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Hello florecillas! Espero que disfrutéis del capítulo y nos vemos el miércoles.

Pd: No me matéis las de cierto team....





¿Lo sabía?, ¿Joan sabía de quien estaba colado Nicola? No podía ser

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¿Lo sabía?, ¿Joan sabía de quien estaba colado Nicola? No podía ser... ¿Cómo iba a saber que estaba enamorado de Verónica?, ¡Imposible! Cabía la posibilidad de que se lo estuviera inventado, que solo fuera una estratagema para hacerme tambalear o dudar respecto a mi supuesta relación con su mejor amigo.

—¿Ahora me vas a decir que te ha confesado que quiere a otra estando conmigo? —pregunté fingiendo no sorprenderme de su supuesta afirmación.

Tampoco tenía que sorprenderme algo que ya sabía, pero sí el hecho de que él pudiera saberlo. ¿Acaso Nicola no mantenía en secreto sus sentimientos por Verónica?, ¿Tal vez se lo había confesado a alguien y este alguien a Joan? Lo dudaba. No creía que tuviera la confianza suficiente para revelarle a nadie el tipo de relación que mantenían esos dos salvo a mi que los detestaba.

—Lo sé y punto —aclaró para dar a entender que no pensaba revelar ningún detalle al respecto.

Genial. Acaba de cerrarse en banda. ¿Sabrá también que es un cornudo?, ¿Estará al tanto de que Nicola y su novia se lían cuando no están juntos? No podía saberlo o de lo contrario jamás volvería con ella de nuevo.

—Lo que sé es que no sabes nada —afirmé—. Este es solo otro intento tuyo para que deje a Nicola y ya te advertí que no lo haré, menos aún con tus estúpidas amenazas.

Por un momento creí que tras decir aquello explotaría, me cogería del brazo o me agarraría fuertemente para gritarme que tenía que obedecerle o que debía hacer lo que él me dijese, pero para mi sorpresa hizo todo lo contrario. Se alejó dándome la espalda y vi como se llevaba las manos a la cabeza sujetándosela, después miró hacia el cielo y le oí soltar el aire con una especie de quejido.

—¿Me prometes al menos que no te acostarás con él? —preguntó finalmente cuando se dio la vuelta lentamente.

No era una orden, ni una exigencia, sonaba más bien a esperanza por su tono de voz.

—No te haré ni ahora ni nunca tal promesa —contesté a sabiendas de que nunca me acostaría con Nicola aunque yo quisiera.

—Prométemelo o juro que volveré a besarte te guste o no —amenazó y enrojecí ante su absoluta falta de moralidad.

—Atente a las consecuencias como se te ocurra hacer tal cosa —contesté alzando el mentón segura de mi misma.

Si se atrevía a hacer tal cosa, esta vez le dejaría sin descendencia del rodillazo que se llevaría. Aún así estaba convencida que solo era una amenaza, que no se atrevería a hacerlo realmente, hasta que vi como caminaba rápidamente hacia mi y como un acto reflejo salí corriendo adentrándome en la oscuridad de aquella arboleda.

Andrea y sus neurasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora