Capítulo XI

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La noche estaba a punto de culminar cuando desde el Blackblood pudieron divisar una embarcación. Allaric y Anagashi se habían pasado todo el tiempo vigilando, y al fin habían podido encontrarles. La luna llena también les estaba favoreciendo, su luz bañaba todo el océano y les permitía ver con casi completa claridad.

-Deben ser ellos- dijo Allaric observando-. Sabía que les alcanzaríamos.

-Iré a buscar a Diamond- Anagashi iba a irse pero él le detuvo- ¿Qué pasa?

-Nada, solo quédate tú aquí, yo iré.

-Ric...

-Dije que yo iré, Ken- insistió.

-Está bien, ve entonces...

Media hora antes...

Diamond estaba en la popa de la embarcación, aquellas quemaduras ardían como el infierno y no podía estarse quieta en ninguna parte. Sabía que Allaric estaría en el timón así que decidió ir a la parte de atrás para no verle. Estaba desesperada, todo lo sucedido y ese insoportable dolor la tenían al límite, no podía más, quería aunque sea aliviar el dolor de su cuerpo, porque el de su corazón sabía que era imposible.

Ella se cansó de estar ahí y se fue hacia su camarote, casi ni podía caminar de lo mal que estaba e iba apoyada de la pared. Odiaba estar en ese estado, así no serviría para mucho.

Estuvo a punto de caer pero dos brazos fuertes la suejtaron, levantó la vista y se encontró con el dulce rostro de Ezra mirándola con preocupación.

-Eres tan terca, Dianne- le dijo y en nada la tomó en brazos. Ella se medio quejó por el contacto pero no dijo nada.

-No puedo estar tranquila, si me quedo quieta me duelen- dijo haciendo que este le mirara.

-Como me encantaría evitarte este sufrimiento.

-Lo sé, Ez, no te preocupes.

Ellos estaban a unos metros del camarote de Diamond cuando notaron que en frente de encontraba Killian a punto de tocar a la puerta. Ella le miró sorprendida de la repentina visita y le pidió a Ezra que le bajara.

-Diamond, te estaba buscando- dijo él acercándose y ella se apoyó de la pared.

-¿Qué sucede?

-Nada, solo que Joker me hizo recordar que tal vez pueda ayudarte a aliviar tus quemaduras- dijo y ella alzó las cejas de la sorpresa.

-¿En serio?- preguntó Ezra.

-Sí- asintió y llevó su vista a Diamond-, puedo ayudarte si quieres.

-Pues claro, haberlo dicho antes- dijo sonriendo ligeramente-. Dime qué debemos hacer.

-Tengo las cosas en mi camarote, pero si te es más cómodo puedo traerlas al tuyo.

-Sería bueno que las trajeras, ella está mal- respondió Ezra.

-Sí, sería bueno- secundó Diamond.

-Está bien, ahora vuelvo.

Killian se marchó y ellos dos entraron al camarote de Diamond, quien se sentó pesadamente sobre su cama. Ezra se puso a su lado y sin más ella recostó su cabeza en el hombro de él.

-Dianne...

-¿Recuerdas cuando caí en tu barco hace catorce años?- preguntó ella mirando al vacío y algo triste.

-Por supuesto, jamás podría olvidarlo.

-Ni yo- dijo con una ligera sonrisa-, soy una mala mujer, Ez.

Love You in Black & Blue (Dark Angel IV)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora