Capítulo 5.

15.1K 1.5K 252
                                    

Pensé que en verdad podría quedarme un mes en esta ciudad, solo llevo casi quince días y todo es un caos, siguiendo los pasos de Camorra, 'Ndrangheta a nada de declararnos la guerra e infinidades de problemas más que me harán estar lejos de mi hijo por varios días más. Era la primera vez que estaba a muchos kilómetros de distancia de Ignati, desde que había llegado a mi vida no me separé de él y ahora por cuestiones de la mafia o mejor dicho de la familia me mantenía muy lejos de verlo, estaba meditando su idea de venir a este país para que pase unas semanas conmigo, además no le vendrá mal conocer otras culturas porque tiene razón cuando me dice que lo mantengo encerrado, en mi defensa solo lo protejo del peligro que conlleva ser su padre.

— No se que haremos — me dice mi hermano suspirando. Estamos en una videollamada tratando de procesar todo lo que vendría.

— Entregarla solo significa que la entregamos a una muerte segura — comento masajeando mi cien.

— Les dije hace dos años que esto nos iba a traer problemas, ahora a Sasha y por ende la familia de Dmitri está en peligro — agrega mirándome con descontento.

—No imaginé que se terminaría enredando con Ferrara — Gavriel me da una mirada molesta. — Está bien, le dije que lo seduzca, pero no pensé que pasaría esto y salga embarazada. Creo que ella está enamorada, pero violó el código de la mafia y eso solo significa muerte — agrego suspirando.

— Natasha es la mujer más poderosa ahora, su primogénito heredero de la Bratvá y su bebé próximo líder de 'Ndrangheta. La coloca intocable, pero como dijiste la ven como una traidora — comenta mi hermano negando su cabeza.

— La tengo resguarda por ahora, se que cuando Ferrara encuentre a Sasha lo usará de carnada y no quiero que eso suceda — declaro dándome cuenta de la dimensión de los problemas en los que estábamos.

— Debemos hablar con Dmitri y Helena, para que manden a Sasha a Rusia conmigo — dice con seguridad.

— Dmitri nos va a matar y sobre todo a su hermana — acoto.

— Es que estamos inclumpiendo con el trato que teníamos, pero debe entendernos — asegura mi hermano.

La trasmisión de nuestra videollamada es interferida y de la nada una tercer persona se agrega provocando que gruña al ver cómo fue capaz de violar nuestra seguridad informática.

— Ferrara — sisea Gavriel.

— Señor Rey de la Bratvá — lo saluda.

— ¿Cómo mierda hiciste para violar nuestra seguridad informática? — espeto cabreado.

— No eres el único genio de la informática — me contesta con media sonrisa.

— No voy a negociar con la mafia italiana — sentencia mi hermano.

— Ella lleva a mi hijo, mi heredero y la quiero conmigo — declara.

— Ella es una princesa de la Bratvá, por ende no vamos a dejar que la mates — intervengo.

— No la pienso matar, la quiero como mi mujer y ella siempre huye de todo — nos dice suspirando.

— No confío en tus palabras — acoto mirándolo de la peor forma.

— No vamos a llegar a ningún punto, porque como te dije mi prima es una princesa de la Bratvá, nadie los toca — declara Gavriel con firmeza.

— Ella será la reina de la mafia calabrese y seré directo, me la devuelven o iré por su heredero — sentencia levantando su teléfono para mostrarnos un vídeo de Sasha mientras entrena en los campos de fútbol americano en su escuela.

Redimirse (2° SAP) Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora