Love You in Black & Blue (Dark Angel IV)

Capítulo X

—¡Oye, Tú! ¿Quién demonios te crees que eres para llevarte a mi hija!— iba gritándole Drake por toda la calle a Allaric.

—¡Me importa poco lo que usted diga!— respondió sin mirarlo y todos los que venían pasando se quedaban viéndolos de forma desaprobatoria.

—¡Oye...!

—Drake, por favor, basta— le detuvo Stella—. Todos nos están mirando.

—¡Pues no me importa!— soltó alterado y persiguió a Allaric deteniéndole por el hombro y girándolo hacia él.

Trató de tomar a Diamond pero él se echó hacia atrás.

—Vendrá conmigo— respondió Allaric tajante.

—¡Dame a mi hija!

—¡Ya dije que no lo haré!— gritó alterado— ¡Sé que prefiere al idiota ese que tenía como yerno pero sepa que me importa bien poco! ¡Se viene a mi barco porque así lo digo yo!

— Drake, debemos volver a la casa, está destrozada— le dijo Stella pero este solo miraba furioso a Allaric.

—Este idiota...

—Drake— Stella le interrumpió—, todos sus amigos van para allá, deja que la lleve y luego iremos nosotros, por favor— dijo y este notó que detrás de ellos venían todos los demás.

Drake miró alterado a Allaric que ni siquiera sabía por qué estaba parado ahí— Ni creas que esto se quedará así.

—Pues no le tengo miedo— respondió y más irrespetuoso no pudo ser.

Él siguió su camino seguido de los demás. Drake, Stella y Ezra volvieron a la casa, debían hacer algo por salvar lo que quedara y luego irían a buscar a Diamond.

Llegaron al Blackblood en unos minutos y James casi se tira de cabeza sobre Allaric al ver su estado.

—¿Qué sucedió?— preguntó este cuando le vio subir con Diamond en ese estado.

—Necesito que me ayudes,  James— respondió entrando al interior de la nave.

—Buscaré agua y vendas para las quemaduras ¿Está bien?— le preguntó.

—Está perfecto, tráelo a mi camarote.

Allaric siguió su camino hasta llegar al camarote, dejó a Diamond sobre la cama y la examinó, tenía demasiadas quemaduras, incluso en la mitad de su rostro y cuello tenía algunas.

—Aquí está lo que me pediste— escuchó decir a James— ¿Lo harás tú?

—No, no puedo siquiera verla así. Iré a buscar a Clarisse— dijo y salió del camarote.

En la cubierta estaban esperándole los demás y este fue rápidamente hasta ellos.

—Ken, ve para adentro a descansar, luego mandaré a alguien para que te de sangre— le dijo y este asintió yéndose— ¿Está bien?— le preguntó a Killian refiriéndose a Clarisse.

—Necesita descansar, Stella la ayudó pero se siente mal— respondió Killian.

—Lo sé, pero necesito su ayuda. Dianne...

—¿Me vas a pedir que la ayude?— soltó exaltada ella— ¡No! ¡Jamás lo haré!

—¿Que no lo harás?

—¡No, no lo haré! ¡Jamás la ayudaré!

—No puedo con esto— dijo Allaric para sí tratando de calmarse mientras se pasaba la mano por el rostro y luego la miró—. Es por tu maldita causa que ella está molesta conmigo, así que al menos sé consciente y ve a hacer tu maldito trabajo— musitó alterado.