Posiblemente, para cualquier persona verse en medio del mar gozando de las hermosas vistas que les regala el perímetro Wando-gun, o incluso en días muy nítidos la de la isla de JeJu no tenga precio, pero no resulta así cuando se trabaja de sol a sol durante 6 horas extrayendo algas.
El caso de YiFan y Ztao es bastante particular, la mayoría de la gente trabaja cerca de la costa, pero a ellos les tocó el grupo que se adentraba en el mar, a media hora en barco, con las únicas protecciones de la crema solar y agua embotellada para no morir deshidratados.
La gente se ve obligada a lanzarse al mar para recolectar las algas más profundas y aunque existe un mecanismo para subir una hilera, siempre quedan algunas bajo el agua, y mientras algunos las suben a flote, otros las recolectan y otros las suben a bordo.
Se hace por turnos de 15 minutos, estarse en el agua agota mucho ya que deben de nadar para no ahogarse, mueven sus pies rápido para no hundirse y más rápido todavía arrancar las algas de la hilera.
Una vez que están en la barcaza se separa en tres grupos, material para consumo humano, las de mejores calidades, otro segundo grupo que van a parar a la cosmética, al abono, imprimación para libros, pintura, otro tercer grupo como aditivos, lo que vulgarmente se conoce como conservantes, como por ejemplo en yogures, helados o golosinas, y un cuarto grupo que no es apto para nada y lo vuelven a arrojar al mar para consumo de los peces.
Ztao resopla, no fue entrenado en un campamento militar para estarse toda la mañana haciendo eso, si ya se siente cansado, no quiere ni imaginarse cómo deben de estar el resto de sus compañeros, que aunque no digan nada, lo ve en sus pieles quemadas, labios resecos y ojos hundidos.
Choi es el capataz de primera de las cinco barcazas que se adentraron en el mar, supervisa la suya y controla al resto de los capataces de las embarcaciones.
Tiene sobre todo dos misiones, que la gente haga su trabajo y que la estructura que fija el banco de algas no se mueva.
Algo que suele darse a menudo por el efecto del agua corrosiva y por las corrientes marinas oceánicas, para ello hay varios postes con colores vistosos que sobresalen del agua y le indica que la estructura rectangular se ha movido.
Tiene otro mecanismo más técnico, un aparato sumergido en las profundidades del mar ubicado en el centro del banco de algas, le escanea un mapa completo de la estructura cada 24 h, emitiendo datos de movimiento o si hay alguna anomalía en el subsuelo.
Muchas veces hace la vista gorda, pero cuando ve que ya aquello empieza ser preocupante, no tiene más remedio que ponerse manos a la obra.
Y es lo que estaba pasando ahora, existía ya una desviación de 15 cm, y había que volver a ajustar la estructura, si no se corría el peligro que luego no se pudiera, eran tornillos del tamaño especiales, con efecto anticorrosivo y se ajustaban con un atornillador de impacto industrial específico para el mundo acuático.
El mecanismo era el mismo que las plataformas petroleras pero a pequeña escala, cada poste de acero en su interior albergaba las zapatas, las mismas que se utilizaban para la construcción y se aferraban a la tierra del subsuelo, luego se ajustaba con los tornillos, los dichosos tornillos que requerían un alto mantenimiento que descansaba bajo una plataforma de cemento.
Mira a Ztao e YiFan que siguen dividiendo las algas en los tres grupos, tienen pinta de ser fuertes y capaces de bucear hasta los 20 metros.
—Eh, vosotros dos ¿bucear sabéis? —les pregunta con un chino muy rudimentario.
YiFan levanta la vista, está sudando como un cerdo y le patea el estómago ver al capataz escondido debajo de la sombrilla y con una neverita donde alberga su agua fresquita.
Él no solamente sabe bucear, si no que es capaz de sumergirse hasta 10 metros en apnea, le entrenaron para ello y con altas cualidades para soportar la presión del agua (ATM).
—Claro.
—Mira qué bien ¿amigo tuyo igual?
—Sí.
—Dejar algas, vosotros dos ir abajo a poner suelo fijo.
Mierda de explicación les estaba dando, se sienten confusos hasta que uno de los trabajadores les aclara con más detalle.
