Capítulo XXII

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Allaric miró los ojos de Dianne y de estos salían lágrimas de sangre, además de que todo su interior estaba completamente rojo en la parte que debía de ser blanca.

—Dianne, dime qué sucede, por favor— le rogó él en la más intensa desesperación y ella seguía agonizando.

—Haz que pare, solo haz que pare— repitió.

—¿Que pare qué?— le preguntó él sujetándola por los hombros para que le mirara— ¿Que pare qué, Dianne?

Ella no dio respuesta y solo se desvaneció cayendo en los brazos de Allaric.

—¡Busca ayuda, papá!— dijo desesperado— ¡Que alguien la ayude, por favor!— siguió diciendo con el cuerpo inerte de Diamond en sus brazos y notó como del borde de sus labios comenzaba a salir un hilo de sangre.

—¡Capitana, venga a ver esto!— escucharon los tres que decían en la cubierta y Harlequin inmediatamente salió a ver lo que sucedía.

—Hijo...

—Necesita ayuda, tengo que hacer algo— dijo y la verdad no tenían ni la menor idea de lo que sucedía—. Maldita sea, ella estaba bien ¿Qué rayos pasó?

—¡Chastian!— la voz de Harlequin se oyó— ¡Chastian ven ahora!

Este salió de inmediato a la cubierta y notó lo que estaba sucediendo. No habían notado que ya se acercaban a la entrada del panteón de Nereo, pero las cosas no estaban precisamente como hace un año.

—¿Qué rayos...?

—Ya sé lo que tiene Diamond— dijo Harlequin pasando por su lado y volviendo a donde Allaric.

Ella se agachó a su lado y tomó el rostro de Diamond entre sus manos mientras él la observaba sin entender lo que hacía. Harle hizo brillar sus ojos dejando ver los intensos colores del arcoiris recorrerelos y un canto salió de sus labios. En ese mismo instante los ojos de Diamond se abrieron, estaban completamente negros y con las pupilas rojas, así como aquella vez que enfrentó a Ryūjin. Comenzó a removerse en un intento de que Harlequin la soltara pero esta le sujetaba fuertemente.

—Sujétale, Allaric— le dijo Chastian viendo lo que ella estaba haciendo y él impidió que siguiera removiéndose.

Harle siguió cantando y de los ojos de Diamond salían más lágrimas de sangre. Allaric miraba la escena sin entender mientras la sujetaba.

—¿Qué le estás haciendo?— preguntó pero Harlequin no respondió— ¿Qué rayos le está haciendo, papá?— dijo mirando a Chastian.

—La está insensibilizando— respondió—, creo que destruyeron el panteón de Nereo y asesinaron a sus hijas— terminó de decir mirando hacia afuera y entonces Ric llevó sus ojos a la agonizante Diamond.

—¿Eso qué tiene que ver con ella?—preguntó otra vez.

—Creo que puede sentirlo, nota el peso de la muerte de todas ellas.

Los ojos de Diamond comenzaron a volver a su estado natural poco a poco y paró de removerse como si estuviera poseída. Harle dejó de cantarle y soltó su rostro bastante agotada, Chastian le ayudó a que se recostara de él.

—No puedo...

—Descansa, yo me encargo del barco— le interrumpió él y ella asintió casi sin fuerzas mirando a Diamond.

Allaric la tenía entre sus brazos, ya se estaba cansando de tenerla así tan seguido, estaba hasta el límite de verla sufrir.

—Me duele— susurró Dianne contra el pecho de él y este la despegó un poco para mirarla. Ella estaba acunada con su medio corazón de Diamante entre sus manos bien apretado sobre su pecho—. Me duele— repitió y estaba llorando.

Love You in Black & Blue (Dark Angel IV)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora