Adrien
Conduzco de vuelta a San Francisco viendo a Hanna dormir y una sonrisa se forma en mis labios al recordar las últimas tres horas en esa carretera a San José.
El sonido de una notificación llegando me hace mirar hacia el asiento trasero y noto que se trata del móvil de Hanna, decido ignorarlo dejando un beso sobre la mano de la chica que está en mi muslo y miro hacia adelante.
Vuelve a sonar solo que tres veces seguidas y la curiosidad comienza a hacerme mirar por el retrovisor cada tanto. La carretera esta vacía a esta hora, tampoco llevo la radio encendida, no quiero que Hanna despierte aun, pero esto también lleva a que este jodidamente aburrido manejando.
Lo cual no es bueno, aburrimiento y curiosidad me hace golpear mis dedos contra el cuero de mi manubrio escuchando el móvil vibrar. Trato de aguantarlo, contengo las ganas de verlo, sin embargo no puedo y suspiro con pesadez.
Tomo el bolso.
Bajo la velocidad sintiendo el móvil vibrar aun y la pantalla se alumbra con las notificaciones. El nombre de la persona que habla me confunde, pero termino rodando los ojos y deslizando el hilo para ver los mensajes.
Tinta con verga: Está hecho.
Tinta con verga: Las perras confirmaron las muertes y Fátima dice que ya les informo a los cuatro haciendo que liberaran las palomas.
¿De qué cosas hablan Abel y Hanna?
Tinta con verga: Pronto estará en las noticias.
La ansiedad me hace encender la radio y poner el volumen al mínimo, sin embargo se encuentran hablando de farándula sin sentido.
Otro mensaje llega y alzo una ceja viendo el nombre. ¿Hanna les tiene sobrenombres a todos?
Sean pero no Mendes: Tienen esta noche para decirle a Tania, o yo le contare que Adrien le ha estado siendo infiel.
Sean pero no Mendes: Eres mi amiga Hanna, también mi jefa, pero Tania lo es igual y Adrien es SU NOVIO.
Sean pero no Mendes: Eres su mejor amiga, le va a doler, pero es mejor que se entere por ustedes y no por nosotros.
Sean pero no Mendes: Y es mejor que sea rápido porque Benito está ansioso por irse y sospecho que quiere ir a decirle a su hermana algo.
Sean pero no Mendes: Y ESTAS EMBARAZADA!!! Cielos Hanna, te felicito pero muy molesto>:( <3
Gay pervertido: ALERTA ZORRA!! BENITO ME DIJO QUE SABIA LO TUYO CON ADRIEN Y LOS VIO SALIR JUNTOS.
Gay pervertido: VA A IR CON EL CHISME DONDE TANIA!!
Carajo.
— ¡Oh Dios mío! ¡Me informan que Artemio Bonaccorsi el dueño de los burdeles Bon Apetite se ha lanzado de un edificio en Italia! ¡El cuerpo ha quedado irreconocible sin embargo llevaba consigo documentos que verificaban su identidad, aun así, las autoridades italianas están tratando de contactar a su única hija, Andrea Bonaccorsi!
Freno en la carretera escuchando la noticia y la piel se me eriza escuchando.
¿A esto se refería Abel?
Miro a la rubia que duerme plácidamente con su mano en mi regazo.
No niego que sus planes son por causas nobles, pero asesinatos en masa a pedófilos, manipulación psicológica a través de su propia vivencia para que los demás hablen, hablar de La Purga como si ella no la hubiese orquestado para que no pierda el anonimato... Me asusta.
Es como si fueran dos personas dentro de ella, la Hanna maliciosa, divertida, grosera, arrogante, y la Hanna que entro a The Auream para su cumpleaños, fría, calculadora, confiada, asesina...
Quiero creer que la otra Hanna desaparecerá cuando sus traumas ya no la asechen, cuando sienta que ayudo al mundo con todo el poder que tiene, pero una pequeña parte de mi me dice que eso no pasara. Que la Hanna que habla del sexo como la mejor experiencia en la vida terrenal y la Hanna que abre hombres vivos por sus atrocidades, es la misma al final del día, que será la misma que...
Bajo la mirada a su mano que sujeta su vientre inconscientemente y trago saliva.
