-Bueno, lo único que falta es el vestido.
¿Sí? ¿En serio? Qué emoción-nótese el sarcasmo.
-De acuerdo-Le dije al ovni-. ¿Podrías llamar a Bat, por favor?
-Claro, princesa.-rodé los ojos ante su maravilloso apodo.
Estaba mirándome en el espejo, viendo como mi vida y mi yo, se derrumbaba por completo.
Yo no quería esto, yo no quiero esta vida; yo sólo quiero sentarme en mi cama y leer un buen libro junto con una taza de chocolate caliente. Eso es lo que quiero, ¿es mucho pedir?
-Señorita, ¿me mandó a llamar?-pregunta Bat una vez que entra en la habitación.
-Claro. Quería preguntar si sabes dónde está Chase-Le informé. Me llamaba la atención lo que tenía Batraidor en su cadera, podría ser una buena forma de impedir toda esta farsa.
-No lo he visto. Pero si usted quiere, con gusto puedo ir a buscarlo, Señorita.
Batraidor ya no me trababa con la misma confianza con la que solíamos conversar, no después de lo que pasó. Por una parte, me entristecía; extrañaba mi amistad con ellos.
-Sí; pero espera...-le dije antes de que se fuera-. Yo...-comencé a acercarme cuidadosamente dándole un abrazo, mientras lo abrazaba, tomé lo que tenía en su cadera rápidamente:
Un arma.
Cargué el arma lo más rápido posible y apunté hacia mi cabeza nerviosamente.
-A-alejense. ¡Un pasó atrás!-grité. Ellos rápidamente se alejaron con las manos en alto con mucho cuidado.
Mis lágrimas salieron con mucha rapidez, literalmente no quería vivir casada con un extraño. No me iba a matar, no era tan cobarde; pero quería que algunos quitaran cierta presión que tienen en mí.
-Ay, santa mamá de los maquillajes; no llores, mi niña. Sé te va a dañar todo lo que he hecho.-reí con sarcasmo. Estaba a punto de acabar con mi vida y a el ovni sólo le importaba el maquillaje.
Divisé a Batraidor hablando por teléfono. Ya sabrán a quien.
-La-larguense-susurré.
-Mi ni-le interrumpí al ovni-. ¡Qué se larguen!
Dicho esto, aparece el grosero por la puerta parecía calmado; pero sus ojos demostraban otra cosa: ¿miedo? ¿pánico?
-Chloe.
-He dicho que se largaran-dije firme-¡Larguense o aprieto el gatillo!
-¿Está cargada?-oí que la bestia le preguntó a Batraidor. Él asintió como respuesta. ¡Oh, sí!
El ovni y Batraidor comenzaron a irse por la puerta lentamente, pero la bestia no cedía, seguía sigiloso esperando que le dijera algo.
-Lárgate-ordené.
Veo a Chase entrando por la habitación suavemente; él si tenía el pánico irradiando a su alrededor. Yo sólo temblaba con el arma apuntada en mi cabeza y más lágrimas salían una tras otras.
-Meg-dijo suavemente mientras se acercaba.
-No te me acerques-amenacé.
Chase se detuvo por un momento; pero yo sabía muy bien que sus planes eran seguir avanzando hasta llegar a mí.
-Yo te quiero mucho, Chase; pero no puedo con esto.-Sollocé.
-Claro que si puedes, linda.-comenzó a acercarse más y cada vez más.
-Dile que se largue.-di un paso atrás por instinto.
-No iré a ningún lado.-La bestia se cruzó de brazos. Él quería parece calmado; pero yo sabía muy bien que estaba asustado.
-Meg, eres la chica más inteligente, linda, torpe y con buen sentido del humor que he conocido. Sé que eres valiente.
Casi me rendía, Chase y su capacidad de convencer. No iba a ceder hasta que ellos no cedieran.
-Vamos, mi Meg, suelta el arma y dame un abrazo.-Chase se acercaba a mi con suavidad y me miraba con ojos llenos de amor.
Era la única persona con quién podía contar, pero ahora no podía hacerle caso.
La bestia sólo miraba con cuidado de no hacer algo que me llevara a hacer una locura. Se lo agradecía.
Por estar pensando en lo que no debía, me distraje y no pude notar cuando Chase se acercó a mí y comenzó a forcejear para quitarme el arma...
Todo ocurrió rápidamente.
-¡No!
-Suéltala, Meg, por favor.
-No, Chase. ¡No la voy a soltar! ¡Quiero morir!-gritaba mientras tiraba del arma para quitársela.
-Preciosa, por favor, si tú te vas, no soy nada. Suéltala.-Chase me acariciaba con sus palabras y yo sólo estaba frustrada porque no quería ceder. Estaba llorando demasiado, y probablemente, mi cara estaba toda negra.
-¡No, Chase! ¡No la soltaré! ¡Déjame!-gritaba. En ese momento vi que la bestia se acercaba.
No lo permitiría.
-Princesa...-me miraba con ojos suplicantes. Dios, estaba que me derretía.
-No-susurré llorando. Cuando Chase notó que bajé la guardia, en seguida la haló más fuerte de mi mano, lo cual fue un error, porque por instinto yo también lo hice... Sólo pude escuchar un fuerte sonido que retumbaba en mis oídos.
Sólo suplicaba que fuese yo y no Chase.
Yo estaba en shock, no sabía quién había recibido el disparo, y creo que mis dudas fueron esparcidas al momento en que Kyle comenzó a gritarme salvajemente.
''¡Mira lo que hiciste, pequeña perra...! ¡Asesina...! ¡La vas a pagar bien caro...!"
Por dios, maté a Chase.
¡Maté a Chase!
¡A mí Chase!
-Yo-yo no quería... Yo-yo-... Perdóname, Chase... Yo-yo...-estaba temblando y la cabeza me daba vueltas una y otra vez.
-¿Qué pasó aquí?-preguntó papá con preocupación.
-¿Qué está pasando...? ¡Chloe! ¡Por dios, pareces un monstruo!-llegó mamá gritando con cara de horror.
-Yo-yo no quería...-respondí temblando.
-Pero, si sólo te faltaba el vestido-mamá hablaba confundida.
Por primera vez, vi a la bestia perder el control, y era preferible verlo calmado y seguro de sí mismo, que con la furia con que yo lo estaba viendo ahora.
-¡Cállese! ¡Qué no ve que mi hermano está herido!-le gritó a mi madre-. Dean, llama a una ambulancia, por favor.
Papá asintió y mamá sólo se sorprendió por como el grosero la había dejado con la palabra en la boca.
Chase estaba desmayado en el suelo y sangrando en cantidades. Yo no aguanté más la presión hasta que vi todo negro.
Todo me salía mal, quería acabar con mi vida, y terminé atentando con la de la persona que más quería en estos momentos.
Por las dudas, no estaba enamorada de Chase, él sólo era alguien muy importante para mí:
Mi mejor amigo; mi confidente.
No sabía cómo estaba Chase, realmente me preocupaba. Él puede morir por mi culpa.
Cuando desperté, estaba acostada en una camilla en una habitación toda extraña. Sólo pude divisar a mi padre esperando a que despertara.
-¿Cómo estás?
-¿Te parece que estoy bien?-pregunté con ironía.
-Chloe...-le interrumpí-. ¿Cómo está Chase?
Ahora mismo no quería escuchar disculpas baratas por parte de él. Yo sólo quería saber donde estaba mi amigo.
-Lo están atendiendo.-le volví a interrumpir-¿Dónde está?
-En la otra habitación-respondió resignado-. Chloe...
-Me voy-dije-. Él sabía muy bien que no iba a hablar con él nada de lo que estaba pasando en estos momentos. No los quería en mi vida.
Voy acercándome a la habitación; pero me detengo cuando escucho voces al otro lado.
-Se acabó. Déjala en paz, Kyle.
-No, Chase. No puedo hacer eso.-No puedo creerlo. Chase estaba bien; ahora sentía que podía volver a respirar.
-Por favor. Mira lo que ocurrió hoy, mañana puede ser peor. Ella no se merece lo que le están haciendo.
Dios, amo a ese chico. Quería abrazarlo tan fuerte y no soltarlo nunca más. Sólo esperaba que me perdonase por lo que le hice.