—La estructura se ha movido, debéis bajar para atornillarla.
—Eso, así que vamos a ello, tomad —les dice Choi dándoles unas gafas de bucear, un chaleco, unas aletas y un tanque de oxígeno —el equipo.
YiFan está apunto de arrojar al capataz por la borda ¿en serio que iban a bajar con ese equipo tan básico? ¿y las medidas de seguridad?
Ztao se levanta y toma las gafas, bajar 20 metros no es para tomárselo a broma, y ni siquiera cuando estaba en el ejército eran tan temerosos ¿se habrá muerto alguien allá abajo?
—Bien bien —prosigue Choi contento porque parece ser que ambos sabían como ponerse el equipo —no tardéis mucho, hay mucho qué hacer.
Sin embargo YiFan una vez ya listo hace señas con la mano abriéndola y cerrándola repetidamente.
—Luz.
—¿Luz? —pregunta Choi.
—Luz —insiste YiFan.
—¡Ah! Nada nada, hoy hace un día estupendo, abajo os llegará la luz del sol.
¿Pero qué cojones? Cómo se nota que ese desgraciado nunca se ha sumergido, si allá abajo es como si hubiera una maldita selva submarina.
Se sientan en la barcaza de espaldas y se tiran, ese cambio de temperatura les causa sensación, YiFan toma el atornillador, deben de revisar las cuatro columnas y averiguar cuál de de ellas se ha movido.
Se ven obligados a apartar las algas que se interponen a su paso, hasta que YiFan ve un elemento que reposa en el suelo marino, parece una caja, al acercarse se da cuenta que es pesadísima, hay una tapa encima pero le resulta imposible abrirla.
Ztao también lo intenta, pero en vano, no comprenden que hace en medio de la nada esa caja de cemento justo en medio de la estructura.
Siguen buceando hasta encontrar la base que se ha movido, la arreglan fácilmente, el atornillador es potente, podría traspasar el cráneo de alguien como si fuese mantequilla.
Luego nadan hasta la superficie, ven a Choi encantado con que se haya resuelto el problema, incluso saca dos botellas de su neverita y se las entrega.
—Tomad, descanso de 10 minutos para vosotros.
YiFan no le niega la botella, se quita el equipo y se sienta en una esquina de la barcaza, Ztao hace lo mismo, mientras observan cómo los demás trabajan de sol a sol.
Sigue intrigado sobre ese objeto que vio al fondo del océano, preguntándose para qué servirá.
—Oye Guo ¿tú sabes que allá abajo hay una caja de cemento?
El aludido deja de seleccionar las algas y se lo queda mirando, parece un náufrago que no haya visto agua potable en días.
—Eso son cosas del patrón, hay un aparato que detecta si la estructura se movió.
YiFan cree innecesario ese artilugio teniendo ya los postes de colores como referencia, tampoco era necesario una ingeniería de precisión para unas malditas algas.
Aquel pobre hombre se nota que está deseando esa botella refrescante, e YiFan que lejos de ignorarlo, se la entrega.
—Toma, bebe, pero en pequeñas cantidades, y mójate el pelo con ella, te sentirás mejor.
Le sorprende que luego de haber bebido pequeños sorbitos y mojarse la nuca, se la entregase a otro compañero, y así esa botella de medio litro se la pasaron unos a otros.
Ztao no vive ajeno a ese acto de solidaridad y también entrega la suya, aprovecha esas gotas frías de sus dedos para pasárselas por la frente, mientras su rechazo crece por momentos contra ese capataz escondido bajo su sombrilla y gafas de sol.
Minseok estaba en punto muerto, y eso le desesperaba porque esperaba volver a Busán para el verano, el asunto de las drogas no avanzaba y el caso de Kim Yoonjung menos.
Necesitaba más información para tirar del hilo, el problema es que dicha información estaba en la comisaría de Wando-eup, un tema delicado si descubrían que había estado husmeando en los archivos.
Era capital acceder para poder encontrar la cinta de vídeo donde se vio por última vez a Kim Yoonjung, no se explica cómo era posible que no estuviera almacenada en la red, en todas las comisarías del país se hacían documentos digitales para mayor eficiencia en la distribución de la información entre los agentes.
¿Qué estaba pasando en la Wando-eup?