Me niego a verla como una asesina, me niego a pensar que ella es la que describen como una asesina despiadada. Lidera un grupo sanguinario, pero ella no es sus soldados, comenzó a matar cuando Abel llego y por el plan que tenían juntos, al igual que el plan que tenía con Andrea...
Cuando los planes de Hanna se acaben, la Hanna asesina desaparecerá.
Y solo quedara la Hanna directa, y ella será la única que engendre a mi hijo.
Decido apagar la radio cuando sigue hablando de la muerte de Artemio y acelero hacia la ciudad viendo a la mujer que duerme.
"Artemio me hizo tantas mierdas que perdí el conocimiento la mayoría del tiempo y solo despertaba con mi cuerpo adolorido y sucio..."
Al llegar al distrito financiero saco mi móvil en el semáforo y suspiro profundamente marcando su número.
— Hola mi amor. ¿Escuchaste las noticias? Los violadores de...
— Tania, si, no llamo por eso. — La chica se calla y trago saliva.
Su sonrisa arrugando su nariz.
Su risa escandalosa y su sonrojo.
Sus ojos café verdosos al despertar a mi lado.
Sus mejillas encendidas.
»— ¿Puedes ir al Penthouse de Hanna? Estaré allí y necesitamos hablar algo.
— Claro. ¿Hanna está bien? — El pecho se me aprieta y a pesar de que el semáforo está en verde me mantengo en el lugar pensando en la morena que sujeta su móvil con el ceño fruncido.
— Si, solo ven de inmediato, nos vemos. — Corto bajando el móvil y me quedo mirando su foto en la pantalla mientras los autos atrás de mi tocan sus bocinas.
No quiero verla llorar, no quiero ver la decepción en su mirada ni mucho menos la traición que sentirá cuando sepa que le fui infiel con su única amiga, no quiero ver la culpa en ella pensando que hizo algo mal o que su persona tiene algo mal, porque ella es perfecta dentro de sus imperfecciones al igual que Hanna.
Ambas son perfectas, ambas tienen sus heridas y sus inseguridades, como también virtudes que me enamoran. Tania es la mujer que busque en mis novias por años, y mucho más, es amable, tierna, risueña, divertida, tiene un sinfín de historias que contarte mientras cocinas y eso es algo que adoro de ella.
Pero Hanna... Hanna es todo lo contrario, es todo lo que me enseñaron que debía alejar, y cuando la conocí a pesar de eso, me enamoraron sus sonrisas picaras, su lenguaje voraz, su inteligencia y su forma de ver el mundo.
Y está embarazada, nunca lo espere, me dijo antes de que pudiera entender lo que sentía que era estéril, y ni así me importo que no pudiera darme hijos, y ahora... es un maldito milagro.
Algo caliente se desliza por mi brazo y termina sobre mi mano, y no es hasta que salgo de mi trance viendo la calle que noto que se trata de una delicada mano. Giro mi rostro y la encuentro recostada de lado sobre el asiento mirándome sin expresión alguna.
Se lame los labios hinchados frunciendo el ceño y aprieta mi mano mirándola.
— La jodimos feo Adrien, ahora solo debemos aceptar nuestro error y admitir la culpa. Tampoco me gusta la idea de hacerlo, eres su novio y yo su única amiga, pero lo hicimos y debe saberlo. — Suspira y me suelta acomodándose en su lugar.
»— No me sorprendería que dejara de hablarnos.
Retomo el camino hacia el Penthouse y cuando dejo el jeep en el estacionamiento de Hanna subimos juntos el ascensor y no puedo evitar mirar su cuello marcado. Ella lo nota y lo cubre con su cabello diciendo que es mejor que Tania no sepa que estuvimos cogiendo esta noche.
Al entrar nos sentamos en la isla y Hanna toma su móvil revisando los mensajes. Ella frunce el ceño y me mira.
— ¿Estuviste viendo mis mensajes?
— No. — Frunzo el ceño y ella alza una ceja girando su IPhone hacia mi dónde hay una foto de mi rostro mientras leo los mensajes. — Solo los de Sean. — Admito y ella rueda los ojos.
Miro la hora y la puerta de entrada cada tanto ya que Tania todavía no llega y mientras lo hago veo a Hanna teclear rápidamente su móvil con seriedad. Cuando le llega un mensaje nuevo frunce el ceño y comienza a golpear su tacón contra el suelo como cada vez que está molesta.
— Hijo de puta. — Murmura y me mira señalando mi móvil. — ¿Tania viene o quiere que se lo digamos por mensajes?
Desbloqueo la pantalla viendo la hora y cuando me encuentro con que hay un mensaje, mi estómago se aprieta y abro el chat.
Mi chica: Estoy afuera.
Golpes en la puerta lo confirman y me levanto sintiéndome mal y no por la pelea que tuve con Ryan hace unas horas. Abro y la latina me sonríe y lentamente su sonrisa se va viéndome el rostro mientras se quita el gorro que le regale.
— ¿Adrien que te paso? ¿Otra vez peleaste con alguien de la oficina? — Se quita el abrigo acercando su mano a mi mejilla preocupada y niego alejándome de su toque.
— ¿Qué? No, fue otro asunto, no te preocupes. — Le sonrío pero ella sigue mirando mi rostro con algo de miedo.
— Tania, antes de todo, sabes que te amamos, ¿Verdad? — Hanna comienza llamando su atención y creo que hubiese sido buena idea que nos pusiéramos de acuerdo para saber qué es lo que le dirá.
La castaña asiente lentamente con el ceño fruncido y se queda de pie con su abrigo en las manos. Hanna igual se para y camina hacia ella quitándole el abrigo y tomando sus manos. Yo las miro y no puedo evitar notar como el rostro de Tania no deja de arrugarse en preocupación.
— Hanna, Adrien, ¿Qué está pasando? — Nos mira de hito en hito sin soltar las manos de la rubia y suspiro profundamente cuando la rubia me mira.
Doy un paso al frente viendo sus ojos café verdosos.
Es ahora o ahora, no podemos aplazarlo más.
— Tania, desde antes de que comenzáramos a ser novios me acuesto con Hanna.
Su rostro palidece y es un golpe directo en mi pecho.
Su boca se abre sin embargo nada sale de ella y la alemana aprieta sus manos entre las suyas.
— Yo...
La puerta principal se abre de golpe chocando contra la pared detrás y los tres nos giramos hacia ella.
— ¡MALDITA PERRA DE MIERDA! — Sus manos alzan una Glock dorada y su pecho sube y baja por su respiración agitada. — ¡TE ODIO HANNA MORGAN! ¡LE ABRES LAS PIERNAS A MI HOMBRE Y TIENES EL DESCARO DE EMBARAZARTE!
Sus gritos nos sobresaltan y la rubia tira de las manos de la castaña poniéndola detrás de su cuerpo y mira negando a la rusa que se nos acerca con el arma en alto.
— ¿Es-Estás embarazada? — Tania nos mira impactada al borde del llanto.
— ¿Alice de que mierda estás hablando? — Hanna ignora a la castaña concentrándose en la mujer frente a ella y alza su mano tratando de calmarla.
— ¡DE ESTO PUTA RAMERA! — Le tira un test de embarazo a sus pies y la apunta con el arma sujetándola con manos temblorosas. — ¡MENTISTE! ¡ME MENTISTE EN LA CARA TANTAS VECES PUTA BARATA! ¡TE ODIO! ¡TE VOY A MATAR POR PUTA!
»— ¡DIJISTE ERAS MI AMIGA! — Alice se sorbe la nariz apuntándola y cuando doy un paso para tratar de quitarle el arma me apunta a mí también mirándome rabiosa. — ¡Yo sabía que no eras gay! ¿¡Por qué me mentiste mi amor!? ¿¡Es que no entiendes que debemos estar juntos!?
Su expresión cambia y a pesar de tener un arma en las manos, me hace recordar a la mujer que ame. La tristeza en su rostro es tan familiar que duele.
¿Cómo nunca me di cuenta de lo enferma que estaba? Si lo hubiera notado la hubiera ayudado, hubiésemos podido conseguir ayuda... Aun estamos a tiempo.
Trago saliva viendo sus ojos.
Alice a mi lado despertando con una pequeña sonrisa.
Su inocencia al preguntarme por los chistes con doble sentido de Niko.
