-¿Qué quieres Draco? -pregunté cansinamente mientras volteaba a verlo con mis húmedos ojos.
No respondió ya que en esa misma esquina Harry llegó corriendo, se detuvo por un momento al vernos. Yo quise advertirle que algo andaba mal, pero no pensé que Draco correría a él y lo atraparía.
¿Por qué haría eso? -me pregunté mientras Harry forcejeaban- Y en eso llegaron más alumnos de Slytherin jalando a varios de las demás casas, con ellos Ginny, Hermione, Ron, Fred y George... No entendí nada en ese momento y les pedí que los dejaran en paz, pero me ignoraron. Comprendí que ocultaban algo relacionado a lo que escuché en las escaleras ese día, en la fiesta de la sala común en Gryffindor al ver a la profesora Umbridge parada justo en frente de la gárgola para entrar a la oficina del director Dumbledore.
-¡PROFESORA! ¡Ya tengo a uno! -le gritó Draco.
-¡Es él! -exclamó con júbilo al ver a Harry luchando contra Draco e hizo una sonrisa de placer en los labios-. ¡Excelente, Draco, excelente! ¡Muy bien! ¡Cincuenta puntos para Slytherin! -fue hasta nosotros y se llevó a Harry jalándolo del brazo.
Hice una cara de confusión y molestia al escuchar a la profesara Umbridge, ¿De verdad lo había recompensado? Esto era el colmo. Miré a Draco con decepción.
-Draco, ¡¿Qué demonios estás haciendo?! -mascullé molesta al ver a Harry alejándose atrapado en las garras de Umbridge.
-Corre a ver si atrapas unos cuantos más, Draco -le ordenó-. Di a los demás que busquen en la biblioteca, a ver si encuentran a alguien que se haya quedado sin aliento. Miren en los baños, la señorita Hamilton puede encargarse de las chicas...
-¡¿De qué está hablando?! ¡Yo no voy a ir! -respondí girándome abruptamente a la dirección de la profesora-. Y Draco tampoco lo hará
-¿Estás desobedeciendo mis ordenes? -me cuestionó acercándose a mí con paso decidido y se paró enfrente de mí, cara a cara.
-Si -respondí firmante-. ¿Algún problema? -alcé las cejas groseramente.
-¡Váyase ahora mismo! -ordenó molesta y miró a Draco-. ¡Llévatela, no la quiero ver! Y dile a la señorita Parkinson que busque en los baños ¡ahora!
-¡No me iré! -le espeté molesta apartando mi brazo de la mano de Draco-. ¡No me iré hasta que haya soltado a Potter! -miré a Harry que estaba con la cabeza gacha y alzó su mirada cuando lo nombré.
-¡¿TIENES ALGO QUE VER?!-de pronto esta sonó más desesperada y esperando una respuesta como si eso dependiera de su vida.
-¡¿Qué?! ¡Yo no he hecho nada! ¡Solo no entiendo porque tratan así a Potter si no hizo nada malo!
-¿Eso crees? -tomó mi brazo muy fuerte y jaló de mi-. ¡Ya lo verás!
-¡Ey! ¡Suélteme! -ordené mientras forcejeaba, pero otros alumnos de Slytherin llegaron y me tomaron fuertemente-. ¡Draco!
-Profesora... -habló Draco con voz queda y consternado, mirándome angustiado.
-Ya vete y busca a los demás ¡Ahora! -le ordenó esta sin hacerle caso-. Y tú -añadió adoptando un tono aún más amenazador de lo habitual-, tú vas a venir conmigo a la oficina del director, Potter.
Draco no dijo nada más y le obedeció, se dio la vuelta para luego irse por los pasillos, lo perdí de vista rápidamente ya que un chico de séptimo año me tenía con los brazos atrás y me jaló bruscamente en dirección de la oficina de Dumbledore. El verlo ir así, tan fácil, me dejo en claro muchas cosas.
...
La profesora Umbridge me había metido en un lio en el cual no tenia nada que ver. Me culpó de ocultarle algo y, además estar protegiendo a Harry. Yo me defendí negándome rotundamente en tener algo que ver. Era verdad, no tenia nada que ver. Lo único que me ligaba fue gracias a aquella noche en la fiesta, aun así, no dije nada.
Dumbledore asintió con la cabeza en señal que no había ningún problema, alzó su mano izquierda ligeramente y la puerta a mis espaldas se abrió.
-¡Profesor Dumbledore! ¡No permita que ella salga! -exclamó otra vez molesta Umbridge.
-¿Por qué debería de hacer eso? -preguntó Dumbledore sin perder la calma ante los gritos de la profesora-. La señorita ____ ya ha declarado su inocencia y que usted la ha traído sin alguna justificación.
La bruja hizo una mueca, ya que Dumbledore tenía toda la razón. Abrió la boca queriendo encontrar palabras para contraatacar a Dumbledore, pero lo único que salió fue una completa estupidez-: Es amiga de Potter...
-¿Y eso que tiene que ver? -pregunté dudosa, como si no era verdad lo que había escuchado.
-Creo que ya fue suficiente Dolores -comentó el ministro de Magia.
-Potter pudo haberte comentado algo -siguió la profesora firmemente, sin hacerle caso a este.
-Para empezar -dije soltando una risita de ironía-. Harry y yo no hablamos hace meses, obviamente no le daré las razones...
-¿Y entonces por qué te reusaste a buscar a los otros?
-¿Otros? ¡Ya le dije una y otra vez que no sé nada!
-¡Claro que sí! ¡Te di una tarea y no la quisiste cum...!
-Ya fue suficiente profesora Umbridge -interrumpió Dumbledore con un tono de voz más fuerte, pero sin perder la serenidad de su voz.
-¡PERO ELLA... ¡
-No permitiré que les hable de esa manera a mis alumnos -interrumpió de nuevo Dumbledore con voz queda. Al parecer su paciencia estaba llegando a un punto débil-. Como director de este colegio, le pido que se aparte para que la señorita Hamilton pueda salir.
Y al escucharlo, ella se apartó de la puerta dejándome el paso libre para irme, no sin antes agradecerle.
-Gracias profesor Dumbledore -le agradecí, aunque fuera un solo detalle.
Él muy amablemente formó una dulce sonrisa en sus labios y asintió con la cabeza. Miré en dirección de la profesora Umbridge y le puse los ojos en blanco para después cerrar la puerta.
Al bajar por la escalera móvil pude escuchar los gritos de la profesora Umbridge quejándose sobre como permitieron que me "escapara" o lo grosera que me porté con ella, tantas cosas que decía me hicieron soltar algunas risas de burla para cuando ya estaba en los pasillos.
Era literalmente una estupidez todo lo que acaba de suceder, ahora solo quiero llegar a mi habitación y dormir, o no lo sé, buscar a Pansy o cualquier otra persona que no sea ni Hermione, ni Ron, ni Draco.
-¿Otra vez? -me dije en voz baja mirando al techo después de ver a la persona que justamente quería evitar-. ¿Qué te hice? -le pregunté a cualquiera que me estuviera escuchando, esperando que sea el universo. Hice un gran resoplido, volví mi cabeza mirando frente al pasillo y seguí caminando.
Al acercarme cada vez más a él deseaba que alguien apareciera y me sacara de ahí. Después de unos segundos me vio, alzando su mirada con sus profundos ojos grises centrándose en mi interior, corrió hasta donde estaba y me paré en seco al tenerlo tan cerca.
-¿Todo bien? ¿Qué pasó? -me preguntó con cara de preocupación.
-Nada -respondí grosera, sin verlo a la cara y me hice a un lado para seguir.
-¿Ahora vas a ignorarme? -alzó la voz y en ese instante me paré en seco, me giré para quedar cara a cara y volví con él furiosa con paso decidido.
