Love You in Black & Blue (Dark Angel IV)

Capítulo XV

Chastian estaba en shock con la confesión de Diamond ¿Su diario? ¿Y en manos de ella? No era posible, la última vez que vio ese diario lo tenía...

—¿De dónde conoces a Heart?— le preguntó y ella no entendió a quién se refería.

—¿A quién?

—A Clariel, a ella— le aclaró y Diamond alzó las cejas algo soprendida de que preguntara por su hermana tan directamente y por su sobrenombre.

—¿Por qué la llamas Heart?

—¡Solo respóndeme de dónde la conoces, Diamond!— exigió alterado golpeando la madera.

—¿Qué sucede aquí?— ese fue Allaric que acababa de llegar y notó la escena de su padre alzándole la voz a Diamond, aquello no le gustó ni un poco— ¿Por qué le hablas así?— le cuestionó a su padre y él solo se giró hacia el barandal apretando la madera con sus manos fuertemente.

—Clariel es mi hermana— dijo Diamond y Chastian la miró—, hace más de diez años creí que había muerto. Cuando me volví capitana solo fue para llegar a Ryūjū-jō y vengarme de Ryūjin, pero no sabía que la mente de todo había sido ella.

—Esa maldita piraña— musitó Chastian y Allaric no entendía por qué estaban hablando de Clariel.

—Dianne...

—Esa bruja me robó el diario— soltó alterado Chastian y ya a Allaric no le hizo falta explicaciones.

—¿Por qué ella robaría el diario? No encontré nada más importante que el mapa del Mar sin Fin.

—No, Diamond, en ese diario hay mucho más que la forma de entrar al Mar sin Fin— dijo Chastian y miró a su hijo—. Ricky, busca a ese amigo tuyo, necesito hablar con los tres— le pidió y se fue de allí dejándolos solos.

Diamond ignoró a Allaric y se puso de espaldas a él mirando hacia el mar. Él la miró algo triste, necesitaba sentirla cerca pero ese muro que había vuelto a levantar entre ellos nunca le pareció tan doloroso como ahora.

—Vete, vampiro— le dijo ella notando su mirada.

—Dianne, por favor— él la giró para que le mirase pero ella se alejó bruscamente.

—Vete— repitió cortante y de veras que a él le dolía que le tratara así.

—Por lo que más quieras, solo escúchame, Dianne.

—¡Dije que te fueras! ¿No me escuchas? ¡Desaparece, pierdete, no quiero hablar contigo!— le soltó alterada— ¡Déjame en paz de una vez! ¿No fue suficiente? ¿Romperme en pedazos el corazón no fue suficiente ya, Allaric?— preguntó alterada y su garganta dolía por contener las lágrimas.

—No fue mi intención, Dianne...

—Cállate, no he atrevas a decir nada para justificar lo que me hiciste— le interrumpió—. Yo te elegí a ti, Allaric, aún sabiendo que me harías daño porque te amaba, porque creí que me amabas...

—Y te amo, Dianne— dijo él tratando de acercarse pero ella se apartó.

—No, no me amas. Si me amaras no te habrías acostado con ella, si me amaras...— estaba a punto de dejar salir sus lágrimas por la rabia que recorría sus venas y no, no podía permitírselo, no se derrumbaría en frente de él—. Si me amaras, habríamos sido algo y no nada, como me dijiste— terminó de decir y comenzó a caminar—. Busca a Ken, iré a donde Chastian.

Y se fue, pero no tuvo fuerzas para ir hasta donde estaba Chastian como le había dicho a Allaric porque las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos. Entró a la embarcación y caminó rápidamente hasta donde habían estado todos anteriormente.