Malas Intenciones

Da SabrinaMiicaela

8.1M 627K 925K

Cuando tu mejor amiga de toda la vida traiciona tu confianza y compite contra tí por el amor de tu crush, tie... Altro

Malas Intenciones
I HATE YOU
☾Capítulo I☽
☾Capítulo 2☽
☾Capítulo 3☽
☾Capítulo 4☽
☾Capítulo 5☽
☾Capítulo 6☽
☾Capítulo 7☽
☾Capítulo 8☽
☾Capítulo 9☽
☾Capítulo 10☽
☾Capítulo 11☽
☾Capítulo 12☽
☾Capítulo 13☽
☾Capítulo 14☽
☾Capítulo 15☽
☾Capítulo 16☽
☾Capítulo 17☽
☾Capítulo 18☽
☾Capítulo 19☽
☾Capítulo 20☽
☾Capítulo 22☽
☾Capítulo 23☽
☾Capítulo 24☽
☾Capítulo 25☽
☾Capítulo 26☽
☾Capítulo 27☽
☾Capítulo 28☽
☾Capítulo 29☽
☾Capítulo 30☽
☾Capítulo 31☽
☾Capítulo 32☽
☾Capítulo 33☽
☾Capítulo 34☽
☾Capítulo 35☽
☾Capítulo 36☽
☾Capítulo 37☽
☾Capítulo 38☽
☾Capítulo 39☽
☾Capítulo 40☽
☾Capítulo 41☽
☾Capítulo 42☽
☾Capítulo 43☽
☾Capítulo 44☽
☾Capítulo 45☽
☾Capítulo 46☽
☾Capítulo 47☽
☾Capítulo 48☽
☾Capítulo 49☽
☾Capítulo 50☽
☾Capítulo 51☽
☾Capítulo 52☽
☾Capítulo 53☽
☾Capítulo 54☽
☾Capítulo 55☽
Jaziel
AGRADECIMIENTOS
MALAS INTENCIONES II

☾Capítulo 21☽

127K 10.7K 8.1K
Da SabrinaMiicaela


¡SIIIIII!

¡Sabe mi nombre!

¡Oh si oh si!

¡Eureka!

¡Oh yeah madafaka!

Pego brinquitos en mi lugar mientras contengo las ganas de gritar de la alegría.

¡Acabo de tener una cita con mi crush!

Saco el papel de mi bolsillo donde estaba el mensaje de Elián y le doy un beso.

—Ajá, oh sí, sabe mi nombre oh si, soy Bianca —canto en voz baja de la alegría sin pensar que estoy haciendo el tonto en medio de la calle.

Nada puede quitarme mi alegría.

Guardo el papel en mi bolsillo, sin embargo, a causa del viento, este se vuela y lo veo deslizarse por el aire hasta caer en las escaleras del pórtico de la casa de J.

Aunque para mi suerte, veo las luces apagadas.

—Genial, no hay nadie —digo para mi con una sonrisa mientras camino hasta el porche rápidamente y veo el papel subir por el viento hasta cerca de una columna.

—Necesitas un psiquiátrico Tyson —oigo que una gruesa y pastosa voz dice frente a mí quitándome de mi momento de sueño de nubes de algodón de azúcar, arcoiris y unicornios.

Abro los ojos como si fueran dos huevos estrellados en mi cara y levanto la cabeza para verlo.

J está en su pórtico, cruzado de brazos contra una columna y mirándome con su sombría expresión de odio al mundo mientras su pie aca de frenar al papel y lo observo leerlo.

Retiro lo dicho, alguien sí puede quitarme la alegría.

Lo observo con sorna ignorando su comentario y sonriendo de la alegría.

—No me importa lo que digas —le digo como quien no quiere la cosa empezando a caminar hacia su lado para tomar el papel, sin embargo, él lo pisa con su pie entero, impidiéndome tomarlo.

Lo observo con dagas en los ojos mientras ambos estamos cubiertos por la oscuridad de su porche, tan sombrío como él.

—Devuélvemelo —le ordeno con ira.

J me sigue con la mirada.

