Capítulo 14

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Riku sigue llorando en ese escondite. No sé qué hacer para lograr que confíe en mí. No quiero obligarlo a nada.

-Riku... -intento acercarme un poco más -. ¿Recuerdas que te dije que te protegería? -asiente -. Lamento haber fallado. Lamento...

-No lo hiciste... -dice sin dejar de mirar sus pies -. Fui yo quien escapó por creer que habías... que habías... -esconde el rostro entre sus piernas -. Lo siento. Lo eché todo a perder... Todo es mi culpa. Siempre es así. Siempre tengo la culpa de todo. Ninca debí creer que estaría bien si aparentaba tener una vida normal...

-Riku, ¿qué fue lo que pasó?

-El guardia, Black... Me encontró en el camino y me descubrió... Me hizo preguntas que no supe responder y... Me descubrió -solloza -. Me obligó a subir a su caballo y dijo que me entregaría. No supe que hacer y tuve miedo de defenderme. Fui un cobarde.

-¿Te hizo algo? -quiero revisar cada parte de su cuerpo para ver que esta bien. No me responde y su única reacción es la de romper en llanto nuevamente.

No aguanto más y tomo su mano para halarlo hacia mí. Solo quiero abrazarlo. Me duele mucho verlo así. Tanto, que acabo derramando lágrimas con él. Ya no lo soporto.

Riku se aferra a mi mientras acaricio su espalda desnuda. Me quito la camisa y lo cubro con ella antes de salir de ese lugar.

Terry y Ray nos ven con preocupación mientras nos dirigimos al caballo. Me subo primero y luego ayudo a Riku a subir y a acomodarse junto a mí.

Terry me detiene cuando nota que doy la vuelta.

-¿Qué haces?

-Vuelvo a casa.

-No puedes solo irte. Hay que buscar a Tireo y a Black.

-Black se puede ir al mismísimo infierno si quiere. Si lo ven, díganle que lo voy a matar si pone un solo pie en Sulen. Y en cuanto a Tireo, él busca a Riku. Lo atraparé si se le ocurre meterse en mi casa y llevárselo.

Dejo a ambos en el camino y regreso a casa. Riku permanece en silencio mientras cabalgamos.

-Perdón por haber huido... Perdón por desconfiar de ti... -pasa el dorso de la mano por su rostro.

-Descuida. No pasa nada -me mira con culpa -. Estás a salvo.

-Tireo te atacó, ¿verdad? Por eso estás así de golpeado -olvidé mi aspecto.

-¿Tan mal me veo? -levanta los hombros y baja la cabeza -. Riku, mírame... -guió su rostro -. Solo me importa que tú estés bien -sus ojos se llenan de lágrimas a medida que me inclino para besarlo.

Mientras cabalgamos, ahogo los sollozos de Riku con mi boca para luego solo abrazarlo hasta llegar a casa.

Al entrar, Riku se dirige al baño lo más rápido posible y hace correr el agua de la ducha. Lo veo sentado en el piso de la bañera, transformado en licántropo, mientras el agua cae sobre su pelaje, llevándose toda la suciedad.

Me siento fuera de la bañera y lo veo en silencio. A pesar del agua, noto que continúa llorando.

-Toda mi vida tuve que acostarme con otros hombres por dinero para sobrevivir en mis viajes... -dice abrazando sus piernas. Ocultando su cola entre ellas -. Cuando te conocí, juré que no volvería a hacer eso. Ya no era necesario. Olvidé siglos de revolcarme con otros por dinero en tres años contigo. Y Black revivió todo eso en un abrir y cerrar de ojos... -me mira -. Lo convencí de que no era a quien buscaba. Lo convencí de que no era Tireo. Pero no fue suficiente. Así que le ofrecí tomarme a cambio de que me dejara. Lo siento...

El último hijo de LycaonOù les histoires vivent. Découvrez maintenant