SEASON 5
giant cat's
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—Y por eso debería darnos quince gatos—Termina de explicar Piper con una falsa sonrisa hacia la anciana, quién seguía observando a las menores con desconfianza.
La adulta llevaba media horas tratando de procesar porque unas simpáticas e "inocentes" niñas querían quince de sus gatos, ¿Por qué debía darle a sus preciados bebés?
—¿Por qué?—Cuestiona otra vez, y de reojo Brooklyn pudo ver como su amiga perdía la paciencia.
—Escuche, anci...
—Porque tratamos de hacer conciencia animal—Interrumpe la argentina con una sonrisa—Y que mejor que usted y sus gatos para hacerlo; queremos hacer un documental sobre la vida gatuna—Recuerda Brook con una tenue sonrisa aperlada.
—Me alagan pero no puedo hacer eso... pero les traeré más galletas—Indica la de cabello blanco antes de levantarse del antiguo sofá.
Piper y Brooklyn se miran entre si antes de empezar hablar entre ellas; un posible secuestro gatuno no estaba entre sus planes, ambas concluyeron que no volverían a la prisión –o al menos no por eso–.
Ante las quejas de la rubia, Brooklyn se lamentó por acudir al último recurso que Ray le dijo antes que ella y Piper abandonaran la Capicueva por completo.
Si el plan de Patty pantalones no funciona, aturde a la anciana.
¿Pero a quién engañaba?
Si no lo hacía, no conseguirían Brad fuese visible otra vez; o que dejara de meterse en la bañera de Schwoz.
—Aquí están las...—Antes que la señora terminara de hablar; cae de espaldas al sofá, y la de ojos verdes suspira aliviada.
—¡Necesito uno de esos!—Exclama Piper emocionada y sorprendida, ganándose una mala mirada de su mejor amiga.
Por supuesto no necesitaba un aturdidor.
Brooklyn entrecierra sus ojos con incredulidad mientras observar a su madre, quien sonreía alegremente.
Después de conseguir los gatos, Piper tuvo que buscar algo en su casa; dándole oportunidad a la madre de Brook para que esta la interceptara, obligándola a ir con ella y dejar a su amiga sola.
Quién la "amenazó" si no le contaba por qué la madre de Brook estaba muy paranoica –o más de lo normal–, a lo que la argentina solo responde con un "No, no lo está"
Como era de esperarse, Piper Hart tenía toda la razón.
Después de salir de ahí, su madre la llevó con la tan mencionada amiga ginecóloga de su padre para verificar que su "pequeña" hija aún no se "multiplicara" con el adorable pero tonto vecino.
—Mamá, por milésima vez, olvidemos el tema—Murmura con vergüenza, y si la pusieran junto a un tomate; Brooklyn estaba segura que ganaría si de rojo fuese el concurso.
Después de salir de la clínica e ir a la farmacia, su madre se había empeñado en hablarle sobre sexualidad y todo lo que eso conllevaba.
Tal como lo había hecho su padre con ella hace unos meses; pero esta vez era peor, si creía que su padre era más suelto sobre el tema, su madre sobrepasaba el limite.
Estaba segura que no volvería a comer bananas, duraznos o cualquier fruta en la vida.
Los ejemplos visuales que su madre le mostró habían causado un trauma en ella, y no de los bonitos.
—No es mi novio—Corrige incómoda cuando su madre continúa hablando sobre el tema—Y no ocurrirá otra vez.
—Eso le dije yo a mis padres, y nueve meses después naciste tú—Confiesa con burla hacia su hija cuando las mejillas de las mismas tomaron más color.
—Debo volver al trabajo... ¡Adiós! ¡Te quiero!—Dice mientras se baja del auto con rapidez mientras escucha los "Te lo dice la experiencia" "El tonto parece buen chico" "Tráelo a casa" de su madre.
Brooklyn suspira aliviada cuando entra a Junk N' Stuff, pero no tarda en soltar una carcajada cuando ve a las personas que ya se encontraban en el lugar con el acta de Swellview.
—¿Esa era tu mamá?—Pregunta Ray, acercándose al gran ventanal con una sonrisa—Dime, ¿Cómo está?—Brooklyn hace una mueca cuando escucha el mismo tono que Ray usaba cuando hablaba de la mamá del rubio.
—Tranquilo—Canturrea Henry como advertencia
—Lucen ridículos—Cambia de tema la argentina al observar los atuendos tan llamativos y extraños que Ray y Henry cargaban.
—¡Y sus nombres también lo son!—Brooklyn se hace a un lado asustada cuando una voz se escucha junto a ella, definitivamente no se acostumbraría a Brad.
—¡Claro que no! / ¡Claro que si!—Dicen al mismo tiempo el par de amigos—Dile tu nombre—Ordena Ray hacía Henry después de anunciar su seudónimo de mago.
—No voy a decir mi nombre—Contradice Henry con vergüenza, quitándose la peluca negra.
—Díselo—Repite una y otra vez, emprendiendo un dilema entre ambos antes de murmurar con burla en dirección a Brooklyn—Trick Boy, se llama Trick Boy.
Brooklyn pudo jurar que tanto ella como Brad y Ray coordinaron sus carcajadas para reírse del rubio; quien solo rueda sus ojos para caminar en dirección al elevador molesto, seguido de los tres.
—¿Ya pueden dejar de reírse?—Cuestiona Henry hacia sus amigos.
—Oye, tranquilo Niño truco—Murmura la pelinegra burlona hacia su ex-pareja; que solo bufa antes que el elevador finalmente se abriera para lograr bajar a la Mancave.
Cuando el ascensor finalmente se detiene, las puertas se abren por segunda vez; mostrando el interior de la cueva y a las personas en ella.
—Misión cumplida, amigos—Anuncia Ray, siendo el segundo en salir de la caja metálica después de Brad; quien cargaba el documento de la ciudad.
—Misión no cumplida—Corrige el otro hombre cuando todos alaban animadamente las palabras de Ray—Aún tienen que hacerme visible
—Sigo trabajando en ello—Sentencia Schwoz, mirando hacia el plato con pollo en el suelo y apuntar hacia el—Este es el último gato
—Creí que tenías quince gatos—Recuerda Ray ceñudo, y una confundida Brooklyn mira a Piper.
—¿Qué pasó con los otros catorce?—Cuestiona la argentina de brazos cruzados, y como respuesta; las chicas y el científico se miran entre sin responder antes que un estruendo sobre ellos se escuchase.
—¿Qué fue eso?—Pregunta Henry, mirando al techo de la Capicueva cuando este comienza a estremecerse.
—¿Es un león gigante?—Indaga Ray, y como era de esperarse; los tres niegan mientras Jasper hacía un raro ruido con su boca.
—¿Entonces esto hace las cosas visibles o no?—Interrumpe Brad frustrado, moviendo la el aparato de un lado a otro para que comprendieran su desesperación.
—Solo hay una forma de saberlo—Vocifera Schwoz emocionado, colocándose tras la máquina para encenderla y apuntar a un punto en blanco.
A los pocos minutos, el invisible gato que comía del pollo en el suelo; comienza hacer visible otra vez, y los exclamaciones de ternura no tardaron en escucharse.
—¡Genial! Ahora apunta eso a mi hermoso rostro, y hazme visible otra vez—Demanda cuando Piper toma al gato entre sus manos para acariciarlo, cosa que Charlotte y Brooklyn imitan.
—Muy bien, ponte en posición—Ordena el científico hacia Brad
—Quitaré este pollo del camino—Indica cuando Piper baja al felino de sus manos, y este no tarda en correr tras el aperitivo—Pronto seré conocido como: El Brad Visible
"Solo, Brad" "Si" "Nadie le dice: el visible" "¿Alguien recuerda que no trae pantalones" pregonan al mismo tiempo las personas en la cueva ante la extraña mención de Brad; que exclama un "¡Solo enciendela!"
A medida que el rayo azul se dispara en Brad, su cuerpo comienza aparecer, provocando algo de "Repulsión" en los presentes, no solo por el aspecto también por el olor.
—Tráiganme un espejo, quiero verme por primera vez después de quince largos años
"Mhmm... nooo" "Eso no es una gran idea" "Ni lo intentes" "no lo creo" "nope" pregonan por segunda vez al mismo tiempo mientras Schwoz corría hacia una esquina para traer el requerido espejo.
—¡Ahhhh!—Grita un asustado y sorprendido Brad al mirar por fin su aspecto gracias al espejo—¿Qué pasó conmigo?
—Bueno, parece que no haz lavado tus dientes en quince años—Responde con sinceridad y sin tacto, Ray
—O tú cabello—Continua Charlotte
—O hecho ejercicio—Le sigue Henry sin despegar la mirada de Brad
—O cambiar tú ropa—Termina de enumerar la argentina antes que Jasper repitiera el extraño ruido para tratar de vomitar la llave que se había tragado.
—¿Por qué lo haría? Era invisible—Comunica Brad, y ahí estaba la respuesta que tanto deseaba.
—Te ves terrible, Brad—Comenta Jasper con una sonrisa
—Me veo espantoso—Apoya sin dejar de mirarse en el espejo—Si alguien me necesita, estaré llorando en la regadera de Schwoz
Quien diría que habían hecho todo eso para evitar que Brad volviese a vivir en la regadera de Schwoz; pero como siempre, casi nunca nada salía como lo planeaban.
Sin más, el –ahora visible– Brad emprende su camino hacia la ducha de Schwoz, ignorando los grito del mismo para detenerlo.
—Emergencia—Reitera Charlotte cuando la alarma en la cueva comienza a sonar.
—Captain Man, línea de emergencia, ¿Cómo puedo ayudarle?—Pregunta Ray con su tono heroico cuando camina al teléfono para contestar la llamada—¿Disculpe?... ¿Gatos gigantes dice?
Tanto Henry como Brooklyn voltean hacia el científico y las tres chicas, que solamente se miran entre si "desentendidos" para empezar a caminar de espaldas cuando Ray se acerca a todos diciendo "¿Catorce de ellos según usted?"
—¡Miren chicos lo hice, expulsé la llave de la camisa!—Salta Jasper cuando logra escupir la "llave" de la camisa de fuerza que aún cargaba para el truco de magia—Esperen...es la llave de mi casa, que raro la tragué cuando traías ocho
Brooklyn hace una mueca para murmurar un "Yo me voy de aquí" si creía que el día había sido raro, ¿Qué se podían esperar de los que venían?