zero no tsukaima 1

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Saito se encontraba molesto otra vez Louis lo había golpeado. La mocosa no lo respetaba y su relación era caótica. Aveces era como la de unos enamorados y al siguiente la enana lo estaba gritando y llamándolo ¡perro! Quien diablos se creía. Francamente ya estaba arto de todo esto.

Por suerte para el no solo tenía que trata con la enana bipolar. La escuela de magia estaba llena de bellezas de alta clase. Por ejemplo Kirche una belleza pelirroja que emana sexualidad y lujuria. Aunque llevaba su uniforme escolar lo usaba de manera letal para los hombres. Una falda corta que mostraba los muslos y apenas cubría su culo en forma de corazón, su camisa blanca mostraba un escote que resalta sus magnifico senos talla D. Además de su hermosa apariencia cabello pelirrojo largo, cuerpo en forma de reloj de arena, caderas anchas, trasero firme y jugoso todo esto en una piel morena deliciosa a la vista.

Al pensar en ella no podía evitar recordar las muchas veces que había tomado sus libertades con ella. Cada ves que se le pegaba para molestar a Louis. Cuando se pegaba a el podía sentir su senos pegarse a su espalda o entre sus brazo y el lo disfrutaba en su corazón. También aprovechaba para tocar al final otras partes como sus caderas, cintura, muslos o incluso tocar su regordete culo, claro todo esto siendo una "accidente". Aunque a la pelirroja pareciera no molestarse incluso cunado tenía esos roces como cuando su culo se restregaba contas su polla. Al final ella solo se reía o le guiñaba en gesto de diversión.

Otra belleza con la que había estado aunque está última era menos frecuente era la princesa de este reino, Henrietta. Una hermosa princesa de cabello corto y púrpura de grandes ojos. Su figura era hermosa y jodidamente sexy cuando creciera sería una gran Milf. Caderas anchas, cintura delgada, largas piernas y senos copa C alegres y firmes.

Aún siendo la princesa del reino se había tomado sus libertades con ella. Una ves después de realizar una misión se le había conseguido el honor de besar su mano en señal de agradecimiento. Que estupidez arriesgar el trasero y solo recibir la oportunidad de besar la mano de la princesa. Saito había actuado como un estúpido y había dicho que solo lo estaban tratando como un perro otra ves. La enana rosa había dicho que tenía que besarla y el tono las palabras literalmente así podrías culpar a su supuesta "ignorancia" por ser de otro mundo. No es que no haya visto esas escenas de príncipes cesando la mano a una dama.

Cuándo la princesa Henrrieta había dicho que podía besarla, la tomo por sorpresa. Tomándola de la mano y luego de la cintura, la acercó a su cuerpo y con una mirada de pasión. Ella se había quedado estupefacta y lo aprovechó. Beso a la princesa. Mientras todos quedaron atónitos Saito profundizó el beso, moviendo los labios en un beso profundo. Con un suave movimiento introdujo la punta de su lengua el la virgen boca de la aturdida princesa. Lamentablemente fue demasiado para la virgen e inexperta jovencita por lo cual termino desmallandose. Al final termino siendo golpeó por el duende rosa pero no paso a mayores, la princesa no le importo mucho aunque seguía muy sonrojada, todo quedó como un mal entendido devido a la supuesta ignorancia de Saito.

En otra ocasión la princesa Henrrieta había sido secuestrada aunque en realidad ella había escapado. Saito se había topado con ella y la ayudo. Ella vestía el uniforme de la pequeña Louis devido a eso la ropa solo hacia resaltar su caliente y sexi cuerpo. Sus piernas esbeltas, largas y cremosas estaban al descubierto. La falda corta dejaba ver sus muslos y apenas podía cubrir el jugoso y alegre culo de la princesa. Su camisa luchaba para mantener sus pecho dento pero apenas podía dejando un gran escote que daba vista de sus grandes senos. En un momento los guardias estaba patrullando tuvieron que fingir se una pareja cachonda. Bueno ella tubo que fingir por Saito ya estaba excitado y con una erección que apenas podía controlar. En el proceso de "fingir" tubo que manosear a la princesa metiendo su mano en el escote, cosa que disfruto mucho. Mientras amasaba el pecho de la princesa y la hacia soltar unos dulces gemidos. Fueron a una posada para esperar que las cosas se calmaran.

¡No Más Princesos!Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora