Capítulo 6.

14K 1.5K 166
                                    

Danna.

Miraba mi cabello dónde descubrí que tenía una nueva cana, otro años más dónde el mejor regalo de cumpleaños era estar con los dos amores de mi vida. Escuchaba que ambos  se venían acercando a mi habitación y me es inevitable no sonreír cuando veo como la puerta se abre, dejándome ver a mis dos hijos con una gran bandeja de desayuno.
Hunter y Lucia son lo mejor que tengo en mi vida, mi familia y por ellos daría la vida, no necesitamos la fortuna de los Koch o que mis hijos sean parte de ellos, con solo ver cómo criaron a Dieter, me hace afirmar que serán mucho mejores niños a mi lado, soy su mamá nadie nos iba a separar nunca.

— ¡Felíz cumpleaños a ti, feliz cumpleaños querida mamá, feliz cumpleaños! — me encantan desincronizados.

— Gracias mis amores — digo enamorada de mis hijos.

Ellos se acercan a mi cama con una gran bandeja de desayuno que en verdad me sorprende  porque esto sin dudas no lo hicieron ellos y puedo imaginar que Maddie haya estado detrás de esto, ayudando a mis hijos.

— ¿Te gusta, mamá? — consulta Lucía.

— La tía Maddie nos ayudó — agrega Hunter al sentarse en la cama.

— Es hermoso, me sorprendieron — digo dejando un beso en la mejilla de cada uno.

— ¡Siii, sabía que te gustaría! — exclama mi hija eufórica.

— Quiero eso mamá — acota mi hijo marcando un pequeño brownie.

— ¡Hunter, son para mamá! — exclama Lu mirando con desaprobación a su hermano.

— Pueden compartirlos, esto es mucho para mí y estoy seguro que la tía Maddie preparo esto para los tres — afirmo mientras veo como mis hijos chillan contentos.

No teníamos una mala vida, tampoco me podía dar el lujo con algunas cosas, pero a mis hijos no le faltaba nada, si tenía que trabajar el triple por ellos lo haría con todo gusto porque mi motor de vida son ellos dos.

Después de desayunar fue hora de llevarlos a sus clases correspondiente, como siempre llegamos tarde y me lleve una reprimienda por parte de la directora por nuestra impunidad así que me comprometí a tratar de modificar la horas de sueños de mis hijos.

— ¡Feliz cumpleaños! — grita Maddie al verme y me acerco a ella que está con sus dos gemelas a su lado.

— Gracias Mad — digo dejando que me estreche entre sus brazos.

— ¿Te gustó la sorpresa de tus hijos? — me pregunta volviendo a tomar la mano de sus niñas que se quejaban.

Mis ojos van a ellas, era una hermosas niñas tan parecidas a sus padres, las gemelas ya tenían un poco más de dos años y eran unas dulces niñas que solo causaba revuelo en la fundación cuando llegaban de visitas.

— Me encantó, gracias — respondo sonriendo.

— Cuando Lucia me lo contó, no pude negarme. Lo más lindo fue cuando ellos me dieron el dinero, no quería aceptarlos por eso te los doy a tí — comenta sacando de su cartera un pequeño sobre blanco.

— Son buenos niños — murmuro con una gran sonrisa y orgullosa de la crianza que les estaba dando.

— De eso no tengo dudas, no tuviste mejor decisión que alejarlos de la mierda de la familia que es su padre — acota suspirando.

Dieter Koch no solo me había jodido a mi la vida, sino que a Maddie también mucho tiempo antes que pueda conocerlo, ambas sabíamos lo que era estar con una persona como él y del daño que nos hizo. Ella tuvo la suerte de toparse con un hombre que le enseñó otra forma de amar y la cuida como si fuera de porcelana, es hermoso ver el amor que tanto Owen y como Maddie se profesan uno por el otro.

Redimirse (2° SAP) Where stories live. Discover now