirándome sin entenderlo. Mientras yo rio emocionado.

— ¿Te ha dado un ataque de risa o te estás volviendo loco? —Pregunta riendo también. — ¿Eh?

— No tío. —Echo la cabeza hacia atrás—. Es que me siento tan afortunado. Yo. . . Crecí sin nada y ahora lo tengo todo.

— Lo que viviste fue injusto porque no merecías el daño que te hicieron. No sabías que pasaba y pagaste por el pecado de una señora que hizo todo para tenerte en su vientre, solo para abandonarte después. Tío, mereces todo esto.

— Yo. . . —Pongo las manos en mi cabeza, sonriendo como lunático. — Joder hermano.

— ¿Qué?

— Quiero casarme con ella. —Contesto. — Si. Quiero hacerlo.

Subo al coche. Kendo confundido sube también y aún sin saber que decir, encoge los hombros confuso.

— Acompáñame.

— Myke ¿Te has vuelto loco? —Pregunta burlón.

— Si es locura, quiero vivir loco el resto de mi vida.

YULIMA TYLER.

Janet finalmente cae rendida por el cansancio. Yo mientras tanto, lo que hago es quedarme sentada en el comedor leyendo leyendas absurdas en el ordenador; hijo del diablo, primogénito del diablo. Dagas malditas, cazadores de demonios. Todo tipo de cosas para aclarar un poco mi mente, pero lo único que encuentro son viejas leyendas sin sentido. Claro qué, antes de todo esto las creía, pero teniendo en cuenta que he tenido al diablo frente mis ojos, ya nada de eso tiene sentido.

— ¿Se puede? —Pregunta Jenna. — Quería hablar contigo.

— Si. Estoy leyendo algunas chorradas de internet. Ya sabes, para despejar la mente.

— No creo que despejes tu mente leyendo cosas relacionadas con el maligno. —Se sienta a mi lado. — Creo que es mejor que no sigas leyendo las suposiciones de la gente sobre el mal o el diablo.

— Lo sé, pero soy muy curiosa.

— Entiendo. Intentas averiguar cómo será Kaleb.

— No. . . Yo, bueno. Tal vez quiero saber la magnitud de su poder.

— Solo él conocerá esos límites.

Cierro el ordenador. — Jenna ¿Dónde esta Lucifer?

— En un lugar en el que habitará por muchos años. —Contesta, pero sigue dejando la incertidumbre. — No te pares a pensar en él, ya no puede haceros daño. Quizás por una larga temporada.

— Con el poder de mi hijo ¿Lograste desterrarle?

Sonríe. — Te sorprenderás por todo lo que ese bebé será capaz de hacer.

Me quedo pensativa por sus palabras. Aunque en cierto modo ha contestado a mis preguntas, ha dejado mas de ellas sin respuesta. Presiento que sus ocultaciones tienen mucho que ver con el futuro de mi hijo y no me gusta en absoluto.

— Espero. Por tu bien. Que no trates de ocultarme algo que involucre la vida de mi hijo. —Amenaza fríamente. — Porque ni siquiera el recuerdo del amor que mi hermano sentía por ti, me detendrá al matarte.

— Lo sé. No pretendo hacer nada que ponga en peligro a Kaleb, Yulima. Te lo prometo.

— No prometas nada. Hasta ahora sigues aquí porque mi hermano te consideraba buena persona y en cierto modo eres lo último que él sintió antes de morir. Pero no juegues con la vida de mi pequeño, nunca lo hagas.

Me coge de la mano. — Has creado un juego maestro en tu cabeza y has conseguido engañar al primogénito de Lucifer. Sé que harías cualquier cosa por ese bebé y también por Myke. —Me mira fijamente. Me sé este jueguito. Un intento inútil de analizarme. — Dime ¿Te ha afectado hacerlo?

— No. Ethan merecía ser entregado eternamente a esa daga. Merecía morir, pero aún no he encontrado la manera para hacerlo y lo único que me queda es tenerle ahí de momento.