—Eres una chiquilla tonta —me dice así como quien no quiere la cosa, como si yo le hubiera dicho algo.

Me detengo con el ceño fruncido.

—¿Qué te ocurre King? —inquiero con las cejas enarcadas.

—¿A mí? Nada —se hace el desentendido con su tono de burla mientras sus ojos negros me observan desde la sombra de su pórtico. Estamos apenas a unos dos metros metros de distancia, pero puedo sentir ese aura oscura y ese aire eléctrico que se carga—. Aquí el problema eres tú Tyson.

¿Yo?

¿Yo soy el problema?

—¿Qué dices? —inquiero con curiosidad mientras me cruzo de brazos aparentando ser fuerte, aunque estoy a la defensiva.

J se mueve un poco debajo de su porche para tomar el papel entre sus dedos, mientras acorta la distancia dejándose iluminar por la luz y se acerca a mí, mientras yo contengo la respiración. Viste únicamente ropa de color negra y su cabello blanco despeinado.

Se detiene unicamente a escaso un metro de mí, que esto parada en el límite de su escalera.

—¿Qué haces? —inquiero con nerviosismo cuando lo veo caminar con imponencia hasta detenerse a menos de un metro de mi cuerpo y verlo observarme con el ceño fruncido, como si estuviera enojado conmigo.

—No vuelvas a verlo —me ordena con la voz pastosa y el ceño fruncido, permitiéndome ver algún destello extraño en sus pupilas negras como el mismísimo abismo.

Siento su cálido aliento chocar contra mi rostro y hacer un vaho por el frío del ambiente.

—¿Tú quién te crees para decirme qué puedo o no hacer? —espeto entre dientes entendiendo perfectamente a qué se refiere.

Veo que J esboza algo así como una débil mueca de burla, levantando sutilmente la comisura derecha de sus labios. Como si mis palabras le causaran gracias.

Es tan endemoniadamente tenebroso que me dan ganas de salir corriendo... no sin antes golpearlo.

—Eres más tonta de lo que pensé —dice sin más mientras me observa. Yo le devuelvo la misma mirada, sin agachar la cabeza mientras la sangre me burbujea en mi interior.

—Estás loco —le digo frunciendo el ceño sin entender su reacción tan tosca. Siempre es tosco, pero esta vez todo en él me inspira peligro.

Algo dentro de él se remueve con mis palabras y se inclina un poco más hacia mi, acercando su rostro al mío con siniestra lentitud acelerandome la respiración.

Creo que va a decir algo, pero se corta a medio camino y se detiene, para observarme como si acabara de declararle le guerra, con los ojos en llamas.

Pero desiste y se voltea sobre su eje, ingresando a su casa, cuya luz está apagada y con los ojos cargados en ira.

Cierra la puerta de un portazo y yo me quedo afuera con la respiración agitada y la sangre hirviendo.

Acaba de robarse mi papel.

Lo odio...

Observo la puerta con los ojos cargados en ira y no lo pienso ni un segundo más, simplemente tomo el pomo de la puerta para y la abro rogando que Lobo no esté tras esta.

Cuando ingreso a la casa todo mi cuerpo me grita que desista, que deje lo que estoy haciendo y que no me crea la chica aventurera de las películas.

Después de todo, las chicas que se meten donde no deben terminan mal. Y J no es alguien con quien parezca que terminas bien.

Pero es tarde, porque cuando medito todo eso ya estoy dentro de su casa, la cual tiene la luz apagada y lo veo subir por las escaleras sin percatarse de mi presencia.

Entonces allí estoy, siguiéndolo con ira mientras subo las escaleras tras él en su casa a oscuras y con deseos incontrolables de matarlo. Sin pensar en la consecuencias de mis actos.

Después de todo. Acabo de meterme en la casa de mi vecino sin que él me haya invitado y sin que él se percate de mi presencia lo cual me convierte en algo así como una ladrona. Aunque tengo todo mi derecho de ir a por mi papel, después de todo, él acaba de robarme.

Escucho el sonido de un portazo cuando estoy llegando a la cima de la escalera y alcanzo a ver en cual habitación se metió, entonces, sin pensarlo mucho, tomo con mi mano la perilla e ingreso con violencia a la habitación.