-¡¿Y yo sí?! ¡¿Yo me merezco lo que me hacen?!-El grosero sé oía desesperado y frustrado. ¿De qué estaban hablando?
-Ya te dije. Yo puedo vivir con ello. Prefiero eso, a que una persona inocente sufra.
-¡No! No, Chase. ¿No lo entiendes? No se trata de dinero. Se trata de algo más que eso; se trata de dignidad. Yo no puedo permitirme eso. No me lo perdonaría.
¿Alguien me da una pista de lo que hablan, por favor? Gracias. Ah, recibo galletas y té.
-Yo-yo... No puedo vivir con ello, hermano. El-ella significa tanto para mí... No podemos seguir haciéndole daño...
-¿Es que acaso hay otra opción? ¿Sabes lo que pasaría, Chase? ¿Qué pasaría contigo? ¿Con Kiara? Ella puede adaptarse. Puede entenderlo.
Aquí Megan Fox, desde la pared al lado de la puerta de la habitación, reportándose para que le den información sobre el tema, cambio.
-Yo-yo... Yo ya no puedo con esto, hermano...
Chase estaba llorando, mi corazón se partía en mil pedazos. ¿Era muy grave lo que estaba pasando? ¿Yo estaba implicada?
-Yo... Menos. Podría hacer un acuerdo. Un tiempo determinado, ya sabes. Sé nos haría más fácil para los dos.
¿Para quién? ¿Para mí? Podía notar que el grosero también le afectaba. Tenía la voz quebrada.
Nunca había visto dos personas fuertes, tan vulnerables.
-No seas tan grosero con ella, por favor.
Si, la situación era con los dos, ¿por qué tenía que casarme con el grosero y no con Chase?
-¿Por qué no has entrado?-preguntó papá haciéndome sobresaltar.
-Eh...-comencé a mirar para todos lados buscando una excusa-. Es que me llamó la atención el color de esta pared. Me gustaría pintar así mi habitación.
Y luego recordé que ya no vivía en mi casa y que era una mala mentirosa.
-¿Quieres pintar tu habitación de más blanco?-preguntó con sospecha.
-No es cualquier blanco-señalé.
-Dejemos esta conversación acerca del blanco para después.-Sin dejarme hablar, me adentró a la habitación. Estaban los dos platicando para luego poner su vista en nosotros.
Cuando vi a Chase con sus ojos-prácticamente tristes- en mí, se me ablandó el corazón.
Tenía un parche en la pierna-lo que puedo suponer, la bala le dio allí.
Gracias al cielo.
-Hola, Meg.-Me sonrió.
-¡Chase!-inmediatamente me acerqué a él y lo abracé. Comencé a susurrarle cuánto sentía lo sucedido, y que me perdonara por ser tan tonta.
-No te preocupes. Se sintió como si fuera un pequeño pinchazo-bromeó.
-Tonto-le golpee el brazo suavemente. El rió.
-Eres muy tierna.
-No me cambies el tema, niño.-le miré amenazante.
-Meg, el pasado es pasado.-y con eso me dio a entender que la conversación estaba terminada.
En ese momento llegó el doctor a dar noticias sobre cómo se encontraba Chase. Ojalá que todo esté bien.
-Bueno, joven; ya se puede ir-le dijo el doctor con una sonrisa a Chase.
-¿Cómo? ¿Por qué?-preguntó confundido.
-¿Es que quiere quedarse aquí? Porque si quiere por mí no-le interrumpió el grosero-. A nadie le importa lo que usted piense. Sólo queremos saber cómo está mi hermano.
*Silbé mentalmente* Vaya, menos mal y no era la única persona odiada por la bestia. Pensé que era especial.
-Eh...-el doctor volvió a su compostura de: médico-paciente-Afortunadamente, la bala sólo le rozó una parte de la pierna, por lo tanto, no traspasó ningún tejido; y sólo tendrá que estar bajo reposo.
Gracias al cielo.
Vaya, menos mal que mi mala suerte llegaba hasta esos extremos porque: qué habría sido de mí, si algo mucho más grave le sucedía a Chase.
El doctor explicó que el desmayo de Chase había sido causado porque él le tenía miedo a la sangre.