-¿Ahora soy yo la que te ignora? -pregunté muy molesta también alzando la voz-, de verdad dímelo ¡¿Soy yo?! -le espeté mirándolo tan profundo como él a mí.
-¡Solo quería saber si había sucedido algo mal-¡
-¡Pues para tu información eso no te importa, ya que tú y yo no tenemos nada más que ver! -le espeté interrumpiéndole a punto de derramar lágrimas. Traté de alejarme de él, aunque fui inútil ya que me siguió.
-¡¿Qué estás diciendo?! ¡¿Acaso acabas de escucharte?! -corría detrás de mi preguntándome y acorralándome-. ¡____!
-¡¿QUÉ CARAJOS QUIERES DE MÍ DRACO?! -grité y me paré en seco, dejando salir unas gotas de mis llorosos ojos.
-¡QUIERO HABLAR! -él también se detuvo a unos cuantos metros.
-¿Hablar? ¡¿De qué?! -pregunté exhausta de la situación.
Draco iba a contestarme, pero escuchamos unos pasos y voces adentrándose en los pasillos, lo tomé de la mano, abrí la puerta de un salón que estaba vacío y entré en el sujetando a Draco detrás de mí, cerré la puerta y esperé a que los ruidos desaparecieran. Ya cuando había pasado un rato me asomé entreabriendo un poco la puerta, volví a cerrarla ya que vi unas sombras aproximarse. Hasta ese momento no había soltado la mano de Draco, miré mi mano aún con la suya, luego miré a Draco y lo solté inmediatamente.
-¿Qué está pasando entre nosotros? -me preguntó mirando fijamente su mano y luego poniendo sus ojos en los míos.
Aparté mi mirada y poniéndola en el suelo, limpiándome las lágrimas con mis dedos.
-No hables de nosotros -respondí con la voz quebrada.
-Como quieras -murmuró de una forma más grosera.
-No quiero discutir contigo Draco -comenté al escucharlo de esa manera y alcé mi cabeza-, pero, ¿realmente te has puesto a pensar en "nosotros"? -no contestó, estaba pensando lo mismo que yo-. Obviamente no somos pareja, eso está más que claro... tampoco somos amigos, ya que no nos hemos hablado por más de cinco minutos en tres meses o hemos hecho cosas que hacen los amigos ...-otra lagrima recorría mi mejilla-... simplemente somos...
-Conocidos con un pasado en común... -noté como a él también se le quebraba la voz.
Draco encontró las palabras justas que quiera decir.
-Exacto -y un par de lágrimas volvieron a salir.
Draco me miró fijamente, con los ojos consternados y habló-; Al menos ¿podríamos rescatar algo del pasado?, no lo sé, ¿una amistad?
Una leve sonrisa se asomó en mis labios y abracé a Draco por la cintura.
-Claro que sí, me enojaría conmigo misma si no lo hacemos -Draco recibió felizmente mi abrazo y él me rodeo por los hombros.
Con mi mejilla hundida en su pecho comencé a pensar en todo, como casi siempre lo hacía. Draco era parte de mi vida, quisiera o no, él me apoyó en muchas cosas y yo a él, sería estúpido no intentar ser amigos. Por tantas cosas que me guardé de decirle, como por ejemplo su beso con Madison, lo olvidé completamente al sentir de nuevo su cuerpo abrazando el mío y yo el suyo. Lo amo, más de lo que puedo permitirme, no lo quería lejos y a lo mejor ser amigos no era una mala idea... Aunque en un futuro, no muy lejano, a lo mejor me dolería verlo con alguien más que no sea yo... tomando su mano, acariciando su cabello mientras duerme, sintiendo sus labios y saborear su boca sabor a menta... Sin duda seria doloroso, pero creo que podré superarlo... Y no lo sé, tal vez, yo también tendría a alguien sosteniendo mi mano, el cual, no sea Draco Malfoy.
El futuro es un misterio. En el pasado es mejor recordar los buenos momentos y superar los malos. El presente desaparece al instante, convirtiéndose en el pasado para continuar con el futuro.