Sea como fuere ya había ideado un plan, introdujo en la base de datos de la comisaría un caso ya cerrado sobre una disputa vecinal de unas parcelas de cultivo, se inventó que un gorrino había arrasado la parcela de tomates del otro, y el damnificado de Shinji-myeon, no estaba de acuerdo con la resolución del caso, la cual exculpaba al vecino de Wando-eup porque el cercado propiedad del otro estaba en mal estado.
No se le ocurrió nada más porque ¿Qué conflictos vecinales podría haber en un sitio donde nunca pasaba nada?
Eligió el día de hoy para llevarlo a cabo porque era viernes, y los viernes solamente había 4 cuatro agentes en la comisaría, calculó que dos estarían rondando por el pueblo, otro dentro calentando una silla y el que más le interesaba, el agente del mostrador.
Sabía perfectamente los turnos de todos los policías, y esperó que el más novato estuviera hoy, era más fácil de manejar y manipularlo.
No quería ni un cabo suelto, por eso le pidió ayuda a YiXing, sabía que el otro tipo era Park Chanyeol, el que posiblemente intercedió la multa que le puso a los Byun hará ya dos meses, y si se ponía tocapelotas, YiXing se haría pasar por turista chino buscando información sobre Wando-eup y así lo mantendría ocupado.
Todo preparado, los pinganillos invisibles dispuestos gracias a la nanotecnología, la frase clave de YiXing por si debía entrar y Minseok absolutamente seguro de su plan.
Avanza seguro hacia dentro, ve al agente del mostrador somnoliento, algo que ya esperaba porque es casi la una, la hora de la comida.
Sol y haber comido pueden ser una combinación explosiva.
Observa a Chanyeol dormitando en su escritorio, realmente algo que da bastante mala imagen al cuerpo policial, jurando incluso oír algún que otro ronquido profundo.
Pero no le viene mal que esté traspuesto, así no lo incordiará.
—Buenas tardes agente.
El muchacho se esfuerza en concentrar sus ojos en Minseok, va bien vestido, camisa y chaqueta, no le suena su cara y cree que no es un vecino de Wando-eup.
—Buenas tardes, qué se le ofrece.
—Soy de la comisaría de Shinji-myeon —le explica enseñando su placa —venía porque me gustaría revisar de primera mano un caso que sucedió hará un año, sobre una disputa vecinal entre un hombre de Wando-eup y otro de Shinji-myeon.
El agente duda, primero porque no tenía ni idea de qué caso se estaba refiriendo, él no estaba cuando se abrieron las diligencias y segundo porque ese caso ya estaría cerrado, si no por intervención de la policía, por el juzgado de Paz.
—Agente Kim, no entiendo muy por qué quiere mirar ese caso, eso pasó hace tiempo, está cerrado y archivado.
Minseok se las sabía todas, tenía una lista completa de excusas para que ese agente accediera a que le diera paso a la sala donde se almacenaba toda las pruebas físicas.
—Lo sé, pero ese pobre hombre no puede olvidarse del tema, no solamente malogró la cosecha de ese año, si no que tuvo que afrontar las costas de un nuevo enverjado —se acerca a modo de confidente —cree que ustedes, al ser de Wando-eup viraron por los intereses de su vecino.
—¡Pero qué dice! —le responde ofendido —¡Nosotros hacemos cumplir la ley independientemente de donde sea la gente!
—Por supuesto que lo sé, pero ¿no cree que si un policía de Shinji-myeon revisa el caso él se quedará más tranquilo? Personalmente, no me cabe ninguna duda que ustedes hicieron su trabajo, somos policías por encima de todo, sin importar a qué jurisdicción estemos adscritos.
Aquel novato se sonríe, si era algo tan simple como que ese policía le echase un ojo al caso no lo veía para tanto, le preocupaba que en Shinji-myeon se esparciera la mala fama sobre el cuerpo de policía de Wando-eup, muchos de los vecinos de la isla vecina trabajaban aquí.
No quería conflictos vecinales.
—¿Sucede algo Kang? —Minseok escucha una voz grave que sale detrás del mostrador.
—Oh Park, el agente Kim viene a revisar un caso que pasó hace un año.
