Capítulo 6:"Frente en alto"
♪God Is A Wowan - Ariana Grande
Tras una semana donde paso encerrada en su departamento Carolina se miro en el espejo y sonrió ante el reflejo de este, su rostro iba maquillado ocultando el rastro de golpes que todavía se negaba a dejar su rostro, se mordió el labio inferior mientras sacudía su cabeza.
-Mi niña ya esta el desayuno listo - escuchó que dijo su nana en la entrada de su habitación.
-Ya voy nana - dijo ella soltando el aire por su boca.
Se aparto del espejo no sin antes observarse una vez mas, el pantalón blanco se amoldeaba a sus piernas y glúteos adecuadamente dándole ese toque sensual a su figura, la camisa que llevaba era de mangas largas del mismo color de su pantalón, que las combinó con unas botas negras de cuero y tacón alto.
Salio de la habitación y camino hacia el comedor donde se encontraba Aizen hablando por teléfono, cuando la vio entrar se acercó a ella y le beso la frente de forma cariñosa y amorosa regalándole una sonrisa. La mesa estaba llena de comida y fruta recién picadas, se sento y comenzó a servirse de todo un poco mientras leía las noticias en su tablet.
hizo una mueca cuando volvían a hablar de ella y de la amenaza que dijo, aunque realmente no se equivocaban ella no era ninguna damisela en apuros que necesitaba ser rescatadas por los demás o en este caso por un príncipe, al contrario ella era la villana de su propia historia todos la creían un ángel, un ser mitológico aunque siendo sinceros lo era.
Soltó un bufido al recordar los rostros de ellos, una mínima sonrisa se formó en sus labios cuando le llego el mensaje de toda su información, tras comer lo que se había servido se tomo las pastillas que le habían recetado y se levanto pata lavarse sus dientes y así salir, tenia que ir a los juzgados hoy era la ultima reunión para el caso de Mario.
El abrigo que cubría su cuerpo le proporcionaba calor y frescura al clima lluvioso que había en ese día, se retocó el labia rojo en sus labios haciéndolo mas llamativos, agarro sus lentes de sol y se los colocó. Aizen le observo desde el sofa donde tenia un maletín y una laptop.
-Quedas en tu casa - murmuro Carolina dándole un beso en la mejilla dejando rastro de labial.
-Ya lo sabia - hablo con sorna Aizen - Ten cuidado - le pidió.
Carolina asintió y se enfilo hacia la salida donde habían muchos guardaespaldas, tras dedicarles una sonrisa entro al ascensor que la llevaría al subterráneo, dos minutos después se encontraba en unos de sus autos siendo custiodada por dos autos iguales, el de ella iba enmedio.
El trayecto hacia los juzgados fue de una hora las calles estaban en la hora pico mas con la lluvia que caía por la gran manzana, se estacionó en el estacionamiento y apago su auto mientras agarraba lo que necesitaría para el caso, sonrió cuando observo a los guardaespaldas con paraguas acercándose a ella para evitar que se mejora.
-Tan lindos - dijo con una sonrisa ellos le dieron una media sonrisa y caminaron resguardando su seguridad.
En la entrada de estos estaba llena de periodistas que a pesar de la lluvia aguardaban a la espera de su llegada, Mario se encontraba de pie esperando por ella. Cuando la vio esbozo una sonrisa y se acerco a ella para darle un beso en la mejilla.
-Me alegra saber que te encuentras bien - murmuro Mario.
-Nunca me he sentido mejor que antes - fue su respuesta.
***
Sasha dio media vuelta en su sitio mientras se pasaba las manos por su cabello desordenándolo mas, observo a su padre quien mantenía su mirada en el sin pestañar, apretó su mandíbula y soltó el aire de sus pulmones.
-Pero padre debe de haber algo... - dijo él.
Miro como su padre negaba con la cabeza apartando así la mirada de el con decepción.
-Yo estoy igual que tu de impresionado - dijo Aizen regresando la mirada a su hijo - Ella parece un jodido ángel pero no lo es - informo.
-Me estas diciendo que ella... ella es esa mierda - comento con voz agria.
-Todo esta confirmado - aseguro - Además uno de los que la golpearon ha desaparecido - expreso.
-Mierda - dijo Sasha - Esta mierda es muy confusa padre - expreso.
Aizen asintió de acuerdo con su hijo y paso sus manos por su rostro se sentía entumecido, decepcionado y con ira. Jamás se le paso por la mente investigarla mas al fondo hasta cuando salió del hospital, estaba claro que no era cualquier mujer, poseía otro nombre para el bajo mundo donde el pertenecía.
Sasha comenzó a reír de forma maniática mientras se sentaba en la silla que había en su oficina. Aquello era un puto desastre, el sonido del televisor los sacó de su ensoñación y miraron hacia el frente donde se podía ver como sonreía mientras se mantenía a la orilla de un hombre de rasgos coreanos.
-Nos alegra verla en buen estado señorita Martines - dijo uno de los periodista que la enfocaba a ella.
-Necesitan mas que unos golpes para detenerme - exclamo sonriendo.
-Por lo que sabemos usted es la abogada del doctor Mario - hablo otro periodista - ¿Ha ganado el caso señorita? - le pregunto.
-Si soy la que tomo el caso en la parte final - declaro - Y estoy feliz de demostrarles a ustedes que hemos ganado, Mario a partir de hoy es un hombre soltero además de padre al cien por ciento de su tiempo - decreto - Es un logro personal que me llena de gratificación y me llena de orgullo de decir que lo libre de una arpía que se hace pasar por buena cosa delante de los demás - informo.
-¿Tomara medidas encontra de los que le dañaron su integridad? - escucho que decía otro periodista.
-En estos momentos estoy enfocada en un caso muy especial que por cierto la audiencia sera en unos días aquí mismo, aunque sera a puertas cerradas les mantendré informados de los avances - dijo - Ahora pido por favor si nos dan espacio para así podernos marchar - pidio.
Las cámaras grabaron como ella era escoltada por los de seguridad y subía a su auto acompañada al hombre, Sasha apretó sus manos en puños y siseo en voz baja, desteto verla con ese hombre.
-Padre - murmuro Sasha observando de reojo al mencionado.
-¿Que? - pregunto su padre con el ceño fruncido.
-Se que me has mantenido alejado de tus negocios por lo que paso con mi madre - dijo en voz baja - Pero es hora de que empezar a adentarme al negocio que algun día me pertenecerá - decreto.
Aizen tenia sus ojos extremadamente abiertos aquello era una locura. Su hijo no pertenecía a ese mundo. Comenzó a negar con la cabeza.
-Tu estas tremendamente loco si crees que te dejare hacerlo - informó Aizen - Te apoyo en todo pero no me pidas que te meta en el puto hoyo de la mafia - expresó - Joder eres lo único que me queda de tu madre si a ella no la pude mantener apartada de esto, a ti si - decreto - Y lo seguiré haciendo carajo - dijo.
-Casi matan a Carolina - le recordó con una voz sombría - Todo porque quisite mantenerme alejado, sin saber que yo metí a uno de ellos presos padre - dijo - Yo no los asesine pero me acusan, hay pruebas que demuestras que lo he hecho - expreso - Es hora de no tener miedo, no soy o era un asesino pero si para mantener a salvo a los que amo y quiero tengo que matar pues asi sera.
-Hijo yo no quiero perderte - murmuro Aizen agarrando de los hombros a su hijo - Puedo matar por ti, herir a tu nombre pero no deseo verte con tus manos sucias de sangre - pidió cerrando sus ojos - No deseo perderte hijo, tu no.
-No vas a perderme padre - dijo el - Además te conozco padre me pondrías a quince hombres cuidandome - expresó risueño.