Su ternura al abrazarse a mí y decirme al oído que me amaba.
Aun puedo ayudarla.
— Alice hablemos de esto...
— ¡NO! ¡NO QUIERO HABLAR MÁS! ¡MUCHO MENOS CON ESTAS PUTAS! — Me corta apuntando a Hanna otra vez y la mira apretando los dientes mientras lagrimas salen de sus ojos.
»— Confié en ti Morgan, te presente a mi padre para tus planes, te escuche y tú me escuchaste, ¿Y así me lo pagas? ¿Diciéndome que me olvide del amor de mi vida para que tú vayas y te lo cojas? ¿Eh? ¿¡EH!? ¡RESPONDEME PUTA!
— ¡Si joder! Te mentí, pero es que estás jodidamente enferma y no puedes entender que Adrien no te ama. Solo mintiéndote ibas a soltarlo, ibas tan bien y mírate ahora. ¡Carajo Alice! ¿¡En serio no puedes solo dejarlo ir!?
La pelinegra la mira enfurecida y ya no la reconozco, no puedo entender como es la misma mujer de la que me enamore hace tantos años.
"Alice Volkova, ¡Me encanta!"
— ¡CALLATE! ¡YA NO QUIERO ESCUCHARTE! ¡CALLATE PARA SIEMPRE!
Le quita el seguro al arma retrocediendo para que no la alcance y pone su dedo en el gatillo apuntando a Hanna, pero cuando lo hace cierra los ojos. Me arrojo sobre Hanna cubriéndola con mi cuerpo y cuando el sonido de la bala estalla, me giro recordando que Tania estaba detrás de la rubia.
Me encuentro con sus ojos aterrados y cuando trato de levantarme para ver si está bien, Alice vuelve a disparar dos veces más haciendo que la castaña se tambalee y termina tosiendo sangre sobre su suéter blanco que lentamente comienza a teñirse de rojo.
Hanna se arrastra con rapidez y le hace una zancadilla a Alice que sigue sin ver y la bota quitándole el arma. La rubia se levanta con el pecho agitado y mantiene bajo la mira a la pelinegra.
Un golpe seco me hace girarme otra vez hacia la latina y ahora se encuentra sentada en el suelo con una mano sobre su abdomen viendo las manchas rojas extenderse con lentitud.
— A-Adrien...
— Shhh, todo está bien. — La calmo aterrorizado mientras acomodo su cabeza entre mis brazos y alzo su suéter viendo asustado las dos heridas.
¿Y la otra bala? ¿Solo le dio con dos? Una tercera mancha comienza a crecer en el centro de su pecho y el pulso se me detiene viendo el rostro de la chica tímida perder color.
»— Tania no te duermas, sigue aquí conmigo.
— Yo... Adrien tengo miedo. — Susurra con voz temblorosa y sus ojos se llenan de lágrimas mientras me mira.
Niego mientras la vista se me vuelve borrosa y acaricio su mejilla tratando de que el calor no deje su cuerpo.
— Todo estará bien, te llevaremos a un hospital, solo res...
El sonido de otro disparo me alarma y antes de que pueda girarme por completo otro le sigue. Los gritos no se hacen esperar y me doy cuenta de que la rubia le disparo en las piernas a Alice para que no se mueva de allí.
— Adrien... no llegare a un hospital.
Su voz me hace apartar la vista del ataque y me concentro en sus ojos cansados. Mis mejillas se empapan con mis lágrimas y niego mientras trato de levantarla, pero hace una mueca de dolor que me obliga a mantenerla en el suelo.
Tania me sonríe ligeramente.
— Solo resiste un poco más...
— No... no puedo... puedes, ¿puedes abrazarme por favor?
Asiento abrazándola contra mi pecho haciendo que sus manos me rodeen y veo las lágrimas caer por sus ojos cuando los cierra.
»— Siempre lo supuse... pero no quería creerlo. Y ahora — Ríe con una pequeña sonrisa cansada. — Ahora Hanna está embarazada... de ti.
Asiento y ella sonríe ampliamente. Comienza a respirar con dificultad haciéndome presionar la herida en su pecho y deja de sonreír buscando mis ojos de manera perezosa. Traga saliva y sigo la línea de sangre que cae de su comisura hacia su cuello.
