Capítulo 34.

17.8K 1.9K 516
                                    

Solo faltaban menos de diez minutos para atacar, debíamos dejar pasar la hora que Dieter había estipulado para hacer ese supuesto trueque, él me entregaba a los niños y yo a Danna. Definitivamente es un idiota, porque no tiene ni idea con quién está tratando, la mafia cuida a los suyos y está claro que yo cuidaría a mi familia de este hijo de puta.
La mirada que me dedicó Gavriel a solo faltar dos minutos, lo decía todo y juntos haríamos arder el mundo, mis manos picaba de ansiedad porque ya quería tenerlo para tortutarlo de todas formas posibles, romper sus huesos, jugar con su inestabilidad emocional o usar las bacterias come carne, no sabía que método usaría, pero si que lo iba a torturar hasta que rogara que acabe con su vida.

— Señor — me habla Iván mirando su teléfono.

— ¿Qué sucede? — pregunto.

— Melany me acaba de informar que están llevando de urgencia a la señora Danna, posiblemente dicen que la placenta terminó de fisurarse y ella estaba sangrando mucho — dice haciendo que sienta miedo por primera vez en años.

¿Cómo fue posible?

Antes de irme ella se había quedado dormida, estaba bien, lo que me decía Iván me tenía desconcertado y en verdad pensaba lo peor, tenía miedo por ellas.

— Gauss — escucho que me llama mi hermano apoyando su mano en mi hombro.

— Tengo miedo por mis chicas — murmuro sintiendo qué todo se estaba escapando de mis manos.

— Ve con ellas — dice Gavriel.

— No, le hice una promesa y debo ir por nuestros hijos primero — recuerdo las palabras que le hice antes de salir de casa.

— Si, pero ellas te necesitan más — acota mi hermano.

Cierro los ojos, tomo aire y vuelvo a centrar mis ideas, podía con lo todo.

— Iremos por los niños — afirmo.

Tenía un primer objetivo, ya estaba en la periferia del lugar donde Koch los tenía. Corríamos con la ventaja que él no tenía idea que toda nuestra gente ya estaban postados en cada punto estratégico para entrar al mejor estilo Sokolov.

— Dile a Melany que la cuide, estaré lo más rápido posible con ellas — ordeno.

Vuelvo a centrarme en mi plan, Gavriel le gusta entrar haciendo mucho ruido, balas, bombas de humo y varias cosas más. Como dije Koch no estaba ni preparado para nuestra llegada, él imaginaba que sería quien llevaría el mando de esto y dejarle creer eso solo hizo lo que esperaba, dejarlo en su zona de confort sin preveer que en el mínimo descuido destrozaría su vida de la peor forma.

— Estamos listos — dice a través de nano comunicar que teníamos entre todos.

En otros tiempos Gavriel y yo estaríamos al enfrente, siendo unos inconscientes de primera, pero está vez o mejor dicho los años nos hicieron entender que tenemos muchas personas que no tiene nada y están dispuestos a dar la vida por nosotros, ellos son los encargados en entrar con la clara indicación que no deben matar a nadie solo desarmar a los hombres que están en su interior porque después sería mi momento de trabajar, porque cada uno pagará por esto y no seré compasivo con nadie.

— Esto me aburre — se queja Gavriel mientras vemos desde las cámaras de nuestros hombres como van entrando al interior de la casa.

— Ya no somos jóvenes y tenemos más motivos para vivir — le recuerdo.

— Si, yo tengo tres motivos que me hacen pensar todo antes de hacer cualquier locura, pero tú tienes demasiados motivos — comenta con media sonrisa.

Redimirse (2° SAP) Where stories live. Discover now