Sasha acepto el abrazo que su padre le dio, podía entender su miedo, pero también tenia que entenderlo a el. Y por el abrazo que el le dio supo que había aceptado.
***
Mansión de Mario...
Los tacones de Carolina se escucharon en el piso de mármol que daba hacia el sótano de la casa venia acompañada de Mario quien le observaba el culo sin discreción. Al entrar al sótano pudo observar a sus amigos jugando cartas, Karev sonrió y se levanto a abrazarla con cuidado.
-Me alegro de verte de nuevo - murmuro ella dándole un pico en sus labios.
-Yo también - aseguro Carolina - Aizen esta en el departamento todo los días y es imposible hablar - comunico.
-Tan pulcra ella - dijo con sarcasmo Raúl.
-Y tu tan puto, pero con eso no se puede hacer nada - comentó ella arrancando carcajadas a todos.
El quejido de el hombre que estaba amarrado a una mesa les hizo mover su vista hacia él, Carolina hizo una mueca y se quito el abrigo mientras lo dejaba sobre unas de las sillas que había en el lugar.
-¿Ha dicho algo? - pregunto mientras se dirigía hacia un estante de vidrio donde había desde navajas, armas, látigos de todo.
Meredith negó mientras se hacia un moño flojo en su cabeza.
-Nada de nada - murmuro.
-Vamos a ver si a mi no me responde - dijo Carolina tomando un látigo entre sus manos.
El hombre se encontraba desnudo y con una cinta adhesiva en su boca, cuando vio a Carolina se removió sin éxito en la mesa. Ella sonrió perversamente mientras pasaba las tiras gruesas del látigo por el cuerpo de él. Había que recalcar que este tenia un buen cuerpo para la edad que poseía.
-Creo que me recuerdas - dijo ella cuando estuvo cerca de el - Me dijiste que era preciosa ¿verdad? - pregunto con inocencia.
-Uhmmm .. - decía el hombre mientras negaba con su cabeza.
-Mirenlo padece de amnesia - dijo divertida ella.
-Muy mala elección - hablo Raúl quitándole la cinta.
-NO SE QUIEN ERES -grito.
Carolina hizo una mueca al escucharlo, por lo que levanto el látigo y le dejo caer un latigazo en la entrepierna con fuerza, el sonido del impacto contra la piel fue como un susurro bajo y elocuente.
-MALDITA DEBI DE COGERTE - grito con lágrimas en los ojos el hombre.
-Lo están escuchando - expreso divertida Carolina - Yo bien tranquila saliendo de hacer mis compras, cuando fui encañonada, después golpeada para rematar me disparan - enumeró - Yo tengo un pequeño regalo para ti - dijo con voz dulce.
-Me encanta verte en tu lado cruel - comento Mario con una sonrisa.
-No solo a ti - dijo Karev - A mi me entra el lesbianismo a mi cuerpo - agregó riendo ella.
-Si a ti te entra, a mi me palpita el coño por verla así - expresó Meredith - Aunque eso no existe creo - murmuró riéndose a carcajadas.
-Ustedes se pasan - comentó con diversión Carolina.
-No nos puedes culpar - dijo Mario - Tu lado malote pone a mil a cualquiera de nosotros.
-Jodidos putos - expreso divertida - Ya suficiente llanto Oscar - le dijo al tipo - Yo conozco un juego bien hermoso - suspiro - Se trata de tu respondes y yo no le hago daño a tu hijita - murmuro con una sonrisa.
-CON ELLA NO TE METAS HIJA DE PUTA - rugió - ELLA ES INTOCABLE - grito.
-Pero yo creo que le haríamos un favor a la dulce niña - dijo ella - Eres un degenerado - susurro cerca de su oído con desprecio - Dices amarla y la Abusas sexualmente - le afirmo lanzándole tres latigazos en sus testículos
Ella sonrió al verlo como se orinaba encima y lloraba a causa del dolor, fue así como comenzó a repartir latigazos con una fuerza descomunante provocándole que comenzará a sangrar de lo maltratado que le había dejado su pene.
-Amo el arte - dijo con emoción - Pero me canse - expreso dejando el látigo en su lugar y llevando consigo una tenaza y una navaja.
-Por... por favor para - dijo Oscar llorando.
-Eso decía tu hija - expreso Karev - Papi para, me duele, papi - dijo imitando a la voz de una niña - Pero como el cabrón que eres no te de tuviste, ¿porque debemos hacerlo nosotros? - preguntó al aire.
-Muchos creen que soy un angelito que no quiebra ningún plato - inicio diciendo - No los culpo, amo ser dulce, sencilla, honesta, educada. Pero también amo hacer justicia con mis manos ¿Sabes como soy conocida en tu patético mundo? - le preguntó - La dama - respondió - Soy silenciosa, mato a sangre fría, sin dejar rastro en fin un montos de adjetivos muy lindos.
»Pero no quiero alabarme a misma, me heriste y golpiaste con el otro hijo de puta - gruño - Caíste primero tu, fue tan fácil dar contigo mas cuando tu niña te vendió, de seguro ahorita debe de estar comiendo una comida decente en algún lado del mundo - informo con sorna.
»A mi me causa nauseas pensar en lo que le hiciste a esa niña, era tu propia hija animal, como fuiste capaz de tocarla - siseo enterrando la punta de la navaja en el pecho - No morirás en mis manos hoy si - aseguró comenzando a ser una marca en el cuerpo de el - Tampoco podrás herir ni tocar a otra niña o mujer malnacido - murmuró.
Los gritos se escuchaban en todo el sótano haciendo eco en el lugar, la sangre salpicaba el suelo y las manos de ella. Cuando Carolina agarro las tenazas comenzó a arrancarles las uñas, para después cortarselos con la navaja todos. Ella observo como el se removía y gritaba llorando pidiendo perdón mientras la sangre caía como una cascada sobre el suelo.
-Dile a tu jefe que no le tengo miedo, pronto sabrá de mi y que cuide muy bien su espalda no vaya ha ser que le den con el cuchillo en la columna - advirtió saliendo de ahí.
Sus pasos resonaban por el mármol de la escalera, podía sentir como su cuerpo se sacudía debido a la adrenalina, soltó el aire de sus labios y camino hacia el mini bar del despacho de Mario. Estando ahí se sirvió un trago de whisky haciendo que en su rostro se transformara en una mueca a causa del anrasador del trago.
-La niña ya esta en el lugar que quedamos - comunicó Mario, ella asintió.
-Necesito marcharme no hay que levantar sospecha - habló Carolina observándose las .anos llenas de sangre.
-Entra a lavarte las manos - ordeno moviendo su mentón a un lado de la habitación.
Carolina obedeció y y se lavo sus manos hasta no dejar rastro alguno de sangre se observó en el espejo de cuerpo completo detallando si su ropa se había manchado de la sangre del bastardo de Oscar, soltó un suspiro al no notar ninguna gota de sangre y salio de ahí. Ya todos estaban reunidos, igual estaba el abrigo de ella ahí el cual se lo coloco bajo la mirada de los cuatros.
-Pueden dar inicio con su cuarteto - dijo con una sonrisa - No les podre acompañar en este momento en una orgia - expresó riendo - Sería para la próxima - dijo con un puchero.
-Tu tienes al señor del club para ti sola - murmuro Karev mirándose las uñas - No se que cogidas te da para que estés así de frígida - lanzo.
-Los celos no son lo tuyo amor - comento Carolina acercándose y palmeandole la mejilla - El tiene pene y no vagina, el me lleva al cielo y si quiero al infierno - informó aprentandole unos de sus senos - Puedes darme el placer que desee pero no me llevaras ni a la mitad de donde lo ha hecho él - finalizó besándola.
Karev gimió cuando sintió como Carolina apretaba con fuerza su seno mientras lo amasaba con cierta rudeza.
-Nos vemos - se despidió agarrando su bolso saliendo de ahí dejando a Karev con las bragas húmedas.
Al llegar a la entrada sonrió al ver a sus guaruras postrados a la orilla, se encaminó a uno de ellos y le entrego las llaves del auto, no deseaba manejar en esos momentos. Por lo que se subió en la parte trasera donde encendió su laptop y necesitaba escribirle al hijo de Sasha.
Ya tenia fecha de inicio para el juicio, por lo que al final no decidió mandarle un texto si no que marco su numero mientras tecleaba en su laptop. Al segundo pitido el contestó.
-Buenas tardes Sasha - dijo ella.
-Buenas tardes Carolina - respondió él, ella tuvo que tragar el suspiro que deseaba salir de sus labios.
-Ya tenemos fecha - murmuro - En tres días debemos estar en la sala ocho - expreso.
-¿Porque tan pronto? - preguntó el.
-El juez es mas estricto que un general - comento sacándole una ronca risa - Yo tengo pruebas eficientes donde demuestra tu inocencia, además de tres testigos protegidos que miraron lo sucedido - informó.
-Es una trata sorpresa escuchar eso - respondió Sasha - Por fin podre conocerte - decreto en voz baja.
-Puede que si - fue lo que dijo Carolina mordiendo sus labios - Nos vemos en tres días, procura no meterte en problemas en estos días, además de que te ve la policía - pidió cortando la llamada.
La llegada a su edificio fue demasiado rápido para ella por lo que con una mueca en su rostro bajo del auto con sus cosas y ingreso al ascenso y marco el penúltimo piso que era el suyo. El olor a lasaña llego a sus fosas nasales haciendo que su estomago rugió a causa de la hambre, dejo lo que traía sobre uno de los sofás y se encaminó hacia la cocina donde provenía el rico olor.
-Creo que tendrás que quedarte aquí para siempre nana - expresó ella asustandola.
-Niña me mataras de un susto - dijo tocandose el pecho - Aizen no esta - le informó volviéndo la vista a lo que hacia.
-Me imaginaba - comento - Voy a darme un baño - le informo dándole un beso en la mejilla.
Cuándo salio de la cocina fue hacia el sofá y recogió sus bolsos haciendo camino hacia su habitación donde comenzó a desnudarse, se observo en el espejo de cuerpo completo y con sus manos se toco las heridas y costillas donde se podía percibir los golpes.
-Frente en alto - se dijo asi misma - Nadie te va a doblegar - siguió - Eres la villana de tu historia no lo olvides, tu rostro es sólo un pase para pasar desapercibida en esta sociedad - agrego - Y creo que es hora de que vayamos al club - murmuro con una sonrisa.
«Frente en alto»
Se dijo así misma mientras ingresaba a la ducha, iría esa noche y deseaba que él estuviera, no sabia porque le ponía ansiosa verlo, en los dos años transcurridos no cogió con otro que no sea él y eso le preocupaba de una manera no muy grata. Tras media hora de haberse bañado se encontraba en una batalla de que no sabia que ropa utilizar.
Al final decidió un vestido rosa pálido y holgado mientras su rostro iba sin maquillaje, salio descansa de su cuarto y fue al comedor donde Carmen servía la comida y Aizen ya estaba en la mesa.
-¿Vas a algún lado? - pregunto este ultimo.
-Si - acepto Carolina - Te imaginas donde - respondió - Nana sientate con nosotros, aquí no están mis padres - pidió.
Carmen le sonrió con dulzura y le sirvió comida a ella mientras asentía.
-Bueno mi niña - respondió ella dejándole un beso en el cabello mientras se retiraba para traer otro plato.
Cuando los tres estuvieron sentados y comiendo comenzaron ha hablar de cosas sin sentidos, Carmen le contaba anécdotas de como era ella de pequeña pero la mente de Carolina solo se reproducía una cosa y esta era constantemente. Debía mantener la frente en alto porque lo que se acercaba seria peligroso.
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