— ¿Puedes decirle a mi mami que la amo mucho?
— Tú se lo dirás maldita, arriba. — Se arrodilla frente a nosotros sorbiéndose la nariz y pone su brazo bajo la cintura de la chica mirándome. No hay expresiones en su rostro. — Hay que llevarla a un hospital.
— No voy a llegar...
— Tania cierra la puta boca. Adrien ayúdame a levantarla.
Asiento y mientras la levantamos entre los dos, la castaña arruga el rostro en una mueca de dolor mientras grita con las pocas fuerzas que tiene. Hanna me indica que avancemos a la puerta y mientras lo hacemos no puedo evitar mirar a Alice que trata de levantarse entre gritos sin embargo no puede.
»— ¡Adrien avanza!
— No... — Tose sangre sobre mi camisa y niega con los ojos cerrados. — No vamos a alcanzar, todos están en un radio de quince minutos y... y...
Asiento haciéndole saber que no hace falta que siga hablando y Hanna la deja de sujetar negando.
— Tania aun puedes vivir, tienes que terminar tus estudios, tienes que estudiar artes, tienes que formar una familia, casarte, tú... tú... ¡Tú no puedes solo decir que no llegaras maldita sea!
La castaña sonríe escuchándola y niega.
— Supongo que Dios tiene otros planes para mi...
— ¡Dios es un imbécil hijo de puta entonces!
Hanna toma el rostro de la chica con sus ojos llenos de lágrimas y niega repetidas veces.
»— Déjame llevarte al puto hospital, ¿Si?
— Yo debo ir a trabajar, debo traer a mi familia a Estados Unidos. — Comienza a moverse en mis brazos tratando de bajarse y el rostro de Hanna se contrae en pena mientras las lágrimas caen por su rostro.
Tania comenzó a delirar...
La Morgan niega cubriéndose la boca y señala la terraza limpiándose las mejillas.
— Llevémosla a la terraza, quiero que el cielo sea lo último que vea y no estas paredes de mierda y a Alice.
Asiento cargándola y la recuesto sobre una de las sillas junto a la piscina viendo como abre los ojos. Sus hermosos ojos café verdosos recorren con lentitud el cielo y termina suspirando mientras una gruesa lagrima cae por su mejilla mezclándose con la sangre en mentón.
— Es hermoso... todo es hermoso.
— Menos Thomas. — Sonríe la rubia haciéndola reír ligeramente.
Acaricio el rostro de la morena y ella alza su mirada hacia mí. Dejo un beso sobre sus manos y le sonrió.
— Tiene razón, Thomas no es hermoso.
Sonríe y vuelve a mirar hacia las estrellas.
— Díganle a todos... que los amo mucho, que siempre los tendré en mente, y le pediré a diosito que me deje cuidarlos...
— Se los diremos, a todos. — Hanna asiente con los ojos cerrados.
Sus ojos se quedan fijos en el manto oscuro sobre nosotros y aprieto su mano comprobando que sigue con nosotros y ella me devuelve el apretón débilmente.
— Pueden... ¿Pueden rezar por mi alma? Quiero asegurarme de que iré arriba...
Hanna asiente y junta sus manos con las nuestras sorbiéndose la nariz.
— Nunca he sabido rezar, pero lo intentare. Ah... Señor Dios, por favor recibe a Tania en tu ¿casa? Porque ella será el mejor ángel que podrás tener, es el pack completo en realidad, amable, tierna, considerada, bondadosa... fue prostituta un tiempo, pero fue por una buena causa y sé que la perdonaras por eso.
Los tres reímos y veo la sonrisa de Tania sintiendo mi pecho estrujarse y mis ojos doler por las lágrimas que aguanto.
»— Ella es también una gran amiga, siempre apoyándote y dispuesta a ir a cualquier aventura. Es una gran hija, cada día que trabajo en lo que tanto odiaba, lo hacía pensando en la salud y felicidad de su madre. Es una buena hermana, pues siempre quiso que sus hermanos tuvieran un hogar donde no les faltara nada, y sacrifico su felicidad por ello.
»— Fue una buena persona, porque a pesar de todos los insultos que recibió, nunca armo una pelea por ello ni mucho menos le grito a otra persona, aun cuando varias veces le dije que lo hiciera. Y también fue una buena creyente, porque durante los ocho años que la conocí nunca dudo de tu existencia, y siempre confió en que la protegerías a ella y a su familia... Asique acéptala en el Paraíso, porque es eso lo que siempre estuvo buscando.
— Amén. — La miro y ella asiente bajando su mirada hacia la chica.
— ¿Así está bien? — Tania sigue mirando el cielo. — ¿Nena? — Mi cuerpo se hela. — ¿Tania? — No responde y eso me hace cubrirme la boca soltando las lágrimas que contenían.
— Tania carajo... — Hanna se abraza a su cuerpo sollozando con fuerza. — Estoy tan orgullosa de ti, nena. No te haces una idea de lo mucho que te admiro. Te juro que cuidare a tu familia en tu ausencia, nunca les faltara nada. Nunca... tienes mi palabra López.
Se levanta limpiándose las mejillas y mira hacia adentro apretando los puños.
»— Voy a matarla.
— ¡No vale la pena, Hanna!
Avanza furiosa al interior de la casa y niego siguiéndola, sin embargo antes de que pueda alcanzarla saca el arma detrás de su espalda y comienza a dispararle a Alice haciendo que deje de arrastrarse hacia la puerta y caiga muerta en segundos.
Pero eso no la detiene, sigue disparando una y otra vez hasta que el cargador se vacía, y cuando creo que va a dejar el arma y darlo por terminado, toma su pistola de su bolso y sigue disparándole al cuerpo inmóvil gritándole por lo que hizo.
El miedo me recorre al no reconocerla, y le pido que se detenga entre gritos, sin embargo no lo hace y al terminarse otro cargador, se arrodilla junto a ella y comienza a golpearla con el mango de la pistola desfigurándole el rostro.
— ¡Hanna basta! — Mis gritos no son suficientes y niego mientras veo como alza su brazo sobre su cabeza y lo baja con fuerza destrozándole el rostro a la mujer que ame en un pasado.
Trato de separarla del cuerpo, pero me empuja sin mirarme y sigue con mas rabia. Caigo sentando detrás de ella viéndola aterrado y algo húmedo contra mi mano me tensa.
El gorro de lana de Tania esta empapado en la sangre que quedo donde estaba su cuerpo.
Miro a Hanna y continua atacándola con violencia sin importarle mis gritos y dejo de intentarlo cuando deja el arma y sigue con sus manos manchándose por completo de sangre. Me levanto negando sin apartar la mirada y mi pulso se detiene al ver una sonrisa cínica en sus labios.
En esos labios que bese cientos de veces luego de decirle que la amaba...
Es como si dejaran caer un balde de agua fría sobre mí.
No hay dos mujeres dentro de ella, es una sola, una sola personalidad, la despiadada y la pervertida son la misma mujer...
Hanna disfruta matando y no importa de quien se trate.
Hanna es una asesina.
🚬🚬🚬🚬🚬🚬🚬🚬🚬🚬🚬
Quiero que sepan que llore mucho escribiendo este cap.
Desde antes de que escribiera el primer capítulo de este libro, sabia que tenia que escribir su muerte, sin embargo no fue hasta que lo hice que lo procese realmente...
Sobre todo por que de no haber sido por Alice, Tania si hubiese perdonado a Hanna y Adrien, les hubiera dicho que entendía y que los felicitaba por que a ambos los amaba y merecían ser felices, sobre todo con un bebe.
Tania iba a terminar sus estudios, al final no estudiaría artes como ella quería, porque se iba a dar cuenta de que todo ese tiempo que paso con la pequeña Annabelle le hizo ver que amaba a los niños, e iba a ser profesora de primaria.
Iba a tener una buena vida, y muy contrario a lo que muchos esperábamos no iba a comenzar una relación con Marco, sino con Sean... Annabelle siempre la vio como su mami Tania, y al final de sus días iba a serlo.
Tania iba a morir de vejez en una casa en el campo tomada de la mano de Sean, donde él le sonreiría y le diria... "Puedes irte morenita, yo ya te seguiré"
PERO NOOO, POS SE NOS MURIO JAJSJA (Rio para no llorar otra vez:((()
En otra dimensión alterna será, como dice Sean...