Capítulo VIII

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La noche anterior...

Allaric llegó a su habitación, estaba frustrado y cansado. No quería pensar más, necesitaba perder la conciencia y ya que dormir no era opción, embriagarse hasta no poder estar en pie sí que lo era. Rebuscó por debajo de la cama y la encontró allí, una botella de Whisky, Anagashi y él la habían tomado de la cocina, era uno muy bueno y no pudieron aguantarse (Muy maduros ellos dos)

Ya se había bebido casi toda la botella cuando vio su puerta abrirse. Estaba mareado pero aún lo suficientemente consciente como para reaccionar. La habitación estaba tan oscura que no logró divisar el rostro de quien era.

—Ric...

¡Oh, aquella voz! Música para sus oídos.

—¿Dianne?— preguntó algo ido.

—Sí, soy yo.

Sí, ya le hubiera gustado a él que fuese su Dianne.

—¿Qué...?

—Vine a verte— y ahí estaba su Dianne gateando por encima de la cama hasta que llegó a él. Ella le quitó la botella de la mano y la puso en la mesa de noche a un lado de la cama.

—¿De veras eres tú?— preguntó llevando la mano a su cabello y acariciándolo.

—Sí, no podía estar sin ti— respondió ella y se acercó a sus labios—. Quería pasar la noche contigo.

—Pero...

—Ssshhh— le calló—. Solo bésame y olvida lo demás— y ella comenzó a besarlo con desesperación recibiendo la misma cantidad de él.

Esa borrachera le costaría mucho a Allaric...

Actualidad...

Aquello tenía que ser una maldita pesadilla, no podía ser cierto, lo que estaba viendo debía de ser una maldita broma. En su vida Diamond había sentido tanto fuego quemar en sus venas, aquella escena era lo más horrible que había visto luego de ver quemada a su hermana y a Ezra.

Estaba furiosa, indignada, y venga a saber cuántos sentimientos más. Sus ojos estaban brillando rojo mientras les miraba, su mano temblaba y de su labio salía sangre por ella estarse moridendo para evitar los temblores. Aquello era horrible pero no, ya estaba cansada, esa era la prueba del gran amor de Allaric. No lloraría no, no lo haría, de sus ojos no saldría ni una mísera lágrima porque ya había sufrido bastante, había perdido muchas más cosas y no dejaría que nadie la viese así.

Ella hizo aparecer una cubeta llena de agua fría y se acercó al borde de la cama. Respiró profundo y les lanzó el agua con cubeta y todo.
Allaric y su amante se despertaron asustados.

—¡¿Estás loca o qué?!— chilló Clarisse sujetando las sábanas a su pecho para cubrirse mientras se retiraba el agua de la cara.

—Dianne...— Allaric estaba en shock, se miró a sí mismo, ahí, desnudo y con Clarisse a su lado. Ya estaba rogando para sus adentros que aquello fuera una pesadilla y que él no hubiese hecho nada de lo que estaba pensando.

—Te quiero fuera de mi casa, ahora— dijo Diamond furiosa y salió de la habitación.

Allaric casi de forma automática se levantó y se puso un pantalón para ir detrás de ella.

—¡Dianne! ¡Dianne, detente!— le llamó pero Diamond traía el infierno ardiendo en su interior— ¡Dianne, por favor escúchame!

—¿Escucharte?— preguntó ardiendo y deteniéndose para mirarlo—. No tengo nada que escuchar.

Love You in Black & Blue (Dark Angel IV)Where stories live. Discover now