Capítulo 7

125 23 16
                                    

Ya son altas horas de la noche, Riku y yo seguímos en la misma posición cuando la luna llega a su punto más alto. Ni siquiera nos importa que el césped comienza a sentirse más frío.

Había empezado a dormitar en brazos de Riku cuando veo mi madre se acerca a nosotros.

-Chicos -su voz me devuelve a la realidad -. Vengan a descansar adentro, está haciendo frío.

-Claro, Ma -me levanto y ayudo a Riku a ponerse de pie. Ella se queda mirándome en silencio por un largo momento hasta que simplemente me abraza. La escucho sollozar -. Ma, ya no llores, por favor.

-Es solo que... No hice nada por ti.

Me duele pensar que se ha culpado por eso todos estos años.

-Dejé que te fueras, no te defendí, no te busqué. Yo... soy tu madre, debí protegerte de él. Pero...

-Le tenías miedo, lo sé. Todos le temíamos. Incluso James, aunque no quiera admitirlo -la abrazo con fuerza y beso su cabeza. Siento que mi corazón se romperá si no deja de llorar -. Pero ya no está, Ma. Quédate tranquila.

-No vas a quedarte ¿verdad? -me mira con una sonrisa triste.

-Bueno...

-No importa lo que James haya dicho, hijo. Esta también es tu casa. Desde siempre, desde que eras mi pequeño cachorro revoltoso. -oigo a Riku reír por lo bajo a mis espaldas.

-Discúlpame, pero tengo un trabajo importante que hacer -Riku me devuelve mi espada. Mi madre la mira con asombro. Claro que se iba a sorprender portando un arma -. Soy el Capitán de la guardia de Sulen desde hace seis años -coloco la espada frente a ella, ella se cubre la boca emocionada y sus ojos se llenan de lágrimas nuevamente, pero son unas lágrimas diferentes.

-Inu es bastante respetado en la ciudad, señora -dice Riku.

-Hijo mío, estoy tan orgullosa...

Bueno, fue casi imposible hacer que mi madre dejara de llorar. Pero, se calmó cuando le prometí que vendría a visitarla seguido. Solo en ese momento dejó de llorar y nos envióa dormir como si los dos fueramos sus hijos.

》------------【🐺 ♡ 🐺】------------《

Dalia dejó que durmieramos en su habitación mientras ella dormía con mamá. No puedo dejar de pensar en que fue buena idea hacerle caso a Riku.

-¿Qué tanto piensas? -pregunta Riku, acomodándose sobre mi pecho.

-Pienso en mi familia, la misión, la reunión en el palacio, en cuánto te amo por estar aquí conmigo... -ríe al escuchar eso último.

-¿Todo bien con la reunión?

-El Rey está enojado porque aún no hemos dado con el sujeto... -recuerdo ese lugar espantoso -. También me mostró el lugar en donde lo tenían prisionero, a Tireo.

-¿De verdad? -pregunta con la cabeza recostada en mi pecho -. ¿Cómo era?

-Horrible. Oscura, fría, apestosa... -siento un nudo en la garganta -. Sinceramente, sentí pena por el sujeto. Estar ahí en esas condiciones por tanto tiempo no es vida para nadie -comienza a acariciar mi pecho -. No lo culpo por haber huido de ese lugar. Y la verdad es, que si llegase a encontrarlo, no sé si sea capaz de entregarlo. Cumpliría con la misión, pero no cumpliría con el deber de proteger a los demás. Entregarlo sería condenarlo a volver a ese sitio.

-Eres muy bueno -se acomoda a mi alrededor -. Por eso te amo. Porque ves lo bueno en todo. Porque sé que puedo confiar en ti.

-Gracias por estar conmigo -murmuro antes de besar su frente

El último hijo de LycaonWhere stories live. Discover now