Cuando abro la puerta en la oscuridad de la habitación caigo en cuenta de que esto ya lo vi antes. Me cuesta un poco por la sombra pero se que ya lo vi porque todo me resulta familiar. Hasta que la luz de la ventana me permite ver a mi alrededor me doy cuenta de donde estoy.

La habitación de J.

Abro los ojos grades y lo veo parado de espaldas a mi, mientras se da vuelta al oirme irrumpir en su casa y en su habitación.

Observo la habitación la cual tiene apenas una tenue luz de mesa de noche encendida y hay un libro abierto sobre la cama, sobre el cual, J acaba de dejar el papel que me dio Elián.

J se gira y me observa con los ojos en llamas siendo iluminados por la oscuridad de la noche y desde su posición me lanza dagas con la mirada.

—¿Qué haces aquí? —inquiere con ira en la voz mientras empieza a caminar hacia mí con su expresión de descontento.

Yo paso saliva y levanto la cabeza, altiva mientras mi corazón late tan fuerte que mi pecho me duele por la violencia con la cual me golpea el pecho.

J avanza lentamente hacia mí mientras yo retrocedo dejandome intimidar por su expresión.

—Dame mi papel —ordeno cuando mi espalda choca contra la puerta, cerrándola contra mi espalda lo cual me deja encerrada en la misma habitación con un J irreconociblemente enojado.

—No.

—Es mío —digo intentando mantener la compostura mientras él avanza hacia mí acortando los centímetros que nos separan.

—Vete —gruñe estirando la mano para intentar tomar el pomo de la puerta, sin embargo, yo soy más rápida y me escabullo para correr por su habitación con él intentando retenerme y tomar el papel entre mis manos.

Justo cuando lo sujeto, veo por el rabillo del ojo que él también intenta hacerlo y entonces, lo guardo en mi bolsillo trasero de el jean y apoyo en la pared de su closet, impidiendole tomarlo.

—Dame el papel —ordena parándose frente a mí.

No entiendo este juego infantil que se trae, pero ni en sus sueños más tontos yo le voy a dar mi papel.

J se detiene apenas a unos centímetros de mi cuerpo y yo tengo que levantar la cabeza para verlo a los ojos los cuales me escrutan con algo más que el abismo, sino que con las mismas llamas del infierno.

—¿Qué quieres? —inquiero con la respiración un tanto agitada mientras siento que el frío de su closet choca contra mi piel, provocándome escalofríos que recorren como mil hormigas mi piel.

Siento como si el frío de su closet penetrara cada poro de mi piel que está en contacto con la fría madera, pero sin embargo, me niego a moverme de mi sitio hasta poder irme de esta casa.

Todos mis sentidos están alertas, y la noche está tan en silencio que lo único que puedo percibir aparte del latido de mi corazón y mi respiración agitada, es su respiración calmada acortando la distancia hasta detenerse nuevamente frente a mí.

J no dice nada, como si esto no fuera más que un juego para él, uno que sabe dominar.

Algo así como el póker donde uno tiene que demostrarse lo suficientemente tranquilo como para que el contrincante no adivine su jugada.

Así es él, no me deja leerlo y su expresión, fría y desoladora hace que quiera huir sin rumbo, pero seguro que lejos de él.

J no dice nada, solo me observa por unos segundos como si yo fuera una ratita a punto de ser cazada. Como si él fuera el león y yo la presa, y eso hace que un escalofrío recorra mi cuerpo y ponga de punta todos los vellos de mi cuerpo.

Lo odio.

Lo odio infinitamente.

J da un paso más mientras analiza mi rostro y al hacer ese movimiento no me queda más que contener la respiración y pegar la cabeza contra el closet, porque si yo me muevo siquiera un milimetro hacia adelante, su torso cubierto apenas por una remera negra se tocaría contra el mío. Intento dar un paso hacia atrás, y él... parece analizar cada una de mis expresiones.

Ahora pienso que tal vez no fue tan buena idea come se veía en mi cabeza esto de meterme en su casa y reclamar por mi papel.