Ella entiende mi profundo rencor hacia Ethan. Entiende que seguir hablando de quien planificó la muerte de mi hermano, no hará otra cosa que enfurecerme.

~~~

Después de un largo rato sin recibir noticias de Myke, empiezo a preocuparme por ello. Kendo tampoco responde mis llamadas, lo que hace todo mucho más extraño. Ellos han ido a deshacerse del cuerpo de Ethan y no han regresado ¿Y si algo ha sucedido? ¿Quizás Ethan pudo salir de la daga y los atacó? ¿O alguien decidió hacer algo por él, en honor al príncipe del infierno?

Para, para. No saques conclusiones precipitadas. En cualquiera de los casos te enterarías de lo sucedido.

Es increíble que hablar conmigo misma sea el mejor tratamiento psicológico.

— ¿Aún nada? —Pregunta Janet. — Kendo siempre me responde.

— Eso es lo más preocupante de todo. —Contesto—. Que Kendo siempre contesta.

Decidimos seguir esperando, lo que nos lleva a una desesperación mayor. Estamos que casi caminamos por las paredes de los nervios. Hasta que finalmente Myke entra con su llave, tan campante y sin mostrar una buena cara de disculpa.

— ¿Tienes el móvil metido en una cueva? —Lo empujo. — No vuelvas a hacerme esto. Ni se te ocurra volver a asustarme así.

— Hey, hey —Lo muestra— esta apagado.

Frunzo el ceño. — ¡Mientes! Kendo tiene un cargador dispuesto en el coche ¡Y tú! —Lo señalo—. Jamás lo tienes apagado.

— Perdóname, enterrar un medio cadáver no es nada fácil.

— ¿Qué no? —Cruzo los brazos—. Deja de enfurecerme ¿Dónde estabas?

Él ríe. Mueve la cabeza y trata de persuadirme con su bonita cara angelical.

— Vale. No es ni un poco como lo esperaba, pero eres tan insistente.

— ¿Insistente? ¡Y tú un imbé. . . —Me besa. — Estúpido.

— Quería hacerlo en privado, en una cena en casita y sin público, pero realmente no me importa como o cuando debo hacerlo. Solo quiero hacerlo cuanto antes para que el tiempo pase rápido —Lo miro confusa—. No te he querido responder las llamadas y Kendo tampoco.

— ¿¡Lo admites!? —Exclamo.

— ¡Si! Lo estoy admitiendo, jodida loca. Ahora cállate y escúchame atentamente, nena.

Lo miro de arriba abajo. — ¿Qué tengo qué oír?

— Eres imposible. —Desliza los dedos por mi mejilla—. Cuando estaba con Kendo deshaciéndomelo de esa cosa, he pensado, ya qué en el sueño que me habéis inducido también he tenido tiempo para pensar. He llegado a la conclusión de que estas loca Yulima. Todo lo que has hecho, hasta donde has llegado. Estas demasiado loca y es lo que más amo de ti.

— Myke. . . —Susurro vergonzosa. Nunca antes había demostrado sus sentimientos en público. Es tan reservado que solo ha mostrado lo estrictamente necesario para él.

— Me has salvado tantas veces, me has protegido y amado incluso cuando no merecía tus sentimientos. Has luchado por esto más que nadie, más que yo, que te he necesitado desde que te conocí. Soy consiente de que he sido un cobarde, un imbécil, un auténtico desastre, pero aún así tú has decidido amarme y luchar por mí. —Ríe. Puedo ver perfectamente como sus ojos terminan ahogados en lágrimas. — Joder, bajaste al infierno para recuperarme. Fuiste, te enfrentaste con todo y todos por mí. Tantas veces has hecho que me cuestione si merezco tu amor, y todo por lo maravillosa novia que eres.

Consigue emocionarme con tanta facilidad que de inmediato mis ojos empiezan a llenarse de lágrimas también.

— Has hecho que me cuestione absolutamente todo. Has conseguido que mi único deseo en la vida sea envejecer contigo ¡Y joder! Has conseguido que sea feliz. —Sus lágrimas finalmente escapan de sus ojos, volviéndolos aún más hermosos. — Nena, te amo con todos los pedazos del corazón hecho pedazos, este que tú reparaste.

— Te amo. —Digo en un sollozo— Te amo muchísimo.

Mete la mano en su bolsillo, y repentinamente hinca una rodilla en el suelo. — Cásate conmigo.

— ¿Qué? —Mi voz se rompe.

— Concédeme el honor de ser tu esposo. —Pongo la mano en su rostro. Él saca el anillo y tímidamente me regala una hermosa sonrisa.

Lo abrazo emocionada. Siento en mi corazón una explosión de felicidad, que llena la oscuridad con luz nuevamente. El niño herido que conocí, aquel que odiaba el contacto físico y se odiaba a sí mismo, hasta el punto de herir a las personas que amaba solamente para alejarlas, quiere que sea su esposa. Me esta pidiendo matrimonio aquí mismo. Lo está haciendo sin rosas, sin romanticismo, solamente siendo él mismo y demostrándome que me ama por encima de cualquier acto romántico. Que incluso hincando rodillas, nunca dejará de ser el inesperado Myke Walker del que me enamoré profundamente.

— ¿Aceptas? —Pregunta arrancándome una sonrisa.

— Acepto. Por supuesto que acepto. —Le beso—. Quiero que seas mi esposo, amor, es lo que más deseo en el mundo.

Me sujeta con sus brazos levantándome feliz.
Él convierte lo malo en mejor y. . . Le agradezco profundamente que no deje de hacerme feliz pese a todo lo que está sucediendo. Le quiero maldita sea, quiero cada parte de él, porque macabra o no, es suya y eso lo hace todo perfecto.

— Y dime ¿Te casarás por la iglesia? —Pregunta Kendo en un tono burlón.

— Por supuesto. Dios bendecirá mi matrimonio. —Bromea él. — ¿O es demasiada competencia?

— ¡Seréis idiotas! —Exclama Janet—. No estropeéis este momento tan hermoso.

— No lo hacemos, le ponemos algo de humor. —Sonrío.

Ellos siguen discutiendo. Que si iglesia, que si Kendo será el padrino, mientras Janet bromea también con la situación. Por un momento el tiempo parece detenerse y él me mira fijamente a los ojos. Puede decirme tantas cosas con ellos, que sobran palabras entre los dos.
Para mi es como detenerme por un momento en el principio de todo. En nuestro primer encuentro o en aquella vez que conseguí derribar su gran muro y arranqué una sonrisa de sus labios.

¿Quién nos iba a decir esto?

¿Quién me iba a decir a mí qué acabaría siendo la prometida del chico qué tanto me sacaba de quicio?

Como siempre ha hecho, murmura lo mucho que me quiere para que lea sus labios mientras todos están distraídos. Él sabe que puedo leerlos. Sabe que derretirá mi corazón haciéndolo.

Estoy tan enamorada de él. Tan.

— Creo que debemos dejarlos solos. —Dice Kendo.

— Deberíais. —Contesta Myke. Siendo Myke.

Janet me da un beso. Lo que me hace recordar que mañana será uno de los días más tristes de toda mi vida.

~~~

Todos se marchan.
Él me sujeta en brazos y me lleva lentamente hasta la cama, donde me observa en silencio mientras acaricia mi rostro. Hasta que sus labios terminan pegados a los míos, besándome como nunca, amándome como siempre. Tumba su cuerpo encima del mío, haciendo que me tense y llene mi cuerpo de nervios como la primera vez. Sonríe en mis labios, burlándose un poco de mis nervios y termina atrapándolos con sus dientes, tirando de ellos, pasando de suave a brusco en décimas de segundo.
Que puedo decir: me pone demasiado.
Se detiene por un momento, baja los dedos por mi escote y lo besa al mismo tiempo, mientras sus dedos bajan hasta mi pantalón. Introduce la mano por ellos hasta llegar a mi intimidad, y de sus labios sale una risa mucho más pícara. Mi cuerpo se estremece por completo y dejo salir un gemido bastante sonoro.

— Esto. . . ¿No te parece incómodo? —Pregunta.

— Oh. —Rio. — Quizás.

— Hijo —Susurra con la cabeza en mi vientre— duérmete. —Es tan tierno.

Después de bromear. Termina desnudándote mientras sus labios deslizan por cada rincón de mi cuerpo, y sus manos aprietan mis muslos, abriéndome las piernas para acabar besándome la intimidad. De nuevo gimo, pongo la mano en su cabeza y me dejo llevar por el deseo.
Cuando es mi turno, disfruto desnudándolo y como él ha hecho conmigo, dándole placer.
El sudor nos recorre, la lujuria nos llena. Muero de ganas de tenerle dentro de mí. Muero de ganas de ser solamente suya de nuevo. Subo por su cuerpo hasta sentarme encima de él y le beso apasionadamente. Sus manos me aprietan toda, mientras la respiración se vuelve mucho más agitada. Sus manos acaban en mi culo y lo aprieta creando el roce entre los dos.
Me mira como si fuese la primera vez que ve mi cuerpo, que lo admira, que lo besa. Me mira con el mismo amor de la primera vez y es algo demasiado hermoso.
Sujeta mi cuerpo para tumbarlo sobre la cama y ser él quien lleve el control. Tumba su cuerpo sobre el mío mientras sus labios devoran mi cuello, erizando toda mi piel y provoca que sujete la sábana con fuerza. Cuando sus dedos dejan de jugar con mi intimidad, entra en mi. Clavo las uñas en su espalda, sujeta mis piernas colocándoselas en la espalda y comienza a moverse muy lento, para desesperarme hasta que comienza a moverse rápido. Ahogo mis gemidos en su cuello, y el hunde los dedos en mis caderas para sujetarme con más fuerza, para follarme más fuerte. Noto como mi cuerpo se llena de una sensación de electricidad, que solo siento apunto de tener un orgasmo y si, en efecto, tengo un maravilloso orgasmo que él disfruta mientras muerde mi oreja.
Sujeta mis manos, apretándolas contra el colchón y lo hace más rápido. Como siempre, disfruta viéndome tener orgasmos sin cesar, hasta que mi cuerpo queda saciado. Gime, lo hace en mi cuello, apretando mi cuerpo contra el suyo mucho más, creando el roce perfecto para hacerme sentir mucho más placer.
Finalmente, los dos acabamos rendidos y saciados del deseo mutuo, las ganas y el placer. Cae a un lado de la cama y desliza sus dedos por mi espalda.

— Espero que se haya tapado los ojos. —Ríe.

— Yo también. —Bromeo.

Besa mi frente. — Te amo.

— Te amo. —Susurro.

•••

Despierto en mitad de la noche. Le observo y sonrío ¿Cómo puede ser tan hermoso? No puedo explicarlo. Levanto la mano para ver el anillo que ha puesto en mi dedo, y lo imagino a él con el de matrimonio. Tan hermoso como siempre.

Tumbo la cabeza en su pecho y vuelvo a quedarme dormida.

Despierto con el desayuno puesto en la mesa, y él terminando de colocar las cosas. Sabe que es un día muy difícil para mí, y que necesitaré toda la fuerza del mundo para soportarlo.

— Buenos días. —Besa mi frente. — ¿Has dormido bien?

— Lo he intentado. —Le doy un beso. — Buenos días amor.

Después de desayunar, recibo el mensaje más difícil. Debo presentarme en el entierro de mi hermano en menos de media hora. Debo estar preparada para ello y aunque siento que no soy capaz, Myke me ayuda con ello. Al llegar, el silencio es inevitable. Los llantos también son inevitables y todo se vuelve mucho más amargo. Lo único que no quería enfrentar, es lo que obligadamente estoy enfrentando. La misa termina, y mi hermano es enterrado junto a las flores que sus seres queridos dejamos sobre el ataúd antes de ser escondido por la tierra.
Mamá no es capaz de sostenerse en pie y papá, papá parece ausente y débil por el infarto sufrido. A pesar de que debería estar en el hospital, decidió tomar el alta voluntaria para presentarse en el entierro.

Me despido de mi hermano, hablándole de una de las tantas anécdotas de ambos cuando éramos solo unos niños, jugando a odiarse. Sostengo y consuelo a mi madre, que llora desolada hasta que todo termina y la subimos al coche.

— Tranquila. —Susurra Myke, abrazándome.

— Sácame de este lugar. —Suplico.

MYKE WALKER.

Decido llevarla a nuestro lugar. Donde los males se olvidan por un rato y todo parece ser mejor.

— Lo sabía. —La miro.

— La playa siempre será nuestro lugar. Esta playa siempre lo será. —Salgo del coche, ella se sienta en la arena después de descalzarse y me mira con los ojos brillantes. — Quiero que seas feliz.

— Me haces feliz. —Deja caer la cabeza en mi hombro. — A pesar de cualquier tormenta, en ti logro encontrar la paz.

— Así me haces sentir tú. Merecedor de toda paz.

— La mereces, macarra.