Bueno, Chase, eres un tremendo suertudo. Ay de ti si hubieras sido mujer.
***
-Puede que Chase te haya perdonado por todo lo que pasó; pero yo no.-me agarraba de la muñeca fuertemente-. Una vez más te lo advierto: me vas a pagar una a una todo lo que has hecho.
-¿Ah?-le miré confundida-. Entonces debes estar agradecido que no sea una completa imbécil como tú, porque te aseguro que tú también me las pagarías muy caro.
-¿Tienes el descaro de amenazarme en mi propia casa?-preguntó con cinismo- Crees que tienes muchas agallas sólo porque Chase te tiene bajo su protección; pero créeme...
-...Nada dura para siempre-susurró.
-Me das asco-le susurré de vuelta con mi mayor desprecio.
-¿Quieres hacer tus palabras verdaderas?
-¿Qué?-pregunté confundida.
-Lo que escuchaste. ¿Eso quieres, eh?
Y creo que fue lo peor que pudo haber dicho porque me acorraló contra la pared y comenzó a subir su sucia mano por debajo de mi sudadera.
Ahora entendía lo que él quería decir.
-¡Suéltame!-escupí.
-Sé qué te gusta, nena.-comenzó a besar mi cuello y me apretaba más contra su cuerpo podía sentir su sucio animal rozando mi pierna. Mis lágrimas se asomaban listas para salir.
-Vamos, no te comportes como si fueras una santa porque todos sabemos que eres una perra barata.
Y eso era lo que necesitaba para recobrar fuerzas, levanté mi rodilla dándole un buen golpe en su entrepierna-uf, menos mal y di en el blanco-. Espero que nunca pueda tener hijos, o mejor sí; si se casa conmigo seré yo la que saldré perdiendo.
-¡Eres una completa porquería!-grité antes de irme corriendo a mi habitación.
Mis padres me habían dado un buen sermón por lo que había ocurrido, lo hubiera aceptado con mucho gusto si ellos no fueran la porquería que son ahora. Era lo más descarado que habían hecho. Los odiaba con toda mi alma.
Una vez que habíamos llegado del hospital, la bestia aprovechó la oportunidad cuando quedé a solas con él, para amenazarme.
Había bajado la guardia en cuanto lo vi hablando con Chase; pero se esfumó tan rápido como flash. Ahora lo que me producía era asco y repulsión.
Pero, ya había tomado una decisión; yo haría todo lo que fuera por Chase, y ahora le debía una enorme.
Me casaría con el grosero.
¿Mala suerte? Sólo eres una perra barata que finge ser la víctima en toda esta historia. Aquí el narrador, reportándose desde el final del capítulo, cambio.
¿Vieron la foto de multimedia? Ese es mi Chase amado. MÍO. Prohibido robarlo.
Voten y comenten porque: ¡VIVAN LA VIDA LOCA! ¡HAGANSE NOTAR, WACHOS! ¡NO LES COSTA' NA', A MI SÍ, LOCOH! LOL.
Sí, sí. Ya sé. La irresponsable está de vuelta. Pero ustedes no conocen mis razones que no les importa...
DRAMATIZACIÓN DE LAS ESCRITORAS FAMOUS:
-No subí capítulo porque yo tengo vida social, niñas.
-Yo comencé a hacer esto por diversión, ahora parece una obligación.
-La universidad no me ha dejado. Tengo parciales todos los días a toda hora.
-En el baño no me llega el wifi.
Lol. Sin ofender, mi querida gente. Aunque esto lo hago por diversión, ya es una responsabilidad desde el momento en que las involucré a todas ustedes. Las amo.
Y NO SUBO CAPÍTULOS PORQUE ES MI HISTORIA, LOCOH! YO HAGO LO QUE ME DE LA GANAH, YOH ME MANDOH SOLAH.*Le tiran chanclas*
Mis amores, no se les olvide votar y comentar, ustedes saben que mi historia sin ustedes no son ni un pedacito de mocoh, saben que siempre subiré capítulos. LOL.
Saben que no me mando sola.
Siganmeh en twittah @JxleySpinosa
BESOTES ENORMES Y BENDICIONES.*se va a hacer más capítulos para las lectoras que quieren tirarle chanclas*