Chanyeol se reincorpora, se frota un ojo y entonces ambos se miran, fue un momento en que los dos se reconocieron, Minseok al investigarlo al ser del entorno de Baekhyun y Chanyeol cuando llamó al jefe de la comisaría de Shinji-myeon para que la anulara.
Si algo sabía Park Chanyeol, era quiénes eran todos los policías de Shinji-myeon por haberse criado allá.
—Sí, lo he escuchado ¿tiene el número de registro, agente Kim? —le pregunta acercándose.
—Ajá, lo tengo guardado en mi móvil.
El agente novato accede a la base de datos, y efectivamente, allá estaba el caso, incluso con la fecha de entrada y firmado por el comisario.
—Es curioso —expresa Chanyeol extrañado —no recuerdo ese caso.
—Es normal, hace mucho tiempo de eso, fue una cosa sin importancia ¿Quién se acordaría de algo así? —se ríe Minseok —estas cosas lugareñas...
"Estas cosas lugareñas"
Palabra clave en la cual YiXing debía entrar en escena, Minseok trabajó al dedillo su perfil, un adinerado turista chino sin idea de coreano buscando información de sitios bonitos de la isla.
Tuvo que guardar la compostura cuando lo vio entrar, iba completamente disfrazado, un sombrero de pescador para tapar el cabello y una mascarilla blanca para cubrirle parte del rostro, todo en él rezumaba riqueza y poder.
—¿Can anybody help me?
Tanto Chanyeol como el agente del mostrador no entendían muy bien el inglés, y Minseok consiguió lo que deseaba, desviar la atención.
—What do you want —le pregunta Chanyeol, horrorosa frase en inglés porque parece que esté obligando YiXing a desembuchar lo que quiere.
—Good afternoon, I would like you to advise me on the most attractive aspects of the island.
Demasiado inglés en tan poco tiempo, la mente de Chanyeol se ofusca y busca la salida más fácil para estos casos.
—Tourist Office.
—It's closed.
Cierto, la oficina de Turismo cerraba al mediodía pero volvía a abrir a las 14:30 p.m, aunque explicarle todo aquello en inglés era sumamente complicado, YiXing saca de su bandolera varios mapas de la isla, y comienza a señalar con el dedo, y Chanyeol tenía claro que ese tipo no se iría hasta que no obtuviera lo que deseaba, toma un bolígrafo del mostrador y comienza hacer redonditas en los lugares que creía que valía visitar.
Minseok se reía de lo lindo por dentro, escuchando a YiXing preguntando por ejemplo "¿está muy lejos?" "¿se puede ir en autobús?" "¿Cuánto cuesta la entrada al museo de algas?" y Chanyeol simplemente respondía "sí" "sí" "sí" en inglés.
Carraspea, al ver que a él lo habían dejado de lado, se acerca al agente del mostrador, que se esforzaba en hacerse entender con ese turista chino, aconsejándole que fuese a "Delicias Kang".
Era el restaurante de su padre.
—Disculpe agente, podría echar un vistazo entonces al informe del caso.
Se gira algo despistado, no es que se hubiese olvidado de Minseok, más bien veía una mina en ese turista, y no quería echarlo a perder.
Los turistas chinos tenían fama de derrochadores y a la mínima prodigaban cuánto dinero tenían, especialmente si iban acompañados de una fémina, cosa que le pareció muy probable.
—Eh, sí claro, siga recto del pasillo y baje las escaleras, verá un cuartito a la izquierda, allá está la sala de archivos y de pruebas.
Y antes de que alguien le diera el alto, Minseok ya enfilaba hacia dentro, mientras que YiXing los entretenía de todas maneras posibles, desde dónde cambiar el Yuan a preguntar dónde podría alquilar una lancha que lo llevase a otras islas vecinas.
Se sorprende la poca seguridad que hay en el interior, ni cámaras de seguridad, ni panel de control y mucho menos dactilar de la puerta.
Es una simple puerta como si fuera la de su salón.
Abre y tiene cautela de echar un ojo al techo, buscando en las esquinas más cámaras, aunque su mente ya estaba escrutando puntos ciegos.
No fue necesario.
Tranquilamente pasea por las hileras de las estanterías, la mayoría se amontonan en archivadores, y así sin mucho esfuerzo, localiza lo que buscaba, abre el expediente contento, sorprendiéndose de que el informe difiriera un poco del informe que había colgado en la red.
Más bien información que se omitió deliberadamente.
¿Por qué?
Decide hacer algunas fotos, esto era una prueba irrefutable que la policía había ocultado información, sigue leyendo, al final del informe existía una serie de pruebas con un número de seguimiento, busca entre las cajas apiladas, ansioso de encontrar la grabación.
Se queda en blanco cuando ve que la caja no contiene esa grabación, sigue mirando las pruebas, parece que todos los objetos que encontraron en la búsqueda de Kim Yoonjung lo hubiesen metido allá dentro.
Y no cree que guarden relación con el caso ¿una rueda deshinchada de una bicicleta? ¿un viejo zapato de una niña? ¿el becerro de una vaca? ¿una bolsa de papas vacía? ¿botellas de agua aplastadas?
Y así un sinfín de objetos sin sentido.
¿Realmente se hizo una búsqueda para encontrar pruebas fehacientes o se dedicaron a limpiar los alrededores con toda la porquería que había?
Furioso cierra la caja, ahora mismo podría llamar a su jefe y denunciar lo que estaba pasando, aquello le daría mucha más libertad de movimientos, pero quería llegar hasta el fondo de la verdad.
Descubrir si el encubrimiento de la policía se hizo para proteger a alguien.
Las pistas no se acabaron aquí, su siguiente objetivo era investigar a Park Chanyeol, el policía que redactó un anexo al informe y que misteriosamente en la copia digital no existía.
¿Por qué? ¿Y quién robó la grabación de las dependencias policiales?
Preguntas sin respuestas pero que Minseok iba poner la vida para averiguarlo.
LuHan juega felizmente a la Playstation5 que le regaló su tío para el día de su cumpleaños, le encanta ese juego de las construcciones de Minecraft, su mente es un torbellino de ideas donde ya tiene una granja con vacas, cerdos y pollos, también ha diseñado su casa, muy parecida a la suya y curiosamente a la supuesta habitación de Hye Sun le puso una serie de bombas para que nadie entrase.
Su hermana lleva un rato estudiando en el salón, a pesar de ser viernes, no puede perder el tiempo, aún queda una semana de exámenes y quiere sacar buena nota.
Demostrarle a su madre el sacrificio de pagar sus estudios tuvo una recompensa.
Sin embargo le cuesta concentrarse, y más que eso, perdida entre los apuntes de biología siempre aparecía por su mente el profesor Byun.
Su beso despertó miles de emociones que la hicieron entrar en un sueño donde no importaba quiénes eran, ni la diferencia de edad, ni la aberración a ojos de los demás que era todo aquello.
Se sonríe, al menos le consuela el saber que a él le pasa lo mismo, y que cada vez es más difícil resistirse a esa atracción.
Se restriega los ojos ¿A qué estaría dispuesto él? ¿Sería capaz de esperarla un año cuando cumpliese la mayoría de edad? ¿Realmente vale la pena dejarse llevar por los sentimientos sin saber qué les deparará el futuro?
Miles de preguntas rondan por su mente y sin una respuesta clara.
Se voltea para ver a su hermano, no pensó que el regalo del profesor Byun fuese todo un acierto, le gusta verle a su manera sonreír y hasta a veces enfadarse cuando un kreeper lo mata.
Se dirige hacia él, ya que no puede estudiar prefiere estar con él y que le cuente que era lo que estaba construyendo ahora.
—Hola hermanito.
—Hola Hye Sun.
—¿Molesto?
—No, claro que no.
—¿Y qué haces?
—Construir.
—Eso ya lo sé, pero el qué exactamente.
LuHan amplía el mapa, dejando asombrada a Hye Sun, la casita parece fortificada, no es que ya resultase imposible para los kreepers o arañitas pudieran entrar, es que no entraría ningún monstruo de cualquier juego, y lo todavía más impactante, había dibujado el mapa de Bolgido, una isla pequeñísima al sur de Wando-eup, con su capital y todo, Bogil-myeon.
—¿Y esto LuHan?
—No sé, lo tenía en la cabeza...
—¿Bolgido?
—Ajá...
—¿Y por qué Bolgido?
LuHan duda en responderle, no tenía conciencia de haber estado, sin embargo recuerda cosas vagamente, como si hubiera sido un sueño.
—¿Tiene selva? —le pregunta sin saber realmente por qué lo hizo.
—Bueno Lu, es un isla bastante despoblada, viven muy pocos habitantes —le explica, asombrándose con el parecido con la isla real —¿Estáis dando en clase las islas del condado?
—No...
Hye Sun frunce el ceño, todo aquello le parece extrañísimo ¿Qué estaría pasando por su mente? ¿Y por qué esa isla? Se acerca a la televisión y observa como un puntito marrón en medio, aquello ya cobra visos de misterio.
—¿Y esto qué es Lu?
—No lo sé Hye Sun, es mi mente que lo dibuja, yo no.
Al final se da por vencida, tal vez leyó algo sobre esa isla en algún libro del colegio y ya no se acuerde, hasta donde ella sabe, Bolgido no tiene nada de especial, ni monumentos destacables, ni nada digno de reseñar salvo que era una isla netamente productiva de algas marinas.
Quizá debió ser eso, le estuvieron explicando la economía del condado.
—Pues te ha quedado muy chulo.
—Gracias Hye Sun.
—Igual que nuestra casa, te ha llevado días ¿eh? —le dice dándole un codazo.
—Estuvo difícil, aunque no lo veas, el suelo está lleno de trampas.
Ella parpadea ¿Por qué iba a construir su hogar como si fuese una mazmorra llena de peligros? Cree que ha leído demasiados cómics de súper héroes o de caballeros matando monstruos, la ternura le vence, LuHan para ella sigue siendo ese niño con un mundo lleno de fantasía y magia.
—Está genial.
Su móvil comienza a sonar de repente, está encima de la mesa del salón, y por un momento se pone nerviosa pensando cosas que no son, se decepciona cuando ve que no es la persona que deseaba.
Era Sehun.
—Hola cariño ¿ya se te pasó el mal humor?
—¿Cómo dices Sehun?
—Esta mañana llevabas un humor de perros, cualquiera se te acercaba.
—Bueno, no era fácil uno de los exámenes, estaba un poco nerviosa —¿Y Por qué tú no has venido esta tarde al instituto? Te recuerdo que es obligatorio ir aunque no haya clases.
¿Cómo le iba a decir a su novio que sintió un puñetazo en todo el estómago cuando vio ayer al profesor Byun y a su esposa besarse?
—Entraba a las tres a trabajar hoy, doblo turno para que el jefe me dejase mañana por la tarde libre.
Ella traga saliva, ya sabe a lo que se refiere, y entre más se acerca el momento, más rechazo le produce todo aquello.
—¿Hola? ¿Estás ahí?
—Sí, Sehun —murmura alejándose del salón para meterse en su habitación.
—Oye, sé que esto no es fácil, pero amor, sólo durará media hora ¿vale? ¿Memorizaste todo lo que debes de hacer?
—Sí, Sehun.
—¿Hasta el último detalle?
—Sí, Sehun.
—Caray Hye Sun, parece que se te haya comido la lengua el gato. Cariño, de verdad que estás preparada para ello...
No, no lo estaba, y tenía un caos de sentimientos que le iba estallar la cabeza, quería ayudar a Sehun y la vez anhelaba volver a besar esa boca que tanto le hizo sentir.
—Lo estoy, sólo que comprenderás que no estoy cómoda con la situación.
—Te entiendo Hye Sun —le dice siendo comprensivo —quizá el mal trago sea menor si te imaginas que soy yo, sólo cierra los ojos y piensa en mí.
Ella chasquea la lengua sobre su paladar, negando con la cabeza, siendo consciente que acceder al plan de Sehun era desmoronar todos esos sueños que se fueron alimentando muy lentamente en estos dos meses.
Y mucho más que eso, posiblemente la odiaría de por vida.
—Tranquilo Sehun, todo saldrá bien.
—Seguro que sí mi vida.
La desesperanza le invade, quizá así lograse olvidarse de él, pero lo que ella no sabía eran las gravísimas consecuencias que se derivarían de ello.
Del verdadero infierno que le esperaba.
¿Alguien se imagina qué consecuencias puede acarrear el plan de Sehun?