Capítulo XXI

292 77 15
                                    

Una semana después...

Diamond estaba saliendo a la cubierta de la embarcación, toda la semana había sido horriblemente pesada, parecía que los días no querían pasar y como si cada cosa se empeñase en torturarla. Había evitado a Allaric por todos los medios posibles, cada encuentro con él, cada simple mirada o cualquier cosa que viniese de su parte la alteraban a lo sumo. Ya no era tristeza lo que sentía, el dolor se había convertido en un enojo enorme, aparte de que la espera para llegar al portal de Nereo la estaba matando.

En ese momento divisió a Ezra que estaba en la punta de la proa, ella se detuvo a verle de lejos sin que este notara su presencia. Habían convivido mucho en esa semana, él parecía ser exactamente el mismo de hace más de once años atrás, y eso debería ser bueno, pero la verdad a Diamond no le gustaba para nada.

Ezra en sus recuerdos parecía un hombre dulce y comprensivo, que la amaba sin condiciones; claro, eso solo en sus recuerdos de cuando acababa de llegar a casa de su padre. No se dio cuenta de la multitud de cosas que había pasado por alto, cosas que ahora le estaban chocando puesto que ella ya no era la chiquilla inocente que cayó sobre su barco en una noche de tormenta.

—La forma en que miras a Allaric es muy diferente a la forma en la que le miras a él— escuchó Diamond que le decían a su lado y notó a Harlequin que estaba ahí— ¿Por qué estás con él si no le amas?

—Porque a quien amaba me rompió el corazón— respondió.

—Has estado evitando a todo y a todos durante esta semana; por lo visto no andan muy bien las cosas.

—No es nada que te incumba, Harle— dijo  cortante y se dio vuelta para irse.

—¿Quieres liberar un poco de estrés?— escuchó que le preguntaba a sus espaldas y volvió a quedar de frente a ella.

—¿Tienes alguna propuesta en mente?

Harle sonrió divertida— ¿Qué te parece un duelo de espadas amistoso? Escuché que te pasaste un año recuperándote de haber destrozado tu cuerpo, debes estar algo oxidada— propuso con un ligero toque a desafío que encendió la chispa de Diamond.

—Me gusta la idea, Harle, me gusta y mucho— respondió sonriendo y comenzó a quitarse parte de la ropa que traía encima para solo quedarse con el pantalón y la camisa holgada por dentro de este.

Harle hizo lo mismo que ella para estar más ligeras y Diamond hizo aparecer un par de espadas. Le lanzó una a Harlequin y ambas caminaron hasta el centro de la cubierta. Ezra en ese momento se giró y vio las serias intenciones que tenía Diamond de pelear, y no le hicieron gracia para nada, mucho menos que andara tan ligera de ropa (Y eso que no andaba tan ligera)

—¿Qué crees que haces, Dianne?— preguntó este acercándose y evitando que empezara aquel duelo por lo que ella le miró mal.

—¿No ves que vamos a entrenar, Ez?— le devolvió la pregunta algo sarcástica.

—¿Entrenar? ¿Para qué querrías entrenar?— dijo con una muy mala forma y ya ella conocía ese tono. Inmediatamente bajó la espada y se puso de frente a él.

—¿Tienes alguna objeción, Ezra?— aquello fue casi más un desafío que otra cosa.

Él se acercó a ella y puso su boca en su oído mientras sujetaba su brazo— Sabes que no soporto que hagas este tipo de cosas, pelear no es de mujeres.

Oh, aquello estaba haciendo molestar a Diamond en gran manera ¿Que pelear no era para mujeres? ¿Qué rayos le sucedía? ¿Acaso creía que se había vuelto capitana por su linda cara? Además... Esa forma en la que le estaba sujetando el brazo le sonaba a imposición, y él nunca había hecho nada como eso, pero bueno, ella nunca le había enfrentado como ahora.

Love You in Black & Blue (Dark Angel IV)Where stories live. Discover now