— ¿Macarra? Detente riquilla. No me hagas enfadar. —Me empuja con los dedos— Riquilla. . .

Entrelaza nuestros dedos, y pone la mano sobre su vientre. — Somos una familia.

— Una familia. —Murmuro. — Mi primera familia de verdad.

— Oh. . . —Levanta la cabeza para mirarme— Amor.

Me pongo en pie. Camino hasta el coche y pongo una de las canciones que me recuerdan a ella: "Say You Won't Let Go. "

— ¿Bailas? —Pregunto ofreciéndole mi mano.

— No sabes bailar. —Contesta.

— Sigo queriendo que me enseñes. Como la primera vez. —Se pone en pie— Y para siempre.

Como aquel día, empieza a llover. Ella se detiene, se pone frente a mi y ríe cerrando los ojos por la lluvia. La miro feliz. Feliz porque tengo todo lo que siempre he deseado. Feliz porque nunca permitiré perder esto.
Me devolvió el alma y me hizo creer que todo es posible. Me arrancó de la oscuridad y atrapó mis demonios.

Bendita suerte. Bendito destino, hilo rojo o lo que sea. Bendito el día que la conocí y se fijó en mí.

Este no es el final, es el principio de una historia de amor épica. El principio de nuestra nueva vida, que estará llena de obstáculos, miedos y lucha, pero podremos afrontarlo todo juntos. Lo prometimos. Prometimos luchar juntos contra todo y por ello hemos superado tantas cosas.
Por ella iría al infierno y ella por mí también. Eso es lo que nos hace un amor invencible, el hecho de que abandonarnos nunca será una opción.

Así que seguimos bailando. Seguimos bajo la lluvia que nos empapa y a la vez nos recuerda nuestra gran historia de amor. Llena de todo tipo de miedos y desastres, pero eso es lo que la hace tan nuestra, eso es lo que la hace tan épica e insuperable.

La quiero porque esta loca. La quiero porque es libre. La quiero porque aún pudiendo ser mía, se ve más hermosa siendo suya. La quiero porque sus alas se ven hermosas. La quiero porque ella me quiso a mi en mi oscuridad, y me amó mucho más mientras me hacía brillar.

Chica de ojos canela.

Eres el amor de mi vida.

Atentamente aquel que ya no firma como bestia, porque lo enseñaste a amar su nombre: Myke Walker.

🌹🌹🌹

No estoy llorando. Tú estas llorando. No estoy sufriendo. Tú estás sufriendo. 🤧 Aquí dejo papel para todas: 🧻🧻🧻🧻🧻.

Nota de la Autora: Gracias. Gracias eternamente por amarlos, mimarlos y protegerlos tanto como yo. Gracias por quedaros hasta el final. Gracias por vuestra paciencia, vuestros amor y vuestro respeto. Estoy tan orgullosa de esto. Amo tanto la Duología y amo tanto los personajes, que no merecían otro final. Sé que os he hecho sufrir demasiado y que aún así os habéis quedado hasta el desenlace de esta hermosa historia. Un proyecto que empecé en el peor momento de mi vida y que se convirtió en mi salvación. La escritura me salvó. Ellos me salvaron.
Y aunque las lágrimas estén empañando mis ojitos, no son lágrimas de tristeza, son lágrimas de emoción por todo lo que hemos conseguido. Digo hemos, porque mis logros también son de ustedes. ❤️

¿Y la boda? ¿¡Qué pasa con la boda!?

La boda la incluiré en el epílogo de la historia. No será muy largo, pero os prometo que será precioso. 💖

¿¡Y EL NACIMIENTO DE KALEB!?

Incluiré un extra con detalles sobre la infancia de Kaleb, para que comencéis a amarlo y os metáis más en mi próximo proyecto, que será su historia. 💜

¿Cuándo subirás Kaleb?

Lo subiré en un tiempo. Cuando hayáis asimilado el final, el epílogo y el extra, anunciaré el estreno de Kaleb y cuando saldrá el prólogo de este. ✨

Recordad:

Todo lo subo a mi Instagram, allí siempre comento sobre los libros y digo fecha de los próximos libros que están en proceso. Así que por aquí os dejo mis redes sociales:

Instagram: rafivalderramac // Twitter: rafivalderramaa1 // Gmail: rafivalderrama3@gmail.com.

Os quiero. 💋

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