Paso saliva con fuerza cuando siento el cálido aliento de J golpear en mi rostro pero sigo manteniendo la vista en sus ojos, los cuales me escrutan con un brillo extraño, que ya no es ira, pero me resulta indescifrable.

—Quiero irme —susurro con la voz entrecortada y aún con la cabeza contra el mueble y mirando hacia arriba, sin dejar de verlo a los ojos. Siento la boca seca entonces apreso mi labio inferior entre mis dientes y lo mojo con mi lengua.

Hago un intento para irme pero él me lo impide poniendo la mano izquierda a la altura de mi cabeza, impidiéndome movimiento alguno. Paso saliva con fuerza y termino como una presa enjaulada, a merced del mismísimo demonio. Quien, parece un tanto divertido por la situación.

J analiza cada movimiento con detenimiento y veo que su expresión se ennegrece aún más. Cierro los ojos un momento cuando veo que se inclina aún más contra mí, lo suficiente como para que labios rocen mi oreja y yo me quede congelada.

—No quiero —su susurro ronco junto con el roce de sus labios contra mi oreja hacen que mi cuerpo experimente un incontrolable escalofrío que recorre desde mi nuca abarcando toda mi columna vertebral y cada nervio de mi cuerpo... hasta descender y concentrarse en el centro de mi deseo.

Yo tampoco quiero...

Dejo mis labios entreabiertos y de ellos escapa un suspiro cuando sus labios rozan la piel de mi oreja y su cuerpo se presiona contra el mío, provocándome que cierre los ojos al percibir como su piel caliente abarca cada centímetro de la mía.

J mueve su mano derecha y entonces siento la electricidad recorrer mi cuerpo cuando pone su mano acierta en mi cintura trasmitiéndome calor, mucho calor, como si un incendio estuviera a punto de desatarse con la presión de su piel sobre la mía.

Separo los labios y cierro los ojos cuando siento la presión de sus dedos clavarse con firme delicadeza en mi cintura y con minuciosa tortura desplazarla hasta mi espalda, presionando su cuerpo contra el mío y dejando una estela de electricidad con el fantasma de su caricia.

J pone la mano en mi espalda y atrae mi cuerpo contra el suyo.

Cierro los ojos pensando que tal vez esto es solo mi imaginación, pero no, está pasando, es real, tan real como la tortuosa situación en la que me tiene.

Siendo presa del mismísimo diablo.

Y el problema es que... yo no opongo mucha resistencia. 




Advertencias para el público sensible: Malas Intenciones es una novela +21 que contiene temas delicados como sexo explícito, lenguaje vulgar, ilícitos, violencia, etc.

Es una novela ficticia en la cual NO se GLORIFICAN, ENALTECEN, MINIMIZAN o INCITAN a cometer ilícitos. El acoso es un delito y debe ser penado como tal, lo mismo los demás ilícitos que se encuentren en la novela.

Recuerden en todo momento que esto es FICCIÓN, por favor, sepan separarla de la REALIDAD.

Capítulo dedicado a Michi Valladares, Instagram valladares_michi. No es desde la perspectiva de J peeeero ojalá te guste. 

¿Qué les pareció el capítulo babys? ¿Se lo esperaban?

Voten y comenten porfis, y si pueden, recomienden la historia ;) 

Un saludo bien Mal Intencionado, 

La autora 

Sabrina Micaela 


Continua a leggere

Ti piacerà anche

134K 8K 89
Nadie elige de quien enamorarse, porque créanme que, si así fuera, la mayoría elegiría a una persona diferente. Eso me sucedió con ella. No debía ena...
162K 19.8K 36
La vida de Samantha siempre estuvo predeterminada a subsistir de problemas. Uno tras otro a cada instante. ¿Lo sabía? No, creía que era algo normal a...
1.9K 337 35
¿Qué harías si con tan solo pensarlo podrías matar a cualquier persona? ¿Que harías si tienes que dejar toda tu vida atrás por pertenecer a algo que...
22.6K 1.3K 33
Este es un reto de puras historias fluff en octubre, es decir, 31 drabbles llenos de azúcar que están hechos con el propósito de causar